Necesito tu ayuda



Joy y Freddy se encontraban en la puerta del departamento de Bon. Estaban yéndose.

-La fiesta estuvo genial Bon. Deberíamos repetirla algún otro día- comento Joy mientras lo abrazaba en forma de despedida y a los pocos segundos se separo.

-No podría estar mas de acuerdo- respondió el de ojos verdes y después se dirigió a Freddy -¿Necesitábamos esto no? Últimamente hemos trabajado de más-.

-Ni que lo digas, esta vez te doy la razón. Por cierto, que raro que no recibieran llamadas de clientes ayer-.

-Ah, es porque apague mi celular de trabajo... ahora cuando lo prenda va estar repleto y me regañaran un montón- explico con una gotita de sudor –Tendré que rechazar algunos pedidos ¿Qué monstruos no tienes ganas de cazar? Asi si me piden esos rechazarlo-.

-Pues... monstruos marinos. No es mi fuerte cazarlos -.

-Esta bien, así disminuye el trabajo-.

-Bueno... ya nos vamos – Freddy dijo. Bon se veía con la clara intensión de darle un abrazo pero el de ojos bicolor puso su mano entremedio, el moreno solo sonrió algo nervioso y le dio el apretón de manos. En un ambiente incomodo.

- Adiós- se despidió la rubia rompiendo la tensión y se alejaron directo al ascensor. Bon entro de nuevo a su departamento, Meg y Springtrap se quedarían un rato más. Los chicos entraron al ascensor tranquilamente y apretaron el botón hacia el primer piso. Duraba como un minuto mas o menos. Cosa que la chica aprovecho.

- Freddy ¿Por qué no aceptas los abrazos de Bon? – inicio una conversación, el cazador dio un pequeño saltito ante esa pregunta.

- ¿Por qué debería de hacerlo? Sabes que no me gustan muchos los abrazos-.

-Pero aceptas los míos. Y Bon es nuestro amigo, no le encuentro mucho sentido-.

-Mira, acepto los tuyos porque para mi eres como una hermanita pequeña. Bon es solo... un amigo ¿entiendes? -.

- Aja... - contesto para nada satisfecha de su respuesta.

Terminaron la conversación y llegaron al primer piso, donde bajaron y a pasos relajados llegaron al auto. Paso la media hora y ya estaban de vuelta en su casa, Joy paso directo a su cuarto ya que dejo grabando unos capítulos de sus telenovelas favoritas para no perderse ningún capitulo, mientras que Freddy fue a ponerse su ropa de cazador nuevamente. A pesar de que era mucha se sentía cómodo en ella.

-Creo que no es muy saludable a penas llegar a casa y ya salir a cazar ¿no? –dijo Fred al ver que el castaño estaba preparando sus armas.

-Solo quiero ver rápido si encuentro algo en esa madriguera. Y esta algo lejos, si salgo mas tarde, volvería cuando ya este todo oscuro y me podría perder-.

-Lo se lo se pero relaja un poco, prométeme esto. Si sales a cazar ahora, cuando volvamos, lo que reste del día no harás experimentos. Los monstruos del sótano, aun están todos en coma –informo algo enojado, el de ojos bicolor era muy bruto con ellos.

-Aghh... okey ¿Y que se supone que debería hacer? ¿Ver telenovelas con Joy?-dijo con ironía.

- Puede ser, o podríamos salir a buscar alguna chicas~ -.

-Si claro, creo que iré con Eak, a ver como anda mi monstruo-.

-¡Eso es! ¡Quizás por fin nos de información de utilidad!- el humano solo rio, hace tiempo había llevado un monstruo a Eak porque no lo soportaba. Era muy alegre y cantaba mucho, y Joy se había encariñado demasiado con el, al final decidió llevarlo donde el dios maya como "espía" por si alguna vez escuchaba algo interesante pues que se lo dijera cuando iba a visitarlo.

Termino de arreglar todo su armamento y se quedo pensando unos minutos en lo que la chica le había dicho ayer...

-¡Joy, voy a ir a la madriguera que encontré ayer! ¿Me acompañaras o no? -.

Se escucho un ruido en el piso de arriba y de ahí otro estruendoso ruido. Al parecer estaba acostada lista para ver su teleserie, se le había olvidado que le había pedido a Freddy que lo pudiera acompañar a la próxima caza, se había levantado bruscamente pero se enredo con unas sabanas y se había caído de nuevo de la cama. Bajo con otro raspón, esta vez en el codo izquierdo.

-¿No vas a ponerte tu ropa de caza?-

- ¡AAHHH!- grito ella al notarse que aun estaba con el vestido. Subió rápidamente y bajo ya vestida con su ropa de caza. Milagro que no se haya caído de nuevo -¡Estoy lista!-.

Freddy no comento nada al respecto y salieron directo al bosque. No se fijaron mucho en los alrededores ya que solo iban a ir a esa madriguera, a penas llegaron notaron que no estaba vacía como la otra vez así que se ocultaron rápidamente.

-Así que no estaba abandonada... solo fueron a por comida- susurro sacando sus binoculares para ver mejor dentro del lugar.

-¿Qué son Freddy? ¿Cuántos hay?- pregunto Joy.

-Son licántropos y son... diez. No es una manada muy grande pero hay que tener cuidado. Espera, revisare los mensajes de Bon – al decir esto saco su celular y reviso los mensajes del mencionado. Le había enviado todos los pedidos de los clientes. Reviso por un par de minutos y bloqueo su celular de nuevo guardándolo –Nadie pidió un licántropo, tendremos que solo limpiar-.

-Espera ¿No los vas a interrogar? – dijo la de ojos celestes confundida.

-No, los licántropos no tiene la información que busco. Ahora prepárate- se levanto sacando dos espadas, como la chica solo necesitaba los puños se puso unos guantes resistentes y lo siguió. Entraron bruscamente a la madriguera y todos los licántropos al ver al cazador se pusieron a la defensiva...

Pasaron dos minutos y ya solo estaban de pie los humanos.

Joy solo tenia un poco de sangre en sus ropas. Pues normalmente ella mata rápido para que los monstruos no sufran, como rompiendo el cuello. Al contrario de Freddy que estaba lleno de sangre, matar con espadas no es muy recomendable si no quieres ensuciarte con sangre.

-Eso fue fácil- comento el cazador, sacando un pañuelo para al menos limpiar la sangre de su cara.

-Emmm Freddy ¿Qué es eso?- la rubia apunto a un saco que parecía haber algo adentro. El chico miro curioso.

-Veamos – camino hacia el saco preparando su espada, en eso abre rápidamente y se encuentra...

Unas alas de plumas blancas, era un Pegaso (humanizado que aquí todo es humanizado ñeh) que al parecer estaba inconsciente.

-¡Pobrecito! ¿Por qué los licántropos lo tendrían aquí?- pregunto Joy con pena.

-¿Dices eso cuando acabas de asesinar otros monstruos como si nada?-.

-Sigue con lo tuyo- bufo ella ignorándolo-

-No lo sé, quizás no encontraron humanos para comer y no les quedo de otra que alimentarse con el primer monstruo que veían- concluyo Freddy no muy convencido, eso era raro. Quizás era importante... -Lo llevaremos al sótano-.

- Uh... okey. Yo lo cargare- la chica se acerco al pegaso con cuidado y lo agarro como un costal de papas.

-Volvamos-.

A la hora llegaron a la casa y el ser mitológico aun seguía inconsciente. Quizás le inyectaron algún somnífero o algo así, lo llevaron al sótano donde lo amarraron a una silla, y como no iba a despertar pronto decidieron almorzar a pesar de ser como las cinco de la tarde, donde Joy cocino Pizza. La comida favorita de Freddy, al terminar ambos se sentaron en el comedor.

-Este día fue agotador...- inicio la conversación la de ojos celestes.

-No te obligo a que me acompañes, te he dicho muchas veces que puedes quedarte aquí, salir a comprar, visitar a tus amigos. Pero no lo haces...-.

-Y sabes por qué no. Estoy en deuda contigo Freddy-.

-Y yo digo que no tiene por que estarlo. Pague por tu libertad, no te compre-.

-Pero si contigo me siento más libre que nunca-.

El cazador se quedo callado con un pequeño sonrojo. Recordando como la conoció.

//FlashBack//

Freddy estaba caminando tranquilamente en el mercado clandestino. Traía unos cuantos monstruos para vender en las subastas de monstruos. En los encargos especiales se ganaba mucho mas pero no se ha ganado la suficiente fama para llegar a oídos de los vendedores y no tenia patrocinador. Por lo que se le limitaban muchas cosas.

Los cazadores que deciden cazar y vender a la vez tienen muy poco tiempo. Por eso normalmente todos tienen patrocinadores, la única excepción que conocía era Meg, pues ella cazaba muy poco y casi no vendía, solo lo hacia como una vez cada 5 meses al parecer.

Pero esta vez Freddy no solo venia a vender, esta vez venia con todos sus ahorro en mano.

Empezó la subasta, Freddy fue uno de los primeros en presentar a sus monstruos, solo trajo tres y gano un total de un millón doscientos mil. Se quedo en la subasta hasta casi el final esperando a cierto cazador que muchos cazadores no respetaban... y salió.

Trajo cinco monstruos para vender, y dos humanos, una mujer mayor muy bonita y una niña. El castaño miro un tiempo a la niña, la había visto anteriormente y al pareces era muy obediente y hace bien su trabajo ¿Por qué la quería vender? El cazador empezó a hablar.

-Se que no es aceptada la venta de humanos en nuestra líneas pero les digo que estas chicas son unas verdaderas joyas. Se preguntaran porque las vendo, solo les diré que la bella dama tiene 26 años y lastimosamente se quebró la muñeca izquierda, solo deben pagar su tratamiento en el hospital y la niña pues... saben, tiene 12 años y esta entrando en la pubertad. Una época complicada-.

Los cazadores solo lo miraban con indiferencia o con odio, ese tipo era uno de los pocos cazadores que a parte de vender monstruos vendía humanos. No lo entendían, solo los humanos comunes vendían otros humanos comunes, no los cazadores, era mal visto pero a pesar de que lo negaran, ese hombre ganaba dinero con ello. Pues los cazadores igual compraban los humanos, o para que cuidaran de sus monstruos, acompañarlos en las cazas o compraban su libertad. Como lo haría Freddy en ese momento.

-Entonces ¿Cuánto pagaran por la niña?-.

Freddy levanto la mano. Todos los cazadores lo miraron extrañados, pues era la primera vez que el compraba -¡Pongo dos millones por su libertad!-.

El publico sonrió, les pareció adorable el chico. Pero en un segundo otro levanto la mano.

-¡Pongo tres millones para comprarla!-.

Quedo en silencio, seguro ese otro cazador le daría una buena vida donde la tratarían bien, a parte de que esa niña era esclava de lucha. Era muy fuerte y muchos la querrían como compañera de caza, pero aun asi el chico de la cicatriz pensaba que todos tienen derecho a la libertad.

-¡Pongo cuatro millones por su libertad!- grito aumentando la cifra.

-¡Cinco millones!-.

-Rayos...- Freddy de su mochila saco dinero y lo empezó a contar. Hubieron como diez minutos de silencio donde todos estaban esperando con una gotita de sudor. Mientras que Joy lo miraba con curiosidad ¿Por qué estaba tan decidido a comprar su libertad? –Tengo... ¡Siete millones por su libertad! –grito finalmente.

-¡Siete millones quinientos mil!- sumo el otro cazador ya cansado del joven.

-¡Maldita sea! ¡Esperen!- El ojos bicolor saco una alcancía en forma de patito que tenia y la rompió, empezando a contar... moneda. Los cazadores esperaron esta vez media hora, minutos en que Joy le causaba gracia el chico, pues, en una perdió la cuenta y todos los cazadores le gritaron enojados. Hace demasiado tiempo que ella no reía.

También al parecer no superaba la cifra con las monedas de su alcancía, asi que empezó a sacar dinero de: sus bolsillos, sus zapatos, de su mochila, etc. Y al parecer con el dinero que encontró ahí tampoco llegaba a superar la cifra, asi que empezó a buscar por el suelo. Los cazadores no sabían que decir.

-¡Un momento! ¡Solo necesito cinco centavos!- grito al cazador que estaba vendiendo, los cazadores ya no podían mas.

-Mira chico ¿Solo cinco centavos no?- le pregunto un cazador.

-Pues si – respondió.

- Aquí tienes – le paso cinco centavos, todos los cazadores celebraron internamente.

-¡Muchas gracias señor! ¡Siete millones quinientos mil dos por su libertad!-.

Todos los del público no sabían si morirse de risa o enojarse con el chico. El cazador con el que competía no pudo mas.

-Mira, tu ganas. Compra su libertad- dijo entre risas.

-¡Siiii lo hicee! – grito alegre Freddy, todos los cazadores también se alegraron de que porfin terminara esa tortura.

Paso la hora y Freddy pago la libertad de la niña que aun desconocía, a los pocos minutos se junto con ella, miraba hacia abajo y se veía muy tímida.

-¡Hola pequeña! Mi nombre es Freddy ¿Cuál es el tuyo?- pregunto animado.

- Me llamo... Joy- contesto con dificultad, en si no estaba acostumbrada a hablar.

-Bueno Joy, quizás pague tu libertad pero vivirás conmigo hasta que decidas irte ¿Okey? ¡Ahora eres libre!-.

//Fin del FlashBack//

...

Era un bonito recuerdo para ambos. Pasaron los años y Joy nunca quiso irse, y la verdad esta feliz por ello, le ha tomado más cariño de lo que creía. Ya habían terminado de comer y él había lavado los platos. En eso escucha un sonido en el sótano.

-El Pegaso despertó Freddy- le informo Fred, el cazador bajo las escaleras y vio como el chico con alas tenía una cara de confusión y miedo.

- ¿Q-Que es este lugar? – pregunto asustado.

- Eso no es lo importante. Lo que importa es el saber que sabes- el castaño saco un machete, poniendo a la criatura mas asustada de lo que ya estaba.

- ¡POR FAVOR NO ME LASTIMES! ¡TE DIRE LO QUE SEA!-.

- ¿Lo que sea eh? – sonrió y rápidamente le puso el cuchillo en el cuello mientras con el otro le sostenía la cabeza -¿!QUE SABES SOBRE UN CHICO LLAMADO BONNIE!?-.

-¿¡BONNIE!? ¡NO SE QUIEN ES, TE LO JURO!-.

-¿Estas seguro de eso?- le enterró un poco el cuchillo, lo suficiente para que saliera un poco de sangre. De repente el pegaso parece recordar algo.

-¡ESPERA ESPERA! ¡CREO QUE SE ALGO!- Freddy alejo rápidamente el machete impactado, no sabia si creerle.

-Dime, TODO lo que sepas- lo soltó aleándose un poco para que el chico se calmara un poco. Cosa que funciono.

- No conozco a ese tal Bonnie que hablas pero... creo que una vez escuche a alguien mencionarlo-.

-¿A quien?-.

- Una amazona... una pelirroja y algo pasada de peso pero muy linda. Dijo algo de que ese tal Bonnie era muy bruto con un antropomorfo o algo parecido...- explicaba con algo de dificultad, intentando recordar lo máximo posible –Parecía conocer a ese tal Bonnie-.

Freddy no sabia que decir al principio, por fin obtenía algo después de todos esos años. Y se trajo a ese pegaso de pura casualidad, estaba conteniendo la alegría.

-¿Dónde puedo encontrar a esa amazona?-.

- Cerca de la zona sureste, pero es muy difícil de encontrar. Es como si tuviera un hechizo de protección o algo-.

-¿Sabes alguna forma de atraerla o algo parecido?-.

-Pues...- el chico se sonrojo un poco –Ella se acerca cuando... hay dos hombres a solas-.

-¿Qué significa eso?- pregunto el de la cicatriz algo perplejo ¿Qué clase de amazona era esa?

-A ella le gusta ver a dos hombres en situaciones románticas. Nadie sabe como lo hace pero si dos chicos van a hacer algo ella aparece de la nada, es la mejor forma de atraerla.

-Creo que... entiendo- decía Freddy, era raro pero era su única oportunidad de poder acercarse mas al paradero de Bonnie –Gracias, tu información me fue de gran utilidad-.

-Por favor... déjame ir. Prometo no decirle a nadie sobre esto-.

-Freddy, déjalo- apoyo Fred, el castaño solo suspiro y noqueo al pegaso. No iba a dejar que supiera cómo llegar a su casa, lo agarro y se lo llevo a un lugar seguro del bosque. Al volver a su casa quedo pensativo.

- ¿Así que se atrae con dos hombres eh?- pensó un poco y empezó a teclear en su celular marcando un numero, contesto.

-¿Freddy? ¿Qué pasa?- se escucho al otro lado de la llamada.

-Bon, necesito tu ayuda -.

...

...

...

Fin del segundo capitulo! Muchas gracias por su apoyo y por gustarles el como va! Mostramos el como se conocieron Joy y Freddy y un avance en su búsqueda! Se esta poniendo bueno no?? No?

 Como sea, ojala les haya gustado!!

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