𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 5 - ¿𝕬 𝖘𝖔𝖑𝖆𝖘?
Solo un rato después Amelie despertó de golpe, se sentó en la cama, temblando y jadeando suavemente, a un lado estaba Sovieshu y Navier, quienes rápidamente se acercaron y la miraron con preocupación. Sus subordinados la miraban desde otro punto de la habitación.
― Ame, ame, reacciona.
― Y-yo, él...― Estaba un tanto ida, trataba de hacer memoria de que demonios había pasado. Recapituló un poco, estaba sentada en la fuente y cuando regresaba con Lirius vio a Ergy, la presión en el pecho la hizo desmayarse... ademas de la impresión de ver a ese hombre que pensó no vería nunca más.
―¿Pasó algo? ¿Te hizo algo?
― ¿El duque? No, solo, ah... casi me da un infarto. Lirius y yo estábamos dando un paseo luego de mi sesión de estudio, me sentía un poco mal. Pero la sensación desapareció con el descanso, pero creo que seguía débil y el susto que me dio el duque me hizo desmayar. No preocupes Sovieshu.
―¿estas segura?― Navier sonaba mas preocupada, pero la pelirroja atino a sonreír y asentir.
― Descansa por ahora, no te esfuerces, vendré a visitarte mañana temprano.― Sovieshu se inclino, tomando las manos de su hermana con dulzura y dejando un beso en su cabeza para después retirarse.
Amelie lo miro salir y apenas se fue comenzó a sacudirse el cabello como una niña pequeña. Sacándole unas risas a sus subordinados mientras Navier ladeaba la cabeza sutilmente.
―Agh, lo siento, pero se sentía rato... tiene una vibra rara últimamente...
―¿Quieres que deje a Laura por si necesitas algo?
―No te preocupes Navier, mi tío mando a una de mis damas de compañía y mi guardia personal en lo que estoy aquí.
―¿Cuanto planeas quedarte?
―Ah, pensaba quedarme un mes mas, mi tío envió una carta diciendo que podía quedarme cuanto quisiera, ya está mejor.
―De acuerdo, pero si necesitas algo no dudes en avisarme, me sentiría culpable el no poder ayudarte.
―No te alarmes, todo ira bien.
Navier se retiro y Amelie suspiro, miro a Lirius quien parecía querer hablar pero su hermano menor se adelanto, dando un paso al frente.
―¿Como es que esta aquí?
― No tenemos toda la información, pero se supone vino a vacacionar.
―Muy raro... quiero irme sabiendo que esta el aquí pero... Navier y Sovieshu se darán cuenta de que algo anda mal con el y probablemente los meta en problemas... supongo que no tengo otra opción mas que evitarlo.
― No se preocupe majestad, según la gente del palacio, el Duque esta pegado a la concubina del emperador.
La cara de Amelie pareció asquearse y entristecerse, aun sentía algo, era un hombre maravilloso; el tono de su voz, las palabras correctas que salían de su boca cuando mas las necesitaba, su caballerosidad, solo eran esos malditos rumores que no se atrevió a investigar y creyó tontamente por precaución.
― Ya veo... debo dormir... tal vez el estrés me hará enfermar, quiero que investiguen un poco de que hace aquí Ergy, si es necesario vigílenlo.
― ¿Quiere saber si los rumores de antes son reales?― Ante la pregunta de Edén Amelie solo se mordió los labios, pensando si de verdad deseaba saberlo, asintió y los 3 salieron para dejarla dormir.
―――――――― Cinco días antes del cumpleaños de Navier――――――
Amelie agradecía que no tenia que salir demasiado, estaba algo ocupada con las clases faltantes de etiqueta, pero no podía concentrarse; Lirius venia regresando de la oficina de Navier, le había pedido un par de documentos que no fuesen de relevancia para que Amelie practicara, justamente llego Sovieshu quien solo frunció el ceño ante sus petición, pero pareció quedarse callado.
Había oído al salir sobre el viaje de cumpleaños de Navier y Sovieshu, eso haría feliz a su princesa y podría concentrarse un poco más. Por otro lado, Amelie sostenía la pluma, escribiendo lo que entendía de la historia familiar, pero a medio camino se detuvo y comenzó a temblar ¿que hacia Ergy ahí? ¿Estaba tratando de cortejar a la concubina de su hermano? Bueno, la idea no le desagradaba del todo, podría deshacerse de ella si eran las verdaderas intenciones de Ergy, pero sí no era así... sintió pena de meterlo en sus planes como un chivo expiatorio.
Lirius entro, mirando como temblaba mientras ella miraba el papel con cierta molestia. Se acerco y sin mucho que pensar le arrebato la pluma de la mano. Lo que la hizo despertar y ladear la cabeza para mirarlo.
― Deja de estresarte por él.
―Es solo que... me incomoda el saber que estará aquí y con esa mujer.
―¿No seria mejor usarlo a nuestro favor?
― ¿no seria jugar demasiado sucio?
― Ya tiene antecedentes de sobra... solo usarías su dudosa moralidad para eso.
― No, prefiero esperar, tal vez solo se esta acercando a ella para molestar a Sovieshu, el sabe que es la concubina, de eso no hay duda.
― Por otro lado majestad, Sovieshu y Navier planean ir a la casa imperial del campo.
― ¿Dentro de cinco días? ― El azabache asintió, a lo que Amelie suspiro aliviada y sonrió suavemente, pero después su cara se lleno de terror.
―Si van ellos dos solos... crees que...
―――――――――
Unos minutos después de la conversación entre Amelie y Lirius, el Barón Lant se presento y solicito que la pelirroja fuese al estudio del emperador. La cara de la pelirroja ocultaba bien su miedo de que le presentase a la concubina como si nada.
Llego a la puerta junto a Lirius, la pelirroja respiro y espero a que Sovieshu la dejara pasar, apenas abrió la puerta, Amelie entro y el azabache la miro perderse dentro de la habitación. Para calma de Amelie, no estaba la albina, así que respiro con mas calma.
― Pareces afligida.
― Me sentí preocupada cuando recordé el cumpleaños de Navier.
― Sobre eso quería hablarte, no quiero incomodar tu estadía espero no tengas problemas por quedarte aquí sola por 2 días.
― No te preocupes hermano, ustedes deben disfrutar su matrimonio, estaré bien.
― Si necesitas algo no dudes en informarle a alguien aquí.
― Tranquilízate, pareces asustado por lo que me pueda pasar, pero esta fue mi casa en su momento, no pasara nada.
Sovieshu sonrió ante la calma de Amelie, pero mientras los dos se sonreían, Amelie sintió que el ambiente se tornaba incomodo, ella quería que le dijera y explicara que tenia una amante mas no que la presentara con ella. Por otro lado, Sovieshu pensaba si era buena idea hacerlo, después de todo, su hermana adoraba a la emperatriz y tenia dudas de si era buena idea presentarle a Rashta, tenia miedo que Amelie se mostrara hostil a ella por defender a Navier.
"Tendré que esperar más" fue el pensamiento compartido de ambos. Luego de un rato Amelie salió, Lirius la esperaba, la miró como esperando algún comentario o novedad, pero al no hablar se limito a seguirla a la habitación.
Los días antes de que Navier y Sovieshu se fueran, pasaron con una calma realmente agobiante para Amelie, no sabia que la agobiaba más, si la presencia de Ergy o la simple idea de quedarse en el palacio junto a esa mujer. Lirius sabia cuan agobiada estaba por ver al noble extranjero de nuevo, no es como que hubieran estado juntos cuando ella se alejo de él, pero cuando llego a Divalía, la menor dejo salir muchos de sus sentimientos y su temor a que ese hombre la hiriera; ahora que era una princesa heredera, el miedo se acrecentó, aunque pensaban que el no lo sabía, debían tener sus precauciones.
―――――――――
Un día antes del cumpleaños de Navier, Amelie se dirigía a verla antes de que se fuera, la rubia la recibió en su habitación con una sonrisa, se sentaron mientras Amelie le contaba un poco de como habían ido esos días después de su desmayo, Navier de verdad había insistido en que le contara si se sentía mal.
― Solo me descompensé majestad, estoy algo estresada por el tema de tomar el trono tan... pronto.
― Me imagino que tus clases son demasiado pesadas...
― Un poco, a diferencia del Imperio de Oriente, Divalía aprecia demasiado las artes, si alguien como yo, una princesa heredera, no es capaz de mantener un balance entre la política y las artes me verán como inútil. Mi tío es considerado un genio de la guerra, pero no es mi fuerte, así que debo tener algo mas que cabeza para la política.
― Es increíble el como te exigen la perfección en dos áreas tan diferentes.
― Es pesado, pero la verdad es que encontré gusto por las artes. Mamá era una belleza andante con un conocido don por la musica, sabia tocar muchos instrumentos... ¡Ah! Cambiando de tema...
―¿
― Esto es para usted, majestad Navier.
Navier se sorprendió al ver la caja que Amelie tenia en sus manos; estaba forrada de un bello terciopelo azulado, algunos detalles dorados llamaban la atención en los bordes y el broche que mantenía cerrada la caja era ciertamente exquisito, tenia el escudo de la familia real de Divalía.
― El Rey Asher I, le desea un feliz cumpleaños también.
―¿tu tío?― Amelie asintió enérgicamente mientras las damas de compañía de Navier la miraban esperando que abriera la caja.
Un poco de sorpresa apareció en Navier al encontrar un anillo de color rosado, ligeramente rosado con una gema de color rojizo. Parecía que el fuego bendecía la hermosa gema, pues al moverla un poco, los reflejos internos parecían llamas intensas. Aunado a ello venia un par de pendientes, eran sutiles y de color dorado haciendo juego con el anillo.
― Es precioso Amelie, muchas gracias.
― Me alegra que te guste... creo que me iré, Sovieshu me informo que saldrían y no me gustaría retenerlos. Si necesitan algo no duden en pedírmelo.
― Eres un ángel, pero no debes preocuparte, ademas aun me preocupa tu salud.
― Estoy bien, bueno, me retiro.
Amelie hizo una reverencia y se retiro, estaba feliz de que su regalo le gustara a Navier, regreso a su habitación junto a Edén, Lirius tuvo que salir del palacio para realizarle una visita a la informante de Amelie. Edén a diferencia de su hermano mayor, daba miedo por la contextura demasiado tosca de su cuerpo, era alto, su espalda era algo exageradamente grande, ademas de contar con una fuerza considerable, estos elementos lo hicieron parte de la guardia personal de Amelie, quien contaba con 3 elementos para diferentes situaciones. Edén era el guardia que funcionaba como ultima barrera en caso de que Amelie estuviera en peligro.
Una vez en su habitación comenzó a escribir un par de cosas para su tío, era cierto que pensaba quedarse mas tiempo, pero quería saber que tanto tiempo era prudente el irse de su futuro reino por arreglar problemas que ni siquiera le afectaban directamente. Una vez la carta fue escrita, tomo un sello que tenía su inicial, era un sello antiguo que la difunta emperatriz había enviado a hacer para ella.
Le entrego la carta a Edén quien solo asintió y salió para entregársela a Ethan y pudiera empezar el viaje para entregarla, esperaban que no fuese incomodo para el rey tener que ver a su sobrina tan lejos cuando la coronación podía estar a la vuelta de la esquina.
―――――――――
Navier ya no estaba, era el día de su cumpleaños y por alguna razón a Amelie le sorprendió ver salir casi volando a su hermano, pero una sensación de ira apareció en ella. Recorría los jardines del palacio de su hermano cuando vio como esa albina lo retenía cada vez que este parecía avanzar. Se mordía los labios pensando que tan enamorado debía estar de esa mujer como para guardar el secreto de que era su amante frente a ella. Sovieshu podía creer que era inteligente, pero en verdad era un imbécil, ni siquiera parecía agobiado de que se hubiera enterado ese día en la fiesta.
Cuando el carruaje se fue, pudo respirar, comenzó a caminar de regreso al palacio meridional cuando una presencia la alerto, volteo y se encontró con su informante, quien solo sonrió y se acerco, haciendo una reverencia suave.
― ¿Sucede algo?
― Majestad, tengo información sobre el duque Ergy, parece ser que llego a Oriente por petición del príncipe Henley.
―¿¡Que!? ... ¿Alguien cercano te lo dijo?
― No majestad, mas bien yo los escuche hablando sobre ese hombre.
Amelie regreso la mirada a la puerta del palacio, se quedo pensando y con algo de ira le hizo un gesto para que se retirara, comenzó a caminar con cierta molestia, ya tenia un par de cositas para gritarle a Henley, aun le dolía la tibia después del golpe que le dio con la silla.
Entro al palacio y se dirigió a donde debería estar, Mckenna caminaba pero al ver a Amelie sonrió, pero su sonrisa se desvaneció al ver sus ojos encenderse como llamas, trago pesadamente, la conocía lo suficientemente bien. A diferencia de Navier, las miradas de Amelie transmitían demasiado su sentir cuando no se controlaba.
― Sir Mckenna... necesito hablar con el Príncipe Henley.
― Pero el..
― Mckenna... ― Amelie se acerco dulcemente y acomodo el cuello de su camisa de forma sutil mientras hablaba mordiéndose un poco el labio. ― Solo ustedes saben de Ergy... así que me dejas hablar con Henley o te juro que dejo que Edén te quiebre el brazo.
Mckenna solo trago, si bien Amelie no era agresiva y mucho menos se manejaba con amenazas, sabia que estaba en verdad molesta por ver a Ergy. Aunque aun se preguntaba que había pasado para que estuviera así.
Mckenna entro a la habitación, Henley volteo y sintió terror al ver los ojos de Amelie aparentemente hirviendo, se puso de pie y antes de hablar Amelie ya estaba sobre el jalándolo del pañuelo del cuello mientras Mckenna cerraba la puerta.
―¡Tu pedazo de animal! ¿Porque invitaste a Ergy teniéndome aquí presente? ¡¿Sabes cuanto me costo dejar de pensar en él?!
―¡Espera Amelie, me estás ahogando!
―¡Habla o si no haré una almohada con tus horribles plumas amarillas!
Mckenna solo los miraba pelear y es cuando recordó como se habían conocido, Henley y Amelie eran casi iguales en edad, lo que le hizo reír mucho cuando se conocieron. Ninguno sabia que rango tenia el otro, eran rivales en la academia de magia, pues cuando Amelie destacaba en algo, Henley parecía correr para opacarla.
―¡AMELIE!
―¡Habla!
Henley se congelo al igual que Mckenna cuando la escucharon sollozar, el agarre en el pañuelo fue mas fuerte pero ya no tiraba hacia abajo como si deseara asesinarlo. Henley solo sintió un pequeño peso de culpa, después de todo, Amelie se había desahogado con el cuando confeso saber cosas del emperador que Navier callaba para ella.
― Ame... tengo mis razones pero... te juro que no fue intencional, ni siquiera le mencione que estabas aquí.
― Me duele solo verlo y lo sabes... ¿tanto me odias por huir?
― No se de donde sacas que te odio por eso.
― Pues tu...
― Escucha, nunca te juzgue por eso. Pensé mucho que tu eras la herida, por muy "rivales" que fuéramos, te tenia aprecio. Por Mckenna obvio... pero también quería advertirte, seria jugar sucio si mi mejor amigo jugaba con tu corazón para que yo te ganara.
― Idiota― Henley y ella medio rieron, Mckenna se acerco con un pañuelo, Henley se limito a suspirar y limpiar sus lagrimas.
― Pero si Ergy esta aquí, solo debo pedirle que se aleje de ti.
―No, esta bien pero... quería una explicación. Sigo sin entender que hace el aquí.
― Es... un favor que le pedí, Sovieshu tenia sus ojos muy encima de mí cada que quería hablar con Navier, decidí pedirle a Ergy que llamara su atención si se acercaba a la concubina.
―Entiendo...
―Lo siento.
―No, esta bien, supongo que debo dejar de ser tan sensible respecto a Ergy.
Mientras Henley suspiraba, limpiando las mejillas rojas de Amelie, Edén entro sutilmente, mirando fijamente a Mckenna y luego a Henley, apenas lo notaron su mirada se endureció lo que llamo la atención de la pelirroja. Volteo algo curiosa, ladeando un poco la cabeza.
―Majestad, el emperador y la emperatriz no volverán en un rato...
―¿Pasa algo?
― El emperador enfermo, acaban de llevarse al medico imperial.
La cara de Amelie se deshizo casi de golpe. Henley miro con cierta rabia al de cabello oscuro, pero este solo miraba a Amelie, esperando alguna orden o petición.
― Mantente alerta por si se ocupa algo de parte de Navier. Espero que no sea grave y Navier se sienta mal por él..
―Entendido majestad.
Hubo un incomodo silencio ante la salida de Edén, Mckenna estaba mordiéndose los labios, mirando hacia la puerta por la que había salido el de cabello oscuro, recordó un poco su platica con Ethan y Lirius; ademas de la petición del azabache sobre no abrir la boca. Ahora entendía mejor porque Amelie parecía tan afectada, no solo era Navier, era su hermano. Y eso hizo que la perspectiva de Mckenna referente a su plan de años se viera empañada por los pensamientos sobre la joven, era un peón en el ajedrez de Henley, pero con esta información, era un peón que evolucionaría a Reina una vez que la mejor pieza de Henley fuera usada.
"Amelie... estas entrando en un terreno peligroso, me gustaría advertirte, pero no se que planes tenga Henley ahora."
Por otro lado, Rashta estaba teniendo una pequeña merienda con el duque Ergy, noto que estaba algo ido. Había oído del pequeño revuelto que se armo por el repentino colapso de la princesa de Divalía cuando se encontró con el duque.
― ¿Duque Ergy, se encuentra bien?
― Lo siento, estaba algo pensativo.
― ¿Es sobre la princesa?
―¿Tanto se nota?
―Bueno, una de mis damas de compañía me dijo que había un poco de rumores rondando de que la chica se desmayo al verlo.
―Oh, no. Claro que no, la princesa estaba cansada, se veía en su semblante. No es sencillo para alguien que tiene el peso de un reino siendo tan joven.
―Oh, entonces ¿No fue por usted?
― Su fuera por mi, me lo atribuiría rápidamente.
Una risita salió de Rashta mientras Ergy solo sonreía, recargo su mejilla en su mano, mirando la taza de su té con cierta curiosidad, recordaba que Amelie era una simple estudiante de magia ¿De cuando acá había ascendido a princesa heredera?
"Ah, ciertamente me causa curiosidad... Tal vez pueda pedirle mi paga a Henley por ayudar en todo esto por adelantado. Información por información."
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