Anna.

Los miro a todos, que se centran simplemente en observarme atentamente. Hay un silencio que tengo que romper pero lo que tengo que contar ahora no ha sido nada fácil para mí y aún me duele hablar de ello.

-Hace unos meses...-cojo airé nerviosa.-Dos antes de que viniéramos aquí, me puse muy enferma.

-¿Cómo de enferma?-me mira Jesús y le hago un gesto para que me deje seguir.

-Era una enfermedad rara que por alguna razón me afectaba también a la garganta.-pronuncio y siento la mirada preocupante de todos.-Me tuvieron que...operar.

-¿Estás operada?-duda Paula y asiento dudosa.-¿Por qué no nos avisaste?

-Acordemos no hablar entre nosotros hasta el reencuentro,además, no quería preocuparos.-me excuso aún bastante nerviosa.

-¿Te operaron de donde?-pregunta Sonia y alzo una ceja.

-De la garganta.-bufo.-Los médicos dijeron que a lo mejor no podría volver a cantar y no lo he vuelto a hacer desde entonces.

-Pero...-susurra Calum con la mirada perdida.-¿Por qué?

-¿Y si descubro que no tengo la misma voz?-les digo y nadie responde.-No he vuelto a probar, el miedo no me ha dejado joder, ya sabéis lo importante que es la música para mí y me aterra la idea de que si pruebo yo no...

-Prueba.-me mira Dani, bastante serio.

-Eso.-le apoya Jesús apoyando su mano encima de la mía.-Estamos aquí contigo, y lo vamos a estar siempre.

-Tengo miedo.-susurro y el sonríe un poco, me da la mano y tira de mí hasta el escenario.-Jesús, yo...

-Tú vas a cantar, y lo vas a conseguir.

Asiendo dudosa después de bufar y me acerco al aparato donde se eligen las canciones. Deslizo mi dedo hasta encontrar alguna que me sepa y me decido por Flashlight, una de las canciones más bonitas del mundo.

-Vale, prometedme que si no lo hago bien me seguiréis queriendo.-les digo sentándome en un taburete y ellos asienten sonriendo.-Bueno, pues allá vamos.

La música suena y abro la boca dispuesta a cantar por primera vez después de tanto tiempo, pero de repente los nervios de siempre que lo he intentado vuelen a mi frenándome por completo.

-No puedo hacerlo.-susurro y sin decir nada más salgo corriendo.

-Ya voy yo.-oigo decir a Paula.

*******

Paula.

-Ann, venga, espera.-le pido agarrándole del brazo y consiguiendo que me mire.-No dejes que el miedo te quite esto.

La morena mira al suelo unos segundos, dejando un silencio que ella necesita. Esta chica siempre ha sido un misterio, ella misma con todos, y siempre ha ido con la verdad por delante, ayudando a todo el que podía y si no, al menos lo intentaba.
Se merece todo y más, pero siempre tiene que haber algo que lo estropee todo.

-Si veo que...-me mira con los ojos cristalinos y me muerdo el labio. Sé que si ella lora yo también acabaré haciéndolo.-Que no puedo hacerlo, que si no me sale, o me sale pero mal, yo...-me mira a los ojos.-No podré vivir con ello Paula, no podré vivir sabiendo que mi sueño se ha ido a la mierda y no hay vuelta atrás.

-Lo sé, pero si no lo intentas no sabrás lo que puedes hacer, y harás lo mismo, no cantar.-suspiro.-Ann, tú siempre has estado ahí para ayudarme y darme consejos, y sé que tú nunca los has necesitado pero...déjame dártelos por una vez.

-Esta bien.-sonríe un poco.

-Arriésgate.-le digo.-Sí no lo haces, vivirás siempre con la duda, y además, puedes hablar perfectamente, tu voz está bien.

-No es lo mismo hablar que cantar.

-Déjame darte otro.-le pido y asiente divertida, aunque no se me escapa su mueca de preocupación.-Esto siempre me ha ayudado.

-Dilo.

-Tu solo...-busco las palabras.-Visualízalo, visualiza que puedes hacerlo y después...hazlo, así todo es más fácil.

-Vale.-susurra y alzo las cejas, haciendo que se ría.-Vale, vale, voy, pesada.

-Así me gusta.-le doy una palmada en el culo entrando detrás de ella.-Ah, y Ann.-se gira.-Pase lo que pase, no dudes jamás que estaremos contigo siempre.

-Lo sé.-sonríe tierna y después de mirar a nuestros amigos, vuelve a subirse al escenario.

Me quedo mirando como vuelve a buscar la canción y que en cuanto empieza a sonar la melodía, sus ojos enrojecen y empieza a temblar.

-Visualízalo, y hazlo.-susurro.-Tu puedes.

Y cuando canta la primera frase, un alivio recorre todo mi cuerpo, dándome a entender que la misma voz que conocí en un campamento y que admiraba por lo bonita que era, sigue ahí. Mi cantante favorita en el mundo sigue ahí.

Derramo una lagrima de emoción y me la quito antes de que nadie la vea.
Vuelve a estar ahí ella, brillando sin límites, por qué si, es la estrella con más brillo que existe.

Cuando acaba una sonrisa de alivio y de emoción se le escapa y subo corriendo a abrazarla.

-¿Lo ves?-susurro viendo cómo se nos unen todos al gran abrazo.-Lo has conseguido.

Unos aplausos nos interrumpen y todos nos separamos de ella para ver al mismo hombre que nos abrió el local, acercándose a nosotros, a Ann, con una sonrisa pintada en la cara.

-Sabia que en este Karaoke descubriría voces increíbles, pero no sabía qué tan pronto.-le halaga y la morena le sonríe tímida.

-Pensábamos que se había ido.-le habla Jesús saludándolo también.

-Si, pero me había olvidado de las llaves de casa y bueno, a merecido la pena,¿no?.-sonríe de nuevo mirando a mi amiga con interés.-¿Anna Barroso,no?-pregunta y ella asiente dudosa.-Me llamo Logan, Logan Parker, y soy el director de la discográfica MusicStar, una de las mejores del país.-informa dejándonos a todos bastante sorprendidos.-Me has dejado bastante boquiabierto, tienes la voz más...

-Angelical.-susurra Calum.

-Bonita.-punto yo.

-Impresionante.-dicen Jesús y Dani a la vez, ahogando después una débil carcajada.

-Alucinante.-se apoya Sonia en mi hombro.

-Increíble.-se ríe el hombre.-La más increíble que he oído nunca.

-Gracias.-sonríe y por su expresión de que esta muerta de vergüenza.

-¿Te apetecería firmar un contrato con nuestra empresa?-le propone y todos nos miramos de reojo.

Sabemos que a ella jamás le ha gustado el mundo de la fama, pero después de todo, Anna, como ya he dicho, es un misterio.