Lagrimas

-que fue lo que le dijiste a Takaocchi para que llegara a estos extremos!- le reprendió Kise, pues al enterarse, todos corrieron a casa del peliverde, el cual se encontraba sentado en la cama con la cabeza baja sujetándose la con las manos

-lo se, soy un idiota!- se dijo con la voz quebrada, y todos lo notaron pues se le quedaron viendo con tristeza

-calmante Midorinn seguro que podremos encontrar a Takao- le dijo la pelirosa

-conoces algún lugar a donde le guste ir a Takao? Un lugar donde podría hacerse daño?- le pregunto Kuroko, y este levanto la cabeza

-el puente, a el siempre le gusta ir ahí y sentarse en la barda- dijo, y se puso de pie para luego salir hacia allá siendo seguido por sus amigos, y al llegar no había nada, pero algo resaltaba en el lago

-miren ahí!- señalo Furihata, y al acercarse tomaron algo que estaba hecho de tela, y Midorima al reconocer lo, lo tomo, extendiendo lo dando forma a una chaqueta

-es la chaqueta de Takao- dijo, pero su voz salio ahogada

-entonces Takao estuvo aquí, pero que podemos hacer?- pregunto Aomine

-bueno, por ahora, nada, solo podemos esperar que Takao este bien, considerando que no hay cuerpo- dijo Akashi, viendo como el de las gafas abrazaba con fuerza la chaqueta

-buscaremos mañana Midorima-kun, ya es muy tarde- le dijo Kuroko poniendo su mano en el hombro del peliverde

Al final todos se fueron a casa, al igual que Midorima, quien apenas llegar a casa, se tiro sobre la cama, y se largo a llorar cual niño

-Kazunari... Takao...- lo llamo esperando que todo eso fuera solo una terrible pesadilla, y esperando obtener una respuesta, escuchar la voz alegre de aquel chico de cabellos azabaches, pero no hubo nada mas que silencio, provocando que mas lágrimas salieran de sus ojos, acurrucado se ,con la chaqueta de Takao, en la cama, aspirando la agradable esencia de la chaqueta

-Takao~...- lo llamo llorando, derramando las lágrimas sobre la almohada hasta quedarse dormido

A la mañana siguiente, Midorima se despertó, pero no fue un despertar muy agradable, pues el solía ser despertado por Takao, el le picaba en la mejilla y lo llamaba hasta que se despertaba, pero esta vez fue un despertar vacío, no tenia al alegre pelinegro observándolo hasta que habría los ojos, así que no pudo evitar que una lágrima se deslizara por una de sus mejillas, y cuando se calmo, noto que no había soltado la chaqueta de Takao durante toda la noche, sin mas se puso de pie, y se dirigió al baño, donde vio que sus ojos estaban rojos y hinchados, así que para calmarse se lavo la cara y se dirigió a su oficina, donde al ver los papeles se enojo y los lanzo del escritorio

-todo es culpa del maldito trabajo!- murmuro con molestia, mientras se dejaba caer en la silla del escritorio

Después de un rato, se puso una chaqueta y decidió salir a caminar, esperando poder despejarse, pero mientras caminaba vio una juguetería, en esta había un pequeño peluche de halcón

Lo que solo hizo que se sintiera peor, pues al ver lo, solo recordó a Takao

Por otro lado, en casa de Akashi y Furi

-y pensar que las cosas estaban yendo tan bien, pero supongo que nada es para siempre- dijo el castaño con tristeza

-no te preocupes Kouki, ya veras que todo vuelve a la normalidad- dijo el pelirrojo abrazando al contrario en un reconfortante abrazo

-gracias Sei, te amo- dijo correspondiendo al abrazo

-yo...lo siento Kouki- se disculpo el pelirrojo, pues no podía decirle te amo

-sabes que?, esta bien, yo iré a dar un paseo- dijo el castaño separándose y dirigiéndose a la puerta, su voz se escuchaba dolida, y sus ojos estaban cristalizados, estaba apunto de llorar

-no, Kouki, espera- trato de detenerlo, pero el castaño lo ignoro y se fue, y en cuanto estuvo lejos, comenzó a llorar, hasta que llegó a una calle que estaba desierta

-por que seijuro? Por que?! POR QUE NO PUEDES AMARME?!- grito a todo pulmón, para luego dejarse caer de rodillas y comenzar a llorar

-Furihata?- escuchó una voz llamarlo, y al voltear

-K-Kiyoshi-senpai?!- preguntó sorprendido

-que haces aquí Furihata? Estas llorando?- pregunto preocupado y se agacho a la altura del castaño

-eh? No!, estoy bien!- dijo limpiándose las lágrimas con la manga del suéter que llevaba

-se que no estas bien, alguien no llora de rodillas porque esta bien, ven, vamos a mi casa- dijo ayudando a Furihata a ponerse de pie y comenzando a caminar

-oye, Kiyoshi-senpai...-decía el castaño, pero fue interrumpido

-ahora solo di me Kiyoshi- le dijo y el otro asintió

-no has sentido que esa persona especial realmente...no te ama?- le pregunto

-no voy a negarlo, casi nunca me dice te amo directamente, pero me lo dice de otras formas- dijo sonriendo mientras esa persona especial llegaba a invadir su mente

-y si nunca te ah dicho te amo?- le preguntó

-bueno, es cierto que hay personas a las que mas les cuesta expresarse, por ejemplo, Hyuuga a veces tenia problemas para decir lo que sentía, y ese chico de la Kiseki no sedai, Midorima, se que no lo conocí mucho, pero podía ver que no podía decir lo que siente tan directamente- le decía, hasta que llegaron a una pequeña casa, donde metió la llave y al abrir la puerta, un balón le dio directo en la cara

-Teppei!, solo te mande por leche, LE-CHE!, no te mande a Rusia! Por que tardaste tanto?!- dijo un muchacho con el ceño fruncido parado en la puerta de la cocina con los brazos cruzados, y Furi, al reconocer a aquel muchacho de piel blanca y cabello negro, se quedo boquiabierta

-perdón Mako-chan, me distraje- dijo bajando la cabeza

-como sea, quien es el?- pregunto, apenas dando se cuenta de la presencia de Furi

-oh! El es Furihata, uno de mis ex compañeros de Seirin- le explico, el otro solo lo observó, y se volvió a la cocina

-Kiyoshi estas bien?- pregunto Furi al ver la cara de Kiyoshi

-si, no es hermoso?- pregunto embobado, dejando a Furihata desconcertado, como es posible que eso pasara, si ese tipo lo había lesionado, como era posible que dejara a Kiyoshi así?

-si tu lo dices...- dijo aun desconcertado

-toma asiento- le ofreció el mas alto, y se fue a la cocina

-necesitas ayuda en algo?- se escuchó a Kiyoshi ofreciéndose

-si, solo corta la fruta de allá- le pidió el pelinegro

-claro- dijo, y así lo hizo, mientras que Furihata solo esperaba en el salón, empezó a ver humo

-QUE ESTAS HACIENDO?!- pregunto el pelinegro alterado

-no se como paso! Solo paso!- se escuchaba decir a Kiyoshi

-como demonios empiezas un fuego...CORTANDO FRUTA?!, donde esta el extinguidor?- preguntaba alterado, entonces alguien ingreso a la casa, y ese alguien era...

Continuara...

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