Gris opaco
Después de salir del hospital, Takao estaba por dirigirse a casa, pues ya que había gastado su dinero en las flores, no podría permitirse comer afuera. Pero pronto fue detenido cuando su teléfono comenzó a sonar.
Cuando vió quien era, sonrió ampliamente y se apresuró a contestar la llamada.
-Hola?~- contestó con voz juguetona
-Takaocchi! Tengo grandes noticias, estas libre justo ahora? Podemos ir a comer juntos, yo invitó!- le dijo Kise, Takao prácticamente podía verlo saltando del otro lado
-Si, tengo tiempo, y que bueno que invitas, porque no tengo dinero- respondió riéndose levemente
-No te preocupes, te mandaré la dirección y te veré ahí! - después de eso, el rubio colgó y un par de minutos después, Takao recibió un mensaje con la dirección de un café
No estaba lejos, así que no le tomó mucho tiempo a Takao llegar ahí caminando, pronto encontrando al rubio sentado en una de las mesas de afuera, y en cuanto lo vió, le hizo una señal con la mano para que se acercara.
Takao dejó su mochila a un lado y se sentó frente a el- Entonces dime Ki-chan, cuál es la gran noticia?- preguntó, inclinándose sobre la mesa para estar más cerca
Kise lo imitó y sonrió emocionado- Bueno, hay tres cosas que quiero decirte, la primera, me dieron el trabajo para la nueva revista de la que te hable!- exclamó prácticamente saltando en su asiento
-Es grandioso! Pero claro que te lo darían a tí, no hay nadie mejor- asintió Takao
-Gracias Takaocchi, y la otra cosa, recuerdas la chico super guapo del que te hable que trabaja en el mismo edificio?- preguntó, mordiendose el labio inferior al recordarlo
-El moreno alto de cabello azul?- preguntó Takao para confirmar, a lo que Kise asintió
-Si! Me invitó a salir este fin de semana!- grito con emoción
Takao no pudo evitar sonreír ante la emoción de Kise, le había estado hablando de ese chico por semanas, ya era hora de que llegará a algo.
-Ya era hora, solo se la pasaban danzando alrededor del otro, pero al menos las cosas empiezan a ir bien para ti en el sector del amor Ki-chan- comentó haciendo un puchero
Kise sonrió levemente y lo miro con lástima- Sigues con lo de Midorimacchi?- preguntó
-Estoy cerca Kise! Lo siento- aseguró con determinación
Kise lo miro inseguro- Takaocchi... Midorimacchi ya ha admitido que tu también le gustas a el, pero no crees que tal vez no quiere aceptar ser tu pareja por una razón? - le preguntó con la mayor delicadeza que pudo
-A que te refieres?- Takao lo miró confundido
-... Tu sabes Takaocchi, conoces su diagnóstico... Tal vez Midorimacchi no quiere que sufras de más cuando el... Tu sabes... Se vaya...- explicó bajando la mirada, batallando por encontrar la forma de decir lo que pensaba
Takao lo miró sorprendido pero asintió levemente después de un momento.
-... Lo se Kise... Lo he pensado también, y por esa misma razón considere rendirme y dejarlo en paz, pero... Ya sea que dure años o dure minutos, quiero compartir este amor con el, si me rindo se que me arrepentiria- explicó y forzó una sonrisa, no le gustaba pensar muy a futuro, en especial no cuando involucraba a Midorima...
El ambiente se había oscurecido, pero Takao no tardo en animarse nuevamente al recordar la exposición y lo que Midorima le había dicho.
-Por cierto, Ki-chan, voy a participar en una exposición de arte muy importante, esto podría darme un gran impulso- comenzó a explicar, pronto animando nuevamente a Kise- Además, Shin-chan prometió que el mismo iría a ver mi pintura y dijo que si era buena, consideraría aceptar mi propuesta!
Kise abrió los ojos en sorpresa pero pronto sonrió con emoción- Eso es grandioso Takaocchi! Ambas cosas lo son- se rió levemente, y fue entonces que recordó la tercera cosa que quería hablar con Takao
Pero antes de seguir con eso, Kise decidió llamar a una mesera para que se acercará y ambos hicieron sus pedidos.
Y en cuanto la mujer se fue, Kise comenzó a hablar de nuevo.
-Por cierto Takaocchi, recuerdas que el cumpleaños de cierta persona se acerca?- Kise levantó las cejas de manera sugestiva
Takao soltó una leve risa ante eso- Si, jamás podría olvidarme del cumpleaños de Shin-chan- aseguró
-Bueno, pues deberíamos ir planeando algo, estaba pensando en que lo llevemos a la playa!- sugirió, emocionado con la idea- Y podemos invitar a los demás!
Takao sabía a quienes se refería Kise con "los demás". Pues durante la secundaria, el y Midorima habían formado un grupo de amigos pequeño, pero cercano, aunque no tan cercanos como eran ellos dos.
Kise se encontraba en ese grupo, al igual que otras 3 personas.
Hacia tiempo que habían perdido contacto con uno de ellos, pero el resto procuraba mantener el contacto incluso si era solo a través de mensajes.
-Suena bien, pero, por qué a la playa?- preguntó Takao inclinando la cabeza
-La última vez que visite a Midorimacchi, me dijo que extrañaba la playa, hace mucho que no ha ido, y creo que sería perfecto para su cumpleaños!- explicó
-Oh! Suena genial, aunque... Tendremos que asegurarnos que pueda salir ese día- le recordó
-Lo se, pero ya nos preocuparemos por eso cuando llegue el momento- el rubio le restó importancia, y fue entonces que regreso la mesera con lo que habían pedido- Ahora disfrutemos de esto!
Siguieron hablando de cosas triviales, h en cuanto terminaron su cómoda, Kise pagó y se despidieron, acordando seguir organizando el viaje para el cumpleaños de Midorima por mensaje.
Al llegar a su casa, Takao se sentía completamente inspirado, así que comenzó a trabajar de inmediato en la obra que usaría en la exhibición, empezando por realizar bocetos en su libreta de dibujo, sabía exactamente cual sería el tema de su obra... O más bien, quien...
Los días pasaron, con Takao trabajando en su pintura a la vez que continuaba planeando el viaje con Kise, y pronto decidieron que irían en autobús, ya que la playa no estaba muy lejos. Irían por la mañana y regresarían al atardecer, solo quedaba asegurarse que Midorima pudiera ir, así que ese día, Takao salió en dirección al hospital para asegurarse de eso.
Siguió la rutina de siempre al llegar al hospital, pero esta vez no se dirigió a la habitación de Midorima, pues lo encontró en el tercer piso del edificio en la sala común con un chico pálido de cabello azul celeste.
Takao lo reconoció, se trataba de Kuroko, un muchacho que Midorima había conocido ya hace unos meses. Recientemente Takao había escuchado que había recibido un transplante, más no estaba seguro de que exactamente y no quería parecer muy entrometido preguntando de más, pero le agradaba Kuroko.
-Hey, qué están haciendo?- les preguntó mientras se sentaba junto a Midorima
-No mucho, solo estábamos hablando sobre libros- respondió Midorima levantando el libro que tenía sobre su regazo
-Oh, ya veo, entonces tienes un momento para hablar? - le pidió, haciendo un gesto con su cabeza en señal de que quería hablar en otra parte
-Si, de hecho hay algo que quiero darte- Midorima se puso de pie, se despidió de Kuroko y se llevó a Takao a su habitación
-Así que, tienes un regalo para mí Shin-chan?- Takao sonrió emocionado
-Le pedí a mi madre que lo comprara y lo trajo ayer- explicó y sacó una caja de debajo de su cama, la cual le entregó a Takao
Takao abrió la caja y se sorprendió al ver un montón de materiales de arte, pero todos con un tema o diseño de trébol.
-Es... Precioso!- exclamó sacando uno de los pinceles, admirando lo de cerca
-Se supone que dan suerte a cualquier artista que los utilice, incluye una tarjeta que lo explica- le hizo saber señalando la caja- Y considerando que quieres hacer una obra para la exhibición, realmente vas a necesitar suerte- agregó sonriendo de lado
-Gracias Shin-chan!... Espera... A qué te refieres con que necesitaré suerte!?- Takao lo miro con el entrecejo fruncido, fingiendo estar indignado
Midorima soltó una breve risa, negando con la cabeza- Sabes a que me refiero, pero querías hablar conmigo de algo, qué es?
Takao asintió al recordar eso y dejó la caja a un lado por un momento, acercándose más a Midorima y tomándolo de las manos, haciendo que el más alto lo viera con una expresión cuestionante.
-Shin-chan, un pajarito me dijo que te gustaría ir a la playa, así que, que te parece si para tu cumpleaños vamos? Iremos todos juntos!- le dijo sonriendo y apretando levemente sus manos
Midorima lo miró sorprendido, pero poco a poco una sonrisa se posó en sus labios- Si... Eso sería grandioso, realmente empiezo a extrañar la playa
-Pues ya no más! Yo mismo lo escoltare hasta ella!- aseguró Takao, haciendo un saludo militar- Si puedes salir ese día, verdad?- preguntó para asegurarse
-Si es un par de horas, no debería haber problema- asintió
-Perfecto! Entonces te llamaré luego para más detalles!- Takao tomó nuevamente la caja y se dirigió a la salida- Nos vemos Shin-chan!
Después de despedirse, Takao regresó a su casa y se encerró en su estudio, poniendo en uso del regalo que había recibido, ya tenía el boceto final de lo que quería pintar, solo faltaba revisarlo con su maestro y ver que opinaba el...
Así que en su próximo clase, Takao llevó el boceto que había hecho, y al terminar la clase, al fin pudo discutirlo con su profesor.
-El boceto es muy bueno Takao, las proporciones se ven bien y me gusta la posición que le diste- asintió su profesor- Creo que esta listo para que lo pases al lienzo!
-Grandioso! Entonces me pondré a trabajar de inmediato- asintió emocionado tomando de regreso su libreta
-Creo que elegiste un tema perfecto- comentó su profesor de repente
-Eh? Eso cree?- preguntó mirando nuevamente al boceto con relación rostro de Midorima en el
Su profesor asintió- Cuando un artista pinta algo que ama, pone todo su corazón en ello... Y se nota... Incluso hasta en el más simple boceto- dijo sonriendo señalando la libreta
Takao se sonrojo levemente pero sonrió, pues su profesor no se equivocaba, realmente estaba dibujando algo que amaba...
Takao salió de la escuela y estaba por dirigirse a casa la ver que el cielo estaba nublado, y no quería que la lluvia lo atrapara, pero fue detenido cuando su teléfono sonó.
Al ver que se trataba de Midorima, se apresuró a contestar.
-Hey Shin-chan! Que sorpresa que me llamas!- contestó de manera juguetona, más el silencio que le siguió lo congeló- Shin-chan?
Takao habria pensado que no había nadie del otro lado de la línea de no ser por la respiración irregular.
-Takao...- el corazón del mencionado se estrujó al escuchar el tono con el que Midorima lo había llamado- Crees que puedas venir?
-Eh?... Si... Estaré ahí pronto- aseguró y la llamada se cortó
Takao no esperó a más y comenzó a correr hacia el hospital, su mente no dejaba de pensar en los peores escenarios, pues no recordaba la última vez que habla escuchado a Midorima sonar tan... Miserable y... Derrotado...
Llegó al hospital en tiempo récord y se apresuró al cuarto de Midorima, donde al entrar se encontró al otro sentado frente a su ventana junto a los girasoles, escribiendo algo en una libreta.
A Takao de repente todo le pareció muy gris... El cuarto, el rostro de Midorima, incluso los girasoles, todo se había vuelto opaco, como si el color y la vida hubieran desaparecido se toda la habitación.
Midorima levantó la mirada cuando lo escuchó entrar y el corazón de Takao se rompió otro poco...
Dicen que en muchas ocasiones los artistas notan detalles que otros no, y en ese momento Takao se maldijo el ser capaz de notar esos detalles.
Los ojos de Midorima estaban algo rojizos, probablemente habria llorado. Había una intravenosa en su brazo que lo conectaba a una bolsa llena de líquido. Sus mejillas se notaban aún más hundidas que la última vez y el movimiento de su pecho al respirar parecía casi doloroso.
-Shin-chan... - Takao lo llamó con un hilo de voz y dió un paso tentativo hacia el
Takao vió prácticamente en cámara lenta el momento en que los ojos de Midorima se llenaron de lágrimas, las cuales pronto comenzaron a caer por su rostro.
Takao se apresuró a su lado. No le dijo nada, simplemente lo envolvió en un abrazo, el cual fue regresado de inmediato, y pronto Midorima comenzó a sollozar sobre su hombro.
-No pude hacerlo...- susurró el peliverde con la voz rota- otra vez... Pasó otra vez...-
Takao no necesitaba explicación, sabía que la condición de Midorima había empeorado hasta cierto punto nuevamente, había recaído... Justo cuando los doctores pensaban que ya iba mejor...
-D-dijeron que sería mejor que no saliera por ahora... Q-que podría ser arriesgado sobre todo si sucedía una emergencia- explicó entre hipidos causados por su llanto- Lo siento Takao... No podremos ir a la playa...
Takao sintió sus propios ojos humedecerse, más no permitió que ninguna lágrima cayera, únicamente aferrándose más a Midorima.
-Esta bien Shin-chan... Ya habrá otra oportunidad...- aseguró, frotando su espalda suavemente
-... Odio esto... Odio este cuerpo... Ha controlado toda mi vida desde que tengo memoria, nunca puedo hacer lo que quiero... No pude participar en la carrera de relevos de la primaria...no pude unirme al equipo de baloncesto contigo... No puedo ir contigo a ningún viaje...- finalmente las lágrimas y sollozos de Midorima se terminaron de convertir en un horrendo llanto
Y Takao... Takao se sentía tan impotente, qué podía decirle? No podía hacer promesas dulces y vacías, sabía que Midorima las odiaba, y la verdad... El también odiaba todo eso... El quería ver a su Shin-chan hacer todas las cosas que quisiera, quería verlo vivir su vida afuera, no atrapado en ese lugar...
Ese día había sido realmente gris...
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