14.
Sonia.
No puedo evitar fruncir el ceño cuando dos chicos de unos veintitrés años se acercan a nosotras con una sonrisa divertida. No nos quitan la mirada de encima y eso hace que Ann se quite las gafas bastante incómoda.
-¿Queréis algo?-les pregunta sonando borde.
-¿Tú eres Anna?-duda uno de los chicos, tocándose nervioso su pelo mojado.-Sí lo eres, ¿verdad?
-Si, ¿y tú eres?-duda incorporándose un poco.
-¿No te acuerdas de mí?-se sorprende y los miro a ambos dudosa.-Soy Julio.
-Y tú serás Agosto, ¿no?-le digo en broma al otro chico, pero es tan serio que no deja escapar ni una pequeña sonrisa.
-Julio.-repite la morena intentando acordarse.-Pues no me suenas de nada.
-Tú salías con mi primo hace unos años, recuerdo que venías a comer varias veces a mi casa.-le recuerda y Ann hace una mueca que no me gusta nada.
-Oh.-susurra decepcionada.-Mira tú qué bien.
-¿Ocurre algo?-duda el chico y yo no dejo de mirar al que aún no ha hablado, ya que me está empezando a dar algo de mal rollo. No ha echo aún ninguna expresión con su cara, solo mira fijamente a mí amiga y ella está empezando a darse cuenta.
-No, nada.-contesta.-Oye, ¿puedes decirle a tu amigo que deje de mirarme?
-Nacho.-le dice y el chico aparta la mirada incomodo.-Lo siento, no es muy hablador.
-Guay.-se vuelve a sentar en la tumbona con chulería.-¿Algo más o puedo seguir disfrutando de mi verano?
-No te recordaba tan borde.-le dice y sonrío un poco, que iluso, Ann siempre ha sido así.
-Pregúntale pues a tu primo, seguro que te sabe decir el porqué.-le guiña el ojo de mala hostia, colocándose finalmente las gafas.-Esto...-bufa indignada.-Me tapas el sol.
-Mi primo murió el otro día.-le contesta haciendo que lo vuelva a mirar, esta vez con más atención.-En un accidente de moto, ya sabes, era un peligro.
-Antes de venir me crucé con él.-le dice.-Aún así, para mí David ya estaba muerdo desde hace mucho.
-No tienes corazón.-gruñe de mala hostia el tal Nacho, dejándome oír su voz por primera vez.
-No, de echo, no lo tengo.-lo mira de nuevo con superioridad.-Él se encargó de rompérmelo.
Un silencio muy incomodo se hace durante unos minutos. Ellos no se mueven y nosotras tampoco. Parece que el tiempo se haya parado.
-¿Qué pasa aquí?-interrumpe una voz muy conocida por mi.-¿Quién sois vosotros?
Calum, junto a los gemelos y a Paula, se acercan para reunirse con nosotros y enterarse de todo lo que está pasando.
-Nada, amiguitos de David que parece que estén deseando amargarme el verano.-contesta Ann sonriéndole a Jesús con ternura.
-Deberíais iros.-los avisa Dani recordando lo que pasó la última vez que se vieron las caras.
-Si, claro.-accede al final el tal Julio, dándose la vuelta.-Encantado de volver a verte Anna.
-Hasta nunca.-bufa esta y todos nos quedamos mirándola.-¿Qué?
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Dani.
-No puedo creer que me haya convencido.-dice por quinta vez mi amiga, sentándose en una butaca del nuevo karaoke de la cuidad.
-Tu solo estate atenta.-sonrío acomodándome a su lado, consintiendo que me mire dudosa.
-¿Qué está tardando tu hermano?-me pregunta y me río sin contestarle mientras giro la cabeza hacia Paula.
-¡Aquí está!-grita emocionado y dudo unos segundos en mirarlo.
Se lo que pretende hacer, y sé que enseñándole la canción que él escribió para ella, puede conseguirlo.
Aunque Anna siempre ha sido muy cabezona y difícil, se suele decir que con su debilidad cambia por completo y Jesús es la suya.
Espero que le salga bien.
-Ven.-le pide colocando una butaca en el escenario.
-No voy a cantar.-le dice segura.
-Ya, pero yo a ti si.-sonríe coqueto y mi amiga acaba por acceder.
Mi hermano le hace una señal a Calum y la música de la última canción que escribió suena por todo el recinto.
-Hoy me pregunto que será de ti, te tuve cerca y ahora estás tan lejos, pero prohibirme recordar lo nuestro es imposible, es imposible...-le canta provocando una sonrisa en su rostro, esa que todos echábamos tanto de menos.-No me perdono se que te perdí, pero expiraron los remordimientos, fui dictador y el no dejarte ir debió haber sido mi primer decreto...-se ríe.-Cuatro años sin mirarte, tres postales y un bolero, dos meses y me olvidaste, ni siquiera me pensaste un 21 de febrero...-le hace una mueca de protesta.-Andan diciendo por la calle, que solo le eres fiel al viento, el mismo que nunca hizo falta, para levantar tu falda cada día de por medio....-acaba antes de que llegue el estribillo y hace que el rubio pare la música.-Creía que está era la mejor canción que había escrito para ti, pero no lo es.-habla y frunzo el ceño, ¿de qué habla?-¿Tenéis una guitarra?-le pregunta al dueño y no tarda e traérsela.-Gracias.
-¿Qué haces?-le pregunto y me mira con la sonrisa que tiene siempre que me ha ocultado algo.-Jesús...
-Estos últimos meses he escrito una canción, también sobre ella.-aclara y sonrío divertido.-Ann.-la mira y vuelve a sentarse a su lado.-Escúchala atentamente.
-Eh...-asiente sonriente.-Vale.
El sonido de la guitarra se hace en la habitación y asiento ante la melodía.
Ya decía yo que había oído esta melodía antes.
-En el mundo genial de las cosas que dices...
Termina con una amplia sonrisa y me muerdo el labio al ver a las chicas emocionadas, sobre todo Ann, que se levanta para abrazarlo con fuerza.
-¿De verdad las has echo tu?-susurra y asiente orgulloso.-Es preciosa.
-Como tú.-le dice sincero y ella se sonroja haciéndome reír.-Bueno, que me dices, ¿no te entran ganas de cantar?
-Tengo miedo.-admite mirando al frente.-Y si...-nos mira.-¿Ya no os gusta tanto como sueno?-se preocupa haciéndome negar con la cabeza.-¿Y si he perdido la voz?
-¿Por qué dices eso?-le pregunta Sonia en un susurro.
-Porque no os he contado toda la verdad.-susurra sincera, derramando un par de lagrimas.
-Puedes hacerlo ahora.
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