•08
Tomar foto.
Guardar.
Kuroba al menos podía dormir tranquilo admirando la imagen de Shinichi durmiendo tan cómodamente abrazado del peluche chibi de KID. ¿Más tierno podía ser?
X
Al amanecer; Antes de ir al parque Odori que es lugar central del festival para ver las hermosas y grandes esculturas de nieve y probablemente tomarse algunas fotos, fueron de compras por algunos locales de ropa y postres. La mamá de Kaito nunca desaprovecha para alardear de las habilidades culinarias de su hijo en la cocina y en otra cosa.
Luego fueron a una pista de hielo, el cuál el único que no parecía muy entusiasmado fue Kaito.
—Oh, de verdad ¿No sabes patinar?— preguntó el Omega divertido, poniéndose los patines para ponerse de pie con cuidado e ir a la pista, siendo detenido por Kaito quien lo tomó de su mano.
—Espérame Shin-chan. No te vayas sin mí.— pidió, con sus patines puestos intentando ponerse de pie, tambaleándose en el proceso y sujetándose con fuerza de los hombros de Kudou antes de caer.
—Sabes esquiar, usar el ala delta, trepar, probablemente igual andar en otros medios de riesgo, pero, ¿No sabes patinar? — nombró curioso y con cierta diversión.—Ja, altamente ridículo.— dijo fingiendo el un tono de voz aguda y molesta. Obviamente sin la intención de sonar cruel.
—No te burles.
—Perdón pero realmente me causa gracia. ¿Entonces qué harás?— le preguntó sin moverse de su lugar, al rededor habían varias parejas patinando, unas para divertirse y otras para presumir.
Incluso hasta había niño de entre doce y trece años patinando. Kaito es el único adulto de ahí que no sabe.
—¿Cómo que qué haré? Sujetarme de tí.— respondió con obviedad el Alpha. Ahora estaba agachado y sujetándose de las piernas del Omega quien lo veía incrédulo.
—Pero no podré patinar libremente si andas como Koala pegado a mis piernas.— respondió con ingenuidad.
—Shinichi, ¿Acaso quieres que me mate?
—No te hagas la víctima Kaito.— bufó pensando en que hacer.— A ver, ¿Qué tan difícil es enseñar a un adulto a patinar?— se preguntó en voz alta, haciendo que Kaito lo mirará con intriga.— Bien, toma mis manos con fuerzas y deja de temblar. Ponte de pie baboso.— le habló intentando ayudarlo, pensando que no podía ser tan complicado enseñar a un adulto.
Para los ojos del Alpha, el Omega se veía muy tierno y gracioso hablando y dándole indicaciones de esa manera.
—Ha... ¿Pero si el hielo se rompe y caemos?— preguntó con temor, recordando todas esas películas de miedo donde hay pistas de hielo y alguien cae muriendo por el frío y profundidad del agua al no ser rescatado ni saber nadar.
—El hielo no se va a romper. Y aunque pase esa pequeña posibilidad, alguien vendría a salvarnos o nadamos antes de que se congelen nuestras extremidades.— le explicó intentando que Kaito moviera sus pies para deslizarse en el hielo.
—Shin-chan...— lo miró tembloroso, hasta Kudou pensó que se iba a poner a llorar exageradamente con un niño pequeño. Por un momento, no sabía si cuadrarle gracia, lástima o ternura.
Lo cuál lo último si le parecía muy extraño. ¿Kuroba causarle ternura? Alejó esos pensamientos y siguió con su lección de patinaje, ya se sentía todo un profesor de patinaje y eso le emocionaba un poco.
—Recto, recto. Oye, ¿Y la señora Kuroba?— dijo al percatarse que perdió de vista a la mujer.
—Mi mamá está ahí.— dijo señalando con la mirada que su madre estaba afuera de la pista de hielo. Sujetándose con fuerza de las manos de Kudou para no caerse.
—¿¡Qué está haciendo!?— exclamó al ver como la mujer tenía una cámara en dirección a ellos y una mirada sospechosa.
—Creo que grabando nos. ¡Oye, no te muevas!— le dijo al notar que el contrario estaba acelerando el ritmo.—
¡SHIN-CHAN!— gritó al sentir que se tambaleó hasta el punto de caerse y llevarse consigo al Omega debido al cambio drástico de velocidad de patinaje.
—Kaito, ¡por Dios! — dijo al sentir como ambos cayeron en el hielo. La gente se lo quedó viendo solo por un rato, pues es casi normal que la gente a veces se caiga en la pista de hielo por ese tipo de amigos que van y no saben patinar o se caen por andar empujando al otro a propósito.— Quítate Kuroba.
—Nos vamos a caer Shin-chan.— murmuró sin apartarse ni un centímetro del detective.
—...¿De verdad tienes miedo Kaito? No pensé que hablaras tan enserio...
No era como otros Alphas que intentaban negar sus miedos y parecer valientes. Kuroba quizás si fuese valiente, pero admitía sus miedos. Los aceptaba y a veces no huía de ellos. Quizás, aquel gesto le enterneció viniendo de un Alpha de más de veinte años que siempre alardea de sus otras habilidades o se muestra muy imperativo.
—Tranquilo Kaito, solo hay que pararnos y ya. El hielo no se va a romper. Aún tenemos que ver más cosas del festival. Hay que sacamos fotos, ¿Si?— dijo persuasivo, pero al ver que no funcionaba decidió tomar valor para darle un pequeño beso en la frente del Alpha que lo hizo reaccionar.
—¿Y ése beso?
—Mi madre me los daba cuando era pequeño y le tenía miedo a.... Algo. Me reconfortaba bastante.— le respondió, ayudando al mayor a levantarse.
—¿Le sigues teniendo miedo a eso?
—No estoy seguro. Pero no hablemos de ello, sigamos patinando.
—Quiero regresar afuera.
—No seas aburrido Kaito, patinemos un poco más.— dijo con una sonrisa burlona para incitar al mas alto a que siguieran patinando. Sin importarle si pareciera algo extraño que fuese él el que buscará la diversión y no al revés como suele ser.
—¡Pero no me sueltes!— le dijo rezando a los dioses que no se volviera a caer, por qué realmente tenía alguna clase de trauma con que el hielo se fuese a quebrar.
Shinichi realmente se divertía al ver las reacciones del Alpha, y ahora se preguntaba, ¿De quién fue la idea de ir a patinar? Pero, ¿Qué más daba?
X
Después de tomarse varias fotos, ver varias de las grandes esculturas de nieve y comprarse chocolate caliente, los tres regresaron al hotel ya muy tarde. Dando casi las once. Ninguno supo en que momento el tiempo se fue volando hasta oscurecer.
Apenas llegaron, el Omega decidió ser el primero en darse un buen, relajante y tibio baño llevándose consigo la muda de ropa para cambiarse adentro. Por suerte ya habían cenado hace dos horas en un restaurante que se encontraba dentro del mismo hotel.
Mientras que Kaito esperaba, estirándose en la cama, intentando no enloquecer por el aroma del Omega que se podía sentir en toda la bendita habitación. Y como un pervertido Alpha que es, aunque su conciencia decía que no debía hacerlo al final no resistió y con sigilo aprovechando que Kudou estaba en el baño, fue al armario en la parte de abajo donde están los cajones y se guarda sus prendas íntimas. Kuroba tomó uno de sus boxer para empezar a olfatearlo, mientras pensaba como todo pervertido que aquella prenda íntima rozo y tuvo gran contacto con el miembro y trasero de Shinichi. De tan solo imaginarlo se ruborizaba y sentía que le iba a crecer una erección si no se detenía en sus fantasías indecorosas.
Sabe que está mal hacer eso, pero tampoco es algo grave como entrar a la regadera con el Omega aún bañándose, desnudarse y bañarse con él. Sabiendo que Shinichi lo golpearía e intentaría irse o lo sacaría a él de la regadera. Pero al menos habría visto parte de su cuerpo expuesto.
No, Kaito tiene límites. Aunque aquello sí que le dio una idea.
—A la próxima debo invitarlo a la playa.— se murmuró para así mismo, aún con la prenda íntima de lo que él piensa podría ser su futuro esposo. Ahora tenía ese debate mental si robarle el boxer o dejarlo en el lugar donde estaba. No le servía mucho una prenda íntima limpia que casi no desprende el olor natural de las partes íntimas del Omega del que está enamorado.
Así que decidió guardarla nuevamente intentando acomodarla tal y como estaba para que Kudou no sospechara ni un poco.
Justo en ese momento escuchó como la puerta del baño se abría, casi se le detiene el corazón que lo primero que hizo fue hecharse a rodar en la alfombra haciendo una pose extraña.
—¿Qué haces Kaito?— preguntó el Omega con el pelo mojado y lacio por lo tanto. Traía puesto una camisa azul de manga corta y un short negro hasta la mitad de la rodilla, pero ajustado.
—¿Quién, Yo? N-Nada detective.— respondió intentando no sonar raro, pero si se notaba algo nervioso.— Estoy haciendo Yoga.— mintió al ser lo primero que se le cruzará por la cabeza sonando lo más natural posible.
El Omega se acercó, secándose el pelo con la toalla y prosiguió a sentarse a un costado de su cama que queda más cercana al ropero, justo a lado suyo estaba el peluche chibi de KID.
—¿Yoga? ¿No habrás revisado mi ropa interior?, pervertido.
—Shinichi, ¿Cómo te atreves a ofenderme así?— cuestionó intentando sonar ofendido y sorprendido. Aunque por dentro estaba sudando de nervios y miedo por qué el Omega haya descubierto lo que hace tan sólo un minuto hizo. — Soy un Alpha que respeta el espacio íntimo y nunca se atrevería a algo como eso.— agregó sonando más serio y cruzándose de brazos como indignado, sin voltear a ver al Omega para que así su actuación se viese más realista y por lo tanto creíble.
Shinichi entre cerró los ojos pensativo. Él realmente no conocía mucho a Kuroba Kaito, por lo que no sabía si era un pervertido, aunque en lo poco que han convivido no se lo ha demostrado demasiado.
—Solo bromeaba Kaito.— dijo incrédulo. Haciendo que el mencionado soltara un suspiro aliviado.— Nada más lo dije para molestar.
—Shin-chan, pensé que confiabas en mí.— dijo poniéndose de pie y sentándose a lado del nombrado.
—Es hora de dormir. Es casi media noche.— respondió mientras tenía la toalla en un barandal dentro del baño y rápidamente regresaba a la cama para recostarse.
—Yo aún debo tomar un baño.— le dijo mientras se metía al baño después de sacar su muda de ropa y buscar en uno de los canastos una de las toallas que tenía grabada el nombre del hotel en una esquina apenas visible.
Varios minutos después, el Alpha al salir del baño pensó que el Omega ya se habría quedado dormido, más lo encontró boca abajo, abrazando al peluche de KID mientras leía algo en su celular.
Kaito no evitó acercarse curioso para saber que mantenía despierto al detective en su móvil, por lo que se recostó a su lado haciendo reaccionar e Kudou y apagando su celular. El de ojos índigos notó que los ojos del pelinegro estaban cristalinos, como si estuviera apunto de sollozar. Sin mencionar lo triste y deprimido que se notaba, incluso en el ambiente se siente.
—¿Qué haces en mi cama?— dijo mirando a otro lado sin cambiar de posición restregando sus ojos, mirando en dirección al peluche en su brazo derecho mientras que Kuroba estaba recostado a su izquierda.
—¿Qué leías?
—No respondas con otra pregunta.
—Solo quería ver que estabas leyendo, no pensé que te molestará tanto que me acercará. Ahora sí, ¿Me dirás qué leías?— dijo insistente y calmado, el contrario se quedó en silencio unos segundos para después dirigir su mirada al frente en la cabecera de la cama.
—Una conversación.— respondió secamente. Incluso sonó poco confiado.
—¿De?
—¿Eres detective? Sólo era una conversación de hace días.
—¿Es de tu ex?
—¿Eso que importa?— dijo a la defensiva.
—¿Por qué sigues leyendo cosas que te hacen recordar a él y duelen? ¿Esperabas encontrar algo?
—Posiblemente. — respondió automáticamente.— Quiero olvidarlo, pero es muy difícil quitar de mi corazón sus recuerdos y lo que él me hacía sentir.
—Para engañar al corazón, debes engañar primero a la mente.— dijo llamando la atención del Omega por la frase, haciendo que sus miradas chocarán. Kaito le sonrió con naturalidad.
—¿Y cómo engañó a mi propia mente?
Kaito se acercó a él, quizás demasiado haciendo que el Omega le dijera que está muy cerca de él y necesita espacio personal, pero Kuroba solo respondió en un ágil y acrobático movimiento donde lo tomó de sus caderas, cargándolo y dejándolo sentando en su regazo, la espalda del detective chocando con su firme pecho. Shinichi se quedó un poco sorprendido al principio sin saber que decir, y más cuando el Alpha lo abrazó dejando su mentón descansando en uno de sus hombros.
—Shinichi, desahoga te.
—Ya no lo necesito Kaito. Si me hubieses venido abrazar en el momento en que recibí ese mensaje de Hattori, o al día siguiente tal vez lo hubiese aceptado. Pero ya lo estoy superando...— le respondió intentando sonar neutral, que el tema del Alpha de Osaka ya no le importa ni en lo más mínimo.
—No seas necio Shin-chan.— dijo dejando un pequeño beso en su cuello, causando un cosquilleo fuerte en el Omega quien se ruborizó pero intento ocultarlo con evidente molestia.
—¡Kaito!— le regañó para por fin, intentar apartarlo de él, más fue inútil. Al final Kudou cedió por qué realmente no sé esforzaba por apartarlo de él, pero tampoco quería seguir en esa posición un tanto íntima.
—En verdad, desahogate.
El Omega terminó por cambiar de posición, encontrándose cara a cara del Alpha pero sentado en una de sus piernas de lado, permitiéndose observarlo mejor.
Kudou se acurrucó cerca de su cuello en su pecho, pensando, reflexionando y recordando con un sabor agrio en su boca los recuerdos que compartió junto aquel Alpha moreno hasta el momento en que todo se terminó; al final no evitó llorar, intentando guardar sus gritos de agonía, de sufrimiento y decepción al recordar a Heiji. De nostalgia y tristeza.
Incluso se le salió unos moquitos. Hasta el mismo se sintió asqueado y avergonzado. ¿Por qué compartir sus penas con Kaito? Para eso tenía a Ran, pero ella no está ahí.
—Doy asco...— se dijo así mismo. Intentando limpiar sus lágrimas y el hilo de moco que recorría de su nariz.
—No digas eso, llorar no te hace débil. Significa que eres una persona con sentimientos reales .— apareció por arte de magia un pañuelo para limpiar su nariz, avergonzado un poco al Omega decaído debido aquel acto, parecía un niño. Luego, Kaito lo tiro cerca del bote de basura.— lo necesitabas, ¿no?— le sonrió con ternura, podía acostumbrarse a sentir al Omega pegado a él, consolando lo.
—Supongo... Kaito... Deja de tocar mi trasero.— le dijo aún con esa expresión decaída, pero hablando enserio respecto al tacto de la mano del Alpha en su muslo que casualmente había bajado hasta ahí.
—Ja, Ja, Ja.— río nervioso al ser descubierto. No supo en que momento no resistió tocar un poco el muslo del contrario.
—Aunque ya me da igual...— suspiró agotado.
—¿Qué hiciste con mi detective? Mi tsundere me golpearía, o mínimo me amenazaría con sólo su mirada. De verdad estás mal, pero al menos te estás desahogando. — le comentó sin apartar su brazo que rodeaba la cintura del detective.
Kaito tenía tantas ganas de abrazar con más fuerza al de baja estatura, mientras se deleitaba oliendo su fragancia natural y le decía que todo iba a estar bien al momento de superar por completo al de Osaka.
—Estoy... Me siento cansado...— dijo apenas audible para el contrario.
—... Deberías ir a dormir, creo que ya te abrace por mucho tiempo y no quiero que pienses que me aprovecho de tí... ¿Shin-chan?— cuestionó al notar que en la breve pausa que hizo, el Omega no le respondió. Por lo que dijo su vista en el rostro de Kudou quien descansaba plenamente en su pecho, cerca del cuello.
Enternecido, no evita acomodarlo en la cama y cubrirlo con las sábanas. Acariciando sus cabellos con sutileza y darle su espacio. No sin antes, sin poder resistirse a la tentación de darle un beso en su frente deseando que pronto sus sueños se cumplan.
Haría lo que fuera, con tal de ver a su detective feliz. Aunque eso signifique no estar siempre a su lado.

Palabras: 2,716
Fecha de publicación: viernes 21 de junio del 2019.
Autor: JaquiiAleWorld
Fandom: Detective Conan & Magic Kaito.
Historia: "El Omega"
Nota de autor:
Me tarde más en buscar la imagen que puse que editando el capítulo. Entre toda mi galería para encontrarla uf, es demasiado y mas por qué el orden es diferente si entro desde Wattpad a que entré directamente a "Fotos". Ubicarla en más de 1,550 imágenes. Creo que tengo ya las 1600. Esa imagen la tengo desde hace dos años si no es que incluso más, recuerdo que la bajé en ese tiempo de Facebook.
Bueno, es obvio por qué precisamente publiqué hoy, justo a media noche.
Espero el capítulo sea del agrado de Kaito KID :v XD, ah otra cosa más. Ya se ha publicado la nueva historia que les dije, así que vaya a mi perfil, guarden la, Lean y si les gusta voten y comenten, eso me anima mucho a publicar antes.
La historia se llama Yuanfen. Es la más reciente por lo tanto la han de encontrar muy rápido:v
Hasta julio, lectores.
Fin de la octava parte.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top