Única parte.
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—SeHun...—YiXing estiro la mano hacia el destrozado hombre que estaba sentado en una silla, con una botella de alguna olorosa bebida alcohólica.
—Vete. — la voz rasposa y nasal del de cabello negro, más que molestarle, le dolió.
—Basta. No vas a seguir así. —el rubio camino rápidamente hacia las cortinas y las abrió de par en par, haciendo que SeHun siseara por el radiante sol.
—Dije que te fueras. —SeHun se levantó con ferocidad y se acercó al más bajo, tomándolo de la muñeca.
—Y yo dije que ya basta. Vas a tomar una ducha, tiraras todo ese maldito alcohol, te afeitaras y bajaras a comer algo.
SeHun gruño, mirándolo con sus oscuros ojos nublados por la pena y el alcohol. Empujado por la ira, no midió su fuerza y jaloneo al rubio a través de la habitación. Ignorando las quejas del muchacho y los obstáculos esparcidos por todo el suelo de la sucia habitación, aventó al chico entre otro potente grito, que fue opacado por uno de dolor.
YiXing tropezó con un par de gruesas botellas de alcohol antes de que SeHun lo aventara contra la puerta, donde una mesilla cuadrada estaba ladeada en la esquina. Solo tuvo una mano para proteger su pequeño vientre antes de sentir el dolor más horrible de su vida.
Su grito despertó del enojo al pálido hombre, que miro con horror como el rubio se retorcía entre llanto y contorsiones de dolor.
— ¡Oh joder, oh joder! —gimió mientras se agachaba un instante antes de levantarse por el teléfono que había desconectado. Llamo a una ambulancia entre su histeria y volvió a correr hacia el cuerpo tirado en la alfombra. —YiXing, YiXing, lo siento ¡lo siento!
YiXing solo lo miro con la vista nublada de lágrimas antes de apretar su camisa. —M-Mi hijo, SeHun... salva a mi LeiMing...—después, la inconsciencia se lo llevo.
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YiXing conoció a Lalisa cuando fue a pedir trabajo como mesero en una cafetería grande y famosa. No querían contratarlo puesto que era muy joven y su aspecto desaliñado no era el mejor. Lisa llego como todo ángel y abogo por él delante del mismo jefe, que la tenía en un pedestal por toda la ayuda que le había estado dando desde la apertura.
La entonces rubia lo amparo no solo con un trabajo que le daría de comer, le dio un techo, instrucciones cariñosas y ayuda con sus tareas cuando lo hizo volver a estudiar, le dio un gato cuando lo vio mirando un evento de adopción, le lleno de amor el corazón y seco todas las lágrimas que derramo aun si fueron de felicidad.
Lalisa ilumino su vida rota y se volvió esa resplandeciente vela en un mar oscuro al que había estado siendo arrastrado.
Llevaban cinco años juntos cuando SeHun llego.
La primera impresión es muy importante y YiXing siempre creyó en eso, por eso mismo que SeHun lo llamara mantenido y lo mirara como había pensado que no volverían a mirarlo, lo lleno de la más mala impresión. Lisa le había estado contando de un atractivo chico con el que empezó a salir después del trabajo y con quien se vislumbraba el resto de su vida.
YiXing no creía en el amor romántico pero lisa era como su hermana mayor y cuidaría de ella hasta que se le acabara la vida y por eso, puso todo de su parte para llevarse bien con SeHun. El alto hombre de gesto serio tenía un puesto poderoso en el ámbito de los negocios y porte de haber venido de cuna de oro; era arrogante, dominante y grosero, únicamente con YiXing y los socios que no toleraba.
El joven rubio seguía preguntándose como lisa pudo haber caído por el tipo, el físico lo explicaba pero no su terrible temperamento.
Tras tres años de "tregua" por la única mujer de su vida, ambos anunciaron que iban a casarse.
YiXing se alegró por su chica y aunque no quiso, fue arrastrado al festejo que se les organizo en el trabajo de ambos, lugar al que SeHun siempre había demostrado desprecio por no estar a su altura, otra razón más para que YiXing no se explicara cómo había conquistado a su amiga.
La boda fue grande y ostentosa, demasiado para Lay.
Creyendo que la tensión entre él y SeHun se iría con el evento, le pidió amablemente que cuidara de Lalisa y la hiciera feliz.
—No me digas que hacer, ahora ya no tienes nada que ver.
El rubio termino con el labio sangrante después de morderse para evitar contestarle con todas las groserías que se sabía. El bastardo siempre le había mostrado su disgusto de que viviera con su novia.
Pero, en algún sentido tenía razón: no era correcto que viviera con una prometida y mucho menos una recién casada. Hermanísimo o no, ya no era correcto.
Lisa se negó a dejarlo marchar para cuando volvieron de París, alegando que una vez se mudara con SeHun, el pequeño departamento donde habían vivido hasta entonces, seria enteramente suyo.
Aquella fue la primera pelea de SeHun y Lisa, porque el tipo se mostró reacio a que el espacio que su esposa había conseguido con tanto trabajo, se le quedara a un don nadie. La rubia se enojó tanto que se negó a volver con su esposo esa misma noche y la semana entera.
SeHun no tardo en buscarlo en el día libre de Lalisa para amenazarlo con hacer que su esposa volviera porque no quería ser humillado.
El tipo no se merecía a su amiga, más sin embargo, ella había estado llorando por él y eso rompía el corazón de YiXing. Termino llevando a su amiga con SeHun y para su sorpresa, ambos se alejaron de él gradualmente y no los culpo, merecían su vida de casados.
Meses después, con la pareja fuera en un viaje por su primer aniversario, YiXing fue atacado por un tipo que había estado detrás de SeHun con la intención de hacerle pagar por causar la bancarrota de su empresa. El imbécil admitió que su objetivo principal fue Lalisa pero que al no hallarla, recurrió a la otra única persona con la que SeHun pasaba el rato.
La pareja volvió dos semanas después, con la horrible sorpresa, que se guardó muy bien, de un YiXing internado por severas lesiones físicas y un desgarre, con un atacante encarcelado y la posibilidad de un embarazo porque si, Lay era de esos pocos hombres que podían embarazarse.
Lalisa no tuvo cara para ver a Lay por dos días, llorando y culpándose por haber dejado tan solo a su mejor amigo.
SeHun, quien por primera vez le mostro culpabilidad y vergüenza en la mirada, uso todo su poder para que el atacante muriera en la cárcel y no por los años de condena.
Lay, que se quedó como zombi tras el ataque, desapareció de sus vidas tan pronto se descuidaron.
¿Cómo iba a verlos cuando se sentía tan humillado y desolado? No los culpaba pero si se preguntó ¿Por qué a mí?
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SeHun fue quien encontró a YiXing después de tres meses, trabajando en una librería humilde.
Para el empresario fue difícil ver al único chico que no besaba el suelo por donde iba con un pequeño vientre oculto tras el delantal y con los ojos más tristes de todos.
Lay intento evitarlo pero al final, volvió a sus vidas y nada fue igual.
Lisa lo visitaba en el pequeño departamento que Lay se negó a dejar y SeHun se ofreció a pagarle todos los gastos relacionados al bebé que YiXing se negó a abortar. Su amiga era estéril y aun cuando había momentos donde la encontraba mirándolo con envidia y amargura, jamás hizo algo que lo lastimara.
El niño, al que quería ponerle LeiMing, no tenía la culpa de la manera en que fue procreado.
Así, tuvieron un mes antes de que la tragedia los golpeara de nuevo y Lalisa muriera en un choque donde SeHun perdió parte de la movilidad de su brazo diestro.
Ambos cayeron en depresión pero Lay, con una pequeña vida que dependía de él, se negó a dejarse caer cuando su velita de fue, aun con un SeHun alcohólico y destruido.
Durante semanas se encargó de ponerle orden a sus vidas, siendo ayudado por JongIn, el vice presidente de la empresa de SeHun mientras intentaba sacar a SeHun de su cueva.
Y ahora, SeHun volvía a perjudicarlo y esta vez, lo había hecho con toda la intención.
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— ¿Cómo están? —pregunto SeHun despegándose de la pared una vez vio salir a TaeHyung, el medico que había estado llevando el control de YiXing desde el ataque y el descubrimiento de su embarazo.
El alto castaño se veía abatido y cansado. —Tuvo una severa hemorragia interna y con su hemofilia eso fue más que peligroso. Logramos estabilizarlo pero deberá quedarse hasta dar a luz, ya que esta en las últimas.
— ¿El niño corre peligro? ¿YiXing va a soportar el parto? —SeHun apenas y podía lograr que se le entendiera, temblaba demasiado.
El doctor asintió, llenándolo de incertidumbre. —El niño está bien pero Lay esta delicado, por eso debe quedarse y en caso de ser muy necesario, adelantaremos la cesárea.
SeHun asintió, mordiéndose los labios. —Fue mi culpa, hyung...— sollozo, encogiéndose. —Discutimos y yo lo empuje. Va a odiarme ahora...
TaeHyung lo miro duramente un instante antes de apretarle el hombro en apoyo. —Sabemos que ha sido difícil para ti en estos tres meses pero, SeHun, no eres el único que sufrió con la perdida pero si el que se está dejando consumir por ella.
El pálido se quedó sentado en las frías sillas durante una hora más antes de que lo dejaran ver a YiXing. Para ese momento, estaba avergonzado a un nivel colosal y TaeHyung tuvo que empujarlo para que entrara, puesto que era el único contacto que le quedaba a Lay y el que respondía por su historia médica.
YiXing dormía con un gesto adolorido y la mano libre en su abultado vientre. El empresario, con la mano temblorosa, acaricio con sumo cuidado arriba del ombligo de su "amigo".
—Hey, Xiao Lei, gracias por seguir aquí...—susurro, sintiendo la patadita del niño que hizo quejarse a Lay entre sueños. —Lo siento muchísimo, LeiMing. No fue mi intención lastimarte a ti o a tu padre. Son lo único que me queda y tuve... que provocar esto para dejar de ser tan patético.
Una nueva patadita lo hizo sonreír, LeiMing siempre había demostrado que sería un niño muy activo y YiXing sonreía entre quejidos por la energía de su niño y eso había hecho sonreír a SeHun, sin que el menor lo supiera.
—Cuando nazcas, prometo que te comprare el mejor set de juegos para que golpees y destruyas lo que quieras...
—No es muy recomendable que lo incites a la violencia, Hun...— el susurro seco de YiXing lo hizo saltar, el joven padre lo miraba con una media sonrisa en su pálido rostro.
—YiXing...—SeHun jamás le había mostrado debilidad al rubio y todo eso se derrumbó cuando lisa murió pero, la que le mostraba en ese momento era muy diferente. —, lo siento mucho, lo siento, lo siento...
YiXing estiro su mano, acariciando la mejilla de un lloroso SeHun. —No creo que hubiera podido perdonarte si perdía a Xiao Lei...
El mayor asintió, conforme con la idea. —No te hubiera culpado...
—Pero aún está aquí y espero con todo mí ser que no nos abandones de nuevo. —el chico lo miro con suplica. —Vamos a superar esto juntos, no puedes volver a irte.
—No voy a hacerlo de nuevo, te lo prometo.
YiXing, efectivamente, tuvo que quedarse un mes y medio en el hospital hasta que LeiMing decidió nacer.
SeHun volvió a asearse, a trabajar y a encargarse de dar todas las cosas de Lalisa, así como ella había pedido en caso de que llegara a faltar. El empresario hizo un cambio muy radical en toda la casa y se negó a que Lay siguiera viviendo en el pequeño departamento donde se había mudado después de que lo encontraran.
Fue gracioso que Lay pudiera tener tanto peso en las decisiones de SeHun a ojos de los demás; si Lay creía que SeHun estaba comiendo demasiada chatarra, el alto castaño botaba toda la botana que compraba, lo mismo con el refresco y la gente. Si un socio, una compañera o un empleado hablaban mal de YiXing o menospreciaba su trabajo, porque SeHun lo había contratado como asistente, el castaño se volvía un bastardo y la persona que había cometido la falta, era despedida.
A SeHun jamás le había gustado que sus empleados o la gente con la que hacia negocios fuera de mente cerrada o prefiriera hablar de que o no podían hacer los demás en vez de autoevaluarse y mejorar, y se avergonzaba de haber estado en la misma posición contra YiXing durante años. Gracias a eso, SeHun mejoro su relación con toda su empresa y con el resto de la gente, dando oportunidades para mostrar su valía a los de abajo y deshacerse de los perjudiciales.
LeiMing nació una tarde cálida donde SeHun y YiXing estaban jugando Uno, anunciándose con un potente grito en su primera inhalación de aire.
Mientras Lay dormía después del trabajo de parto y el breve momento de convivencia con su bebé, SeHun se mantuvo con el despierto niño en brazos.
Al castaño le gustaban los niños pero realmente no se había imaginado como padre, ni con Lalisa.
Desde que había conocido a YiXing, creyó que el chico siempre tendría más peso en Lisa que él aun cuando fueran esposos y en parte no se equivocó. Lisa adoraba a YiXing y siempre tenía algo de él para hablar, aún más de lo que hablaba de SeHun. Al inicio lo rechazaba por estar celoso y se mantuvo en la postura de menospreciarlo aun cuando le demostró que era todo menos inútil.
No se lo dijo pero con el paso del tiempo, empezó a apreciar al chico y dado su mal manejo de las relaciones en general, siguió haciéndole creer que no lo soportaba.
Enterarse de que el chico al que consideraba un hombre trabajador y digno de respeto, había sido atacado por un vengativo micro empresario al que se negó a respaldar, lo hundió. YiXing sufrió por algo ajeno a él que destruyo su vida y que, además lo obligo a llevar una nueva.
Tuvo que portarse tan fuerte como el acero para encargarse de los asuntos legales y usar todo en él para que el maldito sufriera y muriera en la cárcel.
Le rompió el corazón que el daño empujara a YiXing a desaparecer de sus vidas por meses. Lisa lo busco pero se rindió cuando no lo encontró en los sitios que ella sabía que le gustaba visitar. SeHun no se rindió y tan pronto lo encontró, prometió cuidarlos.
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LeiMing chillo de emoción cuando escucho la puerta abriéndose, levantándose de la colchoneta donde jugaba para andar hacia la puerta a pasitos cortos mientras balbuceaba emocionado.
SeHun dejo las cosas en el suelo para recibir al adorable bebé vestido de conejo. YiXing se asomó desde la sala, con un folder en la mano. El mayor lo miro desaprobatoriamente.
—Te dije que en tu día libre no debes acercarte al trabajo.
El rubio sonrió con pena, encogiéndose de hombros. —Ya acabe de todos modos.
—Papi es malo, dile que no sea desobediente. —SeHun acerco a LeiMing a YiXing, después de darle una galleta.
—No malcríes a mi niño. —rio el rubio, acercándose a darle un beso a su glotón hijo.
—Papá, papá. —LeiMing termino su galleta y se le abrazo al cuello a SeHun, acomodándose para dormir.
Los dos hombres se miraron con las mejillas rojas. Desde que el pequeño aprendió a hablar, había llamado papá a SeHun y papi a YiXing aun cuando el rubio intento que le dijera tío SeHun.
Ahora con dos años, LeiMing veía a SeHun como su otra figura paterna y ninguna otra persona podía cambiar eso.
Incluso, cuando Lay intento salir con un atractivo y alto chino de nombre Wu YiFan, LeiMing pego el grito en el cielo y se mantuvo haciendo berrinches hasta que SeHun tuvo que interferir y calmar al niño. El pequeño bebé, que había heredado todo de YiXing, era celoso con su padre y solo dejaba que SeHun y TaeHyung junto a su novio JungKook, se acercaran a él.
—YiXing. —llamo SeHun después de haber acomodado al bebé en la cuna.
El rubio giro, terminando de acomodar el portafolio de SeHun y su gabardina. Desde hace un tiempo, SeHun había notado que Lay se movía a su alrededor como si fuera su esposo, cocinándole, acomodando su ropa e incluso masajeando sus hombros cuando estaba adolorido.
Comparándolo con su corta vida de casado con Lisa, YiXing resulto ser más atento y eficiente que la chica, también fue más exitoso en hacerlo sentir hogareño y causarle esa felicidad y ansiedad por volver a casa, a su hogar.
Sinceramente, no supo querer a Lalisa y en todo el tiempo que estuvo con ella, no pensó en ella como se debería pensar en una esposa. Tan pronto comprendió la verdad de sus sentimientos, visito a Lisa y se disculpó sinceramente.
Y el chico que lo esperaba en casa, fue sorprendido con una melodía acústica en medio de la noche.
YiXing lo miro extrañaba pues jamás lo había visto tocar algún instrumento. — ¿Hun? ¿Qué haces? —otra cosa era que YiXing lo había apodado Hun desde que empezaron a tratarse como amigos y SeHun solo permitía al rubio llamarlo así.
El castaño tomo aire y le indico con un leve movimiento de cabeza que se sentara. Después, empezó a acariciar las cuerdas de la guitarra que compro con un único propósito: tocar para el hombre de su corazón.
Lay enmudeció cuando SeHun canto y toco para él aquella canción que últimamente tarareaba y reproducía en su celular cuando limpiaba o trabajaba. ¿En qué momento había aprendido a tocar así? ¿Desde cuando cantaba? ¿Por qué lo mantuvo oculto? Demasiadas preguntas y él estaba demasiado ocupado perdiéndose en la música.
Cuando termino, SeHun se inclinó por su costado por una pequeña maceta con dos lirios pequeños. El castaño había declarado, después de que Lalisa le insistiera en comprarle un ramo gigante de rosas, que él no compraría flores cortadas. A Lay siempre le dio curiosidad que SeHun le regalara cosas pero jamás una flor.
—Mis sentimientos son de verdad, YiXing. No pretendo engañarte o hacer pasar que lo que sentí por Lalisa fue superficial, la quise pero no como quiero hacerlo contigo.
El rubio sostuvo las flores entre un mar de emociones. SeHun se veía tan guapo aun estando en pijama y con el pelo rozándole los ojos al no llevarlo con gel y sonriéndole como los idols sonreían.
— ¿Me quieres?
El castaño asintió, dejando la guitarra para arrodillarse frente a YiXing, tomando sus manos. —Lo hago y estoy comprometido en hacerte sentir lo mismo por mí.
— ¿LeiMing?...
—Amo a LeiMing como si fuera mi propio niño y eso no va a cambiar jamás. Además, ya tengo de mi parte a Xiao Lei y me dice papá ¿no?
La risa de Lay enterneció el corazón de SeHun. —Idiota, has malcriado a mi hijo con dulces y globos.
—No es mi culpa que sea tan adorable.
—Eso es obvio, es mi hijo.
—Es mío también, yo juego con él a los dinosaurios. —rodeo la cadera del rubio, fascinado con el brillo que podía ver en ellos.
—Eres un atrevido. —estaba por dejar que SeHun lo besara cuando escucharon un conocido llanto.
— ¡Papiiiii!
Ambos suspiraron antes de levantarse, fue Lay quien suspiro y camino hacia la habitación del bebé. —Xiao Lei me necesita.
Antes de dejarlo marchar, SeHun lo hizo girar con un suave movimiento para robarle un apasionado beso que lo dejo mareado. —Corre, ve a ver que quiere nuestro niño y luego vuelve a mí, aún tengo un par de canciones para ti.
Con las mejillas rojas, YiXing corrió hacia el cuarto de LeiMing, quien estaba sentadito abrazando el peluche de lobo que SeHun le había dado. Apapachando a su niño, Lay tarareo la canción que el castaño le había cantado.
Bueno, no podía mentir pero de verdad le emocionaba volver y escuchar a SeHun.
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FIN
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Im back <3
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