Clinica privada


Llegan a un hospital privado, una clínica no muy ostentosa pero grande a las afueras de la ciudad cercana a la zona donde están las aguas termales, dejan las motocicletas en el estacionamiento trasero donde incluso hay otras estacionadas, entran por la puerta de la lavandería y Mikey lo lleva tomado de la mano, sus dedos entrelazados y manchados de sangre ajena.

Hay personal médico con el que se atraviesan pero nadie les presta atención, Mikey lo lleva por las escaleras de servicio hasta donde están las camas repletas de miembros de la ToMan, las doctoras, enfermeros y personal médico revolotea de uno a otro curando sus heridas. Mikey lo arrastra a un consultorio vacío apenas entran donde los está esperando un doctor joven, su nombre y especialidad se muestran en una placa de bronce sobre el escritorio pero no tiene tiempo de leerla porque se levanta a Mikey para revisarlo, debe tener poco más del doble de la edad de ellos.

-No, primero él- dice Mikey rechazando sus manos enguantadas y señalando a Takemichi.

-Yo realmente no estoy tan mal Mikey-protesta Takemichi pero Mikey es implacable en su orden.

-Entonces comenzamos contigo, voy a revisarte las heridas y hacer curación-le dice el hombre con una sonrisa amable, es atractivo y le toma del rostro con delicadeza revisando los moretones, el ojo inflamado, el corte en la ceja y el labio lastimado, evaluando a su paciente.

-Abre la boca por favor-le dice acercando un abatelenguas presionando su lengua revisando que las piezas molares sigan en su lugar -saca la lengua, abre grande-le explica antes de tirar el palo de madera al bote de basura. Con el estetoscopio comenzó a auscultar sobre la ropa pidiéndole inhalaciones lentas y profundas palpando sobre las costillas para descartar daño pulmonar o a la caja torácica.

Le tomó del mentón alzando su rostro y apuntando a sus ojos con una lámpara evaluando si hay daño a las córneas. Takemichi parpadea deslumbrado -Sería una pena que tus ojos se dañen no es común ver pacientes con ojos azules-le dijo con una sonrisa y Mikey lo fulminó con la mirada cruzándose de brazos sobre el pecho.

-Si, los ojos de mi alma gemela son muy bonitos- murmuró lleno de celos como una advertencia.

El doctor alejo sus manos y Takemichi sintió el ambiente más tenso - No hay daños mayores, haremos curación general, aplicaremos inyección para desinflamar y para el dolor, de cualquier forma te mandaré a radiografías para descartar fracturas-le dijo continuando con la curación limpiando la sangre y esterilizando.

-Recuéstate sobre la camilla, bajate el pantalón y la ropa interior-le indicó el médico de espaldas preparando la inyección.

Mikey no se volteó para darle ningún tipo de privacidad, se quedó muy atento mirando todo el proceso. La inyección le había dolido más de lo esperado se levantó intentando no quejarse y dio un respingo cuando sintió la mano de Mikey sobando su trasero mientras el doctor escribía la orden a rayos x.

-Yo me quedó, pero los demás deben estar terminando, buscalos-le dijo Mikey con una sonrisa dándole unas palmaditas finales pese a la cara roja de Takemichi.

Dejó a Mikey con el doctor que no parecía muy contento de quedar a solas con él y se encaminó a una enfermera que le indicó donde estaba el área que buscaba. No era el único en la fila para radiografías, pero al parecer la mayoría estaban estables sin mayores problemas.

-Dejen pasar primero a Takemitchy- ordenó Chifuyu a los miembros inferiores mientras estos se hacían a un lado para ponerlo al principio. -Mikey no estaría feliz si te dejamos al final-le dijo con una risa el chico, llevaba un parche en el ojo y una venda en la cabeza.

-Puedo esperar, ¿tu estas bien Chifuyu?-le preguntó preocupado y el otro le rodeó los hombros con una sonrisa -Estoy bien, esto no es nada, Tora y Baji-san me hacen fuerte, es un beneficio de las almas gemelas te recuperas rápido, Mikey estuvo increíble en la pelea de hoy y todo es gracias a ti -le dijo dándole unas palmadas -Anda ve a que te revisen y no te preocupes por nada-le dijo empujándolo cuando la puerta se abrió y la radióloga le indicó que entrara.

Conforme los miembros de ToMan se retiran el ambiente se tranquiliza, Peh-yan quien es el más herido se quedará una noche a observación y lo han trasladado a una habitación privada donde los comandantes y subcomandantes se reúnen, a su lado Pah le toma la mano hablando con él haciéndolo reír aunque eso haga que le duelan las costillas y se enoje.

Mikey se une a la habitación tiene solo unos raspones en la cara -Hora de irnos Michy-le indica a su alma gemela estirando su mano para tomar la suya y despedirse del resto.

-Es tarde espero no te regañen-le dijo caminando fuera por el mismo camino por donde entraron.

-Le mande mensaje a mi madre de que me quedaría con un amigo, no sabia que tan tarde íbamos a terminar-le explicó Takemichi en su camino a la salida, notando como los médicos no los miran, el personal tiene la mirada en el suelo mientras ellos atraviesan por la puerta trasera. Ahora que lo piensa ¿Cómo pueden pagar el hospital para todos? ¿De dónde sale el dinero? ¿Ese hospital y su personal está coludido con la ToMan?

-¿Eso significa que no tienes que volver a casa? ¿Quieres quedarte a dormir conmigo?-le pregunta Mikey saliendo por la puerta trasera al frío de la noche atrayendo a Takemichi por la cintura con una sonrisa depredadora.

Su boca tartamudea mientras el rubor le quema las mejillas y sus manos se posan tranquilas en el pecho de Mikey, realmente le escribió a Akkun para que le cubra diciendo que está con él, fácilmente puede llegar con su amigo, pero la perspectiva de quedarse con Mikey es mucho más atrayente.

-¿puedo? ¿no te dirá nada tu abuelo de que me lleves? Me da vergüenza que Emma-chan me vea en tu habitación -le dijo suave. Sabe que su alma gemela vive con su abuelo y Emma, sus dos hermanos mayores, Shinichiro e Izana que viven aparte por trabajo.

-No tenemos que llegar a mi casa, te puedo llevar a otro lado-le dice Mikey acariciando su cintura, alzando su rostro para besarle la mejilla. Los labios fríos de Mikey le recorren la mandíbula en un camino de besos que queman ahí donde tocan, Takemichi es muy débil a su toque, se estremece y asiente con los ojos cerrados, no tiene experiencia pero Mikey le guía y el simplemente se deja hacer dócil.

-Llevame- murmura suave con los ojos entreabiertos puede ver la sonrisa depredadora de Mikey cuando acepta, sus labios se acercan a los de Takemichi y se besan por primera vez.

Hay chispas y fuegos artificiales detrás de sus párpados. Los labios de Mikey son suaves y delgados contra los suyos, él presiona suavemente contra su boca sin cansarse de la sensación. Su agarre en la camisa de Mikey se aprieta y suspira cuando le muerde el labio inferior regordete jalandolo entre sus dientes, masajeando su boca con la suya adentrándose en un beso húmedo.

Se queda sin saber qué hacer ante la lengua acariciando la suya, al principio no responde, no sabe cómo debe moverse, es torpe y Mikey le presiona más estrechamente contra el extasiado. Succionando su lengua, empujando con la suya mientras él intenta imitarlo, se separa porque la saliva le corre hasta el mentón y sus narices chocan, Takemichi por su inexperiencia y Mikey por su voracidad.

Sus labios están brillantes y se siente mareado, está seguro que no estaba respirando mientras se besaban.

-Michy.. sabes tan bien...-le dice bajando sus manos a su trasero. -Eres tan lindo-murmura acercándose a su boca para darle un nuevo beso, una suave presión esta vez, solo un contacto que Takemichi ya sabe manejar.

-¿Ese fue tu primer beso?-le pregunta lleno de orgullo, se pavonea y se infla cuando Takemichi le confirma con un asentimiento.

-Me voy a encargar de tomar todas tus primeras veces Michy-le asegura llevándolo con él impaciente a la motocicleta, siguen en el estacionamiento y deben irse.

Mikey le pone el casco a Takemichi y sobre los hombros su casaca de capitán para que no tenga frío, suben a la moto este le abraza por la cintura mientras la moto avanza por las calles.

No paran hasta llegar a la zona de Shibuya que está llena de vida nocturna, entran por un estacionamiento y dejan la motocicleta aparcada en una zona apartada donde autos de lujo sin placas se muestran. Los ojos de Takemichi hacen miles de preguntas pero Mikey le toma la mano y lo lleva con él a la parte posterior de las calles principales.

Es un pequeño local de ramen y está abarrotado de hombres vestidos de traje, la anciana que cobra solo tienen que ver a Mikey para que una bonita muchacha vestida en kimono apenas mayor de edad los pase a la parte trasera hasta una puerta secreta.

El ruido del restaurante no llega, hay un elevador lujoso y un largo pasillo moderno que no guarda relación con el restaurante, de las habitaciones salen y entran muchachas jóvenes a cuartos privados apenas vestidas en conjuntos de lencería.

-Que pase buena noche- se despide la muchacha con una reverencia mientras las puertas del elevador se cierran y ellos suben un sinfín de pisos.

Cuando las puertas se vuelven a abrir están en un loft con vista a las partes más exclusivas de Shibuya.

-Pasaremos la noche aquí-le dice Mikey finalmente prendiendo el aire acondicionado y dejando la habitación a media luz.

-¿Me trajiste a un motel?- pregunta Takemichi mirando por la ventana, las luces contra sus ojos azules y cabello rubio. Su sonrisa es tímida, sus mejillas están sonrojadas y Mikey quiere guardar esa imagen en su memoria para siempre. 

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