Sus pupilas cristalizadas se dijeron a los tristes y tranquilizadores de la peli naranja aun sin tener el valor para mirarla después de todo lo ocurrido. Sintió claramente como su voz tembló y su corazón dio un vuelco de 360 grados. Por el contrario, Nami contuvo las ganas de llorar al ser consiente del gran amor que le tenía al azabache. — ¿E-estas bien? — Luffy se acercó hacia Nami, preocupado al verla allí con su mirada perdida sin saber cómo enfrentar directamente todos los errores que cometió.

Aunque se haya equivocado, yo no lo llamaría precisamente "error". Después de todo, los seres humanos son criaturas que crecen de sus propios errores que a lo largo de la vida se convierten en colecciones de experiencias llamadas lecciones.

— Estoy bien Luffy — murmuró bajando su mirada viendo el suelo, sintiéndose repentinamente débil al estar en frente de Luffy y no en las mejores condiciones.

— Na-Nami — Robin se acercó seguida por el resto de los chicos analizándola con la mirada.

— ¿Puedo... — mordió su labio inferior tratando de controlar las emociones que se acumularon en sus cuerpo al ver a sus amigos preocupados por su estado. Necesitaba un aliento de valor y aquel valor que buscaba se encontraba enfrente de ella con ojos llorosos y mirada brillosa. Sonrió con la poca esperanza que le quedaba recordando los valiosas vivencias que tuvo con sus compañeros, no, más que eso, su familia, con su Luffy. Permaneció unos pocos segundos analizando lo que iba a decir apresando su labio entre sus dientes dejando finalmente que las lágrimas cubran su rostro. —... volver a su banda? — cerró sus ojos con fuerza esperando su respuesta. ¿Y si ya la olvidaron? ¿Y si la odian? ¿Y si Luffy la odia por lo que hizo? Quizá ya no quería volver a ser esa persona egoísta que solo buscaba el bienestar por ella misma, se había dado cuenta que era importante para las personas que estaban paradas enfrente de ella. Se sentía especial por primera vez.

Tal vez no haya sido una magnífica idea pedir indiscretamente regresar a la banda sin embargo ya no quería equivocarse.

— Mmm ¿Nos hace falta un navegante? — llevó una de sus manos a su mentón — ¿Qué tal si comenzamos de nuevo? — Luffy interrogó con una sonrisa.

Los ojos de Nami brillaron.

— ¡Hola! Soy Monkey D. Luffy ¡Y seré el próximo Rey de los Piratas! — Sanji rió negando con su cabeza por la actitud del azabache. — ¿Cómo te llamas?

— Soy Nami... una excelente navegante, me gustan mucho las mandarinas y quisiera estar al lado de un gran capitán como usted señor —

— ¿Quisieras unirte a mi banda? —

— Luffy — Zoro llamó la atención del chico — Nami siempre fue una Mugiwara.

— Shishishi, tienes razón — todos empezaron a caminar menos la peli naranja que se encontró mirando al suelo con sus manos sobre sus piernas.

— ¿Qué esperas Nami? — Luffy le lanzó su preciado sombrero que al instante cayó sobre su cabellera.

"Lo puedo decir con seguridad Nami, me enamore de ti..."

— Sí capitán. —

Hace más de un mes.

— Venga Luffy — suspiro Robin palmeando el hombro de Luffy quien estaba maravillado observando el show de magia de un abuelo. Robin quería investigar sobre la historia de la isla quien está demasiado ilusionada por ir a visitar algunas ruinas sin embargo su pelinegro capitán tenía planes diferentes además, Luffy parecia un niño viendo un dulce.

Con una risita en sus labios se alejó camino hacia el bosque sin ser vista por Luffy pues seguía demasiado entretenido viendo el truco de magia que ahora el viejo sacaba una paloma de su sombrero.

Luffy quien observaba fue interrumpido por el ruido de su pobre estomago hambriento, estaba molesto ya que tampoco quería dejar de ver al abuelo pero su hambre lo que estaba casi matando. Literalmente. Fue entonces cuando decidió girarse y encontrar a la azabache para proponer ir a que le compre comida, porque si Nami era lo suficiente inteligente como para darle dinero a él. — Rob- — arrugo la nariz — ¿Robin? — dio varias vueltas sobre su eje buscando a la peli negra pero no había rastro de la chica. No quería que lo dejase solo pues recién habían llegado y no quería perderse (aunque tampoco es como si tuviese una terrible orientación como Zoro) Así que decidió buscarla y de paso para ver si encontraba a uno de los chicos para que le presten dinero y que mejor aún si encontraba a Nami.

Con una sonrisa en sus labios, los brazos detrás de su nuca veía la diversidad de tiendas que había encontrado. Camino unos pasos más hasta ver una cabellera negra entrar a un bar. Adelanto el paso esquivando a varias personas, entro a la taberna agitado y finalmente se dedicó a buscar a Robin.

Al no encontrarla decidió salir nuevamente cerro la puerta tras de sí pero cierta voz llamo su atención.

"— Es muy linda ¿verdad? —"

"— ¿La pelirroja? Es navegante de Mugiwara —" Luffy se tenso

"— Pienso buscarla y hacerla mía — "

"— Pero que dices. El mocoso es obstinado — "

Estaba molesto, muy molesto es decir. Ese imbécil quería llevarse a Nami. Deseaba mucho entrar y patearles el trasero, pero le prometió a Nami que no se metería en líos antes de bajar a la isla. Reconoció a Kid sin embargo al otro hombre que lo acompañaba no lo pudo observar bien ya que algunos hombre estaban detrás de él haciendo guardia, su voz le sonaba conocida –demasiado- pero el enojo bastaba como para querer preocuparse por un tercero.

Estaba seguro.

Ignoraría a Nami por el resto del dia.

No le importaba comportarse como un niño pero no toleraba el hecho de que oro hombre quisiera a la peli naranja. Camino a pasos lentos aun con la sangre hirviendo pero la sonrisa de Nami basta para olvidarse del resto.

Quería ignorarle y pasar de largo pero ni el mismo se dio cuenta que es estaba caminando hacia la navegante y Chopper. Entonces ahí se dio cuenta que si estaba Nami todo podía estar a la perfección.

[EDITADO] ♡.

·KooKie·