Paula.

Miro como Ann dobla otra de mis camisetas en silencio y me acerco a ella insegura.

-¿A Sonia ya se le ha pasado?-le pregunto y asiente sin más, para luego sonreír al recordar algo.-Espera aquí un momento.

-¿Dónde vas?-dudo y al no contestarme me siento en la cama a esperarla.

-¿Qué pasa?-interrumpe la voz de Sonia y Ann entra detrás de ella con el móvil y una sonrisa.-¡Eh!

-Hace un rato mi tío ha estado por CamPop pasa saludar a su amigo, que es ahora el director.-informa.-Y le ha dado unas fotos que se quedaron ahí, y supongo que os gustaran.-susurra y le tiende el móvil a Sonia, que enseguida da un grito de emoción y se pasa la foto a su móvil.

-Déjame verla.-le pido y me asomo al verla tan feliz.-Dios, ahí CalSone es real.-me río.-Me acuerdo cuando os llamabais a sí y...

-Y ahora su pene se llama así.-dice tan tranquila y Anna y yo no tardamos a estallar en carcajadas.-No es broma, eh.

-No tienes remedio.-susurro y ella simplemente se sienta a contemplar la foto.

-También hay una vuestra.-se sienta a mi lado la morena.-Dice mi tío que cuando su amigo la encontró se creía que era de alguna revista, él le dijo que si para no ganarse problemas por...ya sabes.-asiento.-Toma, la verdad es que salís...de revista.

-Me encanta.-sonrío haciendo lo que ha echo Sonia minutos antes.-¿Tuyas no habían?

-No.-se encoge de hombros.-Las recogí todas antes de irme con mi madre.

-Oh, chica lista.-susurro y la veo levantarse decidida.

-Bueno, mover el culo, que estas maletas no se llenan solas.

-Yo no voy a ayudar y así tardáis más.-habla Sonia levantándose dispuesta a irse.-A ver si hay suerte y no pillas el vuelo.

-Que buena amiga.-ironizo.

-Lo soy.-me sonríe débilmente.

******

Dani.

No puedo creer que esté haciendo esto. No puedo creer que se dejando ir de nuevo a una de las personas más importantes de mi vida. No me lo creo. No me conozco, si hubiera sido otra hasta le compraba yo el billete, pero Paula, Paula no sé qué ha echo conmigo porque siento que si se va se lleva todo con ella.
La veo apoyada en la barandilla mientras conduzco distraído y miro para atrás al ver cómo Calum me dice con su coche. El aeropuerto queda a media hora y ojalá esos minutos se pasen estrenos. Hay un silencio que ninguno se atreve a romper y eso aún me mata más.
Acerco mi mano hacia el aparato de la música y enciendo el EuropaFM, y si por si las cosas no podían ir peor, nuestra canción empieza a sonar.
Intento no mirarla pero cuando ella fija su mirada en mí y sonríe débilmente no puedo evitarlo, su sonrisa siempre será de las cosas más bonitas de este mundo. Me mira fijamente pero con ternura, su mirada es el puto interruptor para calmar mis desastres y mis miedos, y eso ya nada podrá cambiarlo, ni siquiera yo.
Solo se va unos cuentos meses, no es para tanto.-me recuerda mi subconsciente.
Cierro los ojos unos segundos y cuando siento que Paula tararea nuestra canción, ya no hay vuelta atrás. Comienzo a cantarla hasta que ella se me une y eso hace que mis ojos se humedezcan, pero no voy a llorar.

-Sólo tú y yo conocemos la historia,
Porque tú y yo la escribimos.
Y no permitas que nadie te venga a decir otra cosa,
Porque aún existe la gente que odia a quien toca la gloria.

Sólo tú y yo aceptamos el viaje, desde que nos conocimos. Que venga el mundo a juzgar al que ama, a quien necesitaba, y que no tiene remedio de ser, lo que no se esperaba...-me sigue con una débil sonrisa.

-Respira lento, regresa el tiempo, que yo de amarte, no me arrepiento. Lo que vivimos fue tan sincero...-se nos le al unísono.-Cuánto te quise, cuanto te quiero...

Me muerdo el labio inconsciente y suspiro al ver el aeropuerto a lo lejos, no puedo hacer nada, ya no hay vuelta atrás. Aparco el coche él en aparcamiento y salgo de él para encontrarme a mis amigos, que no le quitan la vista de encima.

-Esto no va a ser igual sin ti.-le dice Sonia en un susurro mientras caminamos hacia su zona de embarque.-¿Enserio tienes que irte?

-Volveré pronto, os lo prometo.-dice y miro al suelo sin poder evitarlo. Intento hacerme el fuerte pero con ella jamás ha funcionado, es mi debilidad y lo sabe.

-Quédate.-susurro sin la valentía de decírselo en voz alta.

El estúpido megáfono que anuncia que tiene que irse nos interrumpe e intercambiamos una mirada preocupante. Todos creíamos que al final se quedaría, o eso es lo que nos dio a entender Ann, y creo, que es la primera vez que se equivoca.

Nos da un abrazo grupal y después se separa para sonreírme, se acerca y deja un beso en la comisura de los labios que aunque intento alargar supongo que no hay tiempo.

-¡Os veré a final de verano!-grita tirando de sus maletas y suspiro aturdido. Señoras y señores, ahí va la segunda vez que dejo ir al amor de mi vida, podéis pegarme si queréis.

A los pocos minutos ya estamos todos en los coches arrancando motores. Y ahí es cuando me derrumbo, vuelvo a sentirme solo como lo hacía años atrás, vuelve esa angustia que he tenido siempre que no estaba. Vuelve todo en forma de lagrimas. Sigo por la carretera a mis amigos y la llegada al apartamento se me hace más larga.
Nada más entrar, me marcho a mi habitación para que nadie me vea así y pasan unos minutos hasta que alguien toca a la puerta.

-Dani, nos vamos a cenar al local del otro día.-susurra Jesús.-¿Vienes o...?

-No tengo hambre.-susurro sin fuerzas ni ganas de nada.

-Esta bien.-habla y me digno a mirarlo unos segundos.-Dani...

-No quiero hablarlo.-le advierto.-Hoy no.

Parece hacerme caso y los oigo marcharse. Cuando me aseguro de que estoy solo, salgo de mi habitación y entro en la cocina para sacar una cerveza. Camino hasta el sofá que tantos recuerdos me trae y me siento mirando a la nada. ¿Ahora qué pinto yo aquí?

Oigo como suena el timbre impacientemente y me levanto desganado suponiendo que será alguno de los chicos que se ha dejado algo, pero en cuanto abro la puerta y miro de quién se trata, me doy cuenta de que estoy totalmente equivocado.

-¿Elisa?-abro los ojos como platos al verla así de guapa.-¿Tú qué haces aquí?