ALINA. 

Siento mi cuerpo débil pero me obligo a caminar con rapidez, las lágrimas no dejan de salir, me detengo unos segundos al ver la puerta abierta del departamento, Shay debe estar, ella preguntara que ocurrió y simplemente me dolía mucho tener que hablar sobre esto. 

Trago con dificultad, respiro profundamente y limpio mis lágrimas, cierro mis ojos unos segundos controlando mis emociones, entraría en silencio, iría a mi habitación, tomaría una ducha. 

Camino con mi mirada baja, Shay no debería ver mi rostro, escucho su risa y otra conocida, Blake también estaba, muerdo mi labio inferior y el dolor golpea mi pecho, me pregunto si el sabia todo, porque el nunca me advirtió, él siempre se mostró amable, no entiendo porque permitió que Alec me hiciera daño. 

Un poco de alivio siento al notar que no están en la sala de estar, probablemente están en la cocina, humedezca mis labios y camino hacia mi habitación. 

-¿Alina?- Me detengo y cierro mis ojos de golpe al escuchar la voz de Shay -¿Que ocurrió, porque no estas en la cafetería?- Pregunta rápidamente, mi labio inferior tiembla incapaz de responder, escucho sus pasos acercarce. 

Ella toma mi brazo con cuidado y me hace mirarla, la miro sin poder ocultar mi dolor, sus ojos se abren sorprendida, su ceño se frunce y me mira con preocupación, su mano en mi brazo se tensa. 

-Dios mio, Ali ¿Que ocurrió?- Pregunta con un toque de pánico en su voz. 

El nudo en mi garganta es insoportable, entre abro mis labios y las lagrimas salen.

-Alec... Alec me mintió, él... me utilizó- Susurro lo último con voz quebrada, Shay deja caer su mano y me mira sorprendida. 

-Hijo de puta- Gruñe una voz profunda, dirijo mi mirada en busca de esa voz, Blake se encuentra a un par de metros, el enojo es visible en su rostro. 

Bajo mi mirada, mi cuerpo se siente débil, me aparto sin poder decir nada más, camino con pasos débiles a mi habitación, cierro la puerta a mis espaldas, el bolso cae de mis manos, mis rodilla fallan y caigo al suelo, me permito sollozar, algo dentro de mi se apaga, la chica rota que solía ser se burla de mí. 

-¿Tu lo sabías?- El grito de Shay se escucha por toda la casa -¡No lo puedo creer! ¡Eres un hijo de pura como tu primo!- Reclama Shay. 

La discusión aumenta, llevo mis manos a mis oídos al escucharlos, Shay le recrimina, Blake habla pero no comprendo, no quiero saber más, no quiero saber la dolorosa realidad, como Alec me usó, el me dio esperanzas me hizo amarlo, todo fue falso, el nunca me amó, simplemente era parte de su estúpida venganza. 

Confíe en él y él se aprovecho de mí. 

Me levanto de forma débil, entro al cuarto de baño, me introduzco en la bañera y abro el grifo, el agua comienza a llenar la bañera, intento dejar de llorar pero mi mente comienza a jugarme una mala pasada, los recuerdos que compartí con Alec pasan por mi mente, el dolor de saber que todas sus palabras y acciones fueron fingidas.

Eres estúpida, una muñeca que se puede usar y desechar. 

Llevo mis manos a mi cabeza al escuchar nuevamente la voz de Lucas en mi cabeza, sus horribles palabras vuelven a atormentarme como lo hacían antes. 

Esto es para lo único que sirves, dice Lucas acomodándose su ropa, me mira con desprecio ¿acaso piensas que alguien se fijaría en alguien tan estúpida como tú? 

Desorden o mi cabello al no poder evitar que los recuerdos me atormenta, muchos de ellos llegan, todos dolorosos, grito con desesperación. 

No se cuento tiempo pasa, solo un golpe en la puerta, y como Shay entra acercándose a la bañera, ella me habla preocupada, intenta hacer que vuelva, pero nada sirve, estoy perdida en la oscuridad que había dejado atrás. 

Esta vez no tendría salida, de eso estaba segura. 

.... 

-!Dije que no puedes entrar!- El grito enfadado de Shay me hace abrir mis ojos, me remuevo entre las sábanas. 

Escucho golpes en la puerta de mi habitación, cierro mis ojos y me cubro con las sábanas ignorando los toques desesperados en la puerta, frunzo mi ceño y el dolor en mi pecho aumenta al escuchar su voz. 

-Ali, por favor, solo quiero hablar contigo, tienes que escucharme- Es imposible no derramar algunas lágrimas, sin embargo guardo silencio e ignoro su llamado. 

-Largo de aquí- Dice Shay al otro lado de la puerta, pero los golpes en estas siguen - Malditasea llamaré a la policía- Gruñe, ella lo hará, este es el tercer día en que Alec entra al departamento sin importarle que Shay se lo impida y le grite. 

Los golpes en la puerta se detienen, tal vez hizo caso a la advertencia de Shay, hundo mi rostro en la almohada y reprimo el ruido de mis sollozos. 

-Se que no me acerqué a ti con buenas intenciones al inicio- De Teno mis sollozos al escuchar la voz de Alec al otro lado de la puerta, trago con dificultad y guardo silencio -Pero todo cambió en mi Alina, tu me mostraste ser una chica increíble y me enamore de ti- Murmura con voz suave. 

Parpadeo un par de veces, muerdo mi labio inferior negandome a creer nuevamente en él, el silencio se forma entre ambos. 

-Lo siento- Vuelve hablar -Sé que no te merezco, pero debes créeme cuando digo que te amo- 

-!Largo! los oficiales vienen en camino, si no quieres que le diga a la prensa que eres un acosador vete antes de que los oficiales lleguen- Amenaza Shay, cierro mis ojos, no escucho nada más, el probablemente hizo caso. 

Luego de varios minutos, escucho dos toques en la puerta de mi habitación, mi cuerpo se tensa al pensar en que puede ser Alec. 

-Ali soy yo- La voz de Shay me tranquiliza, escucho la llave y luego como abre la puerta, quito la sabana de mi rostro para mirarla, su rostro muestra tristeza al ver mi estado, suspira y se acerca hasta sentarse en la orilla de mi cama. 

-Él se fue, espero que no vuelva, ya son tres días seguidos que aparece- Murmura, guardo silencio, Shay suspira y toma mi mano, hace un gesto y da leves caricias - Lo siento Ali- Susurra con voz apenada, frunzo mi ceño levemente y la miro. 

-Tu no tienes la culpa... Fui una estúpida por confiar en él, debía haberlo sabido, nadie se interesaría en alguien como yo-

-¡Oye! como que en alguien como tu Ali- Dice fruncido su ceño molesta - ¿Acaso no te das cuenta de que eres hermosa?, eres una gran chica Ali, cualquiera seria afortunado de tenerte- Dice segura. 

Suspiro y cierro mis ojos, Shay intenta animarme, pero los recuerdos me recuerdan lo horrible que soy, aprieto mis manos en puños y jadeo de dolor, Shay toma mi mano de inmediato, abro mis ojos y la mirada, ella frunce su ceño y mientras mira la palma de mi mano. 

-Ali, te has estado lastimando- Murmura con preocupación, las heridas que mis uñas provocan en la palma de mis manos al apretarlo en puños, no digo nada, ella me mira y la preocupación es evidente. 

-Los recuerdos volvieron- Susurro con voz temblorosa, Shay abre sus ojos mientras me mira. 

La chica rotación que antes fui, ha vuelto. 

..... 

-Debes comer- Dice Shay frente a mi cama con una bandeja en sus manos, no respondo, cierro mis ojos -¡Basta Ali, estoy cansada de esto! No puede simplemente permanecer de esta forma, vas a enfermar te si sigues así- Grita Shay. 

Guardo silencio, ella deja la bandeja en el mueble cercano y cruza sus brazos. 

-No tengo apetito- Susurro, el dolor en mi cabeza aumenta, me remuevo, el cansancio en mi cuerpo es bastante, las pesadilla volvieron, es poco lo que he logrado dormir sin que una pesadilla me despierte. 

Me siento mal por Shay, ella siempre llega corriendo en las noches a mi habitación y me tranquiliza, me siento en la cama, Shay atenta a mis movimientos, el dolor punza en mi cabeza, salgo lentamente de la cama, busco entre los cajones algunas pastillas para el dolor de cabeza, cuando lo encuentro una mano toma mi muñeca, elevó mi mirada hasta la de Shay, el enojo esta en su rostro. 

-¿Acaso estas demente?, Ali ha pasado una semana en la que no has comido bien,¿ y ahora vas a tomar pastillas?- Aprieto mis labios. 

Una semana ha pasado, había perdido la noción del tiempo, bajo mi mirada hasta la mano de Shay en mi muñeca, parpadeo y abro mis ojos al ver que no tiene su anillo de compromiso puesto. 

-¿El anillo?- Pregunto con sorpresa, ella retira su mano rápidamente, frunce su ceño y aparta su mirada, no me pierdo el dolor en sus ojos - Shay- Susurro. 

-Está roto... El compromiso, termine con Blake- Murmura, su voz tiembla ligeramente, abro mis labios pero ella interrumpe -El sabía lo de Alec, y nunca me dijo- Añade -No confío en él, no sé... Si el se acercó a mi desde un inicio con el propósito de que todo esto sucediera- Adimite con dolor. 

No sé qué decir, muerdo mi labio inferior, Shay esta sufriendo por mi culpa, he sido una carga para ella todo este tiempo. 

-Lo siento- Susurro en un hilo de voz, escucho como suspira y luego siento su cálido abrazo, lo acepto y sollozo. 

-No debes sentirlo, no es tu culpa- Dice suavemente -Pero si me quieres debes de dejar de destruirte, Ali te has hecho daño estos días, me duele ver como mi mejor amiga se esta destruyendo sola- Murmura con dolor, aprieto mis labios y cierro mis ojos. 

-Es muy dificil-

-Lo sé, pero estas dejando de lado tu salud, la universidad y la cafetería, no puedes solo deprimirte estar todos los días lamentandote en esta habitación- 

Cuando el peso de mis acciones cae sobre mi caigo en la realidad, no he ido en todo este tiempo a la cafetería, probablemente sea despedida, aun me encuentro de vacaciones en la universidad pero de todas maneras no podría pagarla si no tengo empleo. Me separo de Shay, limpio mis lágrimas y asiento, ella me mira con calidez. 

-Tienes razón- Me limitó a decir, ella sonríe. 

-Hable con el dueño de la cafetería, le dije que estabas enferma, el dio permiso para que faltara estos días además dio una semana extra para que te mejores- Dice cruzando sus brazos, suspiro con alivio y la abrazo.

-Gracias- Susurro, escucho su risa. 

-Eres como una hermana para mi Ali, no podría dejar que te destruya a ti misma- Murmura con sinceridad, cierro mis ojos y sonrío, Lucas se equivocó, si había alguien a quien le importo sinceramente. 

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Capítulo nuevo

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