Capítulo 28: No es lo mismo

AVISO IMPORTANTE: Al final del capitulo habrá una parte hot, avisadas estais. Ya os dejo leer tranquil@s.

Dani: Voy a comprarlas cuando vuelva, espero no encontrarme nada traumatizante.

- ¿Qué vamos a hacer?

Dani: No lo sé, me voy ya antes de que se haga más tarde.

Sube las escaleras y a los pocos minutos baja completamente vestido.

Dani: Portaos bien.

- Que sí, pesado.

Oímos la puerta cerrarse y me acurruco un poco más en el pecho de David.

David: Pastelita.

- ¿Pastelita? –Le pregunto divertida.

David: Si, ayer me llamaste pastelito y tú eres mi pastelita. –Me aprieta más contra él.

- Eres un cursi.

David: Amas que lo sea. Vamos a cambiarnos de ropa antes de que nos resfriemos.

- Te recuerdo que fuiste tú quien me tiró a la piscina.

Sin argumento para defenderse me besa en los labios. Subimos las escaleras cogidos de las manos. Yo todavía tengo la toalla sobre mis hombros.

Me indica donde está el baño. Entro y miro la ropa que me ha dado David, una camiseta blanca de tirantes y unos ¿bóxer? Si no hay más remedio...

Me quito mi empapada ropa interior y mi pongo la ropa seca. La camiseta me queda un poco por encima de la rodilla y es abierta por los lados con lo que se me ve todas las costillas (y lo que no son las costillas). Bajo las escaleras y David está viendo Aquí no hay quien viva.

- Me queda enorme tu ropa.

David: Eso te pasa por ser tan pequeña.

- Los mejores perfumes vienen en frascos pequeños.

David: Y el veneno también.

Me coge por la cintura y me sube encima de la mesa baja del salón.

David: ¿Así estás más contenta?

Le agarro la barbilla y hago que sus labios se unan con los míos.

- Mucho mejor.

David: Si, muchísimo mejor. –Posa sus manos en mi trasero.

Sonrió contra sus labios. Vuelvo a besarle y mi lengua pide acceso a su boca. Acaricio su nuca con mis manos enterrando mis dedos en su pelo.

Enrollo las piernas en su cintura y él se sienta en el sofá. Puedo sentir que su amiguito está bastante contento ya. Meto las manos por dentro de su camiseta y se la saco casi sin despegar nuestros labios. Beso su cuello y David sube sus manos por dentro de mi camiseta acariciando mis costados y haciendo que mi piel arda bajo el contacto de sus dedos.

David: Aaroa.

Sus manos dejan de tocarme. Yo sigo mi camino de besos hasta su oreja.

- Dime -Intento sonar sensual pero no lo consigo.

Apoya sus manos en mis hombros y me aleja de él.

David: Tenemos que parar.

Con mi orgullo herido, me levanto de las piernas de David y me voy al jardín. Noto las lágrimas bajar por mis mejillas y no hago nada para detenerlas. Me siento en el césped, agarro mis piernas con mis brazos y apoyo la cabeza en mis rodillas.

Oigo la puerta de la terraza abrirse y ni siquiera miro quien está allí. Sé perfectamente que es David. Se agacha enfrente de mí. Acuna mi cara entre sus mano y limpia mis lágrimas con sus pulgares.

- ¿Ya no te gusto?

Si, señora, el tono de niña pequeña a la que han castigado lo has clavado.

Lárgate.

David: Pues claro que me gustas, -señala a su entrepierna-, esto lo has provocado tú.

- ¿Por qué has parado? ¿Ya no quieres acostarte conmigo?

Se sienta a mi lado y da palmaditas para indicarme que me siente entre sus piernas. Me coloco entre ellas

David: Llevo queriendo acostarme contigo desde que te vi por primera vez en el concierto y quiero hacerte el amor desde que nos besamos por primera vez.

- ¿No es lo mismo?

Y dale con el tonito de niña de tres años.

Que me dejes.

Así normal que luego no quiera hacerlo contigo.

David: Para mí no, acostarte con alguien consiste solo en el acto físico, hacer el amor es disfrutar de las caricias, -me rodeo con sus brazos pegándome a él-, de los besos, -posa sus labios sobre mi sien-, de las palabras de amor.

Se está tan bien en sus brazos que solo quiero que se detenga el tiempo en este instante.

- ¿Entonces por qué paraste antes?

David: Porque tú quieres ir despacio y yo quiero que lo nuestro salga bien. Tengo todo el tiempo del mundo para esperar.

- Pero yo no quiero esperar, quiero hacerlo contigo aquí y ahora.

Me giro y deposito un beso en sus carnosos labios. Le empujo suavemente hacia atrás y acaba tumbado sobre el césped. Rodeo con mis piernas su cintura y él se gira de manera que ahora soy yo quien está abajo.

- Oye, eso no vale, -Río contra sus labios-, ahora me estoy clavando el suelo en la espalda.

David: Te encanta quejarte.

- Me encanta quejarme y el motivo seas tú.

Se vuelve a girar quedando él con la espalda en el suelo.

David: ¿Te quejarás mucho si seguimos esto en una cama?

- Imbécil.

Me levanto del suelo y le tiendo la mano para que se levante. Entramos en casa y me guía hasta una habitación en la segunda planta aunque estoy demasiado pendiente de David para fijarme en algo de la habitación.

Me tumba en la cama entre besos y poco a poco vamos quedando cada vez con menos ropa. Cuando ya solo nos separa la tela de su bóxer, David alarga el brazo para coger algo de la mesilla mientras sigue con la tortura de besos por mi cuello. Se separa de mí y abre más el cajón.

- ¿Qué buscas?

David: Vuelvo en medio segundo.

Sale de la habitación quedándome sola. Apenas puedo ver algo con la escasa luz de la luna menguante que se cuela por la ventana.

Lo poco que veo es mi reflejo en un gran espejo de cuerpo entero que hay a los pies de la cama. Estoy completamente desnuda y en circunstancias normales me moriría de la vergüenza e intentaría taparme con algo. Pero ahora mismo tampoco me importa mucho. David vuelve a entrar y trae en la mano un pequeño sobre plateado.

David: Ya podemos seguir.

Me hace volver tumbarme en la cama entre besos y se deshace de la única prenda que nos separa todavía.

David: ¿Estás segura de que quieres seguir?

- Sí.

David: Si quieres que pare solo dímelo.

Se coloca el preservativo y despacio entra en mí. Yo me aferro a sus hombros. Al principio duele pero el dolor es compensado por palabras de amor susurradas y poco a poco se va convirtiendo en placer.

Acabamos los dos gritando el nombre de otro. Lo último que noto antes de caer profundamente dormida es a David diciendo que me quiere y depositando un beso en mi frente.

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Por fin lo han hecho David y Aaroa que  mis queridos amores del grupo poco más y me matáis ya para que se acuesten. Sé que la parte hot me ha quedado un poco sosa pero es la primera vez que escribo algo asi, ¿qué os ha parecido a vosotros?

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EAT PASTELITOS

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