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[ YiXing ]

He tenido un sueño que se repite desde que puedo recordar. Es tan borroso pero tan real al mismo tiempo. Puedo escuchar una voz tan dulce, cálida y llena de amor que por alguna razón me hace despertar con lágrimas en los ojos.

"mi niño" "mi bebe"

A veces sueño que la voz llora y repite las mismas palabras, sumando el "te amo, mi niño". A pesar del dolor en su voz, me duele más cuando me habla con amor. Siempre despierto con un horrible vacío en el pecho y con la sensación de que estaba abrazado a un cuerpo cálido.

No lo he comentado con nadie, siento que es algo tan íntimo que es solo mío.

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YiXing caminaba con un helado en la mano, estaba sonriente y de vez en cuando tarareaba la misma tonada de siempre Tenía que reunirse con JunMyeon para comprar algunas cosas para la cena y llevaba buen tiempo.

Justo cuando termino su helado algo lo hizo detenerse en seco. No supo porque pero empezó a mirar en todas las direcciones con pavor, su respiración se alteró y su corazón comenzó a latir con ferocidad. De inmediato busco un lugar para ocultarse; algo le decía que ningún lugar era seguro.

—por aquí. — escucho una voz y sintió como un brazo lo jalo hasta una iglesia vieja y de aspecto elegante.

El ojiazul miro con interés al alto muchacho de sonrisa amable. — ¿Quién eres? — pregunto con intriga y un sentimiento extraño atorado en el pecho.

El castaño sonrió ante su pregunta. —puedes decirme hyung, dime así ¿vale?

El menor asintió no muy convencido. —gracias por eso... no sé qué me paso.

—no pasa nada, puedo velar por ti cuando más me necesites.

El chico del hoyuelo lo miro con nueva intriga, no porque le diera desconfianza, de hecho se sentía extrañamente cómodo, sino porque algo le decía que el muchacho frente a el era muy importante.

Bajo la mirada dudoso de preguntar algo más, el más alto palpo su cabeza y los ojos de YiXing se inundaron rápidamente de lágrimas. Era la calidez de su sueño.

—t-tu...tu...— no podía articular palabras, el pecho le dolía tanto y no dejaba de llorar. El castaño acaricio sus mejillas con sus manos y dejo un beso en su frente.

Poco a poco comenzó a sentirse muy cansado. Pero no quería dormirse, sentía que de hacerlo, el muchacho frente a él desaparecería.

—por favor...no...— gimió aferrándose con fuerza a la camisa del mayor. Sus ojos le pesaban como nunca.

—no te preocupes, aun no es tiempo. — luego todo fue oscuridad.

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SeHun caminaba por las calles llenas de nieve, la gruesa bufanda blanca solo dejaba ver sus ojos. No tenía misiones o encargos, así que aprovecho para comprar algunas golosinas y pasear por el parque que tanto llamaba su atención. Nadie sabía pero encontraba muy hermoso hacer figuras con su aliento cada que vez que nevaba, con solo un suspiro podía crear una bella figura o delinearla con sus dedos cuando hacia un movimiento rápido y el viento lo obedecía.

No había nadie en el parque dada las altas horas, perfecto para crear figuras únicas.

Meció sus brazos y el viento no tardo en obedecerlo y comenzar a formar delgadas líneas y espirales de nieve. A SeHun le divertía y le tranquilizaba, le recordaba a su madre y los fénix de nieve que solía crear y que a él aun no le salían.

Bufo viendo como su intento de fénix se desintegraba en al aire, podía hacer de todo pero la preciosa ave parecía no querer mostrarse ante él.

Quiso darse por vencido cuando un suave aroma llego hasta el junto con una pluma de nieve. Giro la cabeza siguiendo la dirección de done venia y se encontró con el fénix más hermoso que había visto. Uno que aleteaba y bailaba en la nieve como uno real. Un fénix poderoso e imponente, un fénix blanco.

Se quedó con la boca abierta de la impresión. Siguió el movimiento del ave hasta un joven que extendió sus manos hasta el fénix y este se posó con obediencia, juntando su cabeza con las mejillas y la frente del muchacho. Con una ternura palpable.

El ave volteo en su dirección y movió sus alas con elegancia y orgullo. SeHun se mantuvo callado y a la misma distancia.

— ¿Qué sucede? — escucho hablar al humano. No hacia el pero si para el ave.

El fénix miro directamente al joven y este sonrió, dejo un beso en la coronilla del ave y lo soltó. Dejando que la criatura emprendiera vuelo, diera una vuelta a su persona y se desintegrara hundiéndose en su pecho.

SeHun creyó olvidar como respirar.

El humano de preciosos ojos azules volteo en su dirección y le dio una dulce sonrisa. —él dijo que se mostrara ante ti cuando entiendas tu razón.

El vástago frunció el entrecejo hacia el pelinegro. Repaso sus palabras y al entenderlas se acercó veloz hacia él.

— ¿Cómo creaste al fénix blanco? — pregunto tomando los delgados hombros. Reconoció al joven a esa distancia, era el muchacho que bailaba en la nieve y el mismo que se reunió con un lupino.

—yo no lo cree, solo le ayude a venir a este plano. Quería ver que estuvieras bien. — respondió el mortal sonriéndole. —dice que tendrás que ser muy valientes y muy fuerte. Que está orgulloso de que sigas jugando en la nieve.

SeHun apretó un poco más su agarre en el muchacho y acerco su rostro. El dulce aroma de la flor humana venia del menor. — ¿Qué eres?

—YiXing...— el muchacho se desmayó cayendo en los brazos de SeHun. El vampiro sostuvo al pelinegro y miro en varias direcciones.

No había nada ni nadie, solo ellos dos y un extraño grabado en la nieve que comenzaba a borrarse.

L – y

Sumado a un símbolo sobrenatural de gran significado.

—el símbolo del consejo...— musito intrigado. El muchacho frente a él no tenía el aroma de ningún sobrenatural en su cuerpo o ropa pero conocía las propiedades que un vampiro podía ejercer en la nieve y el viento. Sin contar las extrañas palabras que le dio o el fénix que solo su madre invocaba.

El aroma fue la gota que derramo el vaso para terminar de confundirlo. El aroma estaba en la cinta de JongIn. Entonces lo entendió.

El muchacho en sus brazos era el dueño original de la cinta que el otro vástago cargaba.

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JunMyeon despertó de golpe durante la mitad de la noche. No supo que lo impulso a dirigirse a la habitación del chico que vivía con el pero si le preguntaran diría que fue miedo. Abrió la puerta con cuidado y casi arranca el pomo cuando no lo vio ahí.

Comenzó a revisar las demás habitaciones, haciendo lo posible por no alterarse y comenzar a gritar. Su corazón dejo de doler cuando lo vio acostado al pie de la puerta en el pasillo. Se acercó aliviado y de inmediato sus ojos brillaron y sus colmillos salieron. El aroma a vástago estaba impregnado en YiXing. De inmediato reviso su cuello y sus muñecas en busca de mordidas, se calmó un poco al no encontrar ninguna.

Lo tomo con cuidado y lo llevo hasta su habitación, no iba a dejarlo solo por ningún motivo.

Checo su pulso y aparto los mechones azabaches de su rostro. ¿Qué hacia YiXing afuera? ¿Cómo había salido sin que lo notara? ¿Y quién lo trajo o como había regresado?

—JunMyeon hyung...— el lupino giro para ver las dos joyas azules bañadas en lágrimas.

— ¿Qué sucede? — se acercó con cautela y el menor se aferró a su cuello. — ¿un mal sueño?

YiXing asintió sollozando. —el hombre de los ojos de sangre...estaba de nuevo...estaba ahí.

El mayor abrazo al pelinegro hasta que se calmó. Las pesadillas sobre aquel vástago que atormentaba a YiXing en sueños, y que este ignoraba que era, habían dejado de ser un problema desde que el chino cumplió 15 años. Hasta ahora era la segunda noche donde volvía a llorar del miedo.

Cuando YiXing se volvió a dormir, el lupino acaricio la larga cicatriz que nacía de la mitad de su cuello hasta pasar su clavícula. Su mirada se agrio y se levantó tomando un celular oscuro.

<< ¿Diga? >> Respondió una voz adormilada.

—necesito que vengas de inmediato.

<< ¿Qué tan grave? >> Todo el sueño y pesadez de la voz desapareció tras las palabras de JunMyeon.

—acaba de mencionar el color de sus ojos.

<< estaré allá de inmediato. >> La llamada se cortó después de eso.

El hombre lobo miro a YiXing y delineo la cicatriz que portaba el muchacho en uno de sus hombros. Se levantó momento después y camino hasta la puerta, paso la uña verticalmente por la madera de la misma y a los segundos, escucho otro rasgueo. Sonrió de lado y abrió.

—de verdad llegaste rápido, JongDae.

El resplandor rojo intenso de los ojos del vástago respondió a la bienvenida. El atractivo vampiro entro con una sonrisa y se encamino al cuarto del lupino.

—apesta a vástago. — JongDae frunció el ceño. —pero no lo han mordido.

JunMyeon negó. —solo tiene el olor, no parece que lo hayan lastimado.

El vampiro tomo el rostro de YiXing y cambiando su tonalidad a un azul transparente sin brillo. El chico entreabrió sus ojos con la misma transparencia. JongDae acentuó su ceño fruncido y se concentró en los ojos del menor.

JunMyeon gruño por el aumento de poder en la habitación, una reacción inconsciente cuando el poder especial de un vástago o lupino comenzaba a proyectarse.

—olvida... cierra tu mente, aléjalo de ti por otro año más. — pronuncio JongDae en dos idiomas.

El hombro lobo observo con algo de pena al muchacho del hoyuelo, acercándose solo cuando este volvió a cerrar los ojos.

— ¿estará mejor hasta el año que viene? — el hombre lobo siguió al vástago hasta la sala. Ambos uno frente al otro.

—no puedo asegurarlo esta vez. — el pelinegro mantuvo la tonalidad azul en sus ojos y el ceño fruncido. —los muros de su mente ya no me están permitiendo cerrar su recuerdo.

— ¿Qué crees que signifique?

—tengo varias teorías pero me encantaría que solo fuera una jodida broma.

—te escucho.

—alguien llego hasta el, alguien más fuerte que yo y tú, más que BaekHyun y ChanYeol. — los ojos del lupino se abrieron incrédulos. —y no es alguien cuya presencia sea fácilmente desapercibida, por eso me sorprende que no haya sido detectado.

—esa persona... ¿está obligando a YiXing a recordar?

—no me parece eso. Parece que quisiera que alguien en específico viera algo a través de él.

— ¿ver?

—también puede ser que la presencia de los sobrenaturales este perturbando su mente.

—pero no podemos dejárselo a los vástagos.

—y no te estoy diciendo que lo hagas. Pero debemos tener cuidado o BaekHyun nos degollara y dejara que ChanYeol nos use de entrenamiento de caza.

—prefiero que BaekHyun me use de entrenamiento, así moriría por algo hermoso. — JunMyeon sonrió dando un silbido.

—maldito enfermo. — el vástago regreso el amarillo a sus ojos y comenzó a reírse.

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SeHun sumergió con furia la cabeza dentro de la bañera, la sacudió y se quedó hasta que sintió que la ansiedad lo dejo respirar. Golpeo su cabeza en el piso y se quedó apoyándola después de haber roto los azulejos del baño. Aun había rastros de la sangre que había tomado de manera desquiciada.

Se arrastró hasta apoyarse en la pared y se empujó los cabellos hacia atrás. Sus ojos usualmente amarillo dorado brillaban de hambre y deseo, tan rojos como la sangre que había en el piso y en sus labios. Todo se había desatado por aquel humano, como si YiXing fuera el detonador para desatar una horrible sed y deseo compulsivo.

Solo lo había cargado y llevado a una banca cercana. El ojiazul se levantó con un brillo extraño en los ojos y le había tocado los labios. Solo por eso e inexplicablemente se había sentido sediento y ansioso. El muchacho se levantó y desapareció entre la nieve; SeHun intento seguirlo, intrigado, pero fue como si se hubiera disuelto en el viento.

— ¿Qué carajos fue eso?...

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JongDae en la multimedia. Así se ve en el fic.