Hambriento y en soledad un cachorro blanco aguardaba en una caja de cartón, espereando a que la tormenta que sacudía los árboles pasara, estaba temblando, tenía miedo, nunca nadie le miraba.

Al lado donde descansaba se encontraba una tienda, la cruel lluvia había destrozado su casita y decidió refugiarse en dichoso lugar, pero los dueños no le dieron la bienvenida.

Koga: ¡Sucio perro...Largate de aqui!...Perro pulgoso *Dijo mientras con un palo golpeaba al cachorro*

Su patita delantera ahora estaba lastimada, no podía enderezarla, le dolía cada vez que trataba de apoyarla, trato de huir cojeando y se quedó en medio de la banqueta lamiendo su herida.

Mientras se quejaba del intenso dolor, una niña de cabellera negra y ojos cafes corría hacia su dirección, parecía que estaba huyendo de la tormenta pero al darse cuenta de que un cachorro intervenía sus pasos decidió detenerse.

Kikyo: Qué lindo perrito..Hola pequeño, ¿Estas perdido? *Expresó al mismo tiempo que acariciaba su cabeza*

La pequeña pronto se dio cuenta de que tenía lastimada la pata delantera derecha.

Kikyo: ¡Oh!...Estás malherido...Yo te curare

De la mochila que traía en su espalda sacó unos vendajes, se los ató en la herida y le dio un beso.

Kikyo: Listo...Con esto estarás mejor

La niña cargo en brazos al cachorro y mientras caminaba en dirección a su casa comenzó a hablarle.

Kikyo: Eres muy pequeño...¿Porque estas solo?...Te perdiste no es asi

El cacchorro estaba calido y comodo en sus brazos

Kikyo: Debería de ponerte un nombre...

El perrito alzó la mirada, sus ojos eran dorados e intensos como el sol.

Kikyo: Tengo uno para ti...¡Inuyasha!...Asi te llamare, ¿Te gusta?

El cachorro movió su colita de un lado a otro.

Kikyo: Si...Definitivamente te llamaré Inuyasha

La niña al fin había llegado a su casa, toco el timbre y de ella salió su madre.

Mama: Kikyo al fin has llegado *Se exalto al ver lo que su hija traía en manos* ¡¿Que es eso kikyo?! *Rugió furiosa*

Kikyo: Mama no te enojes es solo un perrito

Mama: ¡¡Suéltalo!!...¿Kikyo sabes cuantas enfermedades tienen los perros y tu traes uno?

Kikyo: Pero solo es uno y esta solo

Mama: He dicho que lo sueltes...¡¡Ahora!!...No dejare que ese perro sucio entre a la casa

Kikyo: Si mamá

La pequeña apenada dio la vuelta y dejó al cachorro en el suelo.

Kikyo: Lo lamento...*De una de sus bolsas saco un collar*

Kikyo: Toma esto *Se lo colocó en su cuello* Es lo único que puedo hacer por ti

Mama: ¿Terminaste ya kikyo?

Antes de dejarlo le sonrió, Inuyasha estaba abrumado pero su sonrisa calmó su alma, por primera vez alguien se preocupaba por él, esa mirada de desconfianza y temor cambió de repente, el acto que hizo kikyo lo conmovió, ahora el no estaria en soledad mientras llevara con él, el collar.

Inuyasha desde entonces comenzó a seguir a la niña protegiéndola, no importaba a donde iba o qué es lo que hacía, el cachorro cuidaría de ella. Como ella cuidó de él.

Gracias queridos lectores por tomarse el tiempo de leerme.Quiero recalcar que esta historia esta basada en una canción de vocaloid: "La intrépida gata que se enamoró"...Así que los créditos van para ellos...Si les ha gustado voten y comenten, me despido hasta la próxima