Min Yoongi, el hermano mayor de Eva, coloca la bebida humeante en la mesa frente a mí. Formo un puchero al ver el contenido de la tasa, el chico niega sonriendo dulcemente y se marcha luego de acariciarme la cabeza.
Eva forma una sonrisa burlona y mueve los labios silenciosamente mientras envía el mensaje. Su hermano estaba enamorado de mí. No era la primera vez que decía esa tontería, probablemente tampoco la última.

– Ya te veo de cuñada.

– Deja eso, sabes que solamente es agradable conmigo – Bufo mientras pongo los ojos en blanco.

– Exactamente, el insoportable, tedioso, asocial y gruñón de Yoongi siendo un caramelo contigo. Obviamente le gustas.

– Que no.

– Que sí.

– Que no.

Comenzamos la guerra de sí y no mientras el mismísimo muchacho nos pasa por el lado sonriendo divertido. Definitivamente Yoongi no estaba enamorado de mí, la desquiciada de su hermana es quién las inventa en el aire. Muy en el fondo eso quiere ella. La relación con su padre es mala y siendo claros, Yoongi tampoco es muy cariñoso. Eva necesita a alguien que le de amor a manos abiertas, probablemente es la razón de que se hizo mi amiga. Tal vez me necesita para llenar ese vacío de su corazón.

– Bueno, bueno, fin del tema. Ya estoy aquí lista para el chisme. Suelta toooda la sopa.

Suelto una risilla nasal viéndola con esa emoción de cotilla tan natural en ella. Luego verificó que su hermano no se encuentre cerca. Y por último sostengo la tasa de café caliente en mis manos. Me siento nerviosa, esta es sin dudas una experiencia personal a la que no estoy acostumbrada. Sin dudas, a Eva se le da mucho mejor contar estas cosas.

– Valla, valla. Ese silencio me otorga la razón. Al parecer seguiste mis concejos.

– Sí y definitivamente eres una mala influencia.

– ¿Entonces lo hiciste, te tiraste a tu psiquiatra?

– Sí – ¿Para qué mentir? Tampoco es que le fuese a contar que fue oral y que quien se tiró al otro realmente no fui yo.

– Ja. Viste, ¿no? – Chilló emocionada.

– ¿Qué cosa he de ver? – Inquirí confusa e avergonzada. Solo espero que no me pida más detalles.

– Que si viste como no soy una inútil total, al menos sirvo de mal ejemplo.

– Tienes que tener problema – Ironizo.

– ¿Hablas del mental? Porque ya lo sabía.

Ella y sus tonterías. Fue inevitable que me arrancara unas risas.
El hecho de que las medusas hayan existido seiscientos cincuenta millones de años a pesar de no tener cerebro, le da esperanza a muchas personas.

ೃ⁀➷♥ೄྀ࿐

Al cabo de una hora terminé preparándome en su casa para ir a la preparatoria. También me compré otro café porque desgraciadamente el que Yoongi me hizo se enfrió. Mi permanecía en el instituto fue como siempre. Eva siendo coqueteada por todo el personal masculino, las mismas fastidiosas clases y el dichoso turno de matemáticas que te dan deseos de suicidarte.

Por otro lado el astro mayor se ubicada en el medio del cielo cuando mi hermano Taehyung fue a recogerme. Hablamos un poco del día de ayer. Claramente no le mencioné nada cierto de lo que había pasado. Mentir no es lo mío, odio las mentiras y no las uso a no ser para mi supervivencia. Esto era demasiado grande. Yeonjun se había convertido en un tema que dependiendo de mi edad se trataba de vida o muerte.

Les explico eso último. La edad de dieciocho años es muy especial para los Agrestes. Esa edad es considerada la edad de prueba. A partir de que cumplir los dieciocho hasta la llegada de los diecinueve me encuentro siendo calificada. Me están calificando para demostrar si tengo derecho a mi apellido. Si puedo formar realmente parte de familia de Élite.

– Soy un unicornio – Escuchamos mencionar a Jin nomás entrar en nuestra casa.

– ¿Qué? – Inquirimos Taehyung y yo risueños.

– Mi hermanito Jin se puso a ver muñes conmigo... – Explicó Sunoo mientras alzaba las manitas para que Tae lo cargara – Ahora se creé unicornio.

Tae y yo explotamos en carcajadas, Sunoo consiguió ser llevado en brazos por el mayor, y Jin ni caso. Volvió a repetir la misma frase antes de subir las escaleras a su habitación.

Las madres hicieron acto de presencia en la sala sonriendo dulcemente al verme. Ambas me abrazaron e a la par que una me hacía las mismas preguntas que Tae, la otra iba a la cocina por galletas.

– ¿Entonces cómo fue todo, cariño? – Inquirió Cora al volver con el plato que nos extendió al resto para servirnos.

– Todo bien – Contesto devolviéndole las sonrisas afectuosas. Mentir se me daba de maravilla. Quizás si mintiera a seguido me convertiría en una perfecta mentirosa.

– ¿Noona, cómo era ese laboratorio? ¿Qué había? ¿Qué te hicieron? ¿Te dio miedo?

Extiendo los brazos hacia él más adorable del grupo. Sunoo gustosamente se deja cargar por mí, rodea sus manitas por mi cuello para abrazarme e termina mirándome inquisitivamente.

– Realmente el laboratorio era como una habitación normal, solo con todos los aparatos – Comienzo a exponer con los argumentos reales de la historia – Había muchas cosas cual nombre desconozco y no, no tuve miedo Sunoo. No me hicieron daño. Me hicieron el estudio del sueño colocando sensores en el cuerpo que registraban y controlaban las ondas cerebrales, el nivel de oxígeno en la sangre, la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, así como los movimientos de los ojos y las piernas mientras duermo. También me grabaron para documentar el ciclo de noche.

– Wou, ¿todo eso?

Una risilla escurre mis labios. Esa misma pregunta la hice asombrada cuando en la madrugada el chico me había despertado para desconectarme a los aparatos. Después de la noche que tuvimos y yo me dormí, me conecto sin despertarme, pero en la madrugada después de acabar mi horario para los episodios, sí lo hizo para desconectarme. Yo ni me había enterado. Había pasado la mejor noche que había tenido en meses. La capacidad de dormir como una roca había vuelto a mí. Tal parece que su teoría sobre el sexo funciona.

– Sí. Realmente no fue para tanto – Mi noche sí había sido para tanto, es más, para "demasiado" quedaría mejor.

– ¿Y qué tal tu psiquiatra?

– ¿Qué tal de qué? – Me pongo algo nerviosa con la pregunta de Sarah, sin embargo, trato de disimularlo lo mejor posible.

– Me preguntaba si te trataba bien, sí te parecía bien ese joven o prefieres atenderte con alguien más.

– No necesito buscar a nadie más. Con él estoy bien. Quiero seguir yendo a sus consultas.

Totalmente sí a ese chico. Lo más que deseo en estos momentos es subir a mi habitación y revisar mi celular, había escuchado una notificación y lo más probable es que venga de Yeonjun.

– Claro cariño, lo que tú digas.

Tras otro escaso cuestionario, logré subir a mi habitación y revisar mi celular. Mis comisuras se alzaron al ver que venía de quien pensaba. Aunque mi felicidad duró poco cuando mi cerebro comenzó a jugar su papel. Ni escribir en mi diario ayudaba a saciar mis inquietudes.

Probablemente ese chico esté enfadado conmigo por irme sin avisar. Quizás hasta resentido. No obstante, mi mente había ideado todo un conjunto de situaciones difíciles a lo que podría resultar.

La pantalla del celular se encendió. El contacto de mi psiquiatra comenzó a aparecer frente a mí y no tuve más opción que responder. Probablemente ni lo pensé, si no estoy segura que no lo hubiera contestado.

– ¿Yeonjun?

– Hola, pequeña – Su tono de voz burlón me hace sentir mejor – ¿Sabes? Nunca antes nadie me había dejado olvidado después de tener sexo. Mayormente ese es mi papel.

– Lo siento – Me disculpo en tono bajo.

– Tranquila pequeña. Te llame para decir que te extraño y deseo que llegue nuestro próximo turno.

Yo también.

– Amh... sí – Me pego un golletazo mental porque hasta mi mente tuvo una mejor idea que yo – ¿Qué haces ahora?

– Respirar, ¿y tú? – Ironiza seguramente percatándose del cambio de tema.

– Mover mis labios – Utilizo el mismo tono sarcástico suyo.

– Yo también puedo mover los míos. Quizás en ese mismo lugar de anoche que tanto te gustó. O me dirás que no te lo disfrutaste, pequeña mentirosa.

Un escalofrío recorre mi columna vertebral, los vellos de mi cuerpo se erizan, recuerdo todo. Toda la escena como si de ver una película se tratase.

Perdón por no actualizar antes. Literalmente el cap anterior me dejó la cabeza echando humo😅