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YiXing aplaudió ruidosamente mientras admiraba la bengala de brillante rojo en el cielo. SeHun seguía soplando bengalas para verlo sonreír.

— ¡No había visto unos tan rojos! — exclamo, girando para verlos de diferentes ángulos.

—Mi padre y yo somos los únicos que pueden hacer esto. No había podido hacerlas porque mi padre me explico que las bengalas, de un rey al mundo, eran el signo más grande de afecto porque significaban su entrega a ellos. Amo a mi pueblo pero sin mi corazón, no podía expresarlo. —el príncipe de cabello de colores sonrió hacia el rubio. —También significan agradecimiento y creándolas para ti por primera vez, que eres como una bengala viva, es mi forma de darte las gracias por ahora.

YiXing lo miro con el rostro resplandeciente, corriendo a abrazarlo mientras la última bengala caía por el cielo.

Y para SeHun, YiXing brillaba más que sus bengalas.

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— ¿A qué te refieres? —SeHun hablo con un hilo de voz, mirando a HoSeok con los ojos rojos y grandes. — ¿Cómo que no puedes hacer nada?

El médico de Eelan lucia triste e impotente. —Es la maldición de Max. El príncipe YiXing rompió la maldición en ti, devolviéndote tu corazón a cambio del suyo.

— ¡No tenía que pasar esto! —grito SeHun, histérico. — ¡Di-Dijo que me ama y ahora no se mueve!

TaeYong miro a su hijo con impotencia, recibiendo una palmada por parte de YiFan, que observaba con el rostro sombrío.

—No sé si lo descubrió antes y de haberlo hecho, entonces estuvo dispuesto a hacerlo aun con las consecuencias. —susurro el médico, mirando con pena al que consideraba su sobrino. La cura de la maldición fue peor que la misma maldición.

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SeHun acaricio el mechón oscuro de YiXing, odiando verlo opaco junto a sus labios grises y su piel fría. YiXing se parecía a las hadas de la nieve de las historias que le contaban: casi hecho de cristal, con las pestañas y el cabello con signos de nieve y la piel fría y pálida. Le hubiera parecido hermoso de no ser por la razón de su estado.

Llevaba una semana así y seguían sin pistas, ni SuHo había podido dar con alguna pista del paradero de Max.

El rey de Sanagi llego tan pronto como anocheció, con la cara pálida y los labios tan apretados que perdió el color. SuHo inspecciono a su hermano menor pero tampoco pudo hacer nada, confirmando que solo podrían salvar al otro príncipe si encontraban al culpable.

No les quedaba mucho tiempo. Buscaría la manera de hallarlo y para eso, anduvo encerrado en la biblioteca del castillo, buscando la manera de acceder a la información que podía darte la naturaleza. Encontrando algo que podía serle de mucha utilidad pero que sería peligroso para su mente, intentaría encontrar al mago oscuro.

—Buscare a Max y lo traeré. No dejare que te lleve, YiXing. —le susurro al chico durmiente, acariciando uno de los mechones cenizos.

Antes de intentarlo, se lo comunicó a SuHo, quien lo socorrería durante el proceso. El hechizo seria efectivo solo si lo hacía alguien sin vínculo sanguíneo con el afectado.

Rastreo del maleficio era un hechizo que ayudaría a dar con el origen del mismo, en ese caso, quien lo hizo. Era un hechizo muy peligroso puesto que requerirá de la mitad de la energía actual del invocador, lo exponía a ser notado por el mago oscuro y podía llevar más tiempo y tiempo era lo que no podían desperdiciar.

SeHun no era un mago y si Max lo encontraba, no podría salir ileso. Por eso solo se lo comento a SuHo, quien intentaría cuidarlo lo más que pudiera.

—Estoy listo. —el ahora pelirrojo se sentó en el centro de la habitación, sosteniendo un mechón del cabello oscuro de YiXing. Empezó a recitar el hechizo, jadeando cuando empezó a sentir que le faltaba el aliento, efecto secundario del hechizo.

Tardo algunos minutos en lograrlo, casi cuando estaba quedándose sin aire, pero lo logro. Encontró el rastro de Max de distintos colores, empezando por el blanco. Leyó en el libro que el rastro empezaría guiándolo por el color del inicio de la vida del mago oscuro y que mostraría el camino que llevo al mago hacia la oscuridad.

Changmin y Max crecieron únicamente con su madre, recibieron todo el amor de la misma hasta que llego el cambio a rosa pálido junto al momento donde Max se enamoró de TaeYong. SeHun observo como los gemelos crecían junto a sus padres, HoSeok y YoonGi, como se formaban para volverse en adultos responsables y como Max empezó a llenarse de oscuridad. El gemelo menor fue rechazado más de una vez por TaeYong, aun antes de enamorarse de YiFan. SeHun se mantuvo sonriendo al ver como fue el proceso de enamoramiento de sus padres, su casamiento y su espera, antes de que el camino se tiñera cada vez más oscuro a sus pies.

Max, lleno de celos y resentimiento, se topó con un extraño hombre bien parecido que le prometió darle el poder que necesitaba. Max estaba cegado y estrecho la mano del hombre, aprendiendo la magia oscura que este le enseño.

El camino se volvió aún más oscuro, el ambiente cambio hasta erizarle el vello corporal y supo, sin verlo aún, que llego al momento donde Max lo maldijo. Verlo fue difícil, porque sus padres y su reino sufrieron por culpa de la maldición y ahora, YiXing.

Estaba odiando a Max cuando noto los susurros en el aire, que habían estado escuchándose desde que empezó a oscurecerse pero que no había notado.

"¡No! ¡No quise hacer eso!"

"¡Es un inocente!"

"¡Lo siento, lo siento, TaeYong, YiFan!"

"Lo siento, SeHun..."

Sonaba herido y muy arrepentido y se repetía aleatoriamente.

Siguió caminando, observando como Max se ocultó en diferentes sitios durante años y como tuvo muchos impulsos de volver para arreglarlo pero la parte malvada de él y el control de su maestro, lo mantuvo de manos y pies atados.

Sintió el sufrimiento de la culpa del mago pero no tuvo compasión, no cuando llego al momento donde YiXing cayó por la maldición. El odio que sintió contra el mago casi no lo dejo escuchar los nuevos susurros.

"¡Te dije que no podía revertirlo!"

"¡Noo!"

"¡Ya no más!"

"¡Déjame salir! ¡Debo hacer algo!"

"¡Lo siento, lo siento!"

— ¡Entonces haz algo y borra la maldición de YiXing! —grito al aire. Los susurros se detuvieron, como si lo hubiera escuchado.

—No puedo... él me mantiene aquí. Quería usarme para herir a los que pudiera...— se escuchó de parte de Max en algún lugar.

— ¿Quién te enseño? —pregunto intentando encontrarlo.

—Tú no lo conoces pero los reyes de Sanagi si y sobre todo, YiXing lleva su sangre. —respondió el gemelo menor, sentado a unos cuantos metros a distancia y luciendo esquelético. —No tengo la fuerza para llegar allá por mí mismo pero puedo aguantar la maldición en mí hasta que llegues.

— ¿Aguantar en ti mismo?

—YiXing morirá por la maldición en cuanto yo muera. Logre evitar que muriera tan pronto te libero pero no me queda mucho tiempo.

SeHun lo miro con muchos sentimientos en la cara. — ¿Dónde estás? ¿Qué tengo que hacer?

—Mi maestro estará debilitado durante la luna llena. Tienes que matarlo antes de que amanezca y podrás recuperar a tu príncipe y liberar todos los hechizos que se hayan hecho con su influencia.

—No quiero salvarte a ti. —hablo sin pensar pero sinceramente. Max le había hecho mucho daño y no era tan bueno como para perdonarlo solo por la información que le daba, aunque la apreciaba.

El gemelo sonrió con debilidad. —Yo no puedo salvarme, he hecho mucho daño y con mi muerte, aseguro que ninguno de ustedes sea maldecido de nuevo.

—El tío Changmin... sigue buscándote. —no sabe porque lo dijo pero el alivio y añoranza que vio en el rostro demacrado, le golpeo en el pecho.

—Si... me despediré de él cuando llegue el momento. Date prisa, hijo de TaeYong y YiFan. —susurro antes de que todo cambiara y SeHun fuera expulsado del hechizo de rastreo.

SuHo le dio golpecitos en la espalda cuando empezó a toser violentamente, como si algo estuviera atorado en su garganta. El rey uso su habilidad para curarlo y espero a que se recuperara para saber qué había pasado.

—Se dónde está. Max me lo dijo. —jadeo, mirándolo con los ojos llenos de decisión.

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— ¿Acaso estás loco? Puede ser una trampa. —bramo YiFan, negando mientras hablaba.

—YiFan tiene razón, SeHun. —TaeYong le tomo del brazo, preocupado. —Es muy arriesgado que vayas.

— ¡YiXing va a morir! —exclamo el pelirrojo, mirando a sus padres y a los que consideraba sus tíos.

Changmin asintió hacia su sobrino. —Saben que mostramos nuestras verdaderas caras en los sueños y el subconsciente. Quizás es su manera de redimirse de alguna manera, dijo que estaba conteniendo la maldición ¿no?

YiFan gruño, causando que el fuego en las lámparas a su alrededor saltara. — ¡Y merece morir!

— ¡Y después morirá YiXing! —grito SeHun, causando que las llamas se elevaran aún más. —No iré solo.

—Es cierto, iremos con él. —anuncio Changmin, refiriéndose a SuHo, él y ChanYeol para acompañar a SeHun.

YiFan apretó la mandíbula, intentando no demostrar que estaba muy preocupado. —Yo también iré.

TaeYong lo miro con los ojos muy bien abiertos. — ¡YiFan!

—YiXing salvo a nuestro hijo a cambio de su corazón, merece toda la ayuda posible. —el rey se levantó, dejando un beso en la frente de su esposo.

SeHun suspiro con alivio, con su padre tendrían más oportunidades de triunfar a tiempo.

Irían a salvar a su bengala.

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Lamento la tardanza :c