Mucho tiempo había transcurrido desde el día en que se había borrado la memoria de algunas personas para olvidar aquella aventura a través del pasado.

La magia ya no existía, un nuevo mundo surgió entre la combinación de Mewni y la Tierra, Marco y Star recorrían este nuevo mundo tomados de las manos con tranquilidad, mientras observaban con emoción, admiración y asombro cada nuevo lugar.

La tranquilidad poco a poco fue disminuyendo para ambos, ya que un dolor de cabeza se hacía presente y una terrible jaqueca, los dos decidieron volver a la casa de Marco para poder descansar y así tal vez el dolor desaparezca.

Al llegar Marco se recostó en su cama y Star en la de la habitación donde se quedaban los chicos de intercambio, quedando así poco a poco ambos dormidos.

El hechizo de Glossaryck termino de desvanecerse y los recuerdos regresaron a la mente de todos algunos cuando estaban despiertos otros mediante dormían, como el caso de Star y Marco.

Marco despertó de golpe, como si todo este tiempo hubiera dormido profundamente, la culpa llegó a él, se resigno a dejar que borrarán sus recuerdos del gran a amor que sentía por la pelirroja, solo para mantener el espacio-tiempo en orden, pero ¿Ahora qué? Ella ya no está desapareció junto con la magia, aunque quiera, aunque las ganas le sobren; para correr donde se encuentra ella, eso es imposible.

Con Star.

Ya había despertado de lo que le pareció una pesadilla, los hechos eran claros, Marco se había enamorado de Hekapoo hace tiempo atrás y posiblemente esos sentimientos, aún seguían vivos en el castaño; lo que llenaba de dudas a la rubia.

-¿Qué pasará ahora?¿Me seguiría amando?¿Algo cambiará después de esto? ¿Debería ir a verlo?
Mis sentimientos hacia Marco son reales y no han cambiado, pero ¿Qué pensará él? Todo esto rondaba en la cabeza de la rubia, una y otra vez la misma pregunta venía a su mente ¿Me seguirá amando?

En eso el timbre sonó sacando a Star de sus pensamientos, Star dudaba entre ir a abrir o no, no quería toparse con Marco, aún no estaba lista; más el timbre seguía sonando.
Star se levantó salió de la habitación y camino hacia las escaleras.

Al pasar por el cuarto de Marco, no se escuchaba nada, un silencio invadía en su habitación. Star decidió seguir su camino hacia abrir la puerta.

Al llegar a la puerta, la abrió y...

-Al fin. Dijo con molestia Janna y entró. Como tú me abriste, imagino que Marco aún no está listo.
-Sí, aún debe estar procesando todo esto.
-¿Recuerdas las preguntas que te hice en el pasado?

El recuerdo estaba vivo en la mente de Star.

Recuerdo de Star.

Mientras Marco y Glossaryck charlaban de camino a la cueva donde se escondía Hekapoo. Ella y Janna tenían su propia platica, todo por una pregunta que le hizo esta.

-¿Qué harás ahora Star?
-¿A qué te refieres Janna?
-Es obvio que te gusta Marco y no intentes negarlo. Star no lo negó, su mirada se torno triste y fijo su vista adelante; mirando al castaño. Pero ambas sabemos que él ama a Hekapoo.
-No lo sé Janna.
-¿Lucharás por él? O ¿Dejarás que sea feliz con ella?
-No lo había pensando Janna y tampoco tengo una respuesta para tus preguntas.
-Mejor piénsalo y decídete rápido.

Fin del recuerdo.

De los ojos de Star empezaron a caer lágrimas, es cierto Marco ama a Hekapoo, eso no se puede negar y evitar.

-Sé lo que te preguntas Star y solo hay una forma de obtener una respuesta.

Star levantó la mirada y Janna ya estaba subiendo las escaleras rumbo a la habitación del castaño. Patio la puerta abriéndole con mucha fuerza y haciendo gran ruido, más el castaño que estaba sentando al borde de la cama cabizbajo, ni se inmutó parecía perdido en sus pensamientos y sin prestar atención de lo que pasaba a su alrededor.

-Star puedes dejarme a solas con  Marco. Ella solo asintió y se fue de la habitación; Janna camino hasta Marco, se inclinó y colocó sus manos en sus hombros del chico, este levantó su mirada y miró a Janna.
-¿Ja...nna?
-Hola Diaz ¿Quieres un abrazo? Él no tardó ni un segundo y la abrazó, descargando llanto en el hombro de la chica.

Paso unos minutos y Marco cesó su llanto y se separó de la chica.

-Responde algo ¿Aún amas a Hekapoo?
-No puedo negarlo, recupe mis recuerdos y ella aún está aquí. Dijo colocando su mano derecha en el costado izquierdo, encima donde se encuentra su corazón.
-Ya veo y ¿Qué hay de Star?
-Me enamore de ella mucho antes de conocer a Hekapoo, con el tiempo lo deje de lado y continúe con mi amor hacia Jackie, pero con aquella aventura del pasado me enamore completamente y perdidamente de Hekapoo.
-Y ¿Qué piensas hacer?
-Me temo que solo me queda tratar de olvidarla, ella ya no está...

-¡¡¡No lo harás Marco!!! Grito Star pateando la puerta.
-¿S...star? Pregunto Marco completamente nervioso.
-¿Estabas escuchando? Pregunto Janna mirando con leve enojo a Star.
-Sí, pero eso no importa; Marco aún la amas y debes luchar por ese amor.
-De qué sirve Star, ella ya no está, mejor solo sigo adelante; además que clase de novio seria si te dejo y me voy a buscar un amor perdido.
-Marco yo quiero que seas feliz, incluso si esa felicidad no es conmigo.
-¿Están seguros ustedes dos? Porque yo tengo una solución.
-¿De qué hablas Janna? Pregunto Star totalmente confundida.
-Yo sé una forma de traer a Hekapoo de vuelta, aunque no estoy comoletamente segura sí funciona...
-¡¡¡Lo intentaremos!!! Grito Star.
-Hey, espera, vas demasiado rápido Star. Dijo Marco levantándose. Ni siquiera he dicho mi opinión.
-Y no la dirás; dinos Janna ¿Cómo lo haremos?
-Veo que ya has tomado tu decisión, bien vamos, ya van dos favores con este Diaz, espero me los devuelvas algún día.
-Star ¿Estás segura de esto? Pregunto el castaño mirando a la rubia.
-Sí Marco estoy muy segura.
-Bien gracias Star y a tí Janna, te prometo devolverte el favor, vámonos.

Estos empezaron a correr, mientras seguían a Janna hasta llegar a una cueva.

-Es aquí.
-¿Qué hacemos aquí? Pregunto el castaño confundido.
-Aquí hay una piedra, de una antigua leyenda que es capaz de conceder tu deseo más anhelado, lo leí en un libro que robe de la biblioteca de Relicor.
-¿Qué hiciste, que? Pregunto el castaño.
-Jajaja chica mala. Dijo Star sonriendo.

Los tres entraron en la cueva y después de unos minutos encontraron dicha piedra; más la alegría y entusiasmo junto con la esperanza se habían desvanecido, la piedra que antes, según dice el libro, brillaba de un color amarillento, pero ahora esta estaba apagada y sin una pizca de magia.

-Lo siento Marco.
-No, la magia se fue es obvio que no funcionaría, mejor ya vámonos. Este empezó a caminar cabizbajo.
-No te puedes rendir amigo. Todos voltearon a ver de quien era la voz y no era más que el demonio de nombre Tom Lucitor.
-¿Tom? Pregunto la rubia.
-¿Qué haces aquí? Continuó Marco.
-Janna me llamó y yo tengo una solución a su problema.
-Y ¿Cómo lo sabes? Si recién acabamos de encontrar la piedra.
-Sabía que la piedra no podría funcionar, por eso llame a Tom.
-Sí yo tengo una idea, vamos. Este empezó a volar, mientras llevaba a Janna en su espalda.

Marco llamo a nachos y se fue con Star, siguiendo al demonio.

Pocos minutos después llegaron a un bosque, antes de adentrarse en el bajaron al suelo y caminaron.

-¿Cuál es el plan Tom? Pregunto Marco.
-Yo no puedo ayudarlos, pero sé de alguien, que sí podrá. Respondió Tom.
-Y ¿Quién es?
-Omnitraxus.

El silencio invadió en todos por un momento hasta que Janna hablo.

-¿De qué estás hablando Tom? Él ya no existe.
-Te equivocas Janna. Dijo Marco seguro de sus palabras. él es un ser que habita en otra dimensión o universo, por lo tanto su existencia es infinita y solo desapareció de este plano.
-Marco tiene razón, pero Tom ¿Cómo piensas encontrarlo si desapareció de este plano?
-En estos momentos su existencia aquí, está volviendo a surgir; por lo que él debe estar...

Hizo una pausa para mover algunas rocas y que ocultaban un sitio donde se encontraban Omnitraxus escondido en lo que recuperaba su forma.

Al entrar dentro de esta encontraron a un Omnitraxus con la mitad de su cuerpo restaurado, osea solo la parte superior.

-Hola chicos ¿A qué debo su visita?
-Omnitraxus vengo a pedirte un favor. Dijo el castaño acercándose a Omnitraxus.
-Hola Marco, sé lo que quieres pedirme y no cambiare el pasado para que estés con Hekapoo.
-Bueno Marco lo intentamos. Dijo Tom dándose la vuelta para salir.
-No es eso, es algo distinto; Tom dame la piedra. El pelirrojo volteo y miró con el ceño fruncido al Marco en señal de duda.
-¿Qué es lo que vas a pedir es obvio que no cambiará el pasado por tí? Además ¿Qué quieres con la piedra?
-Sí lo sé, el pasado no lo puede cambiar, pero el presente lo estamos escribiendo ahora. Marco volteo y tomó la piedra, luego miro miró a Glossaryck con una mirada seria. Quiero que regreses a esta piedra a lo que era antes; quiero pedir un deseo... no cambiará el pasado y como el futuro, aún no está escrito, el deseo que pida no afectará en nada.

Omnitraxus sonrió, miró a Marco y vio esa chispa de determinación en sus ojos, estaba dispuesto a traer a Hekapoo a la vida cueste lo que cueste.

-Ya veo, entonces sí te ayudare, pero me temo que tendrás que esperar; mi ser aún no está completo y la poca magia que poseo en estos momentos no será suficiente para regresar la piedra a lo que era antes.
-Esperaré el tiempo que tenga que esperar, todo porque ella vuelva.

Pasaron tres días; en el primer día Omnitraxus recuperó su cuerpo, en el segundo su magia se fue incrementando con lentitud y en el último día con su magia regreso a la piedra a sus estado original, capaz de conceder tu deseo más anhelado.

Marco no dudo ni un segundo y pidió que traiga de vuelta a Hekapoo a la existencia, la roca brillo con gran intensidad por un momento.

-¿Creen que ella volvió? Pregunto Star.
-Solo hay una forma de averiguarlo. Dijo Marco para luego sacar sus tijeras dimensionales.

Intento abrir un portal y todo fue un rotundo éxito la forjadora además de controladora de portales regreso, este antes de cruzar le arrojó la piedra a Omnitraxus.

-No queremos que caiga en manos equivocadas y tengamos que pasar por otra aventura. Dijo el castaño para luego pasar por aquel portal.

Al pasar aquel portal se encontraba en la taberna que la vio por última vez, pero no lograba verla por ningun lado; esto preocupo al castaño, pero su preocupación duro muy poco tras recibir un golpe en la nuca y sentir como alguien le quemaba el cabello.

Este volteo rápidamente y ahí estaba ella, su vista no podía creerlo y lágrimas empezaron a brotar de sus cuencas por la felicidad de ver a su amada.

-¿Heka...poo?
-No seas llorón niño.
-Jejeje perdona es la emoción, pero ¿Era necesario el golpe?
-Y ¿Cómo esperabas que te recibiera después de borrarme parte de mis recuerdos?
-Era necesario, además hubieras recibido mejor a tu héroe que trajo de vuelta a la vida.
-Já y ¿Cómo esperabas tu bienvenida?
-Así... Este se acercó y deposito un tierno beso en sus labios de la pelirroja, a lo que ella no tardó en corresponder, el beso parecía eterno, no parecía tener fin, pero como siempre la falta de aire es quien manda a la separación.
-¿Con esa es la bienvenida que esperabas?
-Sí, pero en su lugar me recibes con tu marca. Dijo señalando el punto quemado y calvo de su cabeza, provocando una risa en la pelirroja. No le veo la gracia.
-Esta bien ¿Qué tal si vamos a descansar? Esas ojeras en tus ojos no te sientan bien y de paso me cuentas como es que estoy de vuelta.

En efecto Marco tenía ojeras, bueno porque se pasaba la noches pensando en su amada y preocupado por si podrá o no volver.

-Me parece buena idea. Hekapoo abrió un portal con sus tijeras y ambos cruzaron.

Al cruzar el portal se encontraban en la casa de Hekapoo, Marco le contó sobre como la trajo de vuelta.

-Y gracias a la ayuda de Janna, Tom y Omnitraxus estas aquí.
-Ya veo, así que después de todo, tomó tiempo ¿He?
-Sí, pero valió la pena la espera ahaaaa... Este bostezo y continuó hablando. Solo para volver a verte y estar contigo.
-Entonces ¿Te vas quedar conmigo?
-Sí Hekapoo, te dije que me quedaría contigo y ahora voy a cumplir mis palabras juntos por todo lo que me quede de vida.

La pelirroja miró con alegría y unas cuantas lagrimas al castaño, para luego darle un beso tierno y suave demostrando el amor que se tienen por el uno al otro.