Capítulo 4

Interrogatorio a Duke Deblin, Tea Garden y Tristán Taylor.

Juega con el zarcillo en su oído y comienza a desesperarme con esa acción, suspiro dejándolo hacer, sus ojos verdes me miran fijo y su aspecto estrambótico me hace pensar que todos los amigos de Joey eran raros, comienzo a familiarizarme demasiado con el occiso Joseph Wheleer ya  pienso en él siempre como “Joey”.

-Le traje unos videos-dice  el chico  creador de Duelo de Dados de Monstruos, me sorprendí al enterarme  que era el empresario de aquel famoso juego a tan corta edad, estos chicos de hoy crecen a pasos agigantados –Son con respecto a “eso”-dice y  creo saber que se refiere al homicidio pero las palabras le parecen tan atroces que no puede ni pronunciarlas, lo sé por su incomodidad al  decírmelo - Mis amigos y yo hablamos, creemos que si conoce mejor a Joey  podrá facilitarse el caso-saca de su maletín un CD y me lo entrega.

-Es de navidad y de nuestras fiestas-dice con la mirada gacha de dolor al recordar a su amigo.

-Gracias, lo veré, también en la escuela me facilitaron  las copias de los videos de sus obras de teatro y presentaciones de canto y guitarra-le comento para aligerar su pena.

Duke sonríe sin quitarse esa maña de tocar el dado que cuelga de su lóbulo –Tenía talento nato, cuando íbamos al karaoke era el que mejor cantaba, nunca supe bien donde aprendió a tocar la guitarra pero lo hacía seguido en nuestras fiestas y cantábamos juntos, éramos muy buenos amigos todos, al principio yo no estaba tan involucrado con ellos pero al conocerlos era inevitable que con el tiempo no te cayeran bien-

-Tenia tanto futuro por delante-dice y miro sus ojos rozarse por las lágrimas -Nunca tenía dinero el muy tonto pero nos cooperábamos entre todos para ayudarle a pagar los eventos  que organizaba la escuela o nos quedábamos con él y nos íbamos a los videojuegos juntos –Duke derrama una lagrima solitaria corriéndole un poco el maquillaje que le adorna los ojos esmeralda, se limpia y me mira –Alguien como él merece que se le haga justicia-me dice reiterándome lo que ya muchos me han dicho.

-Lo sé, gracias por su ayuda-le digo  dejando que se marche guardando el CD  ya después los veré,   en la oficina tenía unas copias de sus otros CD´s,  los originales no los había podido tener porque simplemente no estaban y por más que había buscado la secretaría no los pudo encontrar.

Una parte de mi estaba ansiosa por reproducir aquellos videos, ver  a Joey en carne y hueso sería muy diferente que escuchar de él o ver su fotografía, entendería mejor lo que todas las personas me decían, que él había sido tan radiante como un sol.

El interrogatorio con Tea, me recordó mucho al Yugi Motou, la chica se deshizo en lágrimas frente a mí, me conto que Joey  llegaba siempre tarde a su escuela que ella le pasaba los apuntes de las clases y que Joey había tenido por novia a May Valentine, una rubia despampanante con la cual había roto poco tiempo después ya que ella se había ido a Norteamérica para incursionar en el mundo del modelaje por lo cual no podría interrogarla

Con Tristán  obtuve un poco más de información, al parecer era el único que conocía a Joey desde hacía más tiempo, sabía que sus padres estaban divorciados, que tenía una hermana menor que no vivía en la ciudad, pero que dentro de poco vendría ya que yo no tardarían en darles lo que restaba de los cuerpos, mi equipo había concluidos con la investigación forense, el resultado no había alentador, los huesos eran demasiado pequeños para sacar nada de ellos.

-Joey se estaba reformando señor, tenía planes para seguir estudiando, debió tener algún secreto escondido porque sus últimos días parecía estar intranquilo, pero no confiaba en nosotros  para hablar sobre qué le preocupaba él  nunca quería llevarnos a su casa, hablar de dinero con nosotros, de su padre ni de sus trabajos,  nos mantuvo  siempre al margen, me siento como un terrible amigo, porque nuca hice nada por insistir, lo vi sufrir en silencio y no hice nada, ahora es muy tarde para ello- me dice lleno de ira hacia sí mismo apretando su mano tan fuerte que se encaja las uñas y los puños se le ponen blancos.

-Comprendo joven Taylor-le digo tranquilizándolo para despedirlo, dejando que se fuera con sus otros dos amigos, los tres se despiden de mi con sonrisas tristes y hombros caídos, los miro retirarse de la Procuraduría, la desazón por su perdida me está afectando demasiado, yo también me siento triste, lo mejor es focalizarme en mi trabajo y con ese pensamiento me adentro a mi despacho.

Prendó mi computadora, sacando el reproductor de CD´s para comenzar a mirar los videos.

Trago duro al ver el reproductor abrirse, la cámara tarda un poco en enfocar y ahí está, suelto el aire que no sabía que estaba reteniendo, es él, Joey, de pie en el escenario, con jeans y una camiseta arremangada hasta los codos con aquella aura adolescente rebelde, aun así la cámara enfoca en su rostro, tiene una gran sonrisa en sus labios, puedo ver lo atractivo que es con su piel clara, largas pestañas doradas y lo mejor son sus ojos dorados, Joey toma asiento en un banco alto y toma la guitarra a su lado, el público calla y el rasgueo de las cuerdas suena mientras una balada triste me llena los sentidos, su voz lo llena todo, no solo el espacio, sino también algo dentro de mí que me eriza la piel.

La presentación se acaba con una ovación él se despide de su público con besos y sonrisas. Me apresuro a ver el siguiente video, es una obra de teatro, el Conde de Montecristo y él tiene el papel principal, arriba del escenario él encarna a Edmundo Dante, es otra persona y se trasforma, su espíritu se alza en lo alto que parece que en cualquier momento volará. 

Veo la obra completa sin fijarme en la hora, cuando termina me doy cuenta que no tengo suficiente y recuerdo el CD que me ha entregado Deblin, lo introduzco en la ranura y se reproduce solo, la imagen  se mueve chueca enfocando el cielo y el suelo, sucesivamente, al fin se detiene, y me doy cuenta de que quien está grabando es Duke Deblin por la voz que suena en mis bocinas, la cámara muestra un árbol de navidad de plástico que  entre los amigos adornan.

-¡Hey chicos! volteen a la cámara-  la voz de Duke habla y los demás sonríen  satisfechos agitando la mano a la camara, tienen puestos gorros de Santa Claus en las cabezas, reconozco a Tea, Yami y Yugi, entra en la habitación Joey con su gorro sonando con un cascabel a sus pasos, trae las luces y las coloca junto con Tristán, Tea acomoda las esferas con esmero, Yugi ha sido cargado por Yami, para colocar la estrella en la punta del árbol. 

-¡Duke! Deja la cámara y  ven aquí niño dado- le reta Joey  acercándose a él, la cámara vuelve a agitarse entre palabras de “¡No Joey!” “¡Aleja eso de mí!” y las risas de Joey resuenan por todo mi despacho llenándolo de alegría navideña, adivino que ha logrado su cometido y le ha arrebatado la cámara a Duke, porque el chico del zarcillo aparece avergonzado tan rojo como  el gorro en su cabeza, un “jojojojo” se escucha  y Joey enfoca a Tristán con una gran bolsa y un disfraz de Santa Claus.

-“¡Feliz navidad!”-  grita el moreno ante las risas de fondo de sus demás amigos

-¡Chicos! ¡Chicos! Llegaron los demás- grita la voz de Yugi emocionado, Joey lo enfoca moviendo la cámara en 380º  y el pequeño mira por la ventana tomado de la mano de Yami

-¡Son Mokuba y Seto!- dijo impresionada la única chica del grupo que también miraba por la ventana
-Nhaa… ¿el ricachón engreído también llegó?-dice la voz de Joey en la grabación caminando a la ventana y enfocando por fuera,  una larga limosina negra esta parada en la calle, de su interior aparece un niño de cabello negro con  una pila de regalos en sus brazos que parece que va a caerse en cualquier momento, el chico castaño a su lado de porte elegante toma los regalos de  sus brazos, hablando con él con mal gesto, su cara solo trasluce fastidio, el niño solo  ríe  tomándose de la larga gabardina blanca del castaño y saluda a la cámara con una gran sonrisa de felicidad en cuanto la ve, moviendo sus labios en un “¡Feliz navidad!”, el de  cabello castaño mira a la cámara, Joey hace un acercamiento a los ojos azules del chico que no parpadean mirando fijo y profundamente, parece que ambos se han quedado prendados y entonces… la grabación termina.

El siguiente video comienza abruptamente, es un viaje escolar, lo intuyo por las albercas y el montón de adolescentes atiborrando el lugar, esta vez  es Tea quien graba, y lo agradezco porque su pulso es mejor, y las tomas no son desenfocadas,  todos están cerca de la alberca y la chica se ha distraído grabándoles el cuerpo a sus amigos o a algún chico atractivo que pase cerca de ella, así que a veces la cámara no sigue la conversación de los adolescentes.

-¡Lancémonos por el trampolín!, vamos Tristán, Duke ¡Anímense!- la voz ahora conocida para mí  de Joey les habla, jalándoles por el brazo, trae un bañador rojo en la nívea piel, que Tea tan bien ha grabado, incluso puedo notar las finas caderas, la piel libre de bello y los diminutos pezones rosados, Tea graba su recorrido apresurado  pues como un niño se ha subido al trampolín con entusiasmo.

-¡Grábame Tea! ¡Deja de estar coqueteandoooo!- grita desde lo alto.

-“¡Cállate Joey!”¬- La voz azorada de Tea le responde enfocándolo  mientras el rubio al lograr su cometido sonríe con un gesto de amor y  paz, por detrás de él, Duke y Tristán platican, entonces se acercan hasta él maliciosos y lo empujaron al agua, Joey es hábil  y  antes de caer toma del brazo a Tristán que jala a Duke y al final los tres caen al agua en medio de las risas de Tea, Yami y Yugi.

Tea los sigue enfocando hasta que salen y medio peleándose y  arrojándose agua regresan hasta con los demás.

-¡eso fue genial!-dice la voz de Tristán quitándose el pelo castaño de la cara.
-qué bueno que viniste Joey, no nos habríamos divertido tanto sin ti-le dice Yugi sonriéndole sentando con Yami solo mojándose los pies.

-gracias chicos por invitarme –dice sincero Joey, Tea hace un acercamiento a su rostro, cuando mira a sus amigos sus ojos mieles hablan por él, muestran verdadero cariño, su  rostro se alumbra con una sonrisa  y todos sonríen a la vez en compañía.

-Es que tenías que venir sino ¿quién   nos iba a ayudar  a arrojar a Tea, Yugi y Yami al agua?-dice Duke, Tristán y Joey se miran cómplices y entonces  entre los tres arrojan a Yami y Yugi pese a los gritos de Yugi y la pelea que dio Yami para liberarse, la cámara se cae al suelo y graba cuando  toman a Tea por los brazos  y la avientan a donde  ya están los novios. La grabación se detiene ahí.

Cuando terminan las grabaciones, mi sonrisa permanece estampada en mi cara, un sentimiento me llena el pecho y no puedo quitármelo por lo que dura el día y a mi mente regresan las risas, los rostros alegres y las palabras que se habían dicho los chicos en las grabaciones y que  ya nunca serian iguales por que uno de ellos se había ido para siempre.