Cuando el sol ilumino a la luna.
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Siempre me he considerado fuera de este mundo. No porque sea muy guapo o muy talentoso, sino porque soy tan extraño para los demás, que me tratan como si no perteneciera a su propio mundo.
En las primeras etapas de mi vida, donde necesitaba aprender a convivir y jugar con los demás niños, descubrí que tan diferente era de los demás y que tan querido había nacido.
Mientras otros niños eran recogidos por las caras sonrientes de sus padres y madres, mientras eran levantados en sus brazos entre risas y mimos, yo me quedaba mirándolos sin entender porque mis padres no hacían eso. Incluso recuerdo cuando le pregunte al niño con el que compartía mesa ¿Qué era eso que hacia el papi de ChanYeol cuando le daba vueltas? El niño, que además era mi vecino, se hecho a reír y me dijo que era un avioncito.
Los niños son curiosos por naturaleza y no dude en preguntarle a Jae, el amable muchacho que me cuidaba, que si podía jugar conmigo así como mis compañeros jugaban con sus padres.
¿Porque mi papi no me hace avioncito como a mis compañeros? Le había preguntado mientras caminábamos de regreso a casa.
Lo recuerdo apretar mi mano un poco más fuerte y decir que era porque mis padres trabajaban mucho. Me hace reír cuando entiendo que en ese entonces era demasiado pequeño y joven para creerme esa excusa y que la realidad me golpearía un par de meses después.
Tenía solo 5 años cuando escuche a mi padre decir que prefería el trabajo a estar en casa. No lo comprendí tampoco en ese entonces, creía que estaba jugando. Es increíble que lo recuerde aun ahora, pero muchos dicen que los malos recuerdos nunca se van y que solo aprendes a vivir con ellos.
Me gusta mi nombre, es bonito y único. No conozco a nadie que se llame igual y eso siempre me hizo sentir especial. Hasta que con el paso de los años, fue otra diferencia que me alejaba de los demás. Me sigue gustando mi nombre a pesar de eso.
Hay otro nombre que me gusta mucho: Oh SeHun. Es un nombre único y muy especial, no solo porque lo lleve otra persona muy especial.
SeHun brilla muchísimo a donde quiera que vaya. Me sigue emocionando recordar cuando se presentó ante la clase de primer año en la secundaria y como pareció que el mundo se pintó de muchos colores que creí olvidados. Tan brillante y a la vez, tan inalcanzable.
Él era tan brillante como el sol y yo tan oscuro como la luna. Mirándolo desde lejos desde ese mismo instante.
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