Capítulo 21
Dedicado a Izuku_Todoroki1116
Habían pasado dos días desde que se reencontró con sus amigos y trató de contarles cómo sucedieron las cosas según el orden cronológico. Le costó saber explicarles algunas cosas que ni él sabía bien cómo hacerlo, aún tenía dudas de lo que pasaba a su alrededor con respecto a la magia, pero trató como pudo.
Claro que no le creyeron cuando dijo que su novio era un ciervo mitad humano que tenía poderes de hielo y fuego porque sus padres eran los regentes de las estaciones en un reino mágico y escondido en el bosque. Lo tomaron por un lunático por un buen rato.
Intentó explicarles, pero la noche acabó y su pareja bajo la capa apareció a lo lejos llamándolo a volver antes de que el día acabara.
Solo le quedó despedirse de sus amigos para volver a los brazos de Todoroki y correr de vuelta a Yuuei junto a sus amigos que lo miraban irse junto al chico que se hallaba guiando el camino de regreso a casa. Quedaron para encontrarse dos noches después de esa, es decir esta noche, luego tenía planeado dejar un intervalo de dos semanas para que se encontraran en las noches y así no se sentiría tan fuera de su mundo. Tenía a Denki y Jirou, pero no era lo mismo.
Oh, podría decirles que estaba con ellos.
Mientras se terminaba de cambiar de ropa con el rostro demostrando una clara emoción en este Shouto apareció en el umbral de la puerta de la habitación con las capas y sus armas por si acaso. Midoriya no entendía por qué repentinamente su pareja y las estaciones les pidieron que tuvieran cuidado afuera, se suponía que todo estaba bien ¿no es así? Y si algo sucedía confiaba en que Shouto le explicaría lo mejor que podía.
—¿Ya estás listo? —la voz tranquila del bicolor lo trajo de vuelta a la tierra.
—Sí —sonrió—. Vamos.
No tardaron mucho en llegar a la entrada bajo las miradas de los pobladores del reino mágico que los saludaban, les deseaban suerte en el exterior o simplemente ni cuenta se daban de las presencias.
La pareja se hallaba por salir cuando antes de que las puertas fueran abiertas para ellos Shouto lo detuvo tomándolo de su mano para hablar con él. Por su mirada seria y algo insegura sabía que quería hablar con él sobre el exterior. Izuku no estaba seguro de lo que querría decirle y menos a un momento de irse. Aún así lo escucharía.
—¿Qué sucede, Shouto-kun?
—Creo que no debes ir hoy o pronto a tu pueblo.
—¿Uh? ¿Por qué lo dices?
—Escucha, creo que corres peligro si sa-
Repentinamente los ojos de diferentes colores mostraron sorpresa, su nariz se movió levemente, casi imperceptible. Izuku supo en ese momento que algo no estaba bien, sobre todo cuando hasta los guardias en las puertas miraron alarmados a la entrada apuntando sus lanzas y espadas.
—Shouto-kun… ¿Qué est-?
—Huelo sangre y hollín.
Sin más, el guardián de dos estaciones mandó a llamar a Kirishima y a las estaciones. “Yuuei está en alerta” el grito retumbó en todo el reino, los pobladores fueron resguardados en lugares especiales bajo tierra mientras la armada salía a las calles patrullando Endeavour y Rei buscaron a su hijo menor entre la gente, hasta que uno de los oficiales dijo:
—Ellos salieron corriendo un momento después de que Todoroki-san alertara del peligro.
Y así era, Midoriya no pudo evitar correr hacia donde recordaba cuál era el camino hacia su aldea añorando en su cabeza y corazón que sus amigos y padre estaban bien y a salvo. Sin cuidado Shouto corrió tras de él, sabía que lo haría y que detenerlo no serviría de nada. Rápidamente se transformó en el gran ciervo para alcanzar a su pareja y ofrecerle que se suba sobre su lomo.
El pecoso aceptó sin dudar y en un par de minutos donde el humo negro y las llamas que inundaron al poblado. Se escuchaban gritos de las personas que escapaban del fuego y de algo que parecía estar acechando el lugar.
Al llegar Shouto buscó con la mirada y el olfato a los sombs que deberían estar atacando, pero encontró un aroma peculiar, desconocido y a la vez familiar. No se iba a quedar con la duda ni la impotencia de proteger a su pareja y a su aldea natal.
—Busca a tus amigos, yo detendré a los que sea que está atacando —dijo luego de que tomara su media forma humana.
—Muy bien.
—¡Cuidate y no cometas una locura! —gritó antes de separarse de Midoriya.
—¡Igualmente!
Izuku corrió hacia donde era la casa de su mejor amiga con prisa al ver que esta pronto se incendiaría por completo.
—¡Ochako! ¡Ochako! —gritó. Buscó un poco y al no escuchar o ver nada se retiró antes de irse.
Ahora fue a su pequeño puesto en el mercado, pero este ya no existía junto a otros puestos. En el camino que se hallaba recorriendo podía ver personas en el suelo cubiertas de sangre o quemaduras, quiso evitarlos, pero tenía que revisar que sus mejores amigos no fueran parte de aquellos cadáveres.
Trató de pensar un lugar donde pudieran estar, estaba a nada de echarse a llorar y gritar desesperado de no ser porque un grito desgarrador se escuchó. ¿Un animal? ¿un sombs? No, ninguno, era diferente y cuando giró para ver qué era aquello las lágrimas no dudaron en correr por sus mejillas.
Todoroki enfrentó aquello, no sabía que era, pero usó sus poderes como casi siempre los usaba contra los sombs. Aunque trataba de lastimarlo con mayores y fuertes ataques, pero parecía más difícil de herir.
Cuando al fin pudo lastimar a la cosa de forma grave esta se gira y soltó a la mujer que tenía en sus manos para gritar hacia el bicolor y comenzar a atacar.
Una ardua batalla hubo allí hasta que Shouto decidió terminar con ello antes de que alguien más saliera lastimado. Pero justo antes de atacar con hielo el monstruo corrió buscando algo como si fuese un perro. Entonces el ciervo relacionó lo que estaba pasando ahora con los sombs que estaban últimamente merodeando por los alrededores de Yuuei.
Pero esto parecía un mal chiste.
Corrió detrás de la bestia nueva y desconocida para él listo para atacar nuevamente, hasta que vio a este enemigo rodear a dos personas.
Transformándose en su versión animal embistió con su astas de fuego y hielo para tirarlo contra una quemada casa que terminó hecha añicos, luego congeló todo el monstruo para ganar algo de tiempo, aunque fueran solo unos segundos.
Al ver quienes eran las dos personas que salvó las reconoció y volvió a la forma humana.
—¿Iida Tenya y Uraraka Ochako? —preguntó desde arriba de una pila de madera y piedra hacia el par que estaba abrazado en el suelo cubiertos de hollín.
—S-Sí… —dijo la castaña.
—¿Quién eres tú? —el caballero de lentes preguntó.
—Soy el prometido de Izuku, el ciervo guardián —su voz serena fue en contraste con las fuertes llamaradas que salieron de su brazo izquierdo hacia la bestia que se liberó de la prisión de hielo—. Síganme —ordenó.
Como pudieron el dúo se levantó para seguir a su salvador que se autoproclamaba el prometido que su mejor amigo les había mencionado unas noches atrás sin muchos detalles. Luego habría un momento en el que preguntar.
Ahora solo debían correr.
El caos se apoderó por completo de la aldea, todos los que pudieron escaparon en caballos, carrozas o a pie con el miedo de que los monstruos los siguieran.
Monstruos que no eran sombs, ya no tenían pelo en el cuerpo ni eran negros, parecían con cabezas de aves, dientes filudos y cuerpos de alguna manera humanoides que parecían tener el mismo o aún mejor olfato que los ya mencionados, porque estabn buscando algo en específico, a alguien en realidad.
Y lo habían encontrado.
Midoriya corrió esquivando el zarpazo de la bestia para seguir huyendo mientras escapaba con el cuerpo de su padre gravemente herido por el estómago mientras escupía sangre por su boca.
—Izu…
—¡No es momento para hablar, papá!
Como pudo desenvainó su espada para cortarle lo que parece media mano a la bestia. Sonrió levemente al ver que su entrenamiento no sus amigos estaba dando frutos al haber logrado hacer un daño. Avanzó unos cuantos metros casi corriendo con su padre cuando por el rabillo del ojo vio como aquella mano se regeneró para que luego el monstruo soltara un alarido agudo que resonó por todo el pueblo y el bosque.
Aterrado por lo que pudiera suceder con ambos no supo qué más hacer qué llevar en su espalda al hombre mayor haciendo su mayor esfuerzo por escapar.
El hecho de haber dañado a eso y haber logrado que soltara a su lastimado padre de su mano para luego tratar de huir con él ya era una hazaña, ahora solo tenía que buscar a Todoroki y sus amigos y escapar de allí. Seguramente podría llevarlos a Yuuei para protegerlos hasta que todo pasase.
El ser con un grito se puso en un momento delante de él bloqueando su camino. Esforzándose por pensar un plan tuvo que arriesgarse a uno que podría catalogarse suicida.
Se agachó un poco y tomó un pequeño conjunto de rocas para tirarlas hacias el rostro con un pico de ave, ojos medios desorvitados y el cerebro afuera de su cabeza; luego con su pie levantó algo de tierra antes de que esa cosa fuera tras él y corrió hacia el fuego en la aldea. Por el rabillo del ojo notó la dificultad de eso por seguirlo entre casa que se derrumbaban en fuego así que aprovechando la nueva distancia adquirida gritó a todo pulmón sin importarle el humo.
—¡Shouto!
El bicolor escuchó el grito y aprovechando que había acabado con uno generó me pocos de hielo en todo su cuerpo hasta que ya no hizo ningún sonido o movimiento para buscar a su pareja que no se escuchaba tan lejos.
Creó un pico alto de hielo hacia arriba para mostrar su ubicación.
Midoriya pudo verlo y con toda la fuerza que le quedaban en sus piernas empezó a correr hacia allá sin percatarse que unas vigas de madera de una casa estaban por caer sobre él, cuando sus verdosos ojos vieron aquello sintió como lo empujaron esquivando la madera.
Al ver quien fue se sorprendió demasiado. Iba a decir su nombre pero este lo calló con un paño húmedo en su boca y nariz.
—Me debes una, Deku de mierda.
Puso otro trapo en la boca del padre del pecoso para luego cargarlo él en su espalda, ya que tenía mucha más fuerza y resistencia que
—¿A dónde?
Izuku estaba sorprendido, pero no lo pensó mucho y le señaló el pico alto de hielo y pronto ambos estaban corriendo hacia allá siendo Midoriya el guía.
Un rugido sonó cuando el pecoso pudo localizar a Todoroki entre las llamas, la bestia arrazó contra las casas casi inexistentes para correr a toda prisa hacia ellos envueltos en llamas.
Un muro de hielo lo detuvo por unos momentos en los que el par trató de escapar, pero no fue suficiente, estaba a nada de atraparlos cuando sus manos fueron cortadas.
Izuku y Katsuki miraron asombrados como el lastimado y casi moribundo hombre de cabellos negros enrulados se paraba por su cuenta con una espada que nadie supo de donde sacó, pero aquella era peculiar ante los ojos de un recién llegado Shouto.
—Hijo, Katsuki, váyanse, ahora —dijo intentando apretar su herida abdominal con el nudo de su sucia ropa.
—Pero papá, yo-
—Le prometí a tu madre que te protegería y te diría la verdad, lástima que así están sucediendo las cosas.
El monstruo atacó siendo frenado por el hombre que se alejó entre el fuego vivo.
—¡Papá! —gritó Midoriya al verlo irse así, de no haber sido porque su pareja estaba allí hubiera saltado a por su único pariente.
—¡Izuku, hay que alejarnos de aquí!
—¡Iida-kun, Ochako-san, no los encuentro aún!
—¡Ya los puse a salvo!
—¡Larguémonos de aquí Deku! ¡Todo se cae a pedazos!
—¡No, no, mi papá!
—¡Izuku, nos están buscando! —el bicolor grito antes de cargar en su hombro a su pareja para salir corriendo de allí. Si se quedaban en medio de todo se volvería aún peor de lo que ya era.
—¡Papá! ¡PAPÁ!
Solo quedaron cenizas de lo que alguna vez fue un pueblo donde habitó toda su vida desde que era un simple bebé. El amanecer pronto parecería por el horizonte para anunciar la mañana con el sol sobre los destrozos y fallecidos de la aldea.
Algunas personas seguían por los alrededores simplemente llorando o buscando que llevarse antes de mudarse a otro lugar, porque nada quedó del incendio que duró toda la noche.
Agradeció a Shouto por proteger a sus amigos dentro del bosque en un túnel subterráneo pocas veces usado desde que existía, según le comentó. No pudieron hacer mucho por aquellos que escaparon sin mirar atrás y solo dejaron que algunas personas volvieran a por si había algo que todavía había algo.
Algunas personas se percataron que el pecoso odiado por el pueblo y que se le decía muerto andaba corriendo entre los escombros en busca de su único familiar. Katsuki buscó con él al igual que sus otros dos mejores amigos. Shouto lo acompañó ya que casi no sabía cómo lucía el hombre, pero entre los cinco lo buscaron hasta que finalmente lo encontraron a las afueras con su espada en mano mirando en dirección a Yuuei cubierto casi todo su pecho y brazos con su sangre.
—¡Papá! —gritó corriendo hacia él.
Cuando el señor volteó a ver quien lo llamaba solo sonrió y se dejó caer sobre la tierra sabiendo que Izuku lo atraparía. Y así lo hizo. Sus reflejos siempre fueron buenos, su agilidad era algo que Kirishima y los demás alabaron de él. Hisashi también lo sabía, pero nunca lo alabó por ello, vaya que realmente nunca estuvo hecho para ser padre.
—Papá… —Izuku observó como la sangre salía de las heridas e inundaba el suelo. Trató de pensar cómo curarlo, tenía que haber alguna forma. Miró hacia Todoroki buscando ayuda pero lo único que encontró fue una triste que le decía que eso era todo para su padre—. No no no…
—Todo está bien, Izuku —susurró mientras escupía un chorro de aquel líquido espeso—. No sé ni porqué viniste por mí.
Ochako vio al padre de su amigo y como le costaba respirar correctamente, pero en sus ojos apagados pudo ver algo de vida. Tenya también lo vió. La mirada vívida y feliz del hombre había vuelto, como si la señora Inko jamás hubiera fallecido y la alegre familia nunca se hubiera deshecho.
—Te lastima tanto con mis palabras.
—Eres la última familia que me queda papá —el pecoso hablaba con un nudo en la garganta. Quería llorar—. No me importa eso, sé que lo de mamá también te afectó.
—Tu madre… —Hisashi veía la figura borrosa de Izuku y casi la puedo ver a ella junto a él—. Ella era tan hermosa y dulce —divagó en un suspiro que casi se lleva el viento.
—Papá… —el dolido murmullo mientras las lágrimas escapaban de sus ojos.
—La-Lamento que no fui un buen padre para ti cuando más me necesitaste, le fallé a tu madre, les fallé a ambos —el hombre comenzó a lagrimear junto al pecoso.
—No digas eso…
—Perd-dón Inko —supo que ella lo escucharía donde sea que estuviera—. Pero no pienso llevarme esto a la tumba.
Izuku escuchó aquello y ante su vista sorprendida escuchó el secreto antes de que la poca fuerza en su brazo se fuera y le tendió su espada de extraña apariencia a Katsuki para soltar un “Dáselo a Mitsuki-san”.
—P-Perdón, Izuku y gracias por ser mi hijo.
Fue lo que dijo antes de morir en brazos del peliverde que miraba el cadáver con horror y gruesas lágrimas que no dejaron de salir hasta que cubrió el cuerpo con su capa y lo abrazó por última vez antes de que viera como el cielo se tornaba naranja. Pronto sería el amanecer.
Como pudo cargó el cuerpo de su padre entre sus brazos y volteó a ver a su pareja que solo le brindó su apoyo en silencio.
—Shouto-kun, por favor, llévanos a Yuuei.
Al llegar al reino lleno de magia le encargó el cuerpo de su familiar a sus amigos en lo que los ayudaban. A penas Uraraka e Iida aceptaron cuidarlo aún con la sorpresa de ver esas tierras desconocidas Midoriya se fue corriendo con una dirección exacta en su mente y el camino trazado por igual.
Shouto pidió apoyo a los guardias de turno que recibieran a los amigos de su pareja y siguió a esta todo el camino sin saber del todo bien a dónde iba.
Izuku corrió tan rápido como pudo hacia allí tratando de no equivocarse, porque este asunto no podía esperar más. Tenía que saber si era verdad o simples alucinaciones que eran coincidencias con su realidad.
Cuando las cuatro entradas aparecieron frente a su vista escogió una de ellas sabiendo que estaría allí.
Shouto empezó a sospechar de qué, o mejor dicho a quien, quería ver Izuku.
—Ah, Midoriya-kun, pero tú ¡Ah-!
Hado se sorprendió de verlo correr dentro del bosque de Primavera, era extraño y en cierta forma la sorprendió como para hacer algo; hasta que vio que Shouto le seguía de cerca el paso y tranquilizó su corazón esperando que no sea nada malo.
Midoriya siguió corriendo, aquí ya por instinto, más que tratar de recordar la exagerada y larga ruta hacia donde ella estaba.
—¡Izuku! ¡A la derecha a unos cuantos metros estaba ella! —el grito de Shouto es de ayuda y agradece tenerlo cerca aun cuando no se lo pidió, pero le hace feliz.
Hace caso a sus instrucciones y cuando ya ver el cubo de madera y tela traslúcida no duda en usar todo lo que queda de su resistencia en estirar su mano y jalar de aquella tela para dejarla ver.
Cae de rodillas por segunda vez en el día sin aguantar un poco más su cansancio de toda la noche.
Las descripciones que le daban decían que no era ella, que ella no podría ser ella. Pero a la vez allí estaba.
Sentada junto a un grupo de macetas cuidandolas y ahora con sus ojos verdosos sorprendidos hacia él con un vestido blanco y pétalos cayendo a su alrededor se encontraba Inko.
O mejor conocida como la Dama de la Primavera.
Hola a todos!
Para los que me siguen y que leyeron lo que puse en mi muro...
Mi tradición del 10 de abril es....
PUBLICAR EN MI CUMPLEAÑOS
Desde hace 3-4 años tengo esa costumbre, ni idea porque, pero me gusta hacerlo. Osea sí, el 10 de abril es mi cumple, pero a nadie le.interesa skabsba
Pronto publicaré en mis otras historias igual que esta, así que si les interesa pasense a chequear mis libritos uwu
Bueno, gracias por leer y ya está empezando lo bueno uwu
Espero que loq que venga después les vuele las cabezas uwu
Me esforcé muchoe scribiend esto y el siguiente cap que no publicaré hasta tener unos cuantos más, debería se pronto así que tranquilos Xd
Si quieren o creen que va pasar algo comentenlo sin miedo uwu
Espero que les haya gustado
Si alguien desea que le dedique un cap que escriba aquí->
Sin más que decir,
Bye bye deers💚💙❤
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top