Tras la pequeña discusión y posterior revelación que Wanda le contó a Peter, surgieron algunos interrogantes sobre si la felicidad se podía alcanzar incluso después de tantas desgracias y tragedias que uno experimenta en el pasado. Ambos habían perdido seres queridos y se sintieron vacíos por un gran período de sus vidas, aunque uno de ellos, al menos, no tenía delirios ni quería quitarse la vida de manera prematura.
El arácnido sacaba un pedazo de algodón del miniarmario que había dentro del baño, sacó una botella de agua oxigenada y comenzó a tratar las heridas de la joven. Vertió un poco del liquido sobre el trozo de algodón y, con delicadeza, fue pasándolo sobre cada uno de los cortes que habían en los brazos de la bruja. Ésta sentía un poco de ardor, pero nada que no pudiera soportar.
- Puedo hacer esto sola - dijo Wanda observando el rostro del muchacho.
- ¿Cómo sé que no volverás a agarrar ese cuchillo y a cortarte de nuevo? - preguntó Peter queriendo responder al comentario de la sokoviana.
- Mmm, como digas - dijo sin salida la chica.
Tras deslizar el algodón por las heridas, el arácnido cortó varios trozos de cinta y gasa, para después pegarlos sobre cada una de las cortadas, haciendo que la sangre ya no saliera de aquella lastimada piel. En ningún momento tocó el cuerpo de la castaña con sus manos pero debía admitir que su piel aparentaba ser muy suave y frágil. Pasó rápidamente por su mente la idea de acariciar la blanca tez de la joven de ojos verde claros, pero desechó ese pensamiento por dos razones. La primera, no era correcto ya que apenas la conocía y sería poco educado, y la segunda, no era el momento indicado para hacerlo, ya que básicamente la había salvado de seguirse cortando hasta desangrarse.
- Listo, no debes moverte mucho, nada más - aconsejó Peter guardando los elementos usados para tratar a la bruja.
- Gracias - respondió a secas Wanda.
Podía sonar distante, pero la sokoviana, un poco avergonzada, apartó su rostro para no mirar al arácnido, ya que un leve sonrojo se podía notar en sus pálidas mejillas.
- De nada, ahora ven, vamos a limpiar tu habitación - dijo Peter, dirigiéndose hacia otro cuarto del complejo, más precisamente al de limpieza. Tras unos minutos, regresó con un balde con agua, unos trapos y un secador de piso.
Le tomó 10 minutos poner en condiciones la habitación, por suerte ya no había ninguna mancha de sangre visible en el piso, había quedado como nuevo.
Wanda, por su parte, se limitó a quedarse sobre la cama, sentada con sus piernas formando una canasta. Debido a sus heridas y al consejo que le había dado el muchacho de no hacer tantos movimientos, optó por permanecer allí. Pero había algo más, ya que en todo el rato la joven posó su mirada sobre el cuerpo y el rostro del castaño, mientras éste se esforzaba en su labor. Lo conocía desde hace sólo unos días y el chico ya logró evitar que ella se suicidara, la acompañó en su sufrimiento y limpió el cuarto que ella nunca se molestó en poner en condiciones. Sin dudas el famoso hombre araña era alguien especial.
- Listo, ya nadie descubrirá lo que pasó aquí, esperemos jeje - comentó el arácnido intentando sonar gracioso, secándose el sudor de la frente con su mano.
- Aún no entiendo por que haces todo esto por mí, yo nunca me he preocupado por ti - habló Maximoff fingiendo mostrar desinterés.
- Nadie merece sufrir, aunque pienses que tu vida es una completa locura envuelta en desgracias, debes mirar hacia adelante, no todo tiene que salir mal - explicó el muchacho apoyando el trapo de piso sobre una pared cercana.
- ¿Qué existe que sea positivo para mí? - preguntó sin entender la castaña.
- Tu dices estar sola pero nos tienes a nosotros, los vengadores, al señor Barton, me tienes a mi, existe mucha gente que debe lidiar con sus problemas sin la posibilidad de estar acompañadas, pero no es tu caso Wanda - argumentó con seguridad Peter, sentándose a un lado de la chica.
- Aún así, mis poderes solo hacen que los que me rodean salgan heridos o mueran, como Visión y Pietro, o toda esa gente que murió por mi culpa en Lagos - contestó la bruja, bajando su cabeza en señal de tristeza.
El muchacho no entendió lo último, pero después recordó que, hace unos años, miró las noticias de la misión en la televisión que los vengadores habían llevado a cabo en África , lo que derivó en los acuerdos de Sokovia, la guerra civil y la fragmentación del equipo. Por suerte, ese tema había quedado atrás, pero no para Wanda, ella seguía teniendo pesadillas sobre aquél día. Sintiendo pena por lo que tuvo que vivir la gemela Maximoff, Peter colocó su mano sobre el hombro de la chica.
- Tú tienes la habilidad necesaria para controlar tus poderes, sólo necesitas entrenar más y ponerlos a prueba posteriormente - aseguró.
- ¿Cómo sabes que puedo dominarlos? - preguntó la chica elevando su cabeza para mirar al castaño.
- Yo también tuve que adaptarme a ser el hombre araña, y eso me llevó a tener que conseguir dominio de mis habilidades y acciones, de lo contrario habría desaprovechado éste don que me fue concedido - explicó el arácnido, observando detenidamente la mordida que aquella araña le dio hace unos años.
Wanda miró, en una fracción de segundo la marca que Peter tenía en su mano, entendiendo que ella no era la única que tuvo que aprender a vivir con esos poderes, en su caso otorgados por Hydra, cuando experimentaron con la gema de la mente.
- Tal vez tengas razón - admitió la sokoviana invocando aquel humo escarlata característico de ella desde la punta de sus dedos.
- Si, es por que una vez alguien me dijo unas sabias palabras, un gran poder conlleva una gran responsabilidad - recitó el muchacho, dejando caer una lagrima al recordar lo último que le había dicho su tío Ben.
Esto llamó un poco la atención de Wanda, esperaba no haber dicho nada que lastimara los sentimientos de Peter.
- Ey, ¿estás bie.....? - comenzó a hablar pero fue interrumpida al escuchar unos ruidos provenientes de afuera, el sonido de una nave aterrizando se pudo oír claramente.
- Han llegado, ya están en la base - afirmó el arácnido, levantándose de la cama y caminando hacia la puerta de la habitación.
- Peter - dijo la bruja, logrando que el joven de Queens se quedara parado en el lugar.
- ¿Qué sucede? - preguntó doblando un poco la cabeza, pero sin mirar el rostro de la mujer.
- Gracias - soltó la sokoviana sonriendo levemente, hace mucho que no hablaba tan profundamente con alguien, y menos con uno de los nuevos miembros del equipo.
- De nada, señorita Maximoff, si necesita algo estaré en mi cuarto - aseguró el castaño, retomando su marcha y cerrando tras de sí la puerta de la habitación de Wanda.
La bruja escarlata se quedó pensativa, meditando sobre la conversación reciente que mantuvo con Peter. Iba a hacer un gran esfuerzo para intentar cambiar su vida y dejar atrás los tormentos que la hacían sufrir desde hace tiempo.
En otra parte del complejo
Los vengadores bajaban del jet, algunos golpeados y otros con un par de heridas menores, parecía que no hubo muchos inconvenientes. Al entrar a la base, notaron que el ambiente estaba en un completo silencio. A pesar de ser unas instalaciones enormes y que solo hayan estado 2 personas dentro de el, era muy extraño encontrar el complejo sumido en una profunda calma.
- Hemos vuelto, ¿hola? - habló Scott en voz alta.
- Deben estar haciendo cada uno lo suyo, ya van a aparecer - sugirió Sam quitándose el escudo de su espalda y apoyándolo en una silla cercana.
- Ojala no haya habido ningún problema entre Maximoff y el nuevo - rogó Bucky cargando su arma de fuego con ambas manos.
- No lo creo, Wanda no suele salir de su habitación - comentó Bruce sin mucha preocupación.
- Como sea, ya es casi de noche, deberíamos cenar dentro de un rato - aconsejó Carol caminando hasta la cocina.
- Es cierto, pronto haremos la cena - aseguró Hope.
- Eso espero, muero de hambre - dijo el hombre hormiga, escuchando su estómago rugir.
Sam se dirigió hacia el pasillo de habitaciones, la curiosidad de saber sobre ambos jóvenes lo superaba con creces. Bucky lo seguía, pero él, a diferencia del capitán américa, deseaba ir a su propio cuarto y quitarse la ropa, estaba un poco sucia y con algunas manchas de sangre. Pero antes, decidió echar un vistazo a como estaba Wanda, a su modo la comprendía, sabía lo que era sentirse perdido y tener que ir en búsqueda de la verdad. Durante su período como el soldado del invierno, el gran mercenario desarrollado por Hydra, cometió horribles crímenes en contra de su voluntad, ya que estaba siendo controlado. Luego Steve logró hacerlo entrar en razón y desde ahí, intentó recordar quien era en realidad.
Tocó la puerta del dormitorio de la bruja, quien le dio permiso para ingresar. Una vez que entró, notó que la chica estaba leyendo un libro, pero hubo un detalle que le llamó la atención.
- Hola, ¿Qué tal la misión? - preguntó la sokoviana desviando brevemente su vista para mirar los ojos azules del hombre.
- Fue un éxito, ¿pero que te pasó en los brazos? - cuestionó el supersoldado, clavando una mirada de seriedad sobre la joven.
Wanda observó detenidamente sus brazos, cubiertos por gasas y vendas, distinguió que un par se estaban saliendo de su lugar, haciendo caer un hilo de sangre desde aquellas heridas.
- Puedo explicártelo James - afirmó la bruja, preocupada por lo que podría llegar a pensar el soldado. Desafortunadamente, pasó lo que más temía.
- No es necesario, se lo preguntaré al mocoso de Parker - aseguró Bucky, saliendo rápido de la habitación. La castaña se preocupó por la expresión que tenía el ex-mercenario al abandonar el cuarto, sus ojos reflejaban enojo y rechazo. Sin perder tiempo, la chica siguió al supersoldado, debía detenerlo antes de que la situación se saliera de control.
El moreno llegó a la puerta de la habitación de Peter, para después tocar un par de veces, desde dentro se pudo escuchar la voz del castaño diciendo que podía ingresar. El capitán américa entró y vio que el arácnido se encontraba ordenando unas cosas.
- Hey niño, ¿ningún problema aquí en la base? - preguntó observando con detenimiento los alrededores del dormitorio.
- Ninguno señor Wilson, ¿Qué tal la misión? - dijo Peter notando un par de moretones en los brazos del soldado.
- Fue un éxito, no nos ........ - hablaba Sam pero fue interrumpido por alguien que abrió la puerta de golpe y se acercó violentamente hacia el joven de Queens. Éste sintió como era jalado salvajemente la remera y arrinconado contra la pared.
El capitán américa se sorprendió al ver la actitud de su compañero.
- ¿Qué le has hecho a Wanda? - preguntó Bucky sin ceder su agarre de la prenda del chico.
- Señor Barnes, yo no tuve nada que ver - se excusó Peter intentando sonar lo más genuino posible. El pobre se veía venir un malentendido como este e iba a requerir una explicación.
- ¿Entonces por que Wanda está lastimada en los brazos?, dime - soltó el soldado del invierno amenazando al arácnido con golpearlo con su mano normal, por suerte.
En ese momento llegó corriendo la bruja, e inmediatamente generó un vacío entre el brazo de Bucky y el rostro de Peter con su magia escarlata. Si algo le faltaba era involucrar al castaño en problemas de los cuales no tenía la culpa.
- Él no ha hecho nada James, soy yo quien te debe una explicación - aseguró la sokoviana, acercándose a donde estaban los hombres, aún concentrada en aquel humo rojo brillante.
- Ya fue suficiente Buck, dejemos que Wanda nos aclare lo que sucedió - ordenó el capitán américa, quedando sorprendido al observar los brazos de Wanda con varías vendas en su piel.
El supersoldado, poco a poco, se tranquilizaba, aflojando el agarre que mantenía sobre el pobre muchacho.
- De acuerdo, vamos a la sala, los demás también deben saber - dijo Bucky, dirigiéndose a la puerta de la habitación, pasando a un lado de la bruja. Ésta dio un leve suspiro por evitar lo que hubiese sido una pelea sin sentido, pero por otra parte debía explicar lo que había pasado minutos antes, mientras Peter y ella estuvieron solos.
Parecía que si ella intentaba evadir los problemas, los problemas la perseguían, de uno en uno.
Hasta aquí el capitulo 8, espero que les haya gustado y lamento si me demoré en actualizar, tuve un par de días complicados. Pero lo importante es que se lo hayan pasado bien.
Un saludo y hasta la próxima.
Rick_17-31.
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