Capítulo 1
Para los que leyeron Tan solo un poco obstinado, esto da inicio desde el capítulo en el que KyungSoo va a llevarle ropa y comida a BaekHyun al trabajo~ (les recomiendo pasarse por allí primero si no lo han hecho para que puedan entender algunos comentarios o situaciones en este fanfic ^^), así que demos inicio ahora~
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Si es honesto, BaekHyun está seguro de que sigue en la maldita empresa de mierda de Park ChanYeol por nada más que orgullo y su competencia de meadas personal con el tipo.
Porque nuevamente, si es honesto, él hubiera salido volando de ahí solo un mes después de haber puesto un pie bajo las garras afiladas y la presencia insoportable de su jefe.
Y es que Park era un triple M: Maldito Mezquino y Mandón, y solo muy pocos afortunados tenían el don de la paciencia para manejarlo y soportar su culo por más de una semana. Puede darse la mano fácilmente con el hijo de puta insoportable de Kim JongIn, que le había hecho la vida imposible a su Kyunggie antes de surgiera el amor por obra del cielo e intervenciones divinas.
(BaekHyun aún no está muy seguro de cómo sucedió exactamente, solo fue consciente de la tensión sexual, de las constantes quejas de KyungSoo, de los horarios extendidos, el viaje a Italia y luego puff, amor, colores, rosas y una nueva personalidad en Kim que le dejó la piel erizada).
Regresando al tema de interés: Park ChanYeol no puede ser un humano normal. Como si la idea estuviera en contra de sus principios, como si fuera una ridiculez (cuando él era el ridículo). Él parecía malditamente empecinado en hacer todo lo posible para frustrarlo.
Hoy no estaba siendo nada más que el triple de molesto.
Se había quedado en la empresa porque solo Dios sabía la cantidad de trabajo que estaba puesto sobre las cabezas de todos y él realmente quería adelantar su mierda; fue técnicamente una buena idea: avanzó con sus deberes, entregó un par de informes y unos cuantos bosquejos bastante buenos (si JinYeon los aceptaba es porque eran realmente espectaculares) y luego se acostó a dormir pensando en la deliciosa comida de KyungSoo que se había perdido esta noche.
Por fortuna, su mejor amigo siempre fue un ángel bajo esas capas de obstinación y mal humor, así que no era de sorprenderse que él hubiera accedido a llevarle comida y ropa antes de ir al trabajo. Un pequeño solcito brillante, cálido y hermoso y BaekHyun estaba tan agradecido.
Su humor fue bueno mientras hablaba con KyungSoo porque, Dios, él le había traído su cepillo de dientes, ¿hay algo más que un hombre pueda desear? Pero entonces llegó el mismísimo Satanás y lo arruinó todo, desde la comodidad de KyungSoo hasta su genial estado de ánimo.
No era nuevo, pero mierda, él era tan molesto por solo existir.
BaekHyun vio partir al menor con el ceño fruncido y gruñó mientras se daba la vuelta y golpeaba (con toda la intención del mundo) el hombro de Park. Sin esperar ser seguido o escuchar más órdenes estúpidas del tipo, se encaminó directamente al elevador y esperó que el baño con ducha instalado en el sexto piso se encontrara desocupado.
En esa situación lo que hubiera querido era estar solo, maldita sea. Su amigo había huido por culpa del mastodonte sin cerebro y había puesto las cosas incómodas con sus exigencias que no venían al caso a esa hora de la mañana, pero por supuesto, por supuesto, Park ChanYeol es infeliz si no lo molesta y desbarata sus planes.
El mayor lo siguió de cerca, casi pisando sus talones, y BaekHyun tuvo que reprimir un lloriqueo cuando se metió en el elevador con él y acaparó todo el espacio porque era ridículamente grande.
Apretó su agarre sobre la vianda de comida y las bolsas con el desayuno que KyungSoo consiguió para él y apoyó su costado de la pared más alejada de su jefe.
—¿Era tu novio? —preguntó repentinamente y BaekHyun no sabía por qué exactamente (porque Park era bastante difícil de tratar en varios aspectos y esto no se acercaba remotamente al nivel de ira que podría causarle una pregunta inadecuada de su parte), pero se sintió extremadamente enojado, una bola de calor creciendo en sus entrañas y llenando rápidamente todo su cuerpo—.
—No veo cómo ese es tu asunto —escupió con las mandíbulas apretadas y Park le dio una mirada oscura que, sin querer, le erizó la piel de muchas maneras (no todas ellas desagradables)—.
—¿Lo es?
BaekHyun no respondió. El aire en el interior del elevador fue malditamente sofocante.
—¿Desde cuándo están juntos? Nunca lo mencionaste —parecía que estaba reprochándole algo y BaekHyun se preguntó cuándo fueron cercanos en primer lugar para que él se tomara la libertad de opinar y entrometerse en su vida—.
—Escucha, Park —le dijo con contundencia, mirándolo directamente a la cara—, eres mi jefe y solo mi jefe, y que puedas mandonearme como te venga en gana en el trabajo no quiere decir que puedas hacerlo fuera de este. No somos amigos, ni siquiera somos un poco cercanos, así que no te tomes tantas libertades conmigo ni preguntes cosas que no te competen en primer lugar.
El músculo en la mandíbula de ChanYeol saltó a la vista junto al palpitar fuerte en su sien, y BaekHyun tuvo que maldecir un poco más porque no era normal que él lo encontrara un poco caliente de esa manera: realmente iracundo, todo puños apretados, cabello revuelto por haber dormido en el sofá de su oficina y ojos tan oscuros como la noche misma.
Estaba teniendo problemas. Probablemente era debido a la falta de comida.
—Tienes una lengua muy larga, Byun —le dijo en un murmullo y KyungSoo apretó un poco más el asa de la vianda—.
—Muérdeme, Park.
El elevador sonó en ese momento y BaekHyun salió disparado del interior sin volver a mirar a su jefe. Había sido salvado por la campana; solo esperaba que esta continuara yendo a él cuando la necesitara.
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BaekHyun sintió un alivio profundo llenándolo cuando JiYeon le dijo que había aceptado sus diseños y que trabajarían en ellos para el nuevo proyecto, lo que era muy bueno. Fue la noticia que eliminó la oscuridad que había estado rodeándolo los últimos días y que afirmaba su talento y su lugar en esta empresa.
No obstante, Park no lo dejó ser feliz. Estuvo insoportable toda la semana, mucho más que de costumbre y eso era decir bastante. BaekHyun siempre pensó que él tenía un palo metido en el culo, pero últimamente pareciera que un tubo de hierro estuviera atravesándolo con fuerza.
No había razones aparentes para su mal humor. El proyecto estaba yendo bien, el resto de pasantes estaba haciendo un buen trabajo, no había contratiempos y no había escuchado rumores de alguna alteración en su vida privada. Él solo era un idiota porque quería serlo y, si es honesto, comenzaba a enfadarlo.
Porque todo su mal humor lo vertía sobre él, buscaba excusas para regañarlo, para fastidiar su horario y exigirle más que al resto, y este abuso de poder estaba revolviendo sus entrañas.
Para cuando llegó el viernes, BaekHyun se sentía harto.
Él se rompió por completo.
—Deja de holgazanear, Byun, y enfócate en tu trabajo. Si te despido tu noviecito no podrá hacer nada para remediarlo.
Se estremeció al escucharlo y el ardor comenzó a burbujear en su estómago, apretó la mandíbula y dejó a un lado el teléfono.
Se había estado enviando mensajes con KyungSoo, que parecía realmente feliz por ir a The Shilla Seoul, durante su hora del almuerzo. La hora estaba a punto de acabar, pero aún tenía tiempo para hablar con su mejor amigo y ChanYeol no tenía por qué entrometerse ni mucho menos lanzar comentarios ponzoñosos en su dirección. No estaba faltando a su horario, después de todo, así que no había una razón real para que él fuera corregido.
El resto de los pasantes se detuvieron y bajaron la mirada rápidamente, recogieron sus tupper y se apresuraron a salir de la zona de descanso para volver a sus cubículos. BaekHyun, por su parte, simplemente se volvió y miró directamente al alto con el ceño fruncido.
—No estoy holgazaneando, estoy en mi hora de almuerzo lo que, por si no te habías enterado, es un derecho para todos los trabajadores, y mientras mi hora no acabe no pienso regresar a mi cubículo. Por otro lado, no es tu asunto si tengo novio o hablo con él. No veo cómo te afecta.
La mandíbula de ChanYeol se apretó y sus ojos se entrecerraron con advertencia, pero BaekHyun, insolente como era, le dio la espalda y contestó el mensaje que KyungSoo le había enviado recientemente.
—No me afecta, pero tu rendimiento se ve comprometido.
Sus cejas se arrugaron al escuchar semejante estupidez, pero se negó a mirarlo nuevamente.
—¿Y puedo saber cómo es eso posible? No he tenido quejas de JinYeon, mi rendimiento es más que perfecto y mi diseño fue aprobado recientemente. Tú pareces ser el único que tiene problemas conmigo y, honestamente, estás comenzando a enfadarme.
—¿De verdad? ¿Y qué se supone que harás al respecto?
—No lo sé, pero sería genial que por obras del universo rayaran tu auto o poncharan sus neumáticos.
Reprimió un estremecimiento cuando ChanYeol giró su silla de ruedas y le obligó a mirarlo. El tipo se había inclinado sobre él con el ceño fruncido y una mirada mortal en sus ojos oscuros, y aunque fue un poco intimidante, BaekHyun no se encontró retrocediendo. Primero moriría antes de darle el gusto de dejarle ver que su cercanía, su olor y su calor lo afectaba más de lo que él quería admitirlo.
Era detestable.
—Comienzas a cruzar los límites, Byun BaekHyun.
—No, tú lo haces. ¿Por qué te molesta tanto la idea de que tenga novio? Si no lo supiera mejor pensaría que todo tu mal humor se debe a un gran ataque de celos.
Hubo una chispa extraña en su mirada y BaekHyun captó el ensanchamiento de sus fosas nasales y el rictus en su mandíbula, los puños apretados y la vena hinchada palpitando rápidamente en su sien.
Maldita sea, él no debería resultarle tan caliente como lo hacía en ese momento, no debería haber sentido ese tirón placentero en su vientre ni debía encontrarse regodeado por alguna mierda neandertal como esa, pero lo hacía, lo sentía con profundidad.
Es una idiotez que le guste su jefe (y no es que tenga nada en contra de eso, de hecho, él estaba bastante feliz por como resultaron las cosas entre KyungSoo y el estreñido de Kim) porque Park no era un hombre agradable, ni siquiera era un poco bueno con él; la única persona que parecía ganarse su respeto era su madre, y eso era debido a que ella había criado a sus hijos por su cuenta y los había acompañado en todos sus proceso a través de numerosos sacrificios.
BaekHyun no pintaba nada en su vida, de hecho, parecía que él lo odiaba profundamente desde el primer instante, así que estaba siendo un idiota (por no decir masoquista) al sentir deseo y una atracción dolorosamente profunda por el tipo.
BaekHyun se odiaba un poco por eso. Dios, él realmente se detestaba en ese momento.
Sorprendentemente, Park no dijo nada para defenderse. En cambio, él se incorporó, le lanzó una última mirada penetrante que revolvió sus entrañas y luego se dio la vuelta para marcharse.
Le hizo sentir confundido y extrañamente agitado, y algo pareció chispear en su interior.
Incómodamente la sensación permaneció e incluso incrementó al no toparse nuevamente con Park en el resto del día.
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El fin de semana estuvo lleno de una tranquilidad bien recibida.
Había estado hablando con KyungSoo porque lo extrañaba (la comida no era la misma cuando su mejor amigo no estaba para prepararla) y porque realmente quería saber cómo le estaba yendo en su luna de miel con su hombre, con su todo, con su amor.
Leer su confesión pública le había hecho gritar, empujar su rostro contra su almohada y removerse sobre la cama como un jodido lunático; y es que nunca imaginó que fuera KyungSoo quien lo hiciera (dar el primer paso), no públicamente al menos, pero el maldito loco lo hizo, destapó la caja de Pandora y reveló todos sus secretos al mundo.
Él vertió sus sentimientos en ese mensaje y BaekHyun realmente se sintió muy feliz por él, por saber que era amado y sentía amor de esa manera después de todo lo que había tenido que enfrentar en su vida. Ya no era únicamente KyungSoo, sus recuerdos y BaekHyun, él ahora tenía a un compañero a su lado que podría acompañarlo y apoyarlo como BaekHyun nunca podría hacerlo, él estaba encontrando su felicidad después de haberla perdido en el camino, y ver todo eso y ser parte de ello, le hacía sentir felicidad a cambio.
Estaba orgulloso y no podía esperar a que el menor volviera para poder abrazarlo, darle unos cuantos besos e invitarlo a comer a algún lugar bonito para celebrar.
Luego de molestar a KyungSoo por un rato, habló con su madre; tuvo un buen comienzo y luego se volvió algo incómodo cuando sus comentarios pasivo-agresivos dieron inicio, siempre mencionando a KyungSoo y haciéndole ver lo mucho que le desagradaba su amistad con él porque tenían distintas clases sociales y otras tantas tonterías que BaekHyun repudiaba. Terminaron peleando (otra vez) y supo que era momento de dejar el teléfono a un lado para evitar soltarle una maldición que sabía que se merecía.
Luego no hizo mucho. Ordenó comida porque no estaba haciendo el intento de cocinar y miró la televisión hasta que llegó la hora de dormir. El domingo se negó a pensar en el trabajo, así que se levantó temprano y se dispuso a ser productivo por una vez; trotó por una hora, comió un buen desayuno en un restaurante cercano y volvió al departamento para no hacer nada más que existir.
Con eso, él fue lo suficientemente productivo para sentirse bien consigo mismo por una semana completa.
No se sorprendió de que KyungSoo no llegara a casa porque en primer lugar no esperaba que lo hiciera, pero agradeció que el chico le enviara un mensaje diciéndole que no se preocupara porque JongIn lo llevaría al trabajo mañana.
Con una relación pública, llegar juntos al trabajo no debería ser un problema. Él asintió para sí mismo y tecleó una respuesta rápida.
Está bien, disfruta de tu noche de 👉🏻👌🏻
Que tu culo sea bendecido y mañana puedas caminar sin tropezar 😙🙏🏻
Kyunggie 🐧
Vete a la mierda.
Te odio.
También te amo, cielo.
Muaaaack.
Dejó el teléfono y se hundió en el sofá con un tazón repleto de nachos y una película de mierda llenando el silencio en el departamento.
El lunes fue otro cuento.
Despertó con un gemido desanimado y el cuerpo cansado incluso cuando no había hecho nada todavía. Era la reacción natural ante la idea de ver la cara de Park ChanYeol nuevamente, lo sabía, se sentía emocionalmente succionado por el tipo.
Ya sea porque no quería verlo como porque realmente quería hacerlo para grabar sus expresiones en su mente y masturbarse en secreto con ellas, ChanYeol significaba estrés y frustración.
Frunció los labios cuando detuvo el auto en la plaza del estacionamiento y se dirigió a las puertas del edificio medio arrastrando los pies. Los lunes siempre eran un dolor de culo, así que no era extraño verlo enfurruñado ese día por la mañana.
Recibió un par de saludos que devolvió lo mejor que pudo y bebió un sorbo del café que había comprado de camino al trabajo. Estaba fuerte, así que le ayudaría a reunir energía y darle cara al día. Se metió en el elevador, pulsó el botón con el número seis y suspiró mientras se ponía en marcha.
KyungSoo no le había escrito, pero esperaba que haya disfrutado su romántico fin de semana. Al menos uno de los dos tenía que tener una vida sexual y amorosa activa.
El pensamiento le hizo preguntarse si tal vez era hora de ir en busca de un revolcón para tratar de mejorar su humor.
(No lo descartó, y la idea rondó en su mente durante todo el camino hacia su cubículo).
Inmediatamente después de poner su maletín en su escritorio extrañamente limpio, JongDae asomó su cabeza por encima de la corta pared que separaba su lugar del suyo y le dio una sonrisa que no debería ser tan reluciente un lunes por la mañana. Bebió otro trago de café y se quitó el saco para colocarlo en el respaldo de su silla.
—Bueenos dííaas querido compañero de trabajo. ¿Otro lunes malhumorado por la falta de sexo?
—¿Cómo lo adivinaste?
JongDae se encogió de hombros y bebió su té tranquilamente.
—Una corazonada, no es que tu expresión amarrada, ojeras y cabello desordenado me digan algo al respecto.
BaekHyun se dejó caer en su silla con un suspiro y sus labios se fruncieron hasta formar un puchero que un hombre de casi treinta años no debería tener. Aún así JongDae no dijo nada al respecto y simplemente amplió su sonrisa, lo que era extraño incluso para alguien tan brillante para él.
Seguía siendo lunes, después de todo.
BaekHyun parpadeó y se enfocó en él con interés, repasó su aspecto y lo encontró igual que siempre: pantalones de abuelo que de alguna forma funcionaban en él, una camisa de botones blanca y cabello bien peinado. Incluso tenía sus zapatos acostumbrados, así que no podía encontrar la razón tras su felicidad. Decidió preguntar, porque si había algo que podía ponerlo de mejor humor era la comida y el chisme que JongDae siempre le traía en bandeja de plata.
—¿Y tú? ¿Tuviste sexo?
JongDae rió escandalosamente y BaekHyun se preguntó cómo era posible que tuviera una proyección de voz tan buena.
Él estaba perdiendo el tiempo en una oficina cuando fácilmente podía modelar sus pantalones de abuelo en el Aeropuerto Internacional de Incheon en medio de sus viajes para futuras giras y conciertos.
(BaekHyun se lo había dicho en más de una ocasión, pero el tipo había hecho de menos su sugerencia alegando que prefería una vida con su privacidad intacta).
—¡Para nada! Soy un hombre con un horario terrible, no puedo ligar y mucho menos tener sexo, pero es algo que me encantaría en algún momento.
—Bueno, estoy disponible por si lo quieres intentar.
Las cejas de JongDae se alzaron sin perder el buen humor y le dio otro trago a su bebida.
—Lo pensaré.
—Eso es todo, bebé. De todas formas, ¿qué te tiene tan feliz? ¿Cobraste antes que yo?
—Para nada; solo siento alegría por la felicidad ajena. Mi primo acaba de ser aceptado románticamente y probablemente esté en una nube de éxtasis en este momento.
Sí, eso era muy JongDae, así que BaekHyun no se sentía ni un poco sorprendido. Era así de agradable.
—Eso es genial. Acaba de ocurrir lo mismo con mi mejor amigo, así que comprendo el sentimiento.
—Humjum. Tal vez debería llamar a JongIn y enviarle un regalo o algo para felicitarlo.
—Sí...
BaekHyun se detuvo y lo miró con sorpresa al captar realmente lo que había dicho.
—Espera un minuto, ¿dijiste JongIn? ¿Eres primo de Kim JongIn, ese Kim JongIn?
JongDae asintió sin mucho problema y desechó el vaso de plástico en la papelera a su lado.
—Síp, justo ese Kim JongIn. Sorprendente, ¿no es cierto? Me hubiera gustado parecerme más a él, pero mi madre tiene genes muy fuertes.
—¡Aigoo! ¡KyungSoo es mi mejor amigo!
Eso despertó la sorpresa en JongDae, que abrió la boca graciosamente antes de reír ruidosamente.
—¡Increíble! ¡El mundo es tan pequeño! Aigo, aigo. Podría decirse que somos como familia ahora. ¡Hay que celebrarlo!
Impresionado como estaba, BaekHyun no notó la llegada de ChanYeol ni el momento en que este pasó detrás de él para dirigirse a su oficina. JongDae, por el contrario, lo miró en todo momento con una sonrisa imborrable y esperó a que terminara de irse para inclinarse hacia él, atraer su silla a la suya y susurrar sin acercarse demasiado porque los cubículos comenzaban a llenarse para entonces.
—¿Sabes qué también deberíamos celebrar? La llegada del buen humor del jefe Park.
BaekHyun parpadeó, aún sin poder deshacerse por completo de la gran bomba arrojada sobre él, y frunció las cejas, por segunda vez confundido.
Estaba trabajando demasiado lento. Suponía que necesitaba más café.
—¿Cuándo está él de buen humor? —pregunta con ligero despecho y JongDae no tarda en responder—.
—Cuando tiene sexo y, amigo mío, él tiene una vida sexual excelente. Los beneficios de ser el jefe, supongo.
—¿Lo viste teniendo sexo?
JongDae formó una mueca y le dio un golpe en el pecho.
—Claro que no, no seas asqueroso; sin embargo, lo vi yendo a tener sexo. Se encontró con MinHee el viernes cuando todos se fueron y hoy ha llegado sin hacer alboroto, así que quizá la llevó con él todo el fin de semana.
BaekHyun sintió como si un cubito de hielo se deslizara por su garganta hasta llegar a su estómago, enfriando todo a su paso mientras sus músculos se tensaban bajo su camisa.
La noticia fue desagradable, le cayó realmente mal y no pudo evitar sentir ese nudo incómodo en su interior. Su corazón latió a toda prisa y sus puños se abrieron y cerraron por un momento para no hacer algo tonto como maldecir.
De acuerdo, no debería molestarse; ChanYeol era un hombre soltero que tenía sexo de vez en cuando y ellos se veían beneficiados cuando su bola de estrés y frustración era controlada por una buena follada, pero, mierda, él estaba molesto.
No le sentaba bien la idea y realmente no quería imaginar a Park metiendo a la tonta MinHee en su coche y hacer lo que quisiera con ella mientras él continuaba ahí, enfurruñado, solo y preocupándose únicamente por sus exigencias, gritos y tonterías.
Maldijo mentalmente porque, al diablo, se sentía jodidamente celoso y le enojaba todavía más reconocerlo.
Hizo una mueca y se alejó de JongDae. Este, aún emocionado por todas las cosas buenas que estaban pasando (y de las cuales solo rescataba la relación de KyungSoo y JongIn), no notó su repentino mal humor, así que BaekHyun agradeció ahorrarse las mentiras que salvarían su pellejo de un momento incómodo.
Tomó los bosquejos que había comenzado el viernes y uno de los lápices alojados en el vaso destinado a ellos, lo llevó al sacapuntas eléctrico y le echó un vistazo al pasillo que daba a la oficina de Park.
Espero que se le caiga el pene.
Y luego de ello comenzó a trabajar.
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Park no había aparecido para molestar en todo el día, así que los rumores llegaron eventualmente y BaekHyun comenzaba a sentirse un poco harto de ellos.
Comió sin disfrutarlo realmente, y mientras estaba en ello ChanYeol había aparecido para tomar una botella de agua antes de volver a su oficina. Cruzaron una mirada y BaekHyun creyó que podría haber visto un par de chispas entre ellos; terminó por bufar, rodar los ojos y volver a su horrible (realmente no lo era) sushi.
JinYeon llegó a la segunda mitad de su turno y le echó un vistazo a los dibujos que tenían entre manos, corrigió unos cuantos con su paciencia infinita y personalidad agradable y luego se acercó a él para informarle que estaban comenzando a trabajar en su diseño anterior y que posiblemente sería llamado para unirse al equipo de decoradores cuando tuvieran la aprobación definitiva del cliente.
Fue algo bueno entre tanta mierda y BaekHyun tuvo que sonreír porque sería un idiota si no lo hiciera.
Este era un proyecto importante, y era casi completamente suyo. Por supuesto, debería sentirse feliz al ser tomado en cuenta para formar parte del equipo (lo que debía hacerse normalmente). Elevaría su nivel y finalmente lo llevaría a codearse con verdaderos diseñadores. Pero aún así el mal sabor en la boca persistió y cuando JinYeon se fue su sonrisa cayó.
Demonios, debía dejar esa mierda y patear su culo deprimido lejos. No estaba siendo racional y eso le jodía profundamente.
Entonces, determinado en conseguirlo, BaekHyun terminó de trabajar y recogió sus cosas cuando la hora de salida llegó. Se despidió de JongDae y de la recepcionista y suspiró mientras marchaba hacia el estacionamiento, llegó a su auto y abrió la puerta para dejar el maletín en el asiento trasero; no obstante, antes de meterse en el coche avistó a su jefe yendo a su propio auto (un jodido Lexus plateado increíble y hermoso), y como si hubiera sido llamado por él, Park giró el cuello y sus ojos se encontraron.
Se miraron por unos segundos, sin moverse ni decir nada, no obstante, fue ChanYeol quien terminó el contacto visual y siguió con su camino al escuchar a algunos trabajadores más dirigiéndose al estacionamiento para irse a casa. BaekHyun bufó y esta vez no dudó en meterse en el auto, cerró la puerta y se puso en marcha.
Había tráfico, el clásico en la hora pico, así que BaekHyun encendió la radio y soportó el viaje gracias a Red Velvet, Girls Generation y Twice. Cree que podría haber caído en la locura si ellas no hubieran estado ahí para hacer su viaje mas ameno.
Estacionó el coche al avistar su edificio y caminó silenciosamente hasta su departamento, pasando el pasillo y el elevador iluminados. Abrió la puerta y él realmente lloriqueó al oler la deliciosa comida impregnando todo su hogar.
KyungSoo se asomó en el marco de la cocina y le dio una sonrisa brillante mientras colgaba el saco en el perchero, se quitaba los zapatos y los dejaba en la zapatera y calzaba sus pantuflas; medio corrió hacia su mejor amigo cuando estuvo listo y este lo recibió con un abrazo y unas cuantas palmaditas.
—Supongo que tu día no fue muy bueno.
BaekHyun hundió su nariz en su cuello y se llenó del aroma a comida y su loción acostumbrada y con eso pudo sentirse un poco mejor.
—No estuvo tan mal, es solo que es lunes. ¿Sabías que Kim JongIn tiene un primo? Trabaja conmigo, literalmente junto a mí. Su nombre es JongDae y es un tipo genial.
Acompañó a KyungSoo mientras terminaba de preparar la comida y hablaron sobre lo que habían hecho el fin de semana. Así, BaekHyun se enteró de que su mejor amigo había disfrutado de un día de spa con su nuevo novio, que JongIn compró algunas cosas para él en las tiendas del hotel y que usó la sauna (a juzgar por su sonrojo, él tuvo muchas formas para dale uso). De todas formas, parecía radiante, como, diablos, realmente brillaba.
Le sentaba bien el amor. Por una vez él se permitió ilusionarse y confiar en alguien más para llevar sus cargas.
Se movieron a la mesa cuando la comida fue servida y ocuparon sus lugares acostumbrados, sin embargo, para su sorpresa, KyungSoo rompió el silencio que siempre prefirió durante las comidas y se encontró preguntando con curiosidad:
—¿Pasa algo más, Baek? Honestamente estaba esperando que me bombardearas con burlas después de la publicación en Instagram y todo el asunto con el lubricante, pero estás bastante tranquilo. ¿Hay algo que te molesta?
BaekHyun lo miró por encima de sus pestañas y terminó de masticar antes de responder.
—No es nada, ya sabes, lo mismo de siempre.
—¿Park?
BaekHyun tarareó sin comprometerse demasiado y KyungSoo formó una mueca mientras lo miraba profundamente.
BaekHyun temía que su amigo le pillara, así que no tuvo valor para devolverle la mirada y simplemente se llenó la boca con comida. El silencio los rodeó e hizo que su reunión se tornara algo incómoda, así que, incapaz de soportarlo por mucho tiempo, BaekHyun suspiró y alzó la mirada para encontrarse con los ojos brillantes de KyungSoo.
—Es solo que estoy un poco cansado, ¿de acuerdo? Cada día es peor que el anterior y él no mejora ni un poco. Siempre tengo que soportar su mal humor, sus órdenes y sus reclamos y luego tengo que enterarme de que se va felizmente para tener sexo con cualquiera mientras yo me hundo cada vez más. Es difícil lidiar con eso, mierda, olvidé la última vez que tuve sexo y lo necesito, así que supongo que es eso.
Los hombros de su mejor amigo se hundieron y una expresión comprensiva llenó su rostro; él dejó sus palillos a un lado y en su lugar estiró la mano para cubrir la suya, le dio un ligero apretón y BaekHyun le sonrió suavemente.
—Oye, no es justo que sigas soportando eso, ¿lo sabes, verdad? Nadie lo merece, mucho menos una persona tan maravillosa como tú; renunciar no te hará débil, así que si crees que es la mejor salida, hazlo. Siempre puedes comenzar de nuevo en un lugar mejor.
BaekHyun se sintió conmovido, de verdad. KyungSoo siempre fue bueno, comprensivo y gentil. Lo apoyó en todas sus decisiones y no dudaba en pararse a su lado para luchar juntos lo que fuera necesario. Él era esa clase de buen amigo, un tipo en el que siempre podías confiar y que resultaba difícil no querer, así que, por supuesto, él se sintió mejor al escucharlo.
Se sintió comprendido y apoyado y su corazón se llenó de calidez. Sin embargo, él no podía renunciar. No en este punto, no por una sola persona.
—JinYeon, mi otro jefe, aprobó mis diseños y están montando el proyecto. Dijo que podrían hacerme parte del equipo para trabajar en él. No puedo irme, KyungSoo. Esperé tanto por una oportunidad como esta... sería un desperdicio.
Los ojos de KyungSoo se abrieron aún más de lo que lo eran normalmente y él se levantó de inmediato, rodeó la mesa y lo abrazó apretadamente. BaekHyun rió, pero le devolvió el abrazo con fuerza.
—¡Baek! ¡Felicidades hombre! ¡¿Por qué no lo dijiste antes?! ¡Estoy tan feliz por ti!
—Pensé que podía esperar un poco más para celebrar adecuadamente.
—¡Ni hablar! Es más, tenemos que celebrar el doble —se alejó de su abrazo y lo miró con una sonrisa radiante, como un jodido modelo de Colgate o algo así—. JongIn me ha dado el puesto de contador en Kai y he aceptado.
Él abrió la boca y fue su turno de atraerlo a sus brazos y apretarlo duramente contra su cuerpo. Rieron y gritaron como un par de lunáticos y BaekHyun lo tomó por las mejillas con emoción.
—¡Tú, jodido suertudo! ¡Yo estoy muy feliz por ti! Tenemos que beber algo. ¿Queda soju en la nevera?
—Creo que quedan tres botellas.
—Está bien, tráelas; merecemos esto, mierda.
KyungSoo asintió, se puso de pie y fue a buscar el alcohol de inmediato. Brindaron y comieron comida deliciosa y rieron durante toda la noche. Gracias a eso, BaekHyun pudo olvidar sus propios problemas y pesares.
Estaba bien, él podía hacerlo por ahora.
Solo un poco más y todo habría acabado
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[✍🏻]
¡Finalmente traje el primer capítulo de Tan solo un poco determinado! Sé que prometí publicarlo antes, pero la universidad me está absorbiendo y no tengo tiempo libre (necesito vacaciones, Dios ༎ຶ‿༎ຶ). Hoy aproveché un pequeño espacio despejado y vine rápidamente para compartir esto con ustedes~
Ha pasado mucho tiempo desde que escribí un CB así que no sé cómo resultará esto al final, pero espero que cumpla las expectativas y no sea tan desastroso como creo, jaja. Por otro lado, debido a mis interminables deberes y estudios me tomará un poco de tiempo publicar. El fic está terminado pero las actualizaciones serán un poco lentas, espero que puedan comprender (´;ω;`)
Finalmente espero que les guste y que todas estén bien. Siempre soy feliz de volver para reencontrarme con ustedes y esta no es la excepción. Cuídense, tomen mucha agua y pónganse protector solar; nos estamos leyendo pronto. Besitos~ ♥️
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