1 de Noviembre 2017

Era de esperarse...

Era de esperarse sus insultos.

Era de esperarse...

Era de esperarse sus maldicionaes contra mi.

Era de esperarse...

Que yo estuviera llorando por el estúpido. Cuando sabía perfectamente que no se lo merecía.

Sinceramente ahora odio mi vida.

Cada segundo, cada minuto, cada hora...

Todo...

¿Lo habría correspondido? ¿Lo habrá aceptado?

¿Roldan ya se habrá declarado? ¿Diana lo aceptó o lo rechazó? Me preguntaba sentada, cruzada de piernas, encima de la cama.

Yo me reía por esos pensamientos deprimentes.

¡Ja! ¿Llorar por el idiota? Nah.

Estas son solo lágrimas de risa y no de tristeza, ¿Quién llora por él? Yo no

Yo no...

Yo no podía mentirme...

Ni siquiera a mi propia dignidad.

***

- Analy, ¿estas bien? - me preguntó Valeria preocupada.

La miré de reojo y le sonrió, ya habían pasado unos cuantos días después de la ruptura de mi relación con Enzo Roldan.

Dolía, solo un poco, pero dolía.

- Si, ¿Por qué me preguntas eso? - le pregunté yo ahora confundida.

En plena clase de química nos encontramos, el profesor ya había explicado el tema y ahora era turno de copiar todo lo escrito en la pizarra.

- Te notó decaída, - ella me miró entre dulce y triste - ¿Todo esta en orden?

Observó mi cuaderno para luego observar la ventanas de afuera, era un clima soleado, un día hermoso.

- ¿Por qué no debería de estarlo? - pregunté fingiendo una sonrisa.

Justo en ese momento, notó que el profesor se va al baño...

¿Es en serio?

- ¡Oigan! - exclamó uno de mis compañeros, haciendo voltear a todos, incluyéndome desgraciadamente - Es raro que Roldan - me mira muy sonriente - no venga a clases, ¿No lo creen?

Bueno...

Al menos sabemos que uno de nosotros no ha evolucionado como debe ser.

Valeria me mira de reojo preocupada, yo solo suspiró y no digo nada.

¿Para qué tendría que decir algo muy prudentes a unos cabezas huecas de mierda?

Perder tiempo con idiotas como Jesús es simplemente muy agotador.

Ayudenme por favor. Roldan...

¿Qué hice?

¿Qué hice yo?

- Son idiotas - susurre y de un rápido movimiento golpeó mi cara con la carpeta.

...

- Buenas tardes - saludé apenas abrieron la puerta.

- Hola hija - me devolvió el saludo haciéndose un lado para que mi hermana menor y yo entraramos a la casa

Mi madre salió para que pagará a la mototaxi por a vernos traído hasta nuestra casa.

Pasé rápidamente a mi cuarto, mi hermana me seguía detrás, y cuando llegué a mi dicho refugio, dejé la mochila en el suelo; ya no me importaba donde ponerlo de verdad; y me eche en la cama de cara.

- Vaya día que tuve - susurre molesta.

Eyleen, fue directamente al baño, dejándome sola en mi habitación.

Puse mis manos debajo de la cama y encontré una hoja escrita. Había olvidado que el poema de Roldan estaba allí desde la noche pasada.

Suspire levantándome de mi cómoda cama y me dirigí a mi ropero, al abrirlo, busque las cartas escondidas, cuando las tenía en mis manos, me dirijo a la cocina, mientras recordaba los momentos que ambos teníamos.

En mi cabeza decía que los votará.

Pero mi corazón susurraba que no lo hiciera.

Me quedé mirando el bote de basura; confundida, entristecida y con el corazón roto.

- Hija, ¿Qué miras? - me preguntó mi madre.

Me puse nerviosa y rápidamente bote todas las cartas en el tacho. Chau evidencia.

- Nada madre.

...

¿Sería algo sorprendente, decirte que te extraño y te amo?

Porque... yo si te amo, y nunca te he olvidado, corazón.