16 años.

Mi madre quiere que pase un mes con ella en Seúl, no me agrada la idea pero así lo decreto el juez. Así que me subí a su auto y fingí dormir para no tener que hablarle.

Hasta ahora no había tenido sentimientos o pensamientos negativos hacia mis padres pero en el transcurso del divorcio empecé a agarrarles resentimiento y ahora cada que los escuchaba o los miraba, tenía el ceño fruncido o un gesto indiferente. Yo igual podía demostrarles que no me gustaba estar con ellos.

He seguido con el baile pero me dijeron que mi estilo es más duro a comparación del anterior, que parezco otra persona completamente diferente. ¿Será cierto?

Traje a FanFan conmigo, así le puse a mi gatito. Mi madre no objeto nada, sé que le gustan aunque no me dejara tener mascotas cuando vivíamos todos juntos. Me da igual, la verdad no iba a pedirle permiso. ¿Me estaré portando mal?

Pensar en que puedo volver a verte me hace sentir mariposas en mi estómago. Espero poder volver a verte sonreír, tu sonrisa es la más hermosa del mundo y de verdad creo que deberías sonreír siempre.

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Entrar en mi antigua habitación se sintió tan extraño, realmente extraño y no me gusto. No es como si hubiera pasado muuucho desde que me fui pero lo siento como si así fuera. Desempaque sin ninguna expresión y me tire en la cama junto a FanFan, él está muy tranquilo.

Si voy a la academia de baile ¿seré capaz de verte? Me levante con una sonrisa, ilusionado con la idea.

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No, no me mires. Date la vuelta y no me mires. ¿Por qué me miras? No me sonrías tampoco, amo tu sonrisa. No me hagas volver a quererte. A la vez quiero que me quieras un poquito del mismo modo en el que yo pero a la vez siento que no es correcto.

¿Por qué tuve que venir a la academia? Ah, sí. Para verte. ¿Por qué tuve que ponerme a bailar en la habitación donde solía practicar solo? Justo ahora me arrepiento de haber venido.

No tengo el valor para mirarte. Por eso salí corriendo, lo siento.

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