4.
Calum.
Alzo la vista para buscar algún lugar libre en el que aparcar pero está todo más que ocupado y lo veo un poco difícil. Freno el coche resoplando y me levanto para intentar ver más haya. Yo no recordaba esto tan lleno.
-Prueba por aquel lado, se ve menos mogollón.-propone Paula mientras señala a la izquierda.-Mira.-sonríe emocionada.-¡Allí!
-¡Hemos llegado!-grito haciéndola reír mientras conduzco hacia el hueco libre.-¡Por fin!
-Tócame el corazón.-habla cogiéndome el brazo.-Estoy muy nerviosa.
-Y yo.-admito desabrochando mi cinturón y mirándola durante unos segundos. Si antes ya era guapa, ahora aún lo es más. Es increíble lo poco que ha cambiado y lo genial que le sientan cuatro años de más.
-¿Vamos?-duda unos segundos poniéndose el pelo detrás de la oreja.
-¿Dónde exactamente?-pregunto observando toda la gente que hay.
-Pues...-se muerde el labio.-Esta claro que no podemos entrar, así que...
-Al lago.-adivino abriendo la puerta con ganas.-Seguro que van todos allí, siempre ha sido nuestro lugar favorito.
-¿Y ha que estamos esperando?-me mira mientras baja del coche y comienza a andar rápidamente.
-Oye, espera.-le digo alcanzándola y colocándome a su lado para caminar durante unos minutos hasta el embarcadero.
Me quedo totalmente paralizado cuando veo una caballera rubia sentada en la orilla mojándose los pies y tirando piedras al frente. Noto como el corazón empieza a palpitar cada vez más rápido y doy un paso para atrás intentando calmar mis nervios. Sonia está ahí y no soy capaz de hacer nada.
-Es ella...-susurro observando cómo se gira al oír nuestros pasos. Frunce el ceño unos segundos hasta que abre los ojos como platos y da un enorme salto para colocarse de pie.
-¡Ah!-grita dando un salto de alegría y corriendo para abrazarnos a ambos a la vez.-¡Dios, estáis aquí!-susurra apretándonos con fuerza.-¡No me lo creo!
Sonrío como un tonto viendo cómo se suelta y abraza de nuevo a su amiga mientras da pequeños chillidos y mientras me muerdo el labio mirándola de arriba abajo. Jamás va a dejar de encantarme tanto como lo hace, ya lo tengo asumido. Me fijo más en sus rasgos y trago saliva porque está jodidamente preciosa, joder, esto no tiene que ser bueno para mí.
Se separa de Paula y después de decirle una cosa en un susurro me mira con esos increíbles ojos que tiene, consiguiendo que me ponga aún más nervioso de lo que ya estaba y antes de que pueda reaccionar, se me lanza a abrazarme como si fuera un koala y joder, ella sabe que me encantaba darle estos abrazos.
-Calum...-susurra mientras enrolla sus piernas en mis caderas.-No te imaginas lo mucho que te he echado de menos.
No me atrevo a decir nada durante unos segundos, hace mucho que necesitaba esto, necesitaba volverla a ver y sentirla de nuevo conmigo. Y no se si me podré controlar para no hacer lo que mi corazón quiere que haga.
-Por fin.-susurro dejando varios besos en su cabeza.-Por fin, mi niña.
********
Paula.
Sonrío como una tonta tras la bonita escena que estoy viviendo. Los dos rubios hacen una pareja increíble y espero que este verano vuelva a resurgir el amor que había entre ellos, ese amor que estoy segura de que jamás se ha terminado.
Oigo unas pisadas detrás mía y me giro dudosa hasta que veo aparecer a un tío alto, fuerte y atractivo que se hace paso entre las ramas intentando no caerse.
Entreabro la boca mirándolo atentamente y me llevo las manos a esta al darme cuenta de que es unos de mis gemelos. No puede ser. No. Se suponía que ya no podían ser más guapos y ahora lo son. Sonrío de lado tocándole el brazo a Calum y cuando los dos rubios se giran, Sonia, que siempre ha sido la más eufórica, hace los sonoros de ir a saludar.
La veo salir corriendo hacia Jesús y lanzársele como minutos antes había echo con Calum y yo me acercó lentamente con ganas de achuchar a uno de mis niños con fuerza.
-¡Chuloplaya!-grito animada rodeándolo con mis brazos y sonriendo como una tonta ante sus besos en mi mejilla.-Dios, que guapetón estás.
-Tu no te quedas atrás.-me guiña el ojo divertido.-Dani se va a morir cuando te vea.
-¿Dónde esta?-pregunto intentando sonar desinteresada pero la maldita sonrisa que me recorre la cara me delata.
-A buscaros por otro lado.-me mira divertido.-Pero todos sabemos que yo siempre he sido el gemelo listo.
-¡Ay!-vuelvo a abrazarlo con todas mis ganas.-¡Te juro que te he echado mucho de menos!
Deja otro beso en mi mejilla y cuando me separo lo veo peinarse el tupé que aún mantiene y sonreír de esa manera tan suya. Si Jesús Oviedo parece un mismísimo dios griego, no puedo ni imaginarme lo jodidamente guapo que debe de estar Dani.
*******
Anna.
-¿Enserio no quieres que me espere por si no están?-insiste mi padre ayudándome a bajar las maletas.
-No, papá, seguro que están.-le sonrío.-Además, tengo casi veinte años, se cuidarme sola.
-Esta bien, está bien.-se acercan para darme un fuerte beso en la frente.-No hagas tonterías y...-levanto una ceja divertida.-Disfruta, mi vida.
-Te lo prometo.-le guiño el ojo comenzando a caminar y viéndolo marchar.
Miro a mi alrededor unos segundos con una sonrisa, orgullosa de que todo esto siga en pie. Hay muchísima gente y si os soy sincera no sé dónde diablos ir. Así que, como suelo hacer siempre, empiezo a caminar a donde me lleven mis torpes pies.
Miro mis pies durante unos segundos dándome cuenta de que no debería haberme puesto tacones y resoplo alzando la vista de nuevo.
Me sobresalto un poco al ver que estaba apunto de chocar con un chico y me muerdo el labio intentando no sonrojarme.
-Perdona.-susurro.-¿Has visto a unos chicos por...?-abro los ojos como platos al ver de quién se trata.-¡Dani!
-¿Ann?-se sorprende sin poder evitar una sonrisa.-¡Dios mío Ann!-habla en voz alta agarrándome con fuerza y haciéndome girar sobre su propio eje.
-¡Mi niña!-vuelve a gritar alegre, llenándome de besos la mejilla.-¡Pero si eres tú!
-Si.-me río.-Y tú eres tú.-le agarro la mano.-Madre de dios, ¿te has dedicado a ser más guapo cada año o como?
-Bueno.-sonríe pícaro.-Me he cuidado.-da una pequeña carcajada volviendo a abrazarme.-¿Qué tal por las tierras inglesas?
-Bueno, larga historia.-me muerdo el labio y miro a mi alrededor a ver si tengo suerte y veo a alguien más.
-Jesús ha ido a mirar si estaban por el lago.-me informa pillándome de lleno.-Venga, vamos.-me da la mano y me ayuda a tirar de mis maletas.-Se estará muriendo por verte.
-Esto...-me sonrojo.-¿Tú crees?
-Si.-se ríe y frunce el ceño unos segundos.-Me parece que aquí hay otra que aún no ha olvidado del todo aquel verano.
-Jamás lo haré.-admito apoyando mi cabeza en su fibroso brazo.-Estas duro.-le hago dar una carcajada.-Eso le gustará a Paula.
-No empieces.-pasa su brazo por mis hombros con una sonrisa.-Que te tengo que aguantar todo el verano.
-¡Oye!-me hago la ofendida.-¡Pero si te encanta!
-Era broma.-habla señalando las cuatro figuras que hay de espalda.
-Aquí están todos.-hablo en un susurro comenzando a emocionarme.
-Paula...-susurra mi amigo haciéndome reír y consiguiendo que llame la atención de todos.
-Bueno, ¿me habéis echado de menos?-hablo nerviosa, dando un paso hacia amante.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top