en esta ciudad no se ven las estrellas. no sé si se esconden porque están hartas de verme triste o serán estas nubes, que lo tapan todo. puede que orión no quiera brillar porque no estás tú. dime de qué me sirve tener una ventana desde la que puedo ver el cielo si solo veo una masa de humo marrón. que no quería querer a nadie y aquí me tienes, llorando porque no puedo ver las estrellas.

tengo ganas de fumarme un cigarro pero ya sabes que no los sé liar, y tampoco me apetece intentarlo, tengo ganas de uno de esos cigarrillos del paquete que tardamos dos horas en encontrar en enero. y que sí, que no hay que depender de nadie, pero que alguien te líe los cigarros de vez en cuando no está nada mal.

no puedo decir que no pensaba que estar lejos de ti dolería tanto, porque no pensaba en ello. no pensaba en ello esa madrugada de septiembre, bajo la lluvia, ni cuando te dije "te quiero" la primera vez, ni cuando te abrazaba para ir a dormir, ni siquiera cuando intentaba no llorar la noche antes de que te fueras. así que ¿qué le vamos a hacer? te espero en casa, y ojalá no me olvides.