Kagome se sonrojó mirando a Inuyasha a los ojos...Quería decir sí, gritárselo y lanzarse a sus brazos. Pero antes debía de contarle que Haru era su hijo y después, aunque le costara admitirlo, Inuyasha cambiaría de opinión.

- Inuyasha... Yo...

El ojidorado la miró de soslayo mientras la sonreía amablemente, la necesitaba en su vida; la quería en su vida a toda costa.

Lo que ellos ignoraban era que unos orbes azules como el mar los miraban fijamente y que una mujer se acercaba a ellos con aires de grandeza.

- ¡Inuyasha!

Una voz chillona resonó por todo el restaurante levantando la curiosidad de Kagome y haciendo gruñir a Inuyasha. La chica de cabellera larga y lacia negra como la noche hizo su aparición. Se colocó tras el peliplata y posó sus manos sobre sus hombros, que se pusieron tensos ante su contacto. Kagome lo miró decepcionada, estaba a punto de decirle que sí, que lo seguía amando, pero eso daba igual, debía de contenerse. Tenía que ser fuerte para cuando llegara el momento de decirle que Haru era su hijo. ¿Cómo podia siquiera pensarlo? Era verdad que Inuyasha le había propuesto ser su novia, pero el nunca dijo que dejaría a Kikyo, ¿quería jugar?

Sonrió. Ella también sabía jugar

- Inuyasha, ¿cómo no me contaste que estabas aquí solito?- preguntó mientras se sentaba en el regazo del joven que la miraba sorprendido

- Pues, verás Kikyo...

- Chicos- llamó Kagome apoyando los codos en la mesa y agitando una de sus manos- sigo aquí...

Inuyasha sonrió nervioso mientras Kikyo se aferraba a él

- Eres tan poca cosa que te había camuflado con el ambiente...

La azabache sonrió mirando a la chica

- Y yo que pensaba que la única que podría pasar desapercibida aquí eras tú... pero claro, con ese vestido, perdón, con ese cinturón todos te miran.

Kikyo clavó su filosa mirada en ella.

- ¿Celosa?

- Por supuesto que no. - Kagome fijoó sus ojos en ella- Yo no tengo que enseñar carne para que los hombres caigan ante mi, tengo carisma, cariño- y la guiñó un ojo

Inuyasha miraba esa pelea de gatas estupefacto, sus ojos viajaban entre las miradas asesinas de ellas.

- ¿Enserio? Pues no tienes a Inuyasha rendido a tus pies... él va a casarse conmigo

- Bueno - se encogió de hombros- nunca he dicho que quiera tener a los hombres a mis pies pero, querida...- la miró con una sonrisa socarrona que hizo que el corazón del peliplata se desbocara- ¿necesitas mandar a los hombres para que no se alejen de ti?

Kikyo abrió sus ojos sorprendida y se levantó del regazo de Inuyasha

- ¡Venga, pruébalo, llévate un chico de aquí y acuéstate con él!

Inuyasha, que no estaba en la mira de Kikyo le hizo señas a su querida Kagome con sus manos diciendo que lo eligiera él, ella soltó una risotada mientras se levantaba de la mesa y dejaba la parte de dinero de la cena.

- No soy una perra que se acuesta con hombres para probar que es mujer. No necesito probarlo - sonrió- ¿acaso tú sí, Kikyo ?

La nombrada estaba que echaba humo por las orejas y estaba roja de rabia

Un muchacho con ojos azules, él mismo que observaba la escena desde el principio, se permitió sonreír al ver esa escena. Decidió levantarse y quedarse lo suficientemente lejos como para no estar muy cerca de su mesa, pero que todos escucharan su voz:

- Es verdad cariño.- dijo molestando al peliplata, miró a Kagome y sus miradas se cruzaron- Llamas la atención con ropa incluida - y la guiñó un ojo

La chica se sonrojó y apartó la vista

- Idiota - dijo saliendo de allí seguida por la mirada del chico, pero ahora posada en su trasero.

- Está muy buena - suspiró sonriendo. El peliplata se levantó para ir a por la chica ignorando al joven- ¿Vas a dejar a tu prometida así como así?- preguntó el mismo chico mirando ahora al peliplata

Él le miró y después miró a Kikyo mientras el desconocido se alejaba saliendo del restaurante.

Gruñó y se acercó a la azabache

- Vamos a olvidar esto querido, siéntate... necesitamos hablar de la boda

- ¿tantas ganas tienes de casarte conmigo? - preguntó malhumorado mirándola- Hace una semanas no querías ni mencionar la palabra boda

- Hace unas semanas ella no estaba - frunció su ceño

El otro murmuró algo inteligible y la miró

- ¿Estás celosa?

- No - le miró- porque te vas a casar conmigo, porque soy buena en la cama y por el bien de la empresa que tu padre y tu hermano mayor tienen, ¿verdad? - sonrió, él quiso hablar pero ella le paro - no me pondrás los cuernos, imagínate que titular para la prensa...- Kikyo soltó una risita

- Si amas a Naraku, ¿por qué no te vas con él?

- Porque amo más el dinero...- se acercó a él- y porque no puedes hacer nada contra mi familia...

Se volvió a sentar en su regazo

- Malipuladora

- ¿Lo entiendes Inuyasha? Por mucho, que la quieras... solo podrás tenerme a mí.

El ojidorado se levantó haciendo que la chica se cayera al suelo

- ¡Ey! ¡Ayúdame! !¿Cómo se te ocurra tratar así a una mujer?!- le chilló

- Ahí está el punto, tú no eres una mujer...- sonrió- eres una arpía

Salio de allí, no sin antes pagar con la parte de Kagome y la suya, el chico de ojos azules sonrió mientras estaba apoyado contra la fachada de aquel edificio cuando vio al ojidorado pasar a su lado.

- No podrás con mi pequeña, Inuyasha...

Kikyo miró como su prometido se alejaba y bufó. Fue en ese momento donde se lo prometió, se prometió que Inuyasha sería suyo y, que le haría pasar la peor vergüenza a la azabache... se prometió que la haría daño.

(...)

Kagome llegó a su apartamento y sonrió al ver a Haru esperándola

- ¿Qué pasa Haru-chan? ¿No te había dejado Sango en la cama?

Él se encogió de hombros

- Sí, pero solo te esperaba, pensé que llegarías más tarde...

Ella le sonrió

- No, he venido a ver esa película que tanto querías que viéramos juntos

Al niño se le iluminaron los ojos

- Mi amigo Tom, me dijo que era la película favorita de su hermano mayor- empezó a explicar- ¡es sobre unos coches que hablan, uno es muy rápido, y se enamora de un coche niña que es como el nuestro mama!

Ella se rió

- ¿Entonces la vemos?

- ¡Claro! - dijo tendiéndole el CD

Kagome se acercó a la pequeña cocina y preparó las palomitas. Después de unos minutos se sentó al lado de su hijo mientras la película "Cars"

¿quién será ese hombre de ojos azules?