16.

Jesús.

Miro fijamente el móvil esperando a que Maya responda, pero no lo hace. No sé si lo ha leído o no, porque tiene algo puesto para que nadie sepa si lo lee o no. Esa rubia es más lista de lo que creía.

Miro su foto de perfil al darme cuenta de que la ha cambiado y suspiro dándome cuenta de que he metido la pata bien metida. ¿En qué diablos estaba pensando?

Noto como mi hermano se acerca y me mira confundido, seguro que Rocky o Sam le ha dicho algo de lo ocurrido.

-Adelante, dime lo gilipollas que soy.

-No voy a hacer eso.-me dice con sinceridad.-Verás, sé que me gusta Sam, pero si es verdad que Rocky también tiene algo que me llama la atención.

-Las chicas me están haciendo volverme loco.-le hago reír y me echo para atrás en la cama.-Pero Dani, he estado pensando y...no quiero, no quiero joder a ninguna tía más.

-En eso tienes razón, ¿pero que hacemos?

-Yo estoy pensando en...en que cuando volvamos a España voy a hablar con Maya, a contarle la verdad y a que me ayude a entenderme.

-Te mandará a la mierda.

-Pero es lo más justo, ¿no?-susurro y asiente al final.-Será mejor que nos durmamos.

[...]

Espero a que el café acabé de salir de la máquina y me giro para para encontrarme a una incomprendida de frente, consiguiendo que tire un poco de café al suelo.

-Deberías de dejar de pintarte de esa manera, me das cada susto que....

-Lo siento.-se disculpa y suspiro al darme cuenta de que es Trix.

-Lo siento yo, por lo de anoche.

-Tranquilo, el problema es de la chica, no mío-me dice y frunzo el ceño.-Lo que me fastidió es que hablaras así de ella.

-Maya me importa, solo...quería impresionarte.-le digo y sonríe de lado.-Tu tienes algo que también me gusta.

-¿Y qué vas a decir con ella?-duda y me encojo de hombros, de verdad que en esto estoy perdido.

-Se lo diré, y que ella decida, no voy a mentirle.

-Supongo que podemos volver a ser amigos.-sonríe y asiento agarrando un cruasán.-Así que vente para la mesa, no podemos seguir con este mal royo.

******

Maya.

Me muerdo el labio antes de darle un sorbo a la leche. No puedo explicar cómo me siento por dentro, jamás había penado que tener una doble vida sería tan duro.
Sam y yo hemos decidido esperar a hablar con ellos cuando estemos en España, si nos dejan, les haremos ver que no nos importa aunque sí que lo haga. Estaremos jodidas en silencio y seremos unas cabronas con ellos.
Así de simple.
Y en la forma de incomprendidas, pues seremos Rocky y Trix para que hasta qué punto son capaces de llegar. Nosotras nos vamos a dejar llevar.

-¿A qué hora os levantáis para maquillaros de esa manera?-duda Dani y me encojo de hombros aún metida en mis pensamientos.

-Tampoco tardamos tanto.-le dice Sam con un hilo de voz. Supongo que a ella siempre le ha costado más fingir que está bien.

-¿Qué vamos a hacer esta mañana, conocer Milán?-dudo y todos se muestran de acuerdo, por lo que una hora después, ya estamos caminando por las enormes y pobladas calles juntos a sus padres y a los nuestros.

-¿Cómo están Maya y Sam?-oigo como pregunta Eva a mi madre.-De verdad que esas niñas son encantadoras.

-Bueno, anoche hablé con ellas y me dijeron que se iban a dar una vuelta con sus amigos de Canadá, así que supongo que ahora estarán durmiendo.

-Las podrías haber traído contigo.

-Mi trabajo no me lo permite, es un cargo muy grande proteger la identidad de estas chicas, ni mis propias hijas deben saberlo.

-Oh, lo entiendo.-habla y me giro para sonreírles.

Veo a Jesús muy atento a lo que dicen y sonrío muy a pesar de que no debo. De que se supone que mi yo normal debe estar enfadada con él pero parece tan preocupado que me ablanda y no quiero.

-¡Hacerme una foto aquí!-les pido subiéndome a una piedra ante el monumento.-Toma Jesus, házmela por favor.

Me coche el móvil y me la hace, y segundos después da la vuelta a la cámara y empieza a hacerse selfies conmigo.

-Vale, ya.-le pido quitándole el móvil.-Tengo que reservar mi belleza para la gala de esta tarde.

-Creída.-me da un suave empujón y sonrío andando hacia dónde está mi hermana.

-Sa....digo, esto debe de estar sabroso.-hablo haciendo que me mire advirtiéndome.-Quiero probarlo, señora Morgan, ¿le importa comprarme uno?

-Claro que no, Rocky, Jesús, Dani, ¿queréis?-pregunta y asienten inseguros. Mi madre entra al establecimiento y no tarda en salir con con cuatro batidos.-Tomad, cada uno es de un sabor, coger el que querías.

-¡Me pido el de chocolate!-les digo antes de que acerquen sus manos.-El chocolate y yo...

-Yo me pido el de fresa.-se coloca Jesús a mi lado y me mira fijamente. ¿Qué le ocurre?

-Esta bien, pásame el de vainilla, y para Dani el de plátano.-añade Sam, pero yo me centro en la miríada que me echa Jesús en estos momentos.

-¿Te ocurre algo?-le dijo adelántenme junto a él.-Me has mirado de...

-¿Sabes?-susurra.-A Maya también le vuelve loca el chocolate, tiene una voz muy parecida a la tuya y...y tiene justamente ese anillo.-pronuncia y trago saliva nerviosa.-¿Qué casualidad, no?

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