33
Narrador en tercera persona.
Las fuertes manos de un hombre canoso chocan contra una gran mesa de cristal consiguiendo agrietarla.
Sus rasgos muestran enfado y la gente de su alrededor se queda en silencio.
–Mala hora en la que decidí dejarla escapar.–gruñe levantando la vista y mirando a todos su hombres.–Si ahora mismo estuviera conmigo todo sería más fácil.
–Podemos raptarla.–propone un joven a su izquierda.
–¿Raptarla?–da una irónica carcajada.–Se nota que aún no has conocido a mi hija, Stefan.
–Es una chica, tampoco debe de ser para tanto.–le contesta intentando convencerle.
–Hace tiempo que las chicas son iguales a nosotros.–se levanta para ir junto a él.–Pero estoy seguro de que ella acabaría contigo antes de que te diera tiempo a pestañear.
–Bueno, está claro que no la podemos raptar, pero...¿que me dices de tu otra hija?–se oye a un hombre que está situado detrás de un pilar.–Sabemos lo mucho que le importa a Nicky, podríamos hacer un trato.
–Buena idea Jack.–pronuncia girándose para mirarlo.–Parece mentira que hace unos años estuvieras de su lado.
********
Nicky
Muevo la cuchara removiendo los cereales mientras miro a un punto fijo de la habitación. La noche anterior me ha pasado factura y me duelen los ojos, pero ha sido el único bajón que he tenido después de dos años y lo tenía que soltar todo de una vez. Pero ya no puedo permitirme más noches así, no me hacen bien.
–Buenos días.–canturrea Marc sentándose delante de mí y cogiendo una de las tostadas que ha preparado Oscar antes de irse a trabajar.–¿Que tal has dormido?
–No he dormido.–susurro sonriéndole después.
–Lo suponía por esas ojeras de oso panda que me llevas.–dice consiguiendo que lo mire mal durante unos segundos.–Y aún así estas guapa.
–¿Que estas haciendo?–dudo al verlo enfocándome con su móvil.–Eh, no, fotos no, y menos...
–Ya está subida al Snapchat.–sonríe y frunzo el ceño.–¿No sabes que es, no?
–Si, pero no sabía que tú tenías.–le respondo agarrando su móvil y viendo la foto que ha subido.–¿No voy a tener que matarte, no?
–Sales bien y todo.–me informa quitándomelo de nuevo para que no la pueda borrar.
–Yo también te echaba de menos.–le sonrío levantándome para dejar el tazón en el lavavajillas.–Pero no me hagas fotos así de improviso, no me gusta.
–¿Ni un día aquí y ya te estás quejando?–se ríe Amanda apareciendo por la puerta completamente vestida y maquillada.
–Si no no sería yo.–le sonrío divertida.–¿Hanna sigue durmiendo?
–Si, ayer acabó agotada.–me informa cogiendo una galleta.–Me voy a desayunar con Jesús, ¿no os vais a ir no?
–¿Para cuando la boda?–le pregunto consiguiendo que me eche una mirada asesina.–No, hoy yo no me muevo de casa.
Veo a Amanda cerrar la puerta y vuelvo a mi habitación para cambiarme. Me visto con un chandal cómodo y me hago un moño despeinado, hoy toca día vago.
Vuelvo al sofá y busco algo entretenido en la tele, pero como no lo hay, voy a mis fieles películas de Harry Potter y me pongo la primera.
Jamás me cansaré de verla.
Apenas una hora después el timbre suena, y al ver que nadie se digna a ir a abrir, me levanto vagamente y enrollada en una manta abro la puerta.
Noto la oscura mirada de Dani posada en mi y enseguida noto como mi piel se eriza. Ese es el efecto que tiene y siempre ha tenido sobre mi.
–Eh..hola.–murmuro dejándole pasar.–Esto...–intento mirarle a la cara.–Siento como me comporté anoche, yo...
–No tienes que darme explicaciones Nicky.–suspira.–He venido por algo mucho peor.
–¿Que?–frunzo el ceño.–¿Que pasa?
–¿Te acuerdas de los hermanos Jack y Joe?–me mira esperanzado y asiento.–Jack trabaja para tu padre.
–¿Qué?–murmuro.–Pero si fue él quien...
–No es todo.–suspira.–Joe me ha contado que están planeando algo.
–Nada bueno, supongo.
–No.–me mira mordiéndose el labio.–Te quiere a ti.
–¿Cómo como?–me deshago de la manta consiguiendo que me mire de arriba a abajo y se muerda el labio inconscientemente.–Re..repítemelo.
–Que te quiere a ti Nicky, sabe que has vuelto y que eres mucho más fuerte que antes, te necesita.–traga saliva y miro hacia otra parte sin entender.–Pero sabe que no iras por las buenas.
–¿Y que va a hacer?–me cruzo de brazos.
–Eso es lo peor de todo.–suspira mirando que nadie nos oiga.–Quiere chantajearte con...Hanna.
–¿Con Hanna?–me da un vuelco al corazón.–Hanna está a salvo aquí.
–No.–pone su mano en mi hombro consiguiendo estremecerme.–La quieren a ella para conseguirte a ti.
–Joder...–me paso las manos por la cara.–¿Porque siempre que vuelvo los pongo en peligro?–miro hacia el suelo.–Estando lejos de ellos es la única forma de mantenerlos a salvo.
–No, no vuelvas a hablar de irte jamás.–dice sobresaltándome.–Por favor.
–Pues hay que poner a mi hermana a salvo, y no puede saber nadie donde está.–lo miro a los ojos.–¿Me vas a ayudar?
–Por supuesto.–sonríe de lado aunque no sea el momento.–¿Donde hay que llevarla?
–Pide tres billetes para los Ángeles, y solo dos de vuelta.–susurro.–Yo me encargo del resto.
–Si capitán.–sonríe consiguiendo tranquilizarme un poco.
Pero no hay nada que pueda hacer para que deje de estar preocupada.
No puede ser que la historia de este repitiendo de nuevo.
¿Este hombre jamás se va a cansar?
Ya podría morirse joder.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top