16.
Inés.
Noto como Dani se tensa ante la presencia de la directora. No entiendo cómo puede ponerse tan nervioso en unos momentos y estar tan seguro en muchos otros.
-Dani, ¿no?-le sonríe sentándose en su mesa.-Encantada, soy Melissa y a partir de ahora seré tu jefa, ¿quieres probar frente a la cámara?
-Eh, vale.-susurra y sonrío siguiéndolos hasta el estudio.
Allí le presentan a Javi, uno de los fotógrafos más famosos de Madrid. El chico le saca varias fotos y se las enseña dejando a Dani sorprendido.
Cuando acaban de enseñarle el sitio y explicarle cómo va todo, salimos por la puerta en un silencio muy tranquilo.
-No puedo creer que valla a ser un modelo famoso.
-Que no se te suba a la cabeza.-le advierto sin mirarle.
-Ya sabía yo que lo guapo que soy no era ni medio normal.-sonríe girando su cabeza hasta mirarme.
-Ya empieza.-bufo.-Dani, tenlo claro, ser modelo no te hace mejor que nadie.
-Claro que si.-muestra una gran sonrisa.-Mejor que los feos si.
-Dios.-me echo las manos a la cara frustrada.-No creo que haya sido buena idea hablarles de ti.
-Claro que la ha sido.
-Pues estoy empezando a arrepentirme.-lo miro sería.-No quiero que esto te cambie.
-Soy el mismo y voy a serlo siempre.
-Eres el mismo con un poco más de ego.-suspiro.-En fin, ya verás tú lo que haces.
-Pues eso.
Niego con la cabeza y aprieto el paso hasta llegar a mi calle. Me giro cuando estoy en mi puerta y suspiro al no ver a Dani. Se habrá ido presumiendo de su inigualable belleza con todo el que viera por ahí. Pues bien, que haga lo que quiera, yo no me voy a preocupar, porque la que acabará jodida seré yo y no me da la gana, esta vez no.
Nada más entrar me dirijo a la cocina, donde está ya mi madre hablando por teléfono en susurros. Le sonrío caminando hacia la nevera y cogiendo una botella de agua que acabo por beberme entera.
-Hola cariño.-saluda acercándose a mí después de colgar.-¿Qué tal el día?
-Bien.-contesto algo extrañada por su comportamiento.-¿Qué haces tan pronto en casa?
-Me han llamado del hospital.-me dice del tirón y frunzo el ceño.-Han atropellado a la abuela.
-¿Qué?-entreabro la boca.-¿Cómo?
-No lo sé, pero la han ingresado y aún no se sabe nada.-susurra y miro el suelo unos segundos.-Dúchate y nos vamos, date prisa.
*******
Dani.
Doy varias vueltas por mi habitación observando el móvil. Sé que se me ha subido lo de la agencia a la cabeza y no me había dado cuenta hasta que Inés ha dejado de cogerme las llamadas. ¿Enserio se ha enfadado tanto? Vale que no me haya comportado bien, pero tampoco es para ponerse así.
-Pareces preocupado.-susurra Jesús desde la cama.-¿Inés?
-No me fijé coge el teléfono.-susurro y lo veo sonreír.-Llámala tú a ver.
Se encoge de hombros sin protestar y marca el número de su amiga paciente. Lo veo hacer una mueca y segundos después guardarse el móvil.
-No lo coge, no te marees.
-Lleva dos horas sin cogerlo, y por favor, es Inés, ella como mucho dura media hora sin móvil.
-Pues se le habrá apagado y como es Inés, le dará pateo ir a por el cargador.-sonríe y asiendo dudoso.
-Por cierto, ¿no tienes nada que contarme?-alzo una ceja sentándome a su lado.
-¿Algo como que?-duda nervioso.
-Algo que empieza por "S" y acaba en Elena.
-Oh, Selena, ya.-se sonroja y me sorprendo al verlo así.-Otra de mis ligues, ya sabes.
-No, no se.-me río.-Te ha dado fuerte, eh.
-Es que...
-Te gusta de toda la vida, lo sé.-sonrío dándole un toque en la espiada.-No tiene nada de malo que lo admitas, eh.
-Es que si lo digo en voz alta parecerá más real y...
-Que no te de miedo tío.-le aconsejo recordando.-Yo lo perdí todo una vez por el miedo y me arrepiento muchísimo, así que no caigas en lo mismo que yo y arriésgate.-sonríe y me muerdo el labio.-Tengo que ir a buscarla y a pedirle disculpas, no quiero perderla de nuevo.
-Corre.-se ríe y asiento saliendo de mi habitación.-¡Y dile que no mate a abrazos a Selena!
[....]
Toco al timbre y espero pacientemente a que me habrán pero no hay nadie. ¿Dónde se habrá metido?
Me siento en las escaleras que dan a su portal y cojo aire. Estoy dispuesto a esperarla aquí si hace falta.
Saco el móvil y lo ojeo durante varios segundos hasta que noto una presencia delante de mí. Alzo la vista para encontrarme con Marina y frunzo el ceño, ¿qué hace ella aquí?
-Hola.-saluda con desgana sentándose a mi lado.
-¿Qué haces?-la miro.
-Sentarme.-contesta obvia y ruedo los ojos.-Quiero hablar contigo.
-Adelante.
-He visto a Inés con David Cortés, hace nada, cinco minutos.-susurra y la miro incrédulo.-Están en aquel parque, por si te interesa.
La veo levantarse e irse como si nada, pero esto no puede quedar así y me levanto caminando hacia dónde me ha indicado.
Me muerdo el labio al ver de lejos como hablan y aunque no les vea muy bien las caras, siento como un puñal me atraviesa el corazón.
¿Qué acaba de pasar?
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