Capítulo 7
—¿estarán bien solos?
—claro que si, ¿qué podría pasar? —cuestiona Geno sin darle mucha importancia—. No es como si se fuera a comer a Ink.
Se dirigían hacia el estacionamiento, Geno le mandó un mensaje a Lilian y le avisaron que se reunirían ahí. Por lo menos Reaper ya caminaba mejor.
—eso es porque aún no conoces a un súper Dom frustrado. —alega cruzándose de brazos—.
—bueno, sobreviví a tu estado de frustración, no creo que sea tan malo.
—Error es diferente.
Geno voltea a ver al mayor, ¿en qué podría ser diferente su hermano?
—bueno, ustedes son diferentes. —se corrige con una sonrisa de lado—. Tienen una fuerza y una resistencia mayor a la de las demás personas dinámicas. Cómo dijiste, sobreviviste a mi estado de frustración porque eres más resistente, no cualquiera hubiera podido caminar como si nada después de tal cogida.
Geno se sonroja, no podía creer que Reaper pudiera decir esas palabras como si nada.
—pero sería peligroso si Error no elige bien a una pareja, podría llegar a lastimar a la otra persona. —murmura el azabache de tal forma que Geno no pudiera entenderlo—. Pero bien, mejor apuremos para que puedas volver con In--
—¡tranquilízate! —grita alguien empujando a otra persona—.
Todos alrededor voltean a ver hacia donde se escuchó el grito, incluyendo a Reaper y Geno.
—¡tu no te metas! —reaponde la otra persona regresando el empujon—. ¡Ellos que me respondan! ¡que se excusen por sus errores!
—¡primero cálmate! —le responde el contrario frunciemdo el ceño—. ¡No lograrás nada con gritarles!
Geno reconoce de inmediato la voz y toma de la muñeca a Reaper para que lo siguiera hacia donde se encontraban los chicos.
—¡tu no tienes nada que ver en esto, enano! —responde el mayor mirando con desprecio al contrario—.
—¡Fresh!, ¡¿qué sucede aquí?! —pregunta Geno metiéndose en medio de los dos—.
De buena suerte, Geno aún tenía el uniforme policial encima, así que no fue difícil imponer autoridad.
El chico frunce aún más el ceño, voltea a ver a la enfermera que temblaba a un lado de ellos y por último, le da una última mirada a la habitación que estaba al lado, aquella que tenía la puerta entrecerrada y que no desprendía nada más que fría soledad.
De pronto, los ojos del chico se cristalizan y sale corriendo del lugar, dejando desconcertados a todos ahí presentes. Geno se abstiene de seguirlo y solo suspira con pesadez, después solo se acerca a la enfermera para preguntar la situación.
—¿por qué estaba gritando?
—e-el... Nos estaba... el estaba... . —tartamudea intentando pensar en las palabras correctas, parecía ser nueva en el hospital—. Sus padres... tu-tuvieron un accidente y... hicimos todo lo que pudimos pero no pudimos... . —no termina de hablar y se aleja rápidamente del albino—.
Parecía que las palabras que le había gritado el chico le habían sido muy duras.
—ese chico estaba llorando.
Geno voltea a ver a Fresh, notando la frialdad con la que decía esas palabras.
—¡aH!~ . —gime con fuerza al sentir el semen salir de tu pene, era la tercera vez que se corría en todo el tiempo que lo llevaban "haciendo"—.
—asi que también estabas frustrado. —susurra Error lamiéndose el labio superior—. Solo con mis dedos ya te corriste tres veces.
—p-por favor... solo métela... . —suplica el menor sintiéndose ansioso—.
El albino estaba en posición de perro con la cara caída en la almohada y el tracero al aire, dejando completamente su cuerpo a merced del mayor.
Llevaban mucho tiempo sin satisfacer sus dinámicas, Ink, por su parte, no dejaba de ponerse duro inmediatamente después de correrse, lo que le causaba dolor cuando volvía a tocarlo, aunque solamente tenía dentro tres dedos del moreno.
Error ya ni siquiera estaba conciente de lo que hacía, era la misma situación que aquella vez en la celda. Su instinto se había apoderado de él y sus acciones seguramente serían borradas al día siguiente a causa de su subconciente.
Ambos estaban separados de la realidad, un escenario que se volvió a repetir y que ninguno de los dos podía evitar.
—rueda. —ordena Error con tono firme, haciendo estremecer al menor a la vez que cumplía la orden y se acostaba boca arriba—. Buen chico...
—E-Error... . —susurra el menor cerrando las piernas—.
Y por primera vez desde que empezaron, Ink siente la piel erizarse, callendo en cuenta de lo que estaban haciendo. ¿Acaso volverían a hacerlo de ese modo? ¿Sexo sin sentido? ¿Caricias que no significaban nada? ¿Deseos que solo durarían un día?
¿Sentimientos que no recordarían mañana?
¿Sentimientos? ¿Qué sentimientos?
—¿qué sucede? —cuestiona el moreno poniendo ambas manos a los costados de la cabeza ajena—.
—ngh... yo... . —siente su interior y la entrepierna palpitarle—. ¿También lo harás... con Blue?...
Error abre los ojos sorprendido, sonrojándose al pensar en ello. No se esperaba esa pregunta para nada.
El moreno levanta la mano derecha y acaricia la mejilla del menor, intentando calmarlo para que no cayera en un "pre-subdrop".
Pasa su dedo pulgar por el pómulo del albino, quitando algunas que otras lágrimas que habían caído por el placer que anteriormente había pasado.
—no lo haré... . —susurra el moreno con suavidad—. Y si lo llego a hacer, tienes todo el derecho de golpearme para que entre en razón.
Ink se queda un momento en silencio, para después sonrojarse y desviar la mirada con vergüenza. Pensar que Error llegaría a decir algo así, ni siquiera estaba preparado para escuchar tal cosa.
No tiene tiempo ni de pensar en una respuesta cuando siente sus piernas volver a abrirse de un tirón. Voltea la mirada nuevamente hacia Error y se estremece al notar la expresión del moreno. Recordaba esa mirada.
Aquella rara expresión que no creía que volvería a ver. Una que lo hacía encogerse y ceder todo lo suyo a aquel Dom. ¿Deseo?
¿Este es el profundo sentimiento de deseo que sintió aquella vez?
No, esa vez en la celda, solo fue el éxtasis y la lujuria lo que lo hizo perderse en el momento con Error. Esta vez es diferente.
Lo deseaba, deseaba todo lo de Error, no solo su cuerpo o un pequeño momento íntimo. Deseaba que fueran algo más, que su relación fuera diferente a la de los demás, deseaba que todo lo que Error era, le perteneciera.
¿Cuándo empezaron a florecer estos sentimientos de Deseo y anhelo? ¿Qué era exactamente lo que quería?
—lo voy a meter. —gruñe el mayor intentando contenerse—.
No era tonto. Sabía perfectamente lo que era. Sabía lo que estaba sintiendo.
Lo que no entendía era... ¿por qué?...
¿Por qué Error?
¿Era posible en solo una semana?
¿Error se estaría preguntando lo mismo?
Se estremece al sentir la punta del miembro ajeno. Estaban por volver a hacerlo, de nuevo sus cuerpos iban a estar unidos en uno solo. Tal y como deseaba.
Ink reprime el aire al sentir una fuerte estocada golpearle hasta lo más profundo de su interior, para después soltar todo en un fuerte gemido.
¿A quién demonios le importaban las razones?
El albino se aferra a la sábana de la cama y muerde su labio inferior al sentir los lentos pero placenteros movimientos del moreno. Suspira intentando callar sus jadeos y mira directamente los ojos del mayor.
—E-Error... Ngh~...
—¿qué?... . —contesta mirándolo directamente a los ojos, sin dejar de moverse—.
—te amo...
Por un momento, los movimientos del mayor se detienen, confundiendo al contrario. Voltea a verlo y abre los ojos de par en par al notar la expresión del moreno.
Las mejillas de Error se enrojecen y sus manos empiezan a temblar, mostrando una faceta que Ink no había visto antes.
—¿E-Error?...
El moreno entra en sí, sonrojándose más que antes al razonar la situación que estaba aconteciendo.
—también... ¿me amas?... —pregunta Ink con una pequeña esperanza—.
El mayor se queda sin habla. No es que no sintiera lo mismo, es más, estuvo pensando sobre eso desde lo que pasó en la celda y con los chistes malos de Reaper, no era muy difícil razonar sobre la situación.
Pero... ¿tener que decirlo en voz alta?
—yo...
—¿Ink?, es hora de irnos. —habla alguien desde el otro lado de la puerta—. ¿Error ya despertó?... espera... ¿por qué la puerta está cerrada? ¿Ink?
Error e Ink miran hacia la puerta, después se voltean a ver y finalmente vuelven a voltear hacia la puerta.
—¿Ink? ¿Estás ahí?
Estaban medio desnudos, con la cama hecho un desastre y en medio sexo. Genial.
Eligieron un buen momento para hacerlo en el hospital.
Ink iba a responder, pero Error le tapa la boca y lo voltea a su posición inicial de perrito.
—guarda silencio hasta que terminemos. —susurra Error en el oído del menor, para después empezar a moverse con rapidez—.
—¡Ngh~! ¡Ah!~
—¿Ink?, ¿Estás bien? —pregunta Geno del otro lado de la puerta—.
Error pone más presión en la boca del menor y se acerca a la nuca ajena, empezando a morder y chupar la piel del albino dejando una que otra marca. Ink se estremece con cada embestida, el dolor se había vuelto un segundo término en la acción y el placer estaba consumiendo poco a poco sus instintos.
Ambos se estuvieron conteniendo por mucho tiempo, así que no tardarían mucho en correrse.
Error sentía sus dinámicas satisfacerse, había deseado esto por mucho tiempo, más del que debería siquiera. Detestaba la idea de tener de compañero a Blue, pero todo su cuerpo le exigía contacto con el albino debajo suyo. Quizás, lo de "destinados" no aplicaba para el.
—¡Ink, si no abres la puerta voy a entrar! —grita Geno a la vez que golpeaba la puerta—.
—¡N-ngh!~ ah!~
Error sujeta el miembro del menor y empieza a masturbarlo con rapidez, sintiendo el climax aproximarse con cada embestida. Sabía que Geno era capaz de derribar la puerta si se atrevía, así que sería mejor terminar de una vez.
Los movimientos de hacen más rápidos y con unas cuantas embestidas más, Ink se corre en las sábanas de la cama junto con un sonoro gemido ahogado gracias a la mano del moreno y Error, sin salir del menor, se corre dentro sin pensar en las consecuencias que vendrían después.
La puerta se azota de nuevo, dejando en claro que Geno no estaba bromeando respecto a tirar la puerta. El moreno mira la condición de Ink y suspira al encontrarlo dormido.
Error se levanta rápidamente de la cama y se acomoda el pantalón que tenía encima. Agarra la sábana y se la hecha encima al albino, ocultando la travesura que habían hecho. Corre hacia la puerta y antes de que Geno hiciera un desastre, la abre rápidamente.
—¡¿acaso crees que estoy jugando?! —exclama Geno entrando a la habitación con molestia—. ¡No puedes cerrar la puerta y encerrarte como un mocoso!
Geno voltea a ver dentro de la habitación, notando que Ink no se encontraba dentro.
—¿E Ink?
Ni siquiera deja al moreno contestar cuando ve más atentamente la cama y ve un bulto revolverse como gusano. Geno voltea a ver a Error y después nuevamente al pequeño bulto, frunciemdo el ceño al entender un poco la situación.
—¿qué le hiciste a--?
—"atencion a todos los oficiales". —se escucha la radio de Geno sonar, lo que interrumpe el momento—. "Dos fugitivos han sido reportados cerca de las instalaciones. Código negro y azul, necesitamos refuerzos".
Geno y Error se miran con sorpresa al reconocer ese código. Era el nombre que le habían puesto a la pareja más peligrosa de la prisión, porque era fácil de recordar.
Error agarra sus cosas que estaban en la mesita y sale de la habitación junto con Geno. Si no los atrapaban, quien sabe que podrían llegar a hacer.
Dust y Berry son una combinación peligrosa.
~choco~
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