[08-junio-2022]

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"La muerte no es el causante de nuestro dolor, sino lo que esta conlleva"

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— Lamento informarles que el heredero Jin junto a su esposa fueron asesinados. — habló con una expresión temerosa un discípulo de la secta Jin.

Aquella noticia había sido como un balde de agua fría, tan helada que sentías como derrepente el calor corporal descendía y su sangre se congelaba.

Aquella noticia fue repentina, inesperadamente dolorosa y de no creer; había sido tan debastadora, hasta el punto de querer gritar a los cielos la incredulidad ante las palabras mencionadas.

Su hermana ya no está, había muerto, había sido asesinada.

El término hermana seguido de asesinada era una melodía dolorosa, torturosa, como si se tratase de una canción que envenena el alma de forma lenta, aridendo en el interior y dispuesta a desgarrar poco a poco tu alma.

Mil agujas se incrustaron en su corazón, dispuestas a hacerlo sentir desdichado, en agonía; derrepente perdió la visibilidad de todo tras sus ojos gricaseos, nublados antes las lágrimas acumuladas, sintió como el corazón se le oprimía en un intento por concentrarse en la punzante sensación del dolor físico y olvidar cualquier sentimiento del sufrimiento psicólogo, así como había olvidado respirar, tan solo para soltar un sollozo ahogado en un intento por encontrar su voz. Se sintió cansado, extremadamente adormecido que incluso en culaquier segundo, sino fuera por los brazos de su hermano rodeando su cintura, habría caído de rodillas al suelo, golpeando con el frío y duro mármol del salón.

Sus piernas flaqueaban, su respiración era extremadamente pausada, así como la sangre en su cuerpo había olvidado el camino que debía seguir para mantenerlo vivo, caliente. Su cuerpo tembló, tembló de forma descontrolada, como si se estuviese congelando, aún cuando sabía que lo que estaba sintiendo en ese momento era el culpable de las terribles sensaciones en su ser.

No dijo absolutamente nada, ya que no encontraba la fuerza para poder preguntar por el incidente y saber que es lo que realmente había sucedido, tan solo le quedó mantenerse callado, sintiendo como su hermano temblaba de la ira por el inesperado comunicado.

Sí, ira, ese era el sentimiento que siempre suele inundar a su hermano tras sentir la impotencia, el dolor y sufrimiento por la muerte de alguien. Lo había visto, lo había presenciado cuando Lotus Pier fue consumido hasta las cenizas y quedaba tan solo el recuerdo de quienes pertenecieron ahí, así como los padres de este.

Conocía perfectamente a su hermano, como la palma de su mano; después de todo, ellos habían crecido juntos, lado a lado, permitiendose expresar las facetas que sabían que no serían capaces de enseñar a los demás, un secreto de hermanos que prometieron mantener en la ignorancia o al menos olvidada en lo más profundo de sus corazones, desgraciadamente ahora eso se había perdido, y el revelar lo que había detrás de las máscaras con las cuales enfrentaron al mundo se habían visto fragmentadas.

— Mi hijo no, mi A-Rong¹ no pudo, no pudo. . . — soltó entre lamentos Mandan Jin, destrozada tras la noticia de la muerte de su único hijo. — A-Rong y A-Li no pudieron, no pudieron.

Tan solo pudo morder su labio inferior, intentando no derramar las lágrimas que estaban a nada de desbordarse por sus brillantes ojos grises.

Cómo deseaba que esto fuera irreal.

Jin Guanshang mantuvo la vista en el discípulo que había dado el comunicado, analizándolo con la mirada sin emoción alguna.

Jin GuangYao en todo momento se mantuvo en silencio, como si tratara de digerir las palabras del joven discípulo. Todo rastro de sonrisa amable se había desvanecido y había sido sustituida por una expresión seria, pendiente de la orden que le dé su padre.

— ¿Quién fue?. . . — susurró Jiang Cheng con la mirada ensombrecido. Wei Ying ya veía venir la oleada.

— Pu-pues. . . — el discípulo no encontraba las palabras adecuadas.

— ¡Habla carajo! — exigió Jiang Wanyin, soltando a su hermano y caminando en dirección al discípulo.

Wei Wuxian rápidamente tomó el brazo del de túnicas moradas, impidiéndole que diera un paso más.

— Fu-Fue el Ge-General Fantasma — tartamudeo el chico al ver la mirada llena de desprecio que le dirigía el Jiang. — En el camino Qiongqi, los cultivadores quienes regresaron del incidente mencionan que La-Lan Wangji atacó junto al General Fantasma, aún con el consentimiento de saber que el matrimonio Jin-Jiang se encontraba allí, siendo trasladados a la Torre Koi. El joven maestro Jin Zixuan junto a su esposa y su primo Jin Zixun murieron en el altercado.

Madam Jin una vez más sollozo con fuerza, importandole poco la audiencia en la habitación, ella tan solo lloraba tras la muerte de su precioso hijo y su querida nuera.

— ¡Esto es imperdonable!, ¡Una ofensa a la familia Jin y Jiang! ¡Lan Wangji a llegado demasiado lejos al asesinar a mi hijo y mi nuera! — Exclamó con total molestia y hostilidad Jin Guanshang, presentando una faceta llena de enojo y resentimiento a quien alguna vez el conocía como un cultivador honorable. — Esto no va a quedar impune, ese Cultivador Demoniaco no quedará libre de sus acciones.

Madam Jin sonaba inconsolable.

— Padre, considero prudente el primero consumar la ceremonia de velación y entierro digno hacia el heredero Jin Zixuan y Madam Jiang para darles nuestra gratitud y desearles abundancia en su caminon con el tributo adecuado.— habló con suavidad Jin GuanYao, intentando ser cuidadoso con sus palabras.

El líder de la secta Jin lo pensó por unos momentos, pero al final estuvo de acuerdo con la propuesta de su hijo bastardo.

— Muy bien, encárgate de todo lo necesario, la ceremonia de velación se hará en el salón al costado del Hall ancestral. Consigue costureros que elaboren las túnicas adecuadas para mí hijo y nuera, también para los integrantes de la familia y poder adaptar túnicas de luto a la medida. — ordenó con seriedad el hombre, para posteriormente caminar en dirección a la salida. — Mandaré una carta a los demás líderes para informar del asunto. En cuanto finalices, preséntate en mi oficina para hablar y tomar una desición en relación a lo que se hará de ahora en adelante.

Y con esas últimas palabras se fue.

Jin GuanYao le dedicó una mirada a los presentes en la habitación, le hizo un ademán al joven de túnicas Jin para que se retirara y en cuanto se fue, dio las respectivas reverencias.

— Madam Jin, Líder Jiang, Maestro Wei. Este discípulo se retira. Con su permiso. — una vez finalizado, se retira.

La habitación se quedó en silencio, tan solo los sollozos y lamentos de la mujer se escuchaban, cada y una de ellas mencionando el dolor ante la perdida de su hijo y la esposa de este. Jiang Wanyin tan solo pudo apretar los puños, rechinar los dientes y permitir que un par de lágrimas descendieran por sus mejillas.

Wei Wuxian fue el primero en romper el silencio.

— Madam Jin. . . — Wei Ying vaciló. — Debería ir a descansar en lo que hacen los preparativos, en cuanto finalicen, y-yo personalmente le avisaré.

Tal vez no existía una relación cercana entre él y Madam Jin, sin embargo, si existía un vínculo de respeto por los lazos que los unían políticamente tras el matronio de la familia Jin-Jiang, por lo cual, no era tan descabellada la idea de que habían cruzado palabras un par de veces y esta no sería la única vez.

Incluso la relación que él solía tener con Madam Yu (la cual era un tanto peculiar debido a que el trato entre ellos era de respeto, pero a la vez lejana, tensa y hasta cierto punto indiferente), no era impedimento de que existese una interacción respetuosa y un tanto amistosa. De algún modo debían dejar de lado las incongruencias con las cuales solían envolver la vida de Wei Ying, así como también creaban malos entendidos dentro de la familia Jiang, y permitirse coexistir en el mismo espacio de una manera saludable por el bien de todos.

Incluso si Madam Yu y Wei Wuxian nunca pudieron llevarse bien, de algún modo, la mujer había dado a entender que se preocupaba por el chico, así como a través de sus acciones lo había proclamado como su hijo, y quién quiera que se atreviera a lastimarlo, se las vería con ella y Zidian.

— Oh A-Xian, ¿Cómo podría descansar sabiendo que mi hijo ya no está aquí? — mencionó la mujer con un tono dolido.

Wei Wuxian se sorprendió por el apodo cariñoso con el que se dirigió la mujer, siempre había sido Wuxian, nunca A-Xian.

— Lo entiendo, pero. . . Zixuan no hubiera deseado el descuido de su salud Madam Jin. — volvió a insistir, pasando por alto la sorpresa por el nuevo apodo.

La mujer lo vio por unos minutos, con los ojos rojos y acuosos, y después de pensarlo por un momento, aceptó.

— Bien, pero me gustaría ir a ver primero a A-Ling — volvió a hablar la mujer, esta vez con la voz entrecortada y temblorosa tras mencionar el nombre del infante.

Sintió un nudo en su garganta, lo suficientemente grande como para obstruir el oxígeno que entraba por sus pulmones.

Su hijo, su sobrino, el hijo de su shijie² . . . ¿Cómo le dirían que había perdido a sus padres a tan temprana edad y al mismo tiempo?, ¿Cómo le explicarían el por qué no estaban a su lado?, ¿Cómo le dirían que ellos habían muerto de una forma terrible?, ¿Qué haría si él llega a creer que lo abandonaron?, ¿Cómo le haría entender que no guardara odio en su corazón?

Una vez más el peso de la cruda, cruel y trsite realidad invadió sus hombros. Él sabía que en algún momento tendrían que lidiar con ello, lo supo en el momento exacto en cuanto aquel Cultivador llegó con una revelación tan dolorosa como era el martirio de no haber un "hasta pronto", sin embargo, él quería olvidar la realidad de las cosas, él deseaba poder pausar un poco el dolor para acomodar sus pensamientos y dedicarles el debido tiempo, él quería sanar antes de que llegara el momento, porque incluso aunque Jin Ling tan solo era un bebé, sabía que él podría sentir la lejanía de sus padres así tanto como la perdida.

Él lo entendía, entendía que tarde o temprano llegaría esa plática, y aunque las palabras intentaran ocultar la verdad de las cosas, a través del rumor, el trato cruel de los niños y adultos, así como la falta de entendimiento de un infante ante algo tan complejo como lo era la muerte; su pequeño corazón tendría un espacio para el resentimiento por quienes le arrebtaron a sus padres, incluso aún si hacía lo posible por protegerlo de ello, aún si intentara endulzar sus oídos con el cariño que le tenía, aún si a través del tacto amoroso intentara sanar las heridas, aún si se llegara a esforzar para evitar oscurecer su corazón, aún si intentara con todas sus fuerzas alejarlo de la maldad de este mundo, él sabía que no sería suficiente.

— Po-Por supuesto Madam Jin — sonrió débilmente a la mujer, quien le dedicó un asentamiento y se fue.

Una vez más el silencio reino en la habitación, dedicada a dejarlos pensar ante todo lo que los abrumaba tras las trágicas noticias. Un momento en el cual podrían romperse y que nadie les diría nada, revelar el dolor que se asentaba en lo más profundo de su ser y los iba desgarrando poco a poco sin compasión alguna.

Soltó un suspiro tembloroso, intentando recomponerse y alzar la frente en alto, al menos hasta que la ceremonia diera incio, tenía que ser fuerte, tenía que ocultar un rato más el desgarrador ardor en su estómago, tenía que mantenerse cuerdo, a raya, consciente de todo lo que sucediera a su alrededor. Ahora era su responsabilidad cuidar de su hermano menor, de apoyarlo, de darle un hombro en el cual llorar, escucharlo, permitirle que saque toda su frustración por no haber podido hacer más; necesitaba estar para su sobrino, quien apenas era tan solo un infante de 3 meses y dedicarle toda la atención que requería un niño de su edad, dedicarle el amor y cariño que sus padres le hubieran brindado, así como el conocimiento y por supuesto, hacer incluso lo imposible por mantener su dulce inocencia, lejos de lo que es la cara podrida de este mundo, más sabiendo que estaban en la boca del lobo.

Cualquier pensamiento constructivo de un plan a futuro, se vio interrumpido al escuchar los fuertes y demandantes pasos de su hermano quién estaba por atravesar el umbral de la puerta con una mirada aterradora, así como Zidian chispeaba con fiareza en su dedo.

Rápidamente se puso frente a él.

— Jiang Cheng, ¿A dónde vas? — preguntó con preocupación en sus ojos.

— ¿A dónde crees? ¡Por supuesto que voy a ir por ese bastardo! — contestó con total odio en sus palabras, cada una mencionada mordazmente.

— ¡Jiang Cheng no puede hacer eso! — reclamó Wei Ying intentando hacerlo entrar en razón mientra posaba sus manos en el pecho del menor.

¿En qué momento su hermano lo había arrebasado en altura?

—¿Qué no puedo dices? ¡Mira como lo mato! — Sus palabras fueron tan venenosas, así como sus ojos asesinos irradiaban un brillo indescriptible. — ¡Ese maldito!

Se movió con cierta brusquedad, intentando alejar a Wei Ying de su persona y dirigirse en dirección a los túmulos para cobrar venganza.

Últimamente el temer por el bienestar de su hermano menor se había convertido tradición, debido al conocimiento que tenía sobre él y la falta de control en sus sentimientos como en las emociones fuertes.

— ¡A-Cheng basta! — gritó Wei Ying, imponeniendo su posición y haciendo retroceder a su hermano. — Basta. . .

Jiang Wanyin se detuvo inmediatamente cuando su nombre había salido de los labios de su hermano de forma temblorosa. Toda evidencia de su enojo se desvancecio y sus ojos brillaron con debilidad, así también con cierta culpabilidad. Wei Ying, su hermano mayor, se había roto, solo lo llamaba así cuando algo era demasiado pesado para él y el hecho de intentar seguir en pie era demasiado difícil. ¿Cuándo fue la última vez que lo había visto tan fragil y vulnerable?.

El semblante de Jiang Cheng se suavizó por completo, dejando mostrar esta vez una mirada llena de preocupación hacia su Shixiong³ quien no le había dirigido la mirada. Con nerviosismos tragó saliva y con cuidado alzó sus brazos para sostenerlo en la parte superior de sus brazos.

— Y-Yo. . . — respiro hondo, intentando buscar las palabras correctas. — L-lo siento Wei Ying, yo. . . Maldición.

Se sentía expuesto, vulnerable, bastante agotado como para poder ocultarlo tras una máscara rota y agradecía que fuera solo Wei Wuxian quien lo viera en su debilidad.

El chico de túnicas negras tan solo negó con la cabeza.

— No, no A-Cheng, no tienes nada de que disculparte — Soltó con suavidad y alzando la vista al chico de ojos morados. — No tienes nada de que disculparte. Absolutamente no.

— Pero. . . Yo — las lágrimas no tardaron en decender por sus mejillas, así como sus brazos cayeron a sus costados; él entendía el peso de sus palabras y más al saber el cariño que tenía el mayor por aquel hombre.

— No A-Cheng, no te disculpes por favor. Lo entiendo, entiendo que estés dolido, pero no ayudará en nada que tiñas tú coazon de odio. — habló con tanta suavidad, esta vez posicionando una mano en la mejilla del menor.

— Se que lo que te pido es complicado y hasta cierto punto suena como un reto, pero . . . Tenemos que enfrentar las cosas, no podemos permitirnos actuar ciegamente — empezó a explicar, intentando ser cuidadoso. — No sabiendo que ahora las cosas serán. . . Distintas. . . Diferentes a como las habíamos planeado en un principio.

Jiang Wanyin permitió que las caricias de su hermano mayor lo hinundaran, sentía la opresión en su pecho y las delgadas y cálidas manos de su hermano sanaban esa sensación. Wei Ying y Jiang Yanli tenían un don para sacar a flote sus malestares y opacarlos con una suave sonrisa y palabras llenas de cariño que curaban su destrozado corazón, reuniendo las piezas y volviendo a unirlas en base de atención y amor.

— A-Cheng, no espero que lo entiendas y que tampoco te obligues a resguardar tus emociones, pero no podemos ir contra Lan Zhan, lo sabes. — quería que su hermano entendiera, que viera lo que él veía.

— Yo. . . No puedo, sabes que no puedo. . . Él, él nos arrebató a nuestra hermana, él él le arrebató a Jin Ling a sus padres — sus palabras salieron casi en un susurro, pero el sentimiento árido se mantenía ahí. — Lo odio Xian-Ge⁴, lo odió demasiado. . .

El corazón de Wei Ying dolió. Tomó a su hermano de los hombros.

— Oh A-Cheng — no pudo evitar sollozar, esta vez las lágrimas desbordandose y descendiendo por sus mejillas sin el saludable color rosaceo. — No te pido que lo perdones y tampoco te pido que lo veas como un inocente, pero. . . Pero debemos entender que nosotros no estuvimos ahí, no sabemos cómo es que realmente sucedieron las cosas ni que fue lo que lo insitó o inicio esto.

Jiang Wanyin se sintió mal, detestaba ver llorar a su hermano, él había nacido con una sonrisa, una sonrisa tan grande y cálida que cualquiera caería cautivado ante ella. Incluso si Lotus Pier había caído en las cenizas, la sonrisa de su hermano lo hacía sentir en casa, sin él, las cosas no serían igual y se presentarían amargas, frías y monótonas. . . Y así se veía el mundo ahora que su Jiejie⁵ ya no estaba, por suerte, su hermano era una luz entre la oscuridad, tan cálido como los días en Yunmeng y tan etéreo como los paisajes de su hogar.

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Por un momento, Jiang Wanyin temió porque también se lo arrebataran.

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— De ahora en adelante, las cosas serán distintas, difícil hasta cierto punto ahora que Shijie. . . ya no está. . . — las palabras pronunciadas le supieron amargas, disgustado de su significado. — pero, pero debemos intentar ser fu-fuertes, salir adelante, enfrentar las cosas. . . por nosotros, por A-Ling, por nuestro sobrino.

Cada una de las frases que el mayor pronunciaba, de algún modo lo hacían capacitar y lo hacían entender un poco más los miedos que atormentaban a su Shixiong.

— Yo-yo no creo, no creo que Lan Zhan lo haya hecho, él no sería capaz. . . Lo conozco y se que él no lastimaría a inocentes, y lo sabes A-Cheng, incluso si me intentaran hacer creer los rumores, sabes que los ignoraría. — esta vez su voz tomó un semblante un tanto serio. — Tú y yo conocemos mejor que nadie, conocemos lo peligroso que pueden ser los rumores, lo hemos visto, lo hemos vivido y el tener que caer ante algo que nosotros enfrentamos día a día en nuestro pasado es injusto, para ti, para mi, para Lan Zhan. . . Ya escuchamos la versión de los Jin.

Un poco más y Jiang Cheng juraba que escupía las palabras "la versión de los Jin".

Ambos lo sabían, los Jin no eran de fiar, los Jin eran lobos en la piel de un cordero, dispuestos a atacar en la oscuridad con tal de satisfacer sus codiciosos y egoístas deseos; tan solo un mínimo de ellos se salvaba y cuando hablamos de salvar, se refería a Jin Ling, Jin Zixuan y Madam Jin.

— Ahora toca escuchar su versión, analizar las cosas, unir las piezas, no solo atacar por atacar. — las saladas lágrimas se habían secado, tan solo dejando un rastro. — Así que por favor A-Cheng, no actúes impulsivamente. Te pido, te suplico que no lo lastimes.

¿Suplicar?, No necesitaba suplicarle, incluso por más resentido, dolido y enojado esté con Lan Wangji por haberle arrebatado a su Jiejie, no lo mataría, no lo haría porque sabía que era importante para su hermano, sabía que Lan Wangji había ganado un lugar muy especial en el corazón de su Shixiong. Wei Ying no tenía que suplicarle nada, no soportaría verlo en la desesperación, no ahora que los dos estaban sufriendo.

— No. . . No necesitas suplicarme Wei Wuxian — soltó en un suspiro. — No haré nada. . . Lo-lo prometo

Y con esas últimas palabras, Wei Ying limpio todo rastro de lágrimas, sonrió suavemente y abrazó a su Didi⁶. Jiang Cheng correspondió.

— Saldremos adelante, los tres. . . Juntos — susurró Wei Wuxian.

— Mn. . . — afirmó Jiang Cheng.

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La ceremonia de velación había iniciado, así como todos y cada uno de los preparativos ya habían sido posicionados en su lugar: las adornos en blanco, los gong⁷ en la parte superior de la entrada, cada uno al costado de una tela blanca, las vestimentas de los difuntos y familiares de color blanco, así como los grandes ataúdes, sencillos, pero elaborados con la madera de la mejor calidad, adornados con una docena de corana de flores, el tributo destinado a los fallecidos como eran el papel moneda para darles abundancia en su camino, el incienso y velas blancas, comida y sobres blancos con artículos de valor pertenecientes a cada difunto.

Frente al tributo y los dos grandes ataúdes se encontraban 4 personas hincadas en sus cojines respectivos de un color beige. En el costado derecho se encontraba Madam Jin y su esposo, con las respectivas túnicas blancas, en lo único que diferían, es que Jin Guangshan no poseía arreglos en su cabeza, más que la orquilla que sostenía su cabello en una coleta alta y Madam Jin poseía una tela del color blanco representativo de la pureza que se sostenía en la cabeza y descendia por la espalda, haciendo la idea de un velo.

El líder Jin mantenía una mirada seria, sin expresión alguna.

En el costado derecho se encontraban Wuxian y Wanyin, hincados con la cabeza baja y permitiendo que las lágrimas empaparan sus mejillas, ambos poseían las túnicas blancas de luto, así como una cinta de color blanco que se encontraba en su frente, tan similar a la cinta de los discípulos exteiores de la secta Gusu Lan.

Lo único que los diferenciaba uno del otro, era que el mayor de los dos sostenía en brazos un pequeño bulto envuelto en mantas blancas de alta calidad, quien de vez en cuando se removía entre ellas intentando encontrar el calor que emanaba del pecho de quién lo sostenía. Aparte, sus largos mechones caían como cascada por su espalda, descendiendo y esparciendose en el suelo; no había agarrado su cabello como de costumbre, tan solo un par de mechones de los costados, amarrados en un moño en la parte trasera de su cabeza con la cinta blanca que rodeaba su frente, ausentando su típico listón rojo.

Después de la trágica noticia y las breves palabras que cruzó con el discípulo principal de los Jiang, Madam Jin se había dirigido a la habitación de su nieto, tambaliante y destrozada como una madre lo podía estar tras la perdida de su hijo. En cuanto llegó a la habitación, despidió a la niñera que estaba a cargo del pequeño heredero y en el momento en que el pequeño de 3 meses estuvo entre sus brazos, la mujer sollozo, dolida ante la herida que se había abierto para sangrar por un tiempo; y como si se tratase de alguna conexión o un mensaje telepático, Jin Ling logró interpretar los suaves sollozos de la mujer como una gran tristeza que la hacian agonizar, y tras sentir las terribles sensaciones que empezaban a envolver su pequeño y frágil corazón, después de balbucear en un intento de llamar a su madre y padre, y escuchar gemir a su abuela con dolor el nombre de su padre, supo que algo estaba mal, así que insistió un par de veces más, con mayor inquietud y revolviendose entre los brazos de su abuela, tan solo para saber que sus padres no llegarían por él.

Sin más, el pequeño empezó a llorar y con el pasar de los segundos se intensificó su llanto, intentando como último recurso usar sus lamentos para poder llamar la atención de sus padres en donde quiera que estén y lo envuelvan entre sus brazos para ofrecerle esa sensación tan cálida que lo hacían soltar una sonrisa sin dientes y que a través de dulces palabras de su madre le tareré una canción de cuna, mientras su padre pasara una de sus manos entre las hebras de su corto cabello.

YuFang⁸ no supo que hacer para calmar al pequeño bebé; por más que lo llamara con suaves palabras, lo meciera entre sus brazos o acariciara con sus suaves manos la pequeña cabecita del infante, este tan solo no dejaba de llorar e hipar, moviendo con desesperación sus manitas, abriendolas y cerrandolas en pequeños puñitos, como si tratara de alcanzar algo o aguadar el corazón de sus padres para que estos aparecían en su nublada visión y con una voz apenada dijeran "lo sentimos por tardar A-Ling" disculpándose de su retraso y tomándolo con cuidado en brazos.

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"Desgraciadamente, ellos no regresarían jamás"

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Ante el gran alboroto en la habitación del heredero, Wei Ying llegó a la habitación, tras dejar a su hermano que debía encargarse de unos asuntos, y al ver la escena de como la mujer intentaba atenuar el llanto del bebé con una cara llena de desesperación, algo en su interior se quebró.

Sin poder soportarlo más se acercó a la mujer y con unos ojos suplicantes le pidió si el podía cargarlo para intentar calmarlo, la fémina aceptó sin saber que más hacer y con cuidado puso al infante en brazos del contrario.

Wei Ying con la tranquilidad del mundo meció con suavidad al pequeño, pegándolo a su pecho para brindarle calor, dedicarle una suave sonrisa y con una dulce voz cantar una canción de cuna, justo como lo hacía su adorada Shijie cuando el y A-Cheng no podían dormir por las noches tras tener horribles pesadillas donde todo era destrucción, muerte o dolor.

No fue que después de unos largos minutos el pequeño Rulan se calmó, tras escuchar la conocida y suave voz de su tío cantarle y el calor que emanaba su pecho, tan similar al de su madre cuando esta lo carga con dulzura. Al final tan solo dejó soltar unos hipidos que poco a poco se fueron apagando hasta quedar en completo silencio, cerrar sus ojitos color ocre y caer en el mundo de los sueños, acurrucandose un poco más cerca del calor de quién lo cargaba.

Wei Ying soltó una suave y pequeña sonrisa llena de cariño y genuina al pequeño infante que estaba en sus brazos.

De ahí en adelante, en varias ocasiones, Jin Ling no quiso dejar los brazos de su Dajiu⁹; cuando intentaban acostarlo en su cuna para que estuviese más cómodo o que alguna nodriza intentara tomarlo en brazos, tan solo al recibir al pequeño, este se empezaba a remover y al no sentir la sensación de ser cargado por quién había elegido, empezaba a sollozar, para después llorar.

Al final, Wei Ying decidió quedarse con el pequeño, ya en un rato, tras llorar por bastante tiempo, lo tendría lo suficientemente agotado como para quejarse una próxima vez.

Los minutos pasaban y con ello las horas, horas de silencio donde tan solo se mantenían los pensamientos tras las personas que ya no estaban.

El ambiente era deprimente, doloroso y hasta cierto punto sofocante, la triste energía en el lugar, así como la nostalgia de bellos momentos que no podrán volver a cobrar vida como lo fueron en su primer estancia con gran apogeo, eran lamentables.

Wei Ying se mantenía en silencio, hace un rato que había dejado de llorar, pero aquella opresión en su pecho se mantenía ahí, tan sofocante como en el momento donde recibieron aquellas trágicas palabras. Sus piernas se sentían entumesida tras estár hincado por horas continuas, rezando para que aquellas dos almas pudieran encontrar paz y luz, así como prometiendoles que Jin Ling estaría bien y que lo cuidarían y amarían como ellos lo hubiesen deseado, ofreciéndole todo lo que un pequeño necesitaba; un hogar, amor, cariño, tiempo y lo más importante, el recuerdo de sus padres, hermosos relatos que permitirían a Jin Ling mantener en su memoria a quienes lo amaron hasta su último aliento.

No fue que su atención se desvío de las placas con los nombres de la pareja hasta que escuchó los pasos de un Cultivador dirigirse hacia ellos. Al alzar la vista, no se sorprendió de ver al mismo joven que había mencionado la perdida del matrimonio Jin-Jiang.

Estaba por voltear una vez más la vista, manteniendo sus orbes grices con un brillo opaco en los ataúdes, pero las palabras que soltó el Cultivador lo hizo abrir sus ojos con horror y casi voltaer por completo su torso superior.

— Líder de Secta Jin. Su testimonio a sido escuchado, El General Fantasma y la médico Wen Qing están en las escaleras de la Torre Koi. — anunció el joven tras una reverencia. — Se han entregado en nombre de Lan Wangji y tomarán el castigo que se les impuso.

‹¿Qué. . . ?› pensó.

— Perfecto — se levantó de su asiento y caminó en dirección al Cultivador. — Arrestenlos y preparen las cosas para ir a Nightless City.

— ¿Q-Qué?, U-un segundo — Wei Ying tartamudeó. — ¿Di-dices que Wen Qing y Wen Ning están aquí?

Jin Guangshan hizo de oídos sordos y salió de la habitación con el joven anunciante.

— ¡E-espere!, ¿A qué petición se refiere? — con intención de seguirlo en su ataque de miedo, Wei Ying se levantó rápidamente de su lugar, sintiendo sus piernas temblar debido al tiempo que estuvo sentado y en cuanto intentó dar un paso, sus piernas flaquearon, haciendolo tambalear.

Jiang Cheng rapidemte lo atrapó y ambos decendieron al suelo con cuidado.

— ¡N-no!, ¡Wen Ning y Wen Qing no deben estar aquí! — soltó con desesperación. — ¡Jiang Cheng!, ¡¿A qué orden se refieren?!.

Esta vez preguntó a su hermano de forma frenética.

En cuanto las respiraciones aceleradas y las palabras llenas de desesperación se presentaban en Wei Wuxian, el pequeño que se mantenía en brazos empezó a removerse y hacer ruidos en un intento de llamar la atención. Jin Ling sentía la desesperación de su tío, el miedo, el frenesís y a él no le agradaba, quien sea que haya hecho sentir miedo a su tío, no le agradaba en lo absoluto.

YuFang al ver la escena que se presentaba, se acercó rápidamente a Wei Ying y con voz suave le pidió que le entregara a A-Ling.

— A-Xian, dame a A-Ling — soltó con suavidad y con un movimiento logró tomar en brazos al infante quien al sentir el cambio empezó a sollozar, pero ya no con la energía de antes, estaba cansado y ya no podría protestar más. En cuanto estuvo en brazos se retiró.

— ¿Jiang Cheng?, Jiang Cheng, por favor, dime que no es lo que creo que es — pidió saber. Sus ojos destellaban terror.

Jiang Wanyin tan solo desvió la mirada.

Cayó por completo al suelo y las lágrimas se deslizaron por sus pálidas mejillas.

— No. . . — negó con la cabeza, no quería creerlo. — No deben, ellos, ellos no hicieron nada Jiang Cheng, no hicieron nada. . . Hay-hay que hablar con Jin Guanshang.

— Wei Wuxian. . .

— ¿Puedes hablar con él?, ¡Tal vez podamos llegar a otro acuerdo!, ¡No hay necesidad de tomar vidas inocentes!

Jiang Cheng lo vio con detenimiento, analizando la mirada del mayor, se sentía en debate y realmente una parte de él no quería, pero otra parte le decía que era lo correcto, abogar por ellos.

Suspiró.

— Lo lamento Wei Wuxian — se disculpó, lo intentaría, pero sabía que sus palabras serían en vano.

Wei Ying entendió y con una mirada tan solo pudo asentir.

— Mn — soltó bajito, sabiendo que era una disculpa con antelación.

Jiang Wanyin se levantó y pocos segundos se fue de la habitación.

Wei Ying mantuvo la cabeza baja mientras se acomodaba una vez más de rodillas frente al altar donde yacían su hermana y cuñado.

Se sentía frustrado, enojado consigo mismo por no poder hacer más, se detestaba, detestaba el hecho de no poder cambiar las cosas, por no poder alzar un poco más la voz, se sentía desesperado, se sentía decepcionado consigo mismo, se sentía un inútil, inservible, un idiota y débil por no lograr defenderlos.

Pero, ¿Qué podía hacer él? ¿El hijo de un sirviente?, ¿Un niño huérfano que tuvo el fortunio de ser acogido por un líder de secta y nada más?, ¿Un joven sin padres que solamente sirvió a la familia Jiang?, ¿Qué no nació como un heredero, un rey o un noble?, ¿Qué podía hacer un joven Cultivador con un núcleo fracturado? ¿Qué podía hacer?.

Él sabía, sabía que no podía hacer mucho, o al menos no lo suficiente. Él tan solo era un joven que se esforzó por cultivar, que se esforzó por desarrollar un núcleo, que se esforzó por querer proteger a quienes ama, que se esforzó porque deseaba ser alguien, porque no quería que lo vieran como el hijo de su madre o de su padre, sino que lo vieran por lo que es él, Wei Ying, Wei Wuxian, un joven que estaba dispuesto a darlo todo, que práctico y estudió hasta el cansancio para llegar a donde estaba actualmente y ser respetado, limpiar el nombre de sus padres y hacer ver qué él no era hijo de una aventura, sino que era el hijo de dos jóvenes que se enamoraron.

Wei Ying peleó por lo que quería llegar a ser, peleó por ser reconocido, peleó para tener un lugar en su hogar, él mismo se esforzó, y gracias a ello fue nombrado Discípulo Principal, porque él se lo ganó con lágrimas, sudor y sangre, nadie se lo había regalado.

Pero ahora, ¿De que servía si no tenía voz?, ¿De que servía un maldito título si al final eso no ayudará a nadie?, Él ya no era ese discípulo principal, él ya no era ese joven fuerte que se jactaba de sus grandes habilidades con la espada, el cultivo y la seis artes, él ya no era ese joven, se había ido, ya no existía; incluso si había obtenido el respeto de muchos por sus aportes en la Campaña para Derribar al Sol, incluso si sus hermanos lo había reconocido ante el mundo del cultivo como su hermano, no era suficiente, no para los nobles, no para los líderes y mucho menos para el clan Jin.

Él no compartía la sangre Jiang, él tan solo era un Cultivador más para todo el mundo, él solo era un joven que lo cambio la Guerra, un inocente que tuvo que enfrentar un terrible destino, un joven desdichado quien perdió a sus padres, a la secta Jiang y a su hermana, un joven que en algún momento se asoció con el mal y si supieran, si supieran que ya no podría alzar una espada como lo fue en sus tiempos de juventud, perdería la poca voz que tenía y por más que intentara, no sería escuchado.

Apretó con fuerzas la túnica entre sus manos.

Se sentía frustrado, enojado, pero sobretodo se sentía inútil e inservible, ¿Por qué no podía hacer más?, ¿Por qué tenía que ser un inútil?, ¿Por qué no podía protegerlos?. Se lamentaba y se odiaba, no podía hacer nada y lo poco que había logrado no había sido lo suficiente, ni para él, no para quienes necesitaban protección.

Sus acciones no fueron suficientes, por más que intentó ayudar, por más que intentó ver por el bienestar de los Remanentes Wen en los Túmulos Funerarios, no fue suficiente; ni el dinero, ni la comida, ni la ropa, ni los medicamentos, ni la convivencia, ni los muebles, ni las herramientas para trabajar la tierra o las telas fue suficiente. Ni siquiera abogar por ellos, enfrentar a los líderes de secta o exigir que se vea la verdad de lo que hay entre manos para revelar los retorcidos planes, así como las atrocidades de los Jin. Nada sería suficiente ni lo equivalente a una vida humana, jamás algo material podría sustituir el futuro, la salud o la vida de alguien.

Hubiera deseado haber hecho más, mucho más, hacer revuelo, alzar la voz un poco más, gritar por la inocencia de esa gente, grita la realidad detrás del rumor, gritar que estaban equivocados y que condenarían a gente inocente, gritar que lo que hacían estaba mal y que sus manos estarían manchadas con la sangre de gente sin pecado, que debían abrir los ojos y dejarse de llevar solo por lo que dicen a voces, así como dejar el prejuicio de lado y no juzgar por un simple apellido, debía haber gritado más, debía haber alzado la frente en alto y vociferar, aún si su garganta se desgarraba en el proceso o si sus acciones lo hacían sufrir un destino incierto, hubiera hecho más.

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"Cuanto se arrepentía por ser débil y no haber hecho más."

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Ahora lo único que quedaba era rezar y pedir a los cielos que las cosas salieran bien, o al menos que surgiera un milagro. Rezó por su hermana mayor, rezó por su cuñado, rezó porque Wen Ning y Wen Qing estuvieran bien, rezó por los remanentes Wen, rezó por el pequeño A-Yuan, rezó con el deseo de que toda la verdad saliera a la luz y la gente se diera cuenta del mal que emergia de los Jin y por último, rezó y suplicó por ese joven de ojos ambarinos, para que estuviera bien, para que no actuara sin pensarlo, para que la gente se diera cuenta de la inocencia de aquel chico y que él pudiese salir adelante y sea feliz.

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Pero la realidad, es que la oscuridad de este mundo siempre va a acechar y a veces, ni siquiera el acto más puro y desinteresado podría ganar.

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[Diccionario]

Shijie²:  Hermana mayor. Discípula de mayor edad que el hablante, entrenados por el mismo maestro.

Shixiong³: Hermano mayor. Discípulo de mayor edad que el hablante, entrenados por el mismo maestro.

Xian-Ge⁴: Este sufijo no solamente se puede usar para hermano mayor, sino también para un amigo cercano mayor que el hablante. No hay necesidad de una unión sanguínea. En este caso: Xian-Ge.

Jiejie⁵: Comúnmente se traduce como hermana mayor, este sufijo solo se aplica para una relación sanguínea. En este caso: Wen Qing es Jiejie de Wen Ning.

Didi⁶: Comúnmente se traduce como hermano menor, este sufijo se aplica para una relación sanguínea.

Gong⁷: Instrumento representativo de Asia; es un gran disco metálico con bordes curvados y sostenido por dos pilares de metal.

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YuFang⁸

Este es el nombre con el que decidí bautizar a Madam Jin y considero que se apega a ella, una mujer elegante, perteneciente a una secta ostentosa.

Yu: Hermosa
Fang: Fragancia

No sé si este fue el significado inicial del nombre, ya que olvidé anotarlo y tuve que volver a buscar el significado.

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Rong¹

Este es el nombre que decidí otorgarle a Zixuan, lo había escuchado leído en algún lado y creo que le queda muy bien.

Rong: De buena apariencia.

Como anillo al dedo su significado con el personaje jajaja.

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¡Y aquí con una nueva historia!

Que emoción, hace tiempo que no escribía algo con varios capítulos y el hecho de volver a hacerlo es emocionante.

Sé que aún tengo un par de proyectos extras que aún no publico, pero no los quiero forzar, sin embargo, no tardando subiré otra historia de Mo Dao Zu Shi, peeero desde el punto de vista de Jiang Cheng donde este enfrentará el remordimiento y la perdida.

Sin más que mencionar, espero que les guste este nuevo proyecto. Sé que la personalidad de WY es muuuy "Out of Character" pero pues es más que nada un capricho. ¡Una disculpa!

¡Gracias por leer!

Estoy practicando dibujo y edit, así que te invito a que conozca mi perfil de TikTok, ahí subo contenido visual de esta hermosa historia.

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Favor de avisar cualquier falta de ortografía o definición errónea y ¡Una disculpa!. Se tomará en cuenta cualquier sugerencia.

Agradecería mucho que me ofrezcan un voto, ya que esta es una forma de apoyarla para que se vaya conociendo y más personas pueden disfrutar de estas rarezas.