27
Dani
Una semana.
Una semana es lo que llevo sin saber nada de Nicky, y aunque aún no haya asimilado todo lo que me contó, necesito verla y asegurarme de que está bien.
Jesús no sabe nada del tema, y no quiero ser yo quien se lo cuente, aunque debería. Pero confío en que Amy se lo dirá cuando esté preparada.
El ruido del timbre que da finalizadas las clases suena interrumpiendo mis pensamientos. Recojo todo lo más rápido que puedo y salgo corriendo ignorando las insistentes llamadas de mi hermano. En menos de dos minutos, ya estoy en la puerta del colegio público al que va Nicky y espero nervioso a que la gente empiece a salir. Miro a todos los lados en busca de la morena que me vuelve loco pero no está por ninguna parte, y cuando diviso a Amanda no dudo en ir corriendo hacia ella.
–¡Eh!–la llamo y aunque al principio pasa de mí, acaba por girarse para mirarme cansada.
–Dani, déjame.–suspira y frunzo el ceño.
–Como quieras.–levanto las manos inocente.–Solo quiero saber dónde está Nicky.
Se queda mirándome fijamente, como queriendo descifrarme la mirada. Hasta que al final resopla y da un paso hacia mi.
–Esta enferma.–dice volviendo a girarse para marcharse.
Me quedo mirando cómo se va y después de pensármelo varias veces, la sigo decidido, aunque mantengo las distancias.
La veo meterse por un callejón y no dudó en ir tras ella, y en cuanto me doy cuanta de que no tiene salida, empiezo a mirar hacia los lados.
¿Dónde se ha metido?
–Si intentas seguirme, recuerda que la ladrona soy yo.–habla de repente apareciendo de un salto delante de mis narices.
–Necesito ver a Nicky.–susurro mirándole a los ojos.–Por favor.
–Ella no quiere verte.–advierte con la mirada fija en mí.
–Por favor.–susurro sonando muy desesperado.–No voy a criticarle nada, solo quiero saber como está y...hablar de lo nuestro.
–Dani, yo...–aparta la mirada.–Ven, acompáñame.
Asiento a duras penas y la sigo durante varios minutos hasta una casa abandonada. Supongo que este será su hogar.
Abre la puerta y me hace pasar y una vez dentro, un escalofrío recorre mi cuerpo. Por muy abandonada y desastrosa que sea, es cálida y familiar y es lo que la mía jamás tendrá.
–Siéntate.–susurra señalando uno de los sofás.
–¿Dónde está?–dudo mirando a ambos lados.
–Eso es lo que intento explicarte, así que siéntate.–me ordena y le hago caso inmediato. Ella toma asiento a mi lado, y después de mirarme entristecida, se dispone a hablar.–No se porque lo ha echo.–susurra apartando la mirada.–No sé qué venazo de los suyos le ha dado pero...
–¿Qué ha echo?–susurro realmente preocupado.
–Ha ido a entregarse a al policía.–me mira con dolor en los ojos.–Por todos los robos que hemos cometido.
–¿Qué?–alzo la voz.–¿Y la habéis dejado?
–Cuando se le mete algo en la cabeza a Nicky, nadie consigue sacárselo, créeme.–traga saliva.–Ha asumido la culpa por todos y...
–¿Y porque no ha salido nada de esto en las noticias?–dudo intentando relajarme.–Siempre dan la identidad de los ladrones, aunque sean menores.
–Ese es el problema.–susurra.–No está en la cárcel, Óscar tiene contactos allí y nadie la ha visto, tampoco la han mandado a un centro de menores, ya que necesitan la firma de un familiar y a su padre hemos estado vigilándolo desde lo ocurrido con Hanna.–me mira realmente preocupada.–Ha sido completamente borrada del mapa, nadie sabe absolutamente nada de ella. Y eso que conocemos al noventa por cien de las personas que residen en Madrid.
–Eso significa....–intento mantener la calma, pero no puedo aguantar las lágrimas.–Que está desaparecida.
–Si.–se muerde el labio mirándome atentamente.–Y creo que esta vez es para siempre.
–No puede dejarnos así, sin avisar, no, joder.–exploto en un mar de lagrimas.–Yo la quería..., la quiero más que a nada Amy, joder.
–Y ella a ti también.–susurra dándome su mano.–Y si no ha dicho nada, teniendo a su hermana aquí, es porque alguien la tiene y no deja contactar. Si no, sé que lo haría.
–¿Por qué....?–intento hablar sin que mis sollozos me interrumpan.–¿Por qué duele tanto Amy, por qué?
–Así es el amor, Dani.–me mira fijamente a los ojos.–Siempre acaba destrozando a alguien.
********
Nicky.
Miro de reojo a Jesús Oviedo, que sale del entrene hablando con uno de sus mejores amigos. Tardan varios minutos en separarse, y cuando Jesús pasa por mi lado, le agarro del brazo tapándole la boca y a centrándolo en el oscuro callejón.
–¡Suéltame!–grita una vez que le deshago del agarre.–¡Eres un loco de...¿Nicky?–traga saliva.–¿Qué...?
–Calla y escucha.–le ordeno viendo como traga saliva.–Todas las sospechas que has tenido sobre mí en todos este tiempo...son ciertas.–le digo sabiendo perfectamente que él, de un cierto modo, sabía quién éramos.–Dani ya lo sabe y...la policía también, así que tengo que desaparecer.–asiente dudoso.–Mira Jesús, no tengo mucho tiempo, así que toma esto.–le doy un papelito con un número de teléfono.–Llama aquí cuando creas que es de vida o muerte, cuando Dani este en graves problemas o cuando lo este alguien de mi familia. Y no le digas a nadie que me has visto, por favor.–susurro mirándolo con tristeza.–Ah, y no juzgues a Amanda, ella te quiere.
–Espera Nicky...–me agarra el brazo suavemente cuando tengo intención de irme.–¿Por qué yo?
–Porque sé que tú sabes cuidar a las personas.–sonrío de lado.–Y cuídate tú también, anda.
–Lo mismo digo.–susurra mientras se acerca a mí para abrazarme.–Te vamos a echar de menos.
–Y yo a vosotros.–cierro los ojos para no llorar.–No te imaginas cuanto.
Me separo de él y después de despedirme con la mano, desaparezco de allí para dirigirme a la gran y negra furgoneta que me está esperando en el cruce que hay cerca.
Una vez abro la puerta, los grandes ojos de una mujer mayor se clavan en mi.
–¿Por que has tardado tanto?–me dice con su grave voz.–¿Y los cafés?
–Había muchísima cola y he decido qué puedo estar un rato sin uno de ellos.–contesto sentándome a su lado.–¿Nos vamos?
___________
Vale, sé que para nada os imaginarias algo así pero bueno, aquí está.
Siento no escribir a menudo pero al comenzar bachiller creo que me muero. Solo llevo un día y ya tengo trabajos y deberes que hacer. Es demasiado.
Ah, y una cosa más, en el siguiente capítulo habrá un salto temporal, por avisaros.
Espero que os haya gustado.
Un beso.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top