Nos encontramos los cuatro delante de Miriam y Marc, que parece haberse tomado muy bien la situación.

Miro a Elena, y luego a Miriam de nuevo, esperando a que nos diga por qué nos necesita.

-¿Y bien?-rompe el silencio Jesus, agarrado de mi mano.

-Tenéis que ayudarme a que mi amiga Angie, las más cotilla y popular del instituto, no se entere de nada o me arruinará todo lo que me queda de vida.-nos pide y asentimos.-¿Cuento con vosotros?

-Sí.-sonrío abrazándola con ternura y guiñándole el ojo a su chico.

-Y bueno, oficialmente estamos saliendo así que...-nos mira con una debil sonrisa.-¿Por qué no nos vamos a comer todos juntos?

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Seis meses después.

Esta vez me toca ser quien diga las cosas bonitas, quien admita que en este juego no ha perdido nadie, que ha sido una doble victoria. Y es que te escribo esto para darte las gracias por eso, por nuestros momentos y porque las promesas que un día hice no las va a romper ni el tiempo ni la gente, esto no es más que un par de promesas medio camufladas entre palabras y un intento de recordarte lo genial que puedes llegar a ser, y es que a ti te miro de un modo distinto. Que no hay otra cosa más bonita que despertar a tu lado y con tus besos. Que los despertares ya no merecen la pena si no son contigo, y sabes que me pasaría años recorriendo todas tus pecas, memorizando cada una de ellas con la punta de mis dedos. Y andar por tus labios, y dejar que nunca, nadie te haga daño. Que no soportaría ver tus lágrimas en esos ojos aunque he de admitir que tu belleza aún existe cuando estás triste. Aún sigo preguntándome si de algún modo puedes verte horrible y todavía no he encontrado ninguna solución posible. Nunca nadie había conseguido tales cosas en mi, como lo has hecho tú; yo no sabía que esto del amor fuera tan maravilloso si es compartido y es recíproco, pero ya veo que sí lo es. Tan inverosímil a veces, tan genial que tengo miedo de perderte, de que esto vuelve a ser una historia que termina como otra cualquiera, que cada uno sigue su camino y deja que el otro, se vaya, sin hacer nada al respecto, aunque algo me dice que esta vez no será igual. Bésame si me equivoco, pero creo que esta vez es mejor que todas las demás anteriores. Esta vez las cosas van de paciencia y aguante. Brindaste por el camino conjunto y ahora ya no sé si soy yo sin ti o eres tú sin mí. Las cosas cambian y sí, nosotros también. Yo cambié y tú me recogiste después del cambio. Ahora lo único que quiero es despertar a tu lado, después de largas noches de conversación y susurrarte muy bajito que no es que no quiera estar contigo, es que no me imagino no estándolo. Maldito el día en que probé tus labios, ¿quién me ayuda a mí ahora con esta adicción? Porque yo ya no soy capaz de tenerte cerca y no desear besarte, y aún así tengo que controlarme para no hacerlo delante de las fans.
Ha pasado el tiempo y yo sólo prometo que algún día lo pararé y nos quedaremos a vivir en la cama. Posdata: lo sabes de sobra pero por si acaso se me olvida, te quiero. Feliz medio año junto a ti,amor mío.

Sonrío como una tonta al leer el mensaje. ¿Desde cuándo se ha vuelto tan cursi?
Le respondo lo mucho que lo quiero y que en cuento lo vea me va a importar una mierda la gente porque me lo voy a comer a besos.

Segundos después, dejo el móvil en la mesita y ando hacia el armario para ponerme el uniforme.

Han pasado seis meses desde verano y queda poco para el cumpleaños de los gemelos, por el que les estamos organizando el fiestón del siglo.
Elena y Dani están mejor que nunca, pero como no, Dani es el novio perfecto y ella, la mejor para él. Jesús y yo hemos tenido nuestros piques, nuestras peleas tontas pero lo quiero tanto que seguimos luchando día a día el uno por el otro y aquí seguimos, queriéndonos cada vez un poco más.

Abro la puerta de mi habitación para ver a mi hermana adormilada bajar por las escaleras, la sigo en silencio y entramos a la cocina a la par, donde ya está Miriam desayunando. Su profesor pronto llegará y tiene que estar fresca para tomárselo enserio.  La miro con una sonrisa, su tripa ha comenzado a crecer y pensar que en tres meses la pequeña Noah ya estará en este mundo me pone más contenta de la que yo estoy.

Se podría decir que si, estoy muy feliz y ya era hora de que comenzara a vivir la vida.

Desayunamos mientras hablamos de cotilleos, en el instituto todos se creen que Miriam está en Estados Unidos estudiando y por eso no sale casi nunca de casa.

Mi madre, con la misma tripa que Miriam, aparece con una sonrisa y con las llaves del coche en la mano.

-Hoy os llevo yo.-anuncia divertida y asiento con una sonrisa dándole un beso en la mejilla y otro en la tripa, para que el pequeño Alvaro lo sienta.

Si, el nombre se lo puse y0, y no podía ser otro que el de mi mejor amigo, que allí donde está es famoso y lo han contratado en el musical más importante del mundo. Mi hermano Matt está con la chica que le gustaba y ha prometido presentármela pronto.
Se puede decir que todo va sobre ruedas.

Entramos en el coche y medio dormidas salimos cuando llegamos. Varias niñas se nos acercan a saludar y caminamos hasta clase juntas.

Me siento en primera fila, junto a Angie Vazquez, la más popular y más asquerosa de todo el colegio. El profesor nos puso así para que no habláramos y mira que lo ha conseguido, por qué si dirijo mi mirada hacia ella es para hacerlo con asco.

Me quedo empanada pensando en Jesús, que no ha aparecido por clase y joder, lo quería achuchar con fuerza.
La asquerosa pelirroja repugnante que tengo al lado interrumpe mis pensamientos tocándome disimuladamente la pierna para llamar mi atención.

-No me toques.-respondo y me mira mal.-¿Qué?

-No me habías dicho que Miriam había vuelto.-se ríe.-Con unos cuantos quilos más.

Abro los ojos sorprendida, me giro y la miro preocupada.

-Bueno, está de visita, y ya sabes lo que dicen, allí cocinan con mantequilla, todo engorda más.-le respondo y parece creérselo.

-¿Hasta cuándo se queda?-me pregunta.-Quiero ir a verla.