9

Una semana más tarde

—Deena, ve a tomar nota a la mesa tres —me ordena Duncan entrando en la cocina, y asiento antes de coger los dos platos que tengo que servir en la mesa cinco.

—Ya era hora, qué lenta —murmura uno de los hombres que está sentado en la mesa cinco cuando les traigo su comida.

Quiero decirle que se vaya a la mierda, que no es culpa mía si su jodida comida tarda lo suyo en salir, pero en vez de eso sonrío amablemente y me voy a tomar nota a los de la mesa tres, que tardan como cinco minutos en ponerse de acuerdo.

Cuando por fin cerramos, a medianoche, paso por mi casa rápidamente y me cambio.

Estoy cansada, y no solo físicamente. Sinceramente no soporto este trabajo, al principio no estaba tan mal, pero cada día va a peor y no lo soporto más. Pero debo seguir trabajando, porque es lo único que me da dinero.

Suspiro, negando con la cabeza para centrarme en terminar de ponerme los pantalones rotos, y cuando ya he me puesto los zapatos salgo de casa en dirección al Arkham.


— o —


El sonido de los altavoces retumba en mi cabeza mientras me muevo, bailando con Kathy. Ella juega con su cabello teñido de rojo mientras baila sensualmente, acercándose a mí como siempre hacemos. Sonrío y muevo mis caderas al ritmo de la música. Varios chicos nos miran y Kathy le sonríe coquetamente a uno. Es entonces cuando sé que ella ya ha fijado un objetivo, así que decido retirarme. Salgo de la pista de baile y me siento entre Frank y Diego, agarrando la cerveza del primero y dándole un trago.

—¡Hey! Eso es mío —se queja él, exhalando el humo de su cigarro a la vez.

—¿No me dejas ni un poco? —le pregunto, haciendo un puchero, y se echa a reír.

—Todo lo que quieras —contesta, y se levanta—. Vuelvo en un segundo, voy a mear.

—No necesitábamos saberlo —dice Diego, haciendo una mueca de asco.

—¿Seguro que no quieres meterte en el baño conmigo, Didi? —le pregunta Frank, guiñándole un ojo.

—Creo que voy a vomitar —contesta el argentino con su peculiar acento, y Frank ríe antes de irse.

—¿Didi? —pregunto, levantando una ceja.

—Uh, me follé a una chica que me llamaba así, y Frank lo escuchó.

Me echo a reír a carcajadas y Diego rueda los ojos, echándose sobre el respaldo del sofá. Doy otro trago a la cerveza de Frank, que ahora es mía, y entonces noto la vibración del móvil en mi bolsillo. Lo saco de forma un poco patosa, y cuando veo el nombre en la pantalla el móvil resbala de mis manos y cae al suelo directamente.

—Mierda —mascullo, agachándome para cogerlo.

En cuanto lo tengo, desbloqueo el aparato y me dispongo a leer el mensaje.

Louis: hey

Ruedo los ojos ante la estupidez del mensaje, y contesto casi sin planteármelo.

Deena: hola, qué quieres

Louis: hablar, te dije que hablaríamos pronto

Deena: una semana no es pronto

Bloqueo el teléfono y lo dejo encima de la mesa para dar otro trago a la cerveza. Me gusta estar ebria porque ahora mismo Louis no me pone nerviosa, de hecho tengo muy asimilado que nunca volverá a ocurrir lo de esa noche, así que ya no me decepciono más.

—Oye, un trago está bien, pero toda la cerveza ya no, eh —escucho la voz de Frank, y se sienta a mi lado.

—Me pareció escuchar "toma todo lo que quieras" —contesto, citando lo que ha dicho antes y él sonríe.

—¿Por qué diré éstas cosas? —se pregunta a sí mismo.

En ese momento se escucha la vibración de mi móvil encima de la mesa, y lo cojo para ver que es otro mensaje de Louis.

Louis: solo quería decirte que lo siento

Respiro hondo cuando leo su mensaje, y contesto intentando controlar la rabia que acaba de invadirme.

Deena: ¿puedes dejar de decir lo siento por todo? me pone de los nervios

Louis: ¿estás enfadada?

Deena: vete a la mierda, louis

Apago el aparato tras enviar eso, y lo guardo en mi bolso para olvidarme de él un rato.

—¿Con quién hablabas? —pregunta Frank, liándose otro cigarro.

—Con nadie —contesto rápidamente.

—Va, dímelo.

—No.

—Vaaaaamos, Dee —dice, acercándose más y más a mí, hasta que quedamos cara a cara y veo sus ojos. Sus pupilas están increíblemente dilatadas, y sé lo que significa eso.

—¿Qué te has metido ahora, Frank? —le pregunto.

—Nada fuera de lo normal —contesta, alejándose de repente.

—¿Qué es "nada fuera de lo normal"? —insisto, haciendo comillas con los dedos al repetir lo que me ha dicho.

—Coca —se encoge de hombros.

—Frank... —suspiro.

—¿Qué? Tú también has esnifado alguna vez —dice, y su mirada se pierde en el techo—. Todos lo hemos hecho...

—Creo que ya es hora de ir a casa —le digo, y él niega con la cabeza.

—No, no lo es, has estado desaparecida por mucho tiempo, queremos a nuestra Dee, ¿verdad, Diego? —insiste.

—Verdad —asiente él.

—Sois un caso perdido.

—Pues a lo mejor —contesta Frank con una media sonrisa.

—¿Mañana trabajas? —le pregunto.

—Sí —contesta, mirando fijamente mi cerveza.

—Pues deberías ir a casa ya, Frank.

—Joder, Dee, mañana estaré bien para trabajar, no me des el coñazo —se queja, y suspiro.

—Luego no me digas que no te avisé.

Él asiente distraídamente, sin hacerme demasiado caso, y se levanta para ir a la barra a pedir otra cerveza.

Una hora más tarde, Frank está sentado en el sofá mirando a la nada, y yo estoy a su lado haciendo más de lo mismo. Diego se ha ido hace un rato y todavía no ha vuelto, debe haber encontrado a alguna chica con la que pasar la noche. Frank tararea en voz baja la canción de Pennywise que está sonando en este momento, y cuando mira a un lado sus ojos se agrandan de repente.

—Mierda —masculla—. Vámonos.

—¿Qué? —pregunto, y cuando miro al mismo sitio que él, veo a Bianca con algunas amigas suyas—. Mierda, ¿a dónde vamos?

—Ven —se levanta y me coge de la mano, llevándome a los baños.

Nos encerramos en uno de los cubículos y me siento en la taza del váter, mientras que él se acomoda en el suelo, levantando sus rodillas y apoyando su cabeza entre ellas.

—¿Sigue enviándote mensajes? —le pregunto, y él niega con la cabeza.

—No, pero no quiero que me vea, no quiero verla ni hablar con ella.

—Está bien —asiento, y se forma un silencio bastante cómodo, en el que ambos estamos perdidos en nuestros pensamientos, pero pronto es interrumpido por Frank.

—Creo que voy a tener que mudarme otra vez —suspira.

—¿Por qué? —pregunto, extrañada.

—No me llega el dinero, pero he encontrado otro piso que no está mal y me cobran mucho menos de alquiler —dice.

—¿Seguro que estarás bien? Siempre puedes venir a vivir conmigo.

—No, sería incómodo —niega con la cabeza—. Imagina que empiezas a salir con alguien más, o yo lo hago, sería muy incómodo que supieran que vives con tu ex.

—A lo mejor, pero ante todo somos amigos.

—Ya, pero eso ante los demás no cuenta —se encoge de hombros.

—Ya —asiento, haciendo una mueca—. Por cierto, mañana tenemos la cena en el piso de Als.

—En realidad es hoy —dice, y ruedo los ojos al recordar que son las tres de la mañana.

—Como sea, ¿has pensado en traer algo? —pregunto.

—Alice ya no fuma porros, así que no.

—Frank, ni se te ocurra, estará la hermana pequeña de Liam —le recuerdo.

—Ya lo sé, era una broma —dice, pero no sonríe.

—Frank, ¿estás bien? —le pregunto.

—Sí, ¿por qué no iba a estarlo?

—Pareces cansado.

—Estoy cansado, pero eso no es nada nuevo —dice, encogiéndose de hombros.

—¿Has vuelto a hablar con tu madre? —pregunto, intentando ser cuidadosa ya que es un tema delicado.

—No —niega con la cabeza—. Hace meses que no sé nada de ella.

—A lo mejor le ha pasado algo...

—Me da igual —dice, finalizando la conversación.

Media hora más tarde, y no sé cómo, Frank está completamente feliz, bailando a mi alrededor. En realidad sí sé cómo, pero prefiero pensar que no es así, que Frank no ha llegado a consumir ninguna pastilla, aunque todo apunta a eso. Bianca nos ha visto, pero ni siquiera nos ha dirigido la palabra, lo cual es un alivio. Poco después llega la fase de depresión, y termino acompañando a Frank a su casa, ya que me da miedo que vaya él solo.


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Hey holaaaa

Capítulo sorpresa jeje :) aviso de que a partir de ahora hasta el 20 de junio, más o menos, voy a poder escribir muy poco, pero intentaré mantener el capítulo por semana.

Probablemente algunas/os habéis notado que este lapso de tiempo de una semana entre cuando vuelven de LA y cuando hacen la cena en el piso es diferente de Conociendo a Noah. Me equivoqué al ponerlo en CAN y ahora está corregido.

Claire

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