3 Muertes.


[]




Regreso a sus sentidos cuando la sed acabo. Sintiéndose más satisfecho que nunca y mucho más fuerte que antes, relamió sus labios y jadeo por la nueva fuerza. Sus ojos volvieron a su amarillo claro y pudo volver a pensar.

Se sentía pleno y la confusión, producto de la agonizante sed, comenzaba a esfumarse. Quiso llevar sus manos a su rostro pero un liviano peso lo impidió. Fue ahí cuando se dio cuenta de lo que había hecho.

Bajo la mirada y su frio corazón se encogió. El delgado cuerpo en sus brazos estaba perdiendo mucho calor a segundos, temblaba y su respiración era pausada. Soltó el cuerpo y este cayo de lado sobre el suelo, jadeando con debilidad.

SeHun se hecho hacia atrás y choco con la pared. Lo que había hecho era muy grave.

—mierda, mierda ¡mierda! —se acero y volvió a tomar al chico entre sus brazos. Comprobó sus signos vitales y se sintió un poco mejor al encontrarlo aún vivo. —YiXing... — el azabache estaba muy débil, frio y sus ojos estaban cerrados.

El vampiro lo levanto y se transportó a máxima velocidad al departamento que solía usar cuando iba al terreno de los humanos. Se aseguró de no ser percibido por ningún sobrenatural y deposito con cuidado al ojiazul en su cama. Lo cubrió con un cobertor y preparo una compresa. Usualmente cuando mordía a un humano le causaba una leve fiebre que pasaba sin necesidad de medicamentos pero debido al estado en el que dejo al azabache, estaba seguro de que la fiebre seria atroz.

Camino de regreso a la habitación, pensando en la gravedad de los hechos. Tuvo que morder a YiXing ¡A YiXing! El humano que JongIn conocía, el humano que vivía con un licántropo y el humano que había despertado esa insana sed. Estaba jodido, era muy grave. Podrían ejecutarlo por su falta; podía beber sangre de humanos pero no a tal punto de dejarlos moribundos. Eso podría causarles la muerte de tres maneras: por pérdida de sangre, la brutal fiebre que los atacaba o la peor de todas, la agonía que indicaba la necesidad de transformación.

Los mitos de que decían que para transformar a un humano a vampiro había que compartir sangre, si eran ciertos. El vástago tenía que beber del cuello hasta dejar cerca del 30% de sangre y esperar unos cuantos minutos a que el mortal reaccionara y entonces podía decidir: convertirlo o matarlo. Porque no todos podían soportar la transformación y aceptar la sangre de un vampiro mucho menos de un sangre pura. La sangre de la elite era tan poderosa y pesada que terminaba matándolos más que la propia pérdida de sangre.

Si la fiebre no se presentaba, podían transformarse. Algunos humanos se quedaban sumamente débiles pero seguían conscientes y sin fiebre, esos eran los aptos para soportar una sangre pesada. Los que se desmayaban pero no presentaban fiebre, podían resistir pero era casi imposible que soportaran una sangre pesada.

Cuando el humano comenzaba a quejarse era el aviso para que el vástago compartiera su sangre. Después venia una dolorosa transformación.

Ahora, los que no presentaban ninguna reacción pero no morían, eran los peligrosos. Eran los que habían sido casi drenados por los vástagos sin autocontrol y estaban con más de la mitad del cuerpo en la muerte. No era posible salvarlos sin tener que convertirlos y eso significaba arriesgarse, porque estaban tan débiles que la transformación podría matarlos de igual manera y si el mortal moría... el vástago también. El consejo descubriría su crimen, lo juzgarían y lo ejecutarían.

SeHun maldijo mordiéndose arriba de los nudillos, justo en el metacarpiano del índice. Sus colmillos rasgaron la piel pero eso no le importo. En los cinco minutos que llevaba esperando a que la fiebre apareciera, el muchacho de cabello negro había dejado de moverse. Respiraba pero no daba señales de nada y el vástago temió lo peor.

Si YiXing no presentaba fiebre o abría los ojos, estaba muriéndose.


—joder, abre los ojos. — ordeno tomando las mejillas del mortal para sacudirlas. —joder, joder. — el chico no respondía y su respiración comenzaba a ser aún más pausada. Si no hacía algo iba a morir.


No podía transformarlo pero tampoco podía dejarlo morir. Estaba en un problema de gravedad.

Arrastro su mano por los labios del chico y se alejó al baño para mojarse la cara. Al mojarse las manos noto la delgada línea de sangre de la herida que se había hecho en los dedos, ya se había cerrado y no quedaba rastros. Entonces volvió a entrar en pánico, ese mismo dedo lo había pasado por los labios del azabache y aunque fue superficialmente, pudo haber entrado un poco de su sangre.

Regreso a tres pasos y maldijo de nuevo cuando vio que el ojiazul tenía los labios entre abiertos y efectivamente había un rastro de sangre en ellos. Ahora si estaba jodido. Limpio el rastro y apretó los puños.

Espero alguna reacción y al no haberla suspiro aliviado, quizás su sangre solo le había manchado los labios. Aun así le seguía preocupando que no abriera los ojos o que se quejara; las manchas oscuras debajo de sus ojos solo se habían acentuado un poco más.

No tenía a quien llamar para casos así. Estaría perdido si le avisara a otro vástago, la mayoría de ellos veneraban y obedecían al consejo con ceguera y no dudaba que lo fueran a entregar. Se fue a mojar la cabeza una vez más, apretando el borde del lavabo con fuerza, causándole grietas. ¿Qué carajos iba a hacer?

No confiaba en ningún vástago, humano o licántropo. Estaba el dúo ChanBaek pero ellos estaban atados al consejo igual que él, los pondría en un gran problema si los involucraba.

Fue mirando sus pies al regresar del baño y al alzar la mirada, se paralizo.


—tu... ¿Quién eres? — YiXing tenía los ojos entrecerrados de cansancio y su palidez seguía siendo preocupante.

SeHun se acercó sigiloso. El muchacho seguía conservando aquel olor dulce de la flor y la mordida en su cuello no estaba.

— ¿Cómo te sientes? — atino a preguntar frente al menor.

—cansado... ¿Qué me paso? — el azabache se levantó algo aturdido y cayo contra el pecho de SeHun.

—te encontré desmayado en la calle y te traje. — respondió pasándole un vaso con agua.

El ojiazul asintió aun confundido y le dio una dulce sonrisa. —muchas gracias por ayudarme.

Al vástago se le erizo el vello de los brazos y sintió un golpe en su pecho, solo con ver aquella sonrisa. Asintió como respuesta y se acercó para corroborar la temperatura del chico; tenía fiebre.

—debes descansar, tienes fiebre. — empujo con suavidad el hombro del mortal, causando que este se recostara de nuevo. —te pondré una compresa y cuando te sientas mejor te llevare a tu casa.

—necesito llamar a hyung o se preocupara. — la voz de YiXing sonaba débil y ronca. Rebusco en sus bolsillos y saco un celular blanco. Marco y lo pego a su oído. — ¿hyung?...s-sí, estoy bien, solo me sentí un poco mal y un amigo me está cuidando.

Ante la mención, SeHun enarco una ceja mientras preparaba la compresa.

—no te preocupes, es un buen amigo. Si, hyung. Estaré de regreso cuando me sienta mejor. —el chico sonrió y ahora el vástago sintió un sabor amargo en la boca. —descansare ahora, si hyung. Te llamare cuando salga. — YiXing cortó la llamada y gimió cuando SeHun le puso la compresa en la frente.

—lo siento pero tienes mucha fiebre. —acomodo la compresa y se alejó en cuanto la creyó perfecta. Asintió y se dio la vuelta dispuesto a irse.

—me llamo YiXing. — lo detuvo el ojiazul con una sonrisa. El rubio giro y se quedó parado en su lugar. No creía buena idea decirle su nombre pero tampoco creía correcto mentirle.

—Hun. — respondió con rapidez. No le había mentido pero tampoco le había dicho la verdad.

—es un nombre bonito. — YiXing sonrió y se quedó dormido después de eso. El rubio se quedó mirándolo más de lo que debería y no pudo abandonar la habitación.



.





JongDae abrió los ojos sintiéndose aturdido. El azul transparente en sus ojos estaba más claro, justo como cuando usaba sus habilidades. Fue como tener sed y un muy mal presentimiento. Se levantó con velocidad y oprimió con fuerza su cuello como si hubiera sido perforado por una daga o peor, un par de colmillos.

Chasqueo la lengua y rasgo la piel con sus uñas. La sangre salió en un par de líneas negras y eso calmo el escozor. La herida se cerró de inmediato y JongDae pudo volver a recostarse, aun sintiéndose inquieto. Pestañeo varias veces pero no pudo dormirse.

Estaba cerrando los ojos cuando ciertas imágenes pasaron por su mente, arrugo el ceño y se dejó caer en ellas. Tan pronto se vio materializado en aquel mundo inconsciente, comenzó a caminar entre la oscuridad, acariciando la neblina de los sueños.

Escucho un leve eco en la cercanía y sonrió. Aquel sonido y aroma eran únicos e inconfundibles. Volteo y extendió su mano hacia la delgada figura que se acercaba.

—creí que tendría que esperar un poco más para verte. — hablo el vástago sosteniendo la mano de aquel muchacho.

—pensé que querrías verme un poco antes. — el chico sonreía mientras acariciaba la mejilla de JongDae con amor. El castaño oscuro se rindió ante la caricia y cerró los ojos con una expresión de dolor.

—Siempre quiero verte... siempre...— susurro besando el dorso de la mano contraria. El extraño dejo un beso en su frente y abrazo la cabeza del vampiro contra su pecho.

—has hecho un buen trabajo aun a la distancia... es un joven hermoso y se parece tanto a ti. —comento el chico acariciando el cabello de JongDae. —aunque es tan curioso como tú.

La risa del joven hizo eco en el lugar y el vampiro solo pudo abrazarse más a aquel delgado cuerpo. Se veía como si fuera a llorar en cualquier momento y se negaba a soltarlo.

—Te extraño tanto...— gimió apretando los ojos.

—y yo a ti...a ambos. Pero debes ser fuerte, pronto los volveré a ver. — el desconocido soltó sus manos del vástago y este apretó aún más los ojos. —te amo, mi amor...

JongDae quería pedirle que no se fuera pero era inútil. El cuerpo se desvaneció en sus brazos y se quedó de rodillas en el piso oscuro. Cuando abrió los ojos estaba de regreso en su habitación. Cubrió su rostro y suspiro con impotencia.

—Joder...— se sintió pesado de nuevo y volvió a cerrar los ojos. Esta vez el aroma que tanto amaba llego más suave y dulce. Observo la oscuridad a su alrededor y comenzó a caminar.

Sus pasos eran firmes y el eco que hacían era lo único que se escuchaba. Suspiro y escucho unos leves quejidos, así fue como supo dónde encontrarlo.

Encontró al azabache sobre sus rodillas, encorvado y con las manos en el cuello. Le pareció entraño y se acercó con preocupación, colocando sus manos en los delgados hombros.

—hey... ¿estás bien? ¿Qué sucede? — su voz resonó y el chico frente a él respingo. Los quejidos del contrario eran de dolor. —YiXing, mírame.

—me duele... haz que pare...— YiXing subió su mirada llorosa y se encorvo de nuevo por la pulsación en su cuello.

JongDae retiro los finos dedos y se sintió rabiar cuando vio las marcas de colmillos en el cuello de YiXing. Abrazo al azabache y tanteo con sus labios la herida. El menor pareció calmarse con eso pues dejo de quejarse y abrazarse a JongDae.

— ¿mejor? — el ojiazul asintió y suspiro de alivio.

—siempre haces que deje de doler...

—es mi trabajo.

— ¿vendrás a verme pronto? —JongDae apego la cabeza del azabache en su hombro y acaricio su cabello.

—pronto. Pero ahora debes volver...— YiXing asintió y recibiendo un beso en la frente, desapareció.

El vampiro suspiro y abrió los ojos, despertando en su habitación al alba. Tan pronto como se incorporó, destrozo la alarma con un puñetazo. Sus ojos estaban carmesí y no era para más: alguien le había hecho daño a YiXing y debía pagar. 










.

Corto, lo siento QAQ

pd: amo a este hombre

fighting! kkaebsong~

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top