Final

-Valery- me sonrió Edward en cuanto me vio.

El pequeño corte en su labio, un moretón en uno de sus pómulos e incluso los rasguños en sus brazos no podían pasar desapercibidos; él se puso inmediatamente incómodo al notar mi mirada.

-¿Qué te ha pasó?- le pregunté preocupada, tomando su rostro con mi mano derecha para observarla con detenimiento.

Él simplemente se encogió como solía hacerlo cuando estaba nervioso. Edward en realidad solía ser tímido y bastante callado, muy reservado; pero, según Harry, él me tenía confianza y podía hablarme más de lo que habitualmente lo hacía con otras personas.

Edward parecía pensarlo un poco, pero después me respondió:

-Sabes que me vuelvo violento en la noche, seguramente me caí o me di un golpe contra algo- rió nervioso.

-¿Estás seguro de que él no te ha lastimado?

-Sí, en realidad me siento más tranquilo- tragó saliva notablemente y vio hacia otro lugar.

Él no era bueno mintiendo, y estaba segura de que lo estaba haciendo en ese momento, pero no quería presionarlo u obligarlo a decir algo que no quería, más bien estaba allí para ayudarlo y apoyarlo en lo que fuese posible. Debía admitir que cuando se ponía nervioso me resultaba lindo, sus facciones marcadas se hacían más suaves y eran decoradas por el leve sonrojo en sus mejillas, parecía un niño, tan solo, inseguro y temeroso, pero sobre todo, falto de compresión, amor y cariño, por eso se encogía de esa manera, quería que dejara de hacerlo y fuese más seguro. 

A pesar de lucir como un inocente niño, las marcas en su piel me parecían injustas, los niños se caen y se levantan, algunos lloran un poco, pero de alguna u otra forma alguien los socorre, en cuanto se ponen nuevamente de pie, aprenden de la lección y andan con más cuidado; sin embargo en Edward esto era distinto, cada vez que se caía, se hundía más en la inmensa oscuridad creada por su negatividad, de la que cual parecía que nunca iba a salir, necesitaba a alguien que lo ayudase a salir de ahí.

En ningún momento apartó su mirada de la ventana, suspiró profundamente y finalmente habló:

-Le gustas a Harry, tal vez deberías darle una oportunidad. Se verían bien juntos- vi que hizo una expresión de dolor, intentó sonreír, pero salió como una mueca, se dio cuenta de ello y nuevamente apartó su mirada hacia la ventana.

-Sé que estás mintiendo, no quieres que esté con él.

Su cuerpo se tensó ante mis palabras, relamió sus labios y se mantuvo en silencio por unos segundos.

-Yo...- vi una lágrima deslizarse por su mejilla, pero la quitó de inmediato con uno de sus largos dedos.

Me puse de pie y lo abracé, parecía que realmente lo necesitaba, se refugió en mis brazos y me abrazó fuertemente. Él me necesitaba y yo le necesitaba a él junto a mí, sus abrazos eran mi perdición, podía olvidar todo lo que había sucedido, su aroma me alejaba de la realidad, a una en la que solo éramos él y yo, libres de todo el desastre que ahora nos separaba.

-Lamento todo lo que te he hecho- sollozó, - la verdad es que me duele no poder tenerte, no te merezco, por eso que le hagas feliz a él, les debo mucho a ambos.

-Edward- susurré con un nudo en mi garganta.

-Gracias por tanto Valery, junto a ti pasé los momentos más felices de mi miserable vida, fuiste la luz dentro de mi oscuro corazón.

Me dolía verlo de esa manera, sentía mi corazón romperse, a pesar de todo, no quería alejarme de él, sentía que no había sido el culpable de aquellos asesinatos, incluso el de Zayn. Edward era alguien tan dulce y bueno, que aquello me resultaba tan extraño.

-Sin embargo, hay algo de lo que me siento culpable.

-Edward, no eres culpable.

-Realmente pensaba que Harry estaba muerto y era un asesino, aunque ahora que lo pienso, es muy absurdo, debo estar realmente demente- rió, -Ahora sé que realmente fui yo, pero le dejé una nota a "Harry", en la que decía sobre Zayn, quería que lo asustara; él en realidad no era tan bueno como lo creías, la verdad es que hizo una apuesta con sus amigos, era el típico chico popular...

-No creo lo que me dices- me alejé de él.

-Valery, es cierto, los escuché un día que estaba fuera del colegio, ibas al mismo psicólogo que yo, me gustaste en cuanto te vi, me di cuenta del colegio al que asistías y te observaba. En realidad, tenía un diario, y escribía muchas cosas en él, pero no era tan personal después de todo, fue descubierta por mi otra personalidad y me conoció por completo de esa manera, él te descubrió porque escribí tu nombre allí y sobre ti, eso fue un grave error, se obsesionó contigo y te hizo pasar por cosas que no merecías.

No sabía cómo mi vida parecía que se había transformado en una completa mentira, lo que creía una verdad, incluso sobre cosas sencillas, en realidad nunca lo fueron, nada era cierto.

Edward cubrió su rostro con ambas manos, pero después habló:

-Seguramente ahora me odias más.

-Yo no te odio, no podría hacerlo.

Zayn, todo con él había sido demasiado bueno y pronto como para ser cierto, y hasta ahora me daba cuenta de ello. Fui demasiado ingenua, nadie nunca antes me había tratado como él lo hacía y caí rápida en su mentira.

-Él sí se enamoró de ti al final- suspiró, -parece que todos se terminan fijando en la única chica  que me ha gustado- rió, -por favor, dime que me odias, que no me quieres, lo que sea, de ese modo me dolerá menos si te alejas de mí, dime algo que me lastime, que me haga la idea de que finalmente debo dejarte ir.

-Simplemente no puedo hacerlo, todo sería una mentira, y odiaría lastimarte.

Edward se puso de pie y me abrazó.

-¿Por qué lo haces tan difícil?- me preguntó.

-Quiero venir a verte.

-No sería lo justo, no esperes por mí, no vale la pena.

-Edward- lo sostuve de la camisa para que se detuviera, después él tomó mi rostro entre sus manos y me besó.

-Siento que haría mal si te digo que te amo, que voy a retenerte, pero lo hago, te amo muchísimo Valery. No me respondas, por favor.

-Pero...

-No lo hagas- cubrió sus orejas como un niño.

Sabía que  lo que parecía un simple "te amo", podía lastimarle mucho, ya que él estaría encerrado durante mucho tiempo, y ambas palabras se quedarían en su mente durante todo ese tiempo, mientras que para mí la situación podía cambiar como él decía que era lo mejor para mí, conocer a alguien más o estar con Harry.

-Señorita, el tiempo de visita acabó- uno de los guardas abrió la puerta de la habitación.

-Nos vemos luego- me despedí y él asintió con una sonrisa.

***

-¿Qué te ha dicho?- me preguntó Harry.

Me encogí de hombros mientras lo observaba.

-Lo quieres a él, lo sé- suspiró frustrado, observando hacia otro lado.

Ambos eran tan similares, a pesar de que decían que no, y no me refiero en apariencia, sino que en algunas expresiones y acciones que hacían.

-Espéralo, eso le ayudará a querer salir pronto de ahí.

-Me ha dicho que no lo espere y que te de una oportunidad a ti, quiere que estemos juntos.

Harry fijó sus ojos en mí y mordió su mejilla por dentro.

-¿Y qué piensas hacer?- preguntó mientras subía y bajaba sus cejas con descaro, -quizás deberías obedecerle.

-Hey- me quejé.

-Lo siento, solo bromeaba- rió, -sonará cliché o lo que sea, pero haz lo que te diga tu corazón, lo que creas mejor para ti y te hará feliz.

Asentí y continuamos caminando.

-¿Te parece si mañana salimos a almorzar juntos? No lo tomes como una cita si no quieres. No quiero presionarte, sé que todo esto ha sido tan difícil para ti. Quiero mantenerte distraída y al menos sacarte una sonrisa.

A pesar de lo mucho que creía odia a Harry, me di cuenta de que en realidad era alguien amable, gentil, y aunque parezca mentira, maduro, o al menos tenía momentos de seriedad, aunque claro, no se le quitaba el descaro.

Había encontrar en Harry un amigo, una persona en la cual confiar y sostenerme.

***

Salí a esperar al frente de mi casa a Harry, tal y como lo habíamos acordado el día anterior.

Observé un camión de mudanza al otro lado de la calle, un señor le ayudaba a un muchacho a bajar las cosas de este. Un nuevo vecino, seguramente.

Aparté mi vista y unos cuantos minutos después, me sorprendí al ver al joven frente a mí.

-Hola- me saludó con entusiasmo.

Su cabello estaba perfectamente peinado, tenía lentes, una bonita sonrisa con dientes blanquecinos y su ropa estaba perfectamente planchada.

Lo observé con el ceño fruncido y él me observó confuso.

-¿Harry?

-¿Yo? No, me llamo Marcel- rió.

-Entonces, ¿nos vamos ya- apareció Harry, quien se volteó a saludar al chico, pero lo observó con detenimiento y se quedó completamente inmóvil al igual que él.

Harry abrió su boca varias veces para decir algo; sin embargo no salía nada de ella, pero no era el único en encontrarse de ese modo, Marcel también lo estaba.

No eran completamente iguales, como entre Harry y Edward, pero sí poseían demasiada similitud, aunque Marcel lucía menor.

Cuando pensaba que los misterios y todo habían acabado y todo se encontraba nuevamente en su lugar, me di cuenta de que no era así, y tal vez nunca lo sería nuevamente en mi vida.

***

Hola, espero que les haya gustado el final, sé que está algo extraño, si quieren que les aclare las dudas, puedo hacer un capítulo extra o algo así.

Respecto a la segunda temporada, tengo dos ideas, creo que lo había mencionado anteriormente, una sería una precuela de la familia Styles (incluyendo a Marcel), y puede que tenga pocos capítulos con respecto a la infancia de Valery; en sí puede que no sea tan larga. La otra idea es una continuación de esta. Tal vez suba las dos, pero no al mismo tiempo, por eso necesito que comenten si les gustaría y cuál sería mejor subir primero.

Tal vez el fin de semana o la próxima semana suba el epílogo, y les dejaré otra información en cuanto al rumbo de la historia.


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