Enamorar a Kagome P.2
Kagome despertó poco a poco, miro a su alrededor y sonrió cuando sintió los brazos del ojidorado en su cintura.
- ¿Dormiste bien? - preguntó Inuyasha
Ella asintió.
- Deberíamos dormir siempre así...- continúo Inuyasha- ya sabes, desnudos, juntos y abrazados...
- Puedes hacerlo con tu prometida.
- No tiene las tetas tan grandes como tú
Kagome cogió un cojín y se lo tiró a la cara. Inuyasha se rió.
- Hablando enserio, te han crecido cariño.
- Serás idiota...
Él volvió a reírse para después suspirar.
- Podría estar así con Kikyo si la quisiera al menos la mitad de lo que te amo a ti.
La azabache se sonrojó
- ¿Qué quieres hacer?
- Dormir - contestó él cerrando los ojos
- ¿Y no te gustaría ayudarme a elegir mi ropa interior?
El peliplata se levantó
- Eso tampoco suena mal.
Cuando los dos terminaron de vestirse Kagome lo miró
- ¿No vamos a tener sexo?- preguntó sonrojada hasta las orejas.
- Uno, yo te hago el amor. Y dos, - cogió su cara entre sus manos- no lo haremos hasta que no me digas quien es el padre de Haru.- la vio cabizbaja- aunque te sigo deseando como el primer día...- la miro pícaro- y me encantaría ponerte contra la pared y hacerlo una, y otra y otra vez.
- ¡Inuyasha!- exclamó a modo de reclamo.
Ese mismo día por la tarde, Sango y Kagome quedaron cerca del rió para montar en una de las barcas. A Sango le seguía doliendo la cabeza por la borrachera de anoche
- Inu-kun salió muy feliz de la habitación hoy...- comentó pícara a la azabache
- Bueno, eligió mi ropa interior...
- A ver si adivino; negra
- Sí, no se qué le pasa con ese color
Sango se río suavemente
- ¿Y no hiciste nada más para que saliera tan contento de la habitación?
- Nada.
-¿Nada?- preguntó sorprendida
- Eso, nada...¡no me mires así!
Sango se río saliendo de la barca y ayudando a Kagome a hacer lo mismo
- Creo que es hora de que se lo cuentes... Después de todo, no viniste aquí para pasarte todo el dia sin hacer nada
- Es verdad, volví solo para hablar con él sobre Haru y todavía no lo he hecho.
- Sabes que te apoyo
- Lo sé, pero...
- Mira, no hay que decírselo ahora- susurro ella sonriente- tal vez se lo puedes decir en otro momento
- ¡Kagome-chan! ¡Sango-chan!- gritó una voz cortando la conversación
- ¡Rin! ¡Estás desaparecida!
- Perdónenme chicas...- musitó mientras recobraba el aliento de su corta carrera
- Es verdad, parece que Sesshomaru te tiene atada a la cama...- soltó la morena
- ¡Sango!- exclamaron las dos azabaches a la vez
Rin se sonrojó miran a otro lado
- No es verdad... solo es que nos fuimos a bañar al otro lado del lago...
- Poco convincente.
Las tres se rieron.
- Parecía que nos tenías que decir algo...- dijo Kagome
- ah si...- las miró - verán, Inuyasha-kun y Sessh se están peleando porque están pescando y ninguno a pescado nada
- Pero si Miroku debe estar con ellos - dijo Sango
- ¡Eso es! ¡Es que él sí ha pescado algo y los otros dos están celosos!
Sango y Kagome se rieron.
- Vamos a ver a esos críos
(...)
-Te dije que soy el mejor Sesshomaru!!
- Cállate bastardo...
- Oigan chicos... no pasa nada, sigamos pescando...- soltó Miroku
- ¡Cállate pervertido!- gritó Inuyasha
- Eres tú el que no se calla, bastardo.- contestó Sesshomaru
- ¡Maldita sea! ¿¡Puedes dejar de llamarme "Bastardo" de una maldita vez!?
- Chicos escuchenme...- pidió Miroku una vez más
-¡Inuyasha!- gritó Kagome
El nombrado dejó de mirar a su hermano para prestar toda su atención a la azabache que la volvía loco.
- Pareces un perro.
- ¡Inuyasha! ¿Te estás peleando con tu hermano?
- ¿Yo? ¿Con mi hermano?- preguntó- qué va, estábamos debatiendo un par de asuntos pero; no peleábamos...- dijo agitando la mano al aire, quitándole importancia.
-¿Estáis pescando?- preguntó sentándose cerca de la caña de pescar.
- sí, ¿quieres que te enseñe?
Kagome se río
- Mi padre me llevaba a mí y a mi hermano todos los domingos...
- oh.
- vamos a ver
- si mira, tú cojes la caña y asi, después haces así y... bueno umm, así también y luego... a esperar a que pique algún pez.
Kagome se río a carcajadas
- ¿Pusiste cebo?
-No...
-Tienes que empezar por ahí...
Kagome agarró su caña posicionándose delante de él y colocó el cebo
- Y después tirarlo...
Inuyasha se acercó a su oído
- ¿Estás endemoniadamente sexy, lo haces aposta?
Al poco rato terminaron de pescar para dirigirse a la cabaña, Sango, Rin y Kagome cocinaron los peces que habían capturado.
Esto no podía pasarle a ella, desde cuando Inuyasha se había vuelto tan sexy y atractivo? ¿Por qué se acercaba, la susurraba cosas hermosas y luego se alejaba?
Oh, si.
" No te tocaré si no me dices quien es el padre de Haru..."
Ya se acordaba.
- ¿En qué piensas Kagome-chan?
- Nada, nada importante...- contestó.
- ¿Se lo dirás...?- le preguntó Sango a Kagome
- Lo intentaré
- ¡Ánimo!
Cenaron y vieron una película, cosa que la azabache aprovechó para hablar con Inuyasha a solas.
- Te noto rara desde esta mañana, cariño.
Ella se encogió de hombros.
- No sé a que te refieres...
-¿No me digas que te enfadaste?
- No es eso... tengo que...
Él la miro sonriente mientras se iba acercando a ella... Kagome comenzó a retroceder hasta toparse con la pared y estar encajonada entre los brazos de Inuyasha.
- ¿Qué haces? - preguntó sonrojada
El ojidorado mordió su labio inferior de la chica, acercando sus labios para robarla un tórrido beso
¿Qué pasaba? ¿Qué tenía que decirle? No se acordaba.
Intentó acercar sus manos al cuello del ojidorado, pero este, en un rápido movimiento agarró sus muñecas impidiéndolo.
¿Por qué no dejaba que se acercara? ¿Por qué no la tocaba?
Inuyasha la besaba con fervor pero ninguna otra parte rozaba su cuerpo.
Eso era cruel.
La azabache gimió en desacuerdo haciendo que él sonriera en mitad del beso.
Se separaron con la respiración entrecortada, juntando sus frentes.
De un momento a otro, Inuyasha agarró su mano y la acercó a la cama, desnudándola
Él se quitó la camisa tumbándose en la cama, y haciendo amagos a la joven para que se sentara en él.
Kagome se acercó y pasó una mano por su torso para sentarse a horcajadas cuando él río
- ¿Qué pasa?
- Ahí no.- sonrió cogiéndola de la mano- Vamos a hacer una cosa distinta, te va a gustar...
Ella observó la cara de cazador que poseía en esos momentos
- Bien, ahora tienes que sentarte aquí....- dijo mientras señalaba a su cara adornada con una sonrisa arrogante.
- No.
- Cariño, lo vas a pasar bien... lo vas a disfrutar
Ella negó
De pronto Inuyasha la agarró, poniendo sus muslos a los lados de su cabeza.
- ¡No me mires así!- exclamó echándole a la cara la primera tela que encontró.
Y la primera tela fueron sus sujetador, negro, de encaje
- Esto lo hace más sexy aun...- comentó mientras agarraba las caderas de Kagome
Comenzó a lamer robando suspiros a la azabache que comenzaba a temblar y arquearse.
La azabache agarró los cabellos de Inuyasha y comenzó a tirar de ellos
- Inuyasha....
Comenzó a gemir y de manera inconsciente se balanceó sobre la cara de Inuyasha
Este siguió con su trabajo mientras sus manos dibujaban figuras inventadas en su baja espalda...
-¡Inuyasha!- gritó cuando se corrió
Tenía la respiración agitada, la boca seca y además, estaba avergonzadísima
-Estas hermosa toda acalorada
- ¡Idiota!
Él soltó una risotada
- Tenías que decirme algo, ¿verdad cariño?- preguntó el acariciando su cintura.
- Se me ha olvidado... -susurró antes de caer completamente dormida.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top