[ SeHun ]

Me sentía aturdido, cansado y jodidamente sediento. Ya había tomado una botella de vino de sangre, el manjar que los vampiros tomábamos para saciar nuestra sed y que no era más que vino mezclado con sangre de donantes. No era totalmente digno pero los tiempos habían cambiado y eso era lo que nos tocaba ahora.

Eso y beber la sangre de los indeseables o criminales. A los vampiros se nos permitía alimentarnos de los criminales humanos que deambularan en la calle pero no podíamos matarlos o transformarlos. Sería un crimen.

Todo era culpa de YiXing, ese humano tan extraño que conocía JongIn.

JongIn, ese bastardo lo conocía.

Quería interrogarlo pero no debía, no se nos permitía acercarnos tanto a un humano no-ligado al consejo. No detecte ningún aroma conocido en aquel mortal, pero si lo vi con un licántropo.

La primera vez que lo vi estaba abrazado a uno y este me enseño el color amatista de sus ojos. Estaba más que claro que me identifico y me gruño. A los lobos no les importaba la sangre pura de mi raza, solo la suya.

Dejando a un lado ese tema, YiXing podría ser un arma para superar a JongIn. Ahora entendía el motivo de su error en la misión de noruega. Ese mortal era muy importante para el bastardo.

Solo tenía que descubrir qué tipo de relación tenían y podría usarlo en su contra.

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—hyung, esto no fue una buena idea. — YiXing se aferraba a la barandilla y se negaba a soltarse.

JongIn sonrió idiotizando a los mortales que no apartaban la vista de él y se acercó estirando su mano cual caballero. El ojiazul lo miro con un puchero en los labios y eso idiotizo al vampiro.

—yo te protegeré, confía en mí. — articulo con una sonrisa después de unos segundos.

El menor miro sus pies y asintió tomando su mano. —si me caigo y me rompo algo será tu culpa.

—no te dejare caer, primero moriría antes de causarte daño. — susurro acercando su cuerpo al del ojiazul. Su mano derecha sostenía su cintura y la izquierda su mano, justo como si fueran a bailar un vals.

YiXing se sonrojo y desvió la mirada, ni siquiera noto que estaban llamando mucho la atención de la gente. Se veían bellísimos y muy tiernos.

JongIn sonrió de nuevo, orgulloso y dichoso. Pudo notar como el corazón del hermoso humano frente a él, se aceleraba y latía con más velocidad. Sabía que las miradas que recibían eran por su encanto sobrenatural pero quería que admiraran la belleza de YiXing y su dulzura, porque YiXing era precioso.

Se deslizo hacia atrás y el pelinegro se apretó contra el cuándo sintió que se estaban moviendo. JongIn lo calmo haciendo que lo mirara. Logro que YiXing se dejara llevar mientras danzaban sobre el hielo, la gente se había detenido y apartado para admirar su baile. La sensualidad y elegancia de JongIn se mezclaban perfectamente con la belleza y dulzura de YiXing. Aun sin música, ellos parecían crear el más hermoso vals de todos y como si fueran observados por el dj del centro comercial, se reprodujo un vals lleno de romance y ternura.

El vástago comenzó a regocijarse cuando escucho los halagos hacia la belleza de YiXing y las preciosas joyas de sus ojos. Se sentido celoso pero lo olvido cuando se perdió en aquellos mares azules. Volvió a acercar al menor a su cuerpo e inclino su cabeza, perdido en el momento.

YiXing volvió a colorarse pero no se apartó. No quería hacerlo. Imito a JongIn y fue entrecerrando sus ojos. El moreno rozo sus labios y a milímetros de besarse, YiXing resbalo hacia atrás su pierna por un infante que paso con un palo de hockey y ambos perdieron el equilibrio.

Los espectadores gimieron de frustración y retomaron sus actividades después de unos momentos.

JongIn estaba con la espalda en el hielo y con YiXing aferrado de la cintura. Apenas había salido del shock. ¡Casi beso a YiXing! Y lo hubiera hecho de no ser el niño que golpeo su pierna y lo hizo resbalar.

El vástago le echo una mirada feroz al infante y este retrocedió asustado, cayendo de sentón y estallando en lágrimas.

— ¿te lastimaste? — JongIn palpo la cintura del menor y este elevo su mirada con las mejillas rojas y un gesto de dolor.

—m-me duele el tobillo...— gimió mirando al vástago. — ¿estas herido, hyung? ¡Soy muy pesado, lo siento mucho! — YiXing intento levantarse pero el dolor del tobillo lo regreso al pecho del vástago.

—tranquilo, no pesas nada y no estoy herido. — JongIn se levantó y alzo en brazos al menor como si fuera una novia. Hacerlo logro que YiXing se sonrojara y los espectadores festejaran con corazones y diagnósticos de diabetes.

El moreno salió del hielo y dejo a YiXing sobre una de las bancas que estaban fuera de la pista. Un paramédico se acercó y el vampiro dejo que inspeccionara su tobillo.

Solo era una dolorosa torcedura, sanaría pronto.

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Ninguno dijo nada con respecto al fallido beso, estaban muy avergonzados como para hacerlo.

JongIn llevo a YiXing en su espalda durante todo el camino a casa, a pesar de los comentarios del menor sobre su peso y que se cansaría. Aunque era inútil que se quejara del peso, para el vampiro, YiXing no pesaba nada y no se cansaría nunca.

Dejo al chico frente a su puerta y arrugo en demasiado el ceño y la nariz al identificar el aroma de un lupino. Aferro a YiXing contra su cuerpo e inspecciono los alrededores pero el aroma venia del interior de la casa y no podía explicarle al menor por qué se había puesto en alerta.

—te llevare a un sofá para que no te esfuerces mucho. — comento ayudando a que el ojiazul pasara.

No encontró un lupino cerca pero sabía que estaba dentro de la casa y aparecería en cuanto notara su aroma, seguro lo había detectado desde antes que pisara la casa. Los lobos tenían mejor olfato que ellos. Y no se equivocó, uno ojos amatista destellaron desde la cocina y parpadearon en un agresivo rojo de advertencia.

—llegaste más temprano, YiXing. — menciono el hombre acercándose a ellos. JongIn destello el rojo en sus ojos y se negó a retroceder aun cuando el lupino se colocó al costado del menor.

—me torcí el tobillo cuando patinaba, hyung. Solo un poquito. — YiXing era ajeno a la tensión de miradas entre los dos sobrenaturales y como JunMyeon gruñía bajo y como JongIn le enseñaba los dientes por el rabillo de los labios.

—deberías ir a descansar a la habitación de abajo. — menciono el lupino ayudando a que el chico se levantara. Por suerte tenían una habitación de huéspedes en el primer piso.

—eso hare. Gracias por la ayuda, hyung. — se acercó a JongIn y le extendió los brazos para que recibiera un abrazo. El vampiro lo acepto gustoso e ignoro el gruñido de JunMyeon.

—no es nada, Xing.

—ten cuidado de regreso. Me divertí mucho. — beso la mejilla de JongIn y se despidió mostrando su hoyuelo.

Tanto vástago como lupino se congelaron. JunMyeon estaba por aventarse encima del moreno cuando este se dio la vuelta y salió a toda prisa.

YiXing había besado su mejilla y no quería que nadie interrumpiera su felicidad.

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Camino por las calles con una sonrisa de oreja a oreja y se imaginaba que las líneas de la acera no podían ser tocadas. Igual como lo hacía de pequeño. De pronto sus ojos destellaron en amarillo por la presencia de otro vampiro y su porte se endureció.

—buenas noches. — saludo el vástago al cual no se le distinguía el rostro por la capucha que usaba. Le dedico una sonrisa sin mostrarle los colmillos y el azul transparente en sus ojos intrigo a JongIn.

El moreno inclino la cabeza en respeto y en cuanto se percató de que no tenía por qué hacerlo, levanto la cabeza y el vampiro había desaparecido. Y sin saber porque, entreabrió los labios mientras intentaba ubicarlo con la mirada o el olor.

Ese azul era inquietante, demasiado transparente, bello, imponente y peligroso. La extraña aura de poder que desprendió aquel desconocido lo hizo reverenciarlo inconscientemente. Y eso solo podía hacerlo un vampiro sumamente poderoso.

Por alguna razón sintió que el vástago se detuvo en la casa de YiXing.

El móvil en su chaqueta lo obligo a dejar de mirar en el hogar del mortal. Le necesitaban en casa.

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—es muy importante que me digas la verdad, ¿desde cuándo conoces a ese moreno? —JunMyeon se cruzó de brazos frente a YiXing.

—ya te dije, hyung. Me salvo de un hombre extraño y nos volvimos amigos. — el ojiazul abrazaba una enorme oveja de peluche y sus mejillas estaban infladas.

—bien, bien, si dices que LuHan igual lo conoce entonces te creeré. — el lupino se levantó y dejo un beso en la frente del menor.

—hyung, ¿omma logro decidirse entre baby breath o rosas blancas?

La pregunta paralizo al sobrenatural, sus ojos se abrieron en shock y sus labios temblaron. Giro en cámara lenta y trago duro antes de hablar o tartamudearía.

— ¿Qué dijiste?

—omma siempre me decía que no podía decidirse entre esas dos flores porque le encantaban. — el ojiazul levanto la mirada transparente y JunMyeon jadeo. —cuando se rompió nuestro enlace ya no pude escucharlo...por eso creí que tu...— antes de poder terminar, JongDae apareció de la nada y empujo de la frente al menor.

— ¡JongDae! — grito JunMyeon lanzándose al vampiro pero este lo arrojo contra el piso con una simple mirada. El lupino gruño sin poderse liberar de la presión sobre su cuerpo.

El vástago regreso su mirada azulina a la de YiXing y ambos se quedaron en un duelo de miradas. El pelinegro estiro su mano hacia JongDae y acaricio la mejilla del vampiro. El mayor doblego un poco la mirada y sus ojos se bañaron en un anhelo inmenso y una tristeza abrumadora.

YiXing entreabrió los labios y susurro algo únicamente entendible para el vástago. Cayo inconsciente al instante y JongDae cubrió sus labios con el dorso de su mano.

JunMyeon se levantó de inmediato cuando la presión en su cuerpo desapareció. Su rabia dejo paso a la confusión y la incertidumbre.

—Me pregunto por él.... — el lupino estaba a metros de distancia, no se creía con el valor suficiente para acercarse al mortal.

—este aroma a vástago... es distinto. ¿Por qué lo dejaste entrar? — en un rápido movimiento, JongDae ya tenía contra la pared al lupino, agarrado del cuello con una sola mano.

—L-LuHan lo conoce y a-ayudo a YiXing con su tobillo herido...— alcanzo a decir ante la falta de aire. Los ojos azules de JongDae comenzaron a volverse blancos desde el centro y eso aumento el miedo en el licántropo. — ¡n-no le hizo nada!

El vampiro lo soltó sin nada de delicadeza y regreso a sentarse junto a YiXing.

—me lo llevare si le hacen daño y no habrá negociaciones. Me llevare a quien quiera evitarlo. — no necesito voltearse para hacer que el licántropo se tensara y se viera obligado a morderse los labios para no jadear de miedo.

JongDae se levantó y desapareció por la ventana como si del mismo viento se tratase. Y no estaba muy alejado, su poder era lejano para JunMyeon.

El hombre lobo cerró la ventana y se recostó del otro lado de la cama, arropo a YiXing y se quedó cuidándolo. Se sentía impotente cada vez que el vástago demostraba ser más fuerte que él y aún más cuando cometía un error y YiXing se veía involucrado. JunMyeon estaba seguro que JongDae lo despedazaría sin esfuerzo si algo malo llegara a pasarle al ojiazul.

Necesitaba hablar con LuHan lo más antes posible.

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Se estaba ahogando de nuevo. La sed no cesaba y ya iban cinco botellas de vino de sangre y dos humanos que mordía. Necesitaba algo mucho más potente que calmara su sed. Lo necesitaba con creces.

—YiXing...— no supo responderse porque pensó en aquel humano de ojos azules pero si, y extrañamente, donde encontrarlo.

No espero ni un segundo más y desapareció.

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— ¡ya me voy, hyung! — exclamo YiXing con una sonrisa. JunMyeon agito su mano desde la cocina y lo siguió con la mirada desde la ventana una vez salió.

El chico del hoyuelo había despertado como si nada, radiante y sin ninguna lesión. Nada extraño.

Caminaba hacia su clase de baile, sonriente y tarareando la canción que acaba de escuchar en una cafetería. No tardo en empezar a cantarla.

He shot me down

Bang bang

My baby shot me down

Estaba tan concentrado en la canción y la música en su cabeza que no se percató del resplandor rojo en la esquina del callejón. Tampoco se percató de que tan cerca estaba.

Solo sintió el jalón de su cuerpo y una mano que cubrió sus labios mientras lo arrastraba a la oscuridad.