Estoy lista para pelear.

Esta riña no se dio de la noche a la mañana, lleva años, desde que te conozco tu maldita esencia es la misma, una cazadora de fortunas y aprovecha oportunidades. ¿Las personas no verán la clase de persona que eres? pudiste tener cuidado en cómo me hablas, el tono de tu voz estaba más alto de lo que permito, pero veo feliz a amigo por tenerte, así que me contengo. Detesto decir palabras que no soporto; "estas tan linda esta noche" "se ven bien juntos" todos sabemos lo que pasara, no eres más que una chica en busca de beneficios, y no te culpo. Tu triste vida no te dejo crecer en un ámbito correcto.

Aun así, eso no es excusa para que sea tan mierda como persona. Suelo ser solo participe visual de la felicidad que le provocas a mi amigo.

Al menos, sé que no estoy sola en este lúgubre sentimiento. Todos a su alrededor saben que está sucediendo. Podría intentar que vea la realidad de la arpía, pero no creería en mis palabras, el amor le ha segado como a todos en algún momento, solo espero que no llegue a un final desastroso. Nuestras noches en reunión fueron un fastidio, un horrible sentir en el ambiente:

Lleno de sonrisas hipócritas.

Lleno de palabras ahogadas en un vaso de soda.

Donde la tensión está en todo momento, apenas y se podía respirar, y debo de admitir que durante meses estuvimos en esa situación. Y debimos soportarte; hasta que supimos la verdad.

Cuando conoces a una persona, te das cuenta de ciertos rasgos que jamás se irán de ella; como, por ejemplo, la facilidad que se le daba tener a personas que necesitan amor en la palma de su mano, las mentiras, pero sobre todo la poca intención de mantener secretos.

Te veo como una maldita mujer que se aprovechó de aquel hombre que solo buscaba amor. No sé quién fue más idiota, él por pensar en cambiarte y tú, que pensaste que dejarlo morir en vida era buena idea. Nada podía mantenerlo vivo, pero intento seguir su vida normal.

Al menos nos tenía a nosotros.

Aunque te vi sola y aproveche, te vi y solo tuve un movimiento certero. Lo hice, quería hacerlo. Te vi tirada en el suelo pero no respondías. Me aterre en ese instante ¿Qué había hecho? ¡No! ¿Qué me habías hecho hacer? No soy alguien agresiva lo sé bien, me conozco, soy alguien que no dañaría a nadie, no puedo, solo lo pienso.

¡Fuiste tú! Y lo sabes... tú me obligaste a hacerlo.

Apenas y podía moverte, quizás si hubieras hecho más ejercicio podrías haberme esquivado... pero no, justamente siento tu respiración en mi cuello, seguías viva. Apenas y se conducir, tengo 20 años y solo se manejar de reversa. Con mis nervios al máximo, solo pude ponerte en la parte de atrás, corte los cinturones de seguridad con un pedazo de metal de tu puerta abollada. ¿es suerte? ¿me convertiré en una especie de justiciera ante todos tus pecados? Lo dudo, no soy así, esto fue porque solo deje de pensar.

¿Pero si es necesario? Pienso en todo el dolor que has causado, en todo lo que pagarías por este acto. Viendo el panorama, noto que no eres nadie, nadie extrañaría tus palabras o tu presencia.

Hace unos años podías conseguir una redención y todo el mundo te apoyaría, pero preferiste un sendero distinto, donde todo se haría más "fácil" de conseguir. Lo que me pregunto es como pensaste a futuro, ¿había acaso plan b? quisiera saber más pero realmente ya tuviste tu oportunidad.

No todas las personas pueden tener una salvación y otras no la quieren. Ella es parte de ese 90% de mujeres que se usan a sí mismas para su propósitos de sanguijuela, que ella no este, no hará la diferencia. La parte más difícil de esto es no saber en dónde me desharé de este terrible error, no hay vuelta atrás, estoy sola, no hay a donde correr, ni donde tener una redención por esto, lo cual eso me hace pensar en las zonas áridas de la ciudad.

No hay casas, ni personas molestando; solo lotes vacíos donde estaré segura.

Estoy mal por pensar en donde desechar a esta maldita loca, algo suena dentro del auto desconcertándome, su celular. "Ganado #12" aparece en la pantalla, me detengo de golpe y contesto a la llamada.

—¿diga? — exclamo con algo de miedo

—¡¡De nuevo me vas a dejar plantado, es la quinta ocasión Verónica!!—escucho al pobre diablo, me rio con amargura y cuelgo la llamada, reviso un poco más dentro del celular, perdí la cuenta de cuantos están con ese mismo nombre, es patético. ¿a cuantos estas estafando? Eso se acabó, la mayoría que reviso son personas en común otros no tengo ni idea de quienes son, por lo que me quedo más tranquila.

Lo que estoy haciendo no tiene justificación. Pero si una buena causa.

Vuelvo a poner en marcha al auto, siento que cada lugar más lejano será un problema para regresar a casa. Pero de eso me ocuparé más tarde, por lo mientras solo sigo mi camino hasta llegar más lejos, las pocas casas que se encuentran en un radio de cinco kilómetros no tienen ni siquiera luz, lo cual eso me hace sentir un poco mas segura, el hecho de quedarme ahí y mirar a mi alrededor me hace darme cuenta que no hay marcha atrás.

Esto se acaba ahora.

Me detengo y me doy cuenta que apenas y queda algo de gasolina. Es un hecho, no hay vuelta atrás ante esto.

Abro la maldita cajuela, donde se encuentra la desgraciada intentando buscar una salida. La levanto con facilidad, como si mi cuerpo estuviera preparado a deshacerme de ella, con tantas ansias lo quise. Ahora estás frente a mí, asustada y maldiciéndome como puede a pesar de que la saliva es lo único que se escapa de su boca amordazada. Quiero algo real el hecho de que sea tan fácil le quita el entretenimiento.

Quiero venganza. Por todo el daño que has causado por ser el caza fortunas desalmado, escalonando sobre personas inocentes, esparciendo veneno a través de los corazones con honor. Quiero que seas ese recuerdo desvaneciéndose, haciendo ver que solo fuiste un mal rato en la vida de todos.

Una vez liberada, solo escucho tus bramidos sin sentido, profieres insultos tal cuales son dignos de alguien tan bajo como solo tú puedes ser, me deleito, de verdad que disfruto ver que la diferencia de centímetros se vuelve nada ante los intentos por huir. Al ver que no hay otra alternativa para salir de ese lugar al fin quisiste enfrentarme, pronto me doy cuenta que una de tus piernas no responde por lo que aprovecho eso para mantenerte en el suelo.

El verla tan indefensa...solo me hace sentir esa euforia que mi alma suplica por más, un golpe tras golpe, empieza a dejar de tener la fuerza para sostenerme por los hombros. No me gusta confiarme de ese teatrito barato. Quiero más, quiero resistencia.

Cosa que eso tuve.

Debo de admitir que la fuerza es una gran virtud en estos casos, el hecho de tenerme contra el suelo ya lo había tomado como algo seguro de mi derrota, incluso cuando sin piedad querías romperme el cuello, las ventajas de los últimos momentos de conciencia es simplemente el incremento de fuerza y maña ante la supervivencia. Donde al fin, siento tu pánico, tu temor y la angustia de saber que esto podía evitarse. Pero no dejaste otra opción, estas tan cansada que te desvaneces unos segundos, son los segundos que me bastaron para azotar tu cráneo ante el suelo tantas veces que todo rastro de calidez provenía de ella se vuelve un frio recuerdo.

Lo peor de todo esto. Es que no sabes cuando detenerte. Solo sigues golpeando hasta que el cansancio te vence. Aun recuerdo la poca luz de luna, me obligaba a admirar en quien y en que me había convertido. De la nada los colores solo se volvieron dos, blanco y negro. Aunque aún podía sentir la calidez del liquido rojo en mi rostro y manos, debía actuar mas rápido, limpiarme lo mas que se pudiera, ocultar la evidencia para después solo volver a tomar mi vida normal.

Normal... si esto se vuelve normal, no se hasta que punto mi moral empiece a joderme por las noches.

Sin embargo no tenía tiempo para fastidiarme con eso por ahora, recuerdo verificar que estuviera muerta, recuerdo volverla a golpear para dificultar su identificación inmediata. La amarre nuevamente y la cubrí como pude de ropa que estaba en el auto, la mayoría siendo de hombre...

Hasta que me tope con la chaqueta marrón clara tan bien conocida por mí. No estaba extraviada, todo este tiempo la tuvo ella. Hasta cierto punto solo me aseguro de que nadie la pueda encontrar, y con ello me refiero a tirarla a una zanja y provocar que la tierra y piedras cubran por completo. No hay evidencia en ese lugar abandonado hasta por lucifer. La mayoría de la ficción solo te dará ese panorama, pero una vez que todas las emociones te abandonan, llegan las nauseas junto con la paranoia. Subí a ese hediondo transporte solo para después tirarlo hacia el vacío de una barranca que por suerte, se ve la gente abandona allí cosas como estas. El camino a casa, fue un desastre, donde me alcanzo el amanecer, pero aun parecía desconcertada, afortunadamente una buena samaritana me levanto y llevo lo mas cerca de mi hogar. Esa mujer se veía caída del cielo, su rostro de facciones dulces la hacían sentir como todo toque materno que necesitas al final de un día de mierda.

Me dejo subir, cuando mentí diciendo que me había escapado de un intento de secuestro. No quiso llamar a la policía por suerte, dijo que había sido una suerte y que era mejor que pensaran que estaba muerta. Cosa que por obviedad no será necesario vivir con ese miedo. Llegue a casa con facilidad, agradecí lo mas cerca del camino, para recibir un "dios te bendiga" sonreí con amabilidad aunque mi alma condenada se encontraba esa misma madrugada. Ahora solo intento controlar esa ira que me llevo a cometer este atroz crimen, del cual no me arrepiento pero sé que estuvo mal ante los ojos de los moralistas ante un ajuste de cuentas (que aun así, no me correspondía).

Sé que si cualquier persona en el mundo si tuviera la misma oportunidad que yo tuve, no la desperdiciaría, el hecho de matar a alguien no es un juego, no es el típico maldito cliché donde solo entierras profundo y se acaba el asunto. Debes de ser tan inteligente y tener cinco pasos delante de las autoridades, que, si bien no son las mejores investigadoras, no es bueno vivir con el miedo ante ser descubierta. Aun así, jamás hubo noticias en los periódicos, ni noticias alertando el descubrimiento de alguna muerte.

Quedo en el olvido. Pero no puedo descansar.

Y sabía que eso pasaría.

No me cabe en la cabeza lo que hice, un arranque de violencia me hizo tomar cartas en el asunto.

Tenía un buen motivo para hacerlo. Pero no debía.

Aunque elimine el problema de raíz. Esos instintos siguen, a veces cada que me adentro en mis pensamientos más oscuros se encuentra ella. Una mujer que solo cumplió su deber de enseñar lo que debía. El ser humano tiene un límite capaz de romper toda barrera ética, moral o incluso religiosa por saciar ese deseo

Una cosa es tener rencor, otra cosa es llegar a este límite. Pero debes de tener el coraje para hacerlo. No hay tiempo, ni lugar para las dudas mucho menos para los errores. Conviértete en esa bestia que cuida a todo ser amado.

Se eso, debes proteger a toda costa. Debes de asegurar la protección de todas y cada una, sin ser descubierta. Porqué de esto depende tu existencia, tu tranquilidad, tu estabilidad...todo. Ser sutil para identificar el peligro, astuta para saber que movimientos necesitas para llegar al final de tus acciones descuidadas. Nada debe de quedar en sospechas.

Aun con el costo que eso implique, es lo que llega a corromper tu alma, el tener la sensación de tener que proteger a quienes no lo necesitan y con eso consigues problemas tras problemas. Eso explicaría todo el desastre que suelo ocasionar ante tantos años. Tal vez quisiera mantenerme en esa ingenuidad de no saber que lo provoca pero sé lo que es, y como mantenerlo a raya la mayoría de veces. Cosa que me niego a controlar incluso por mi bien; después de todo, es lo que me ha mantenido viva a través de todos estos años a pesar de esos pequeños traspiés.

En ocasiones es donde mi cabeza revive ese primer recuerdo, eso es lo que nos trae allí, en este sitio abandonado por toda esperanza de la humanidad, donde esa zanja se ya llenado tanto que se ha convertido en una zona de tierra verde y flores crecientes... ocultando ese traspié, lo hice para proteger de eso estoy segura, de cierta manera también sabía lo que hacía. Incluso aunque mi mente me atormente con esto algunas noches.

Sé que con esa primera ocasión no hay otro culpable, solo yo.

No me arrepiento, pero mucho menos he de ser juzgada por mortales como yo. Cada quien decide como percibimos el miedo y justicia, solo somos eso; un cambio constante donde la peor cara es conocida por quienes la ocasionan, a pesar del autocontrol sometido con la ética y la moral es más fácil de romper una vez que sientes el alivio de que solo se esfumen, solo necesitas que esa persona te lleve al límite.

Un empujón y no hay vuelta atrás.

Una oportunidad me basto para que ahora estuvieras bajo tierra junto con otros que hicieron lo mismo que tú, lastimar por beneficio propio. Quizás deba de agradecer eso, fuiste la primera persona en crear este boceto de guardián que a lo largo de este tiempo se ha ido puliendo para más precisión, vigilando cada paso de la gente nueva, desde un punto más analítico, ahora reviso cada faceta, física y psicología lo que me hace tener una delantera por encima de sus planes a largo plazo, cuando menos lo esperan, se vuelven parte del mundo subterráneo.

A veces te escucho en mis sueños, lloras y suplicas que cambiaras para enmendar cada error.

Pero es solo eso... un sueño.

Donde quiera que estés sé que pagaste tu condena por mi manos.

Lo único que sé, es que este odio por ti no se desvaneció, ahora es eso solamente no tengo un punto fijo en quien tener en la mira. Lo cual es lo que me hace estar alerta de personas como tú lo fuiste.

Estoy encerrada en mi propio infierno, cálido y reconfortante a mi manera; después de todo. Esta hecho a mi medida por cada error que he cometido. Pero lo volvería a hacer y sé que lo volveré a hacer.

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A—Creo que estamos en nuestro propio infierno...

L—Cálido a su manera

18/01/19

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