Prov. TN

Me encontraba siendo jalada por un ninja, ¿motivo? simplemente porque soy un "monstruo" y necesito estar con personas como yo... por lo menos eso me dijo el señor que me esta llevando, además de mirarme de lado con superioridad y a la vez con una capa de miedo en lo más profundo de sus ojos.

¿Padres? no tengo, por lo que se mi padre abandonó a mi madre apenas supo que yo estaba en camino, ella "murió" al darme a luz. No me quejo a mis cortos 5 años era lo suficientemente inteligente como para darme cuenta que es una mentira y que en realidad me abandonaron supuesta mente porque soy un monstruo y no querían terminal mal, seguramente son uno de esos ninjas adultos que siempre me miran con odio.

Como dije anteriormente estaba siendo jalada por este señor, calculo que tiene más de 40 por las arrugas que tiene en el rostro, hasta que llegamos a una gran torre en el centro de la ciudad, una vez que abrió la puerta de esta me empujo para que entrara, para a continuación cerrarla con fuerza, ya estoy acostumbrada a este trato.

Cuando levanto la mirada puedo ver a un niño colorado con hermosos ojos verde claros y unas notables ojeras debajo de ellos que me estaba mirando sorprendido detrás de un hombre de no más de 30 años de cabello rubio con una mirada suave y una sonrisa muy cálida, a mi parecer, extendiéndome una mano.

???: hola, ¿te encuentras bien?- yo solo asentí para tomar su mano e impulsarse para pararse- soy Yashamaru y el es Gaara- señala al niño quien enseguida hace una reverencia- seremos compañeros de cuarto hasta nuevo aviso, llevémonos bien- hizo una reverencia, yo hice una inclinación con algo de desconfianza.

TN: s..soy T..TN, mu mucho gusto- dije tímidamente, después de todo me hicieron ser así, el hombre me sonrie mientras camina dentro de la casa mientras nos hacía señas a mi y a Gaara.

Yashamaru: este será tu cuarto, el mío esta al fondo y el de Gaara está al lado del tuyo- entre con algo de miedo, y pude ver lo grande que es- si tienes alguna duda llámame, ¿entendido?-asentí, se fue mientras yo miraba a Gaara quedando mi mirada atrapada en sus ojos, si que son lindos.

Gaara: mucho gusto, soy Gaara, tengo siete años ¿quieres... ser mi amiga?- me preguntó con algo de duda en su tono de voz aun infantil, yo baje la cabeza.

TN: yo cinco, ¿estás seguro?... dicen que yo traigo mala suerte y mal estar a todas las personas que conozco- dije casi inaudible, pero al parecer me escucho acercándose más a mi.

Gaara: a mi también me tratan así- levanté la mirada viendo que también está triste pero enseguida me sonrió y extendió su mano- así que, ¿quieres ser mi amiga?

TN: claro- respondí su gesto mientras sonreía amplia mente y por alguna razón Gaara se puso colorado, deje de lado eso y nos pusimos a jugar con la pelota hasta que Yashamaru nos llamó para la cena.

Un año después

Este año pasó volando, en este tiempo me acerque mucho más a Gaara y su tío Yashamaru, hace unos días Gaara se enojó con unos niños por haberse ido corriendo diciéndole que era un monstruo, consecuencias, los niños no salieron bien de esa y nunca más se podrían acercar de la mima manera al colorado.

Gaara después de conseguir que Yashamaru le diera medicina para ellos fui con él, después de todo yo lo pude haber frenado y no lo quise hacer, cuando llegamos los niños nos miraron con mucho miedo y a la vez con odio, nos cerraron la puerta en nuestras caras.

Mientras caminábamos por las calles en silencio un borracho se nos acercó y después de decirnos monstruos a nosotros dos Gaara lo mató utilizando su arena, yo me quede cayada, no quería interrumpirlo; una vez que estuvimos en el tejado de la casa nos sentamos uno al lado del otro abrazándonos con fuerza y consolándonos, hasta que la arena de Gaara se activó protegiéndonos de unos kunais que se dirigen a nosotros, después de que mi amigo lo dejara fuer a de combate pudimos ver que en realidad es Yashamaru haciendo que los dos nos acercaremos a él con pequeñas lagrimas en nuestros ojos.

Y ahí nos enteramos que fueron ordenes del padre de Gaara, y que nos estaban casando a los dos por el simple hecho que tenemos a unos tales Shushaku y al Kokuō dentro nuestro causando que todos nos odien y nos tengan miedo. Después de soltarnos todo eso murió dejándonos fuera de control y que un poder que nunca hemos experimentado nos dominara. Atacamos a diestra y siniestra, una vez que nos calmamos nos fuimos a la casa tomados de la mano para sentirnos más cerca uno del otro.

Gaara: prometo nunca alejarme de ti y protegerte, cueste lo que cueste- me susurro cuando entramos a la casa, dirigiéndonos a la habitación de él, si voy a dormir con él, por lo menos hoy.

TN: y yo prometo también nunca alejarme de ti y ser la causante de tus futuras sonrisas- prometí yo mientras sentí que él se acercaba más a mi apegándose y soltar un ultimo lloriqueo antes de caer dormido, esto va a ser difícil desde ahora. Para los dos.

Unos días después

TN decidió entrenarse ella misma, nadie la iba a ayudar, ya lo intento y nadie quería acercarse (además de Gaara) Eso lejos de desalentar a la chica hacia querer demostrarles que ella era capas de hacer lo que quería y podía. Por el día entrenaba físicamente y por las noches meditaba hasta altas horas, aprovechaba el que el colorado iba de casa a esa horas para poder hacer eso por horas.

Al cabo de tiempo descubrió el poder que poseía en el vapor y de la velocidad que tenia, tanto en brazos como en piernas. Podría hacer técnicas difíciles en pocos segundos y correr tan rápido como un adulto promedio, siendo que TN tiene escasos seis años de edad.

Otra cosa que no entendía era la relación que tenía Gaara con su "monstruo" (como lo llamaba el mismo) siendo que lo que tiene adentro suyo la trataba como a una amiga, el Kokuō tenia la apariencia de un caballo con cierto aire con un delfín con un pelaje blanco, lejos de causarle desconfianza o miedo a TN le causo simpatía el "aire distante" que poseía el caballo cayéndole bien enseguida. Y parecía ser reciproco.

Kokuō: TN-san, has mejorado tanto en poco tiempo... te quiero ayudar en algo en especifico- con una seña hizo que la menor se le acercara, esta se sentó frente a este.

Una de las colas de Kokuō se poso en su frente y pudo sentir un agradable calor que invadía todo su cuerpo. Era la misma, o por lo menos parecida, a la sensación que tiene cada vez que Gaara le sonreía o abrazaba en las noches.

Kokuō: soy conocido como uno de los más sabios entre mis hermanos, te acabo de pasar parte de mis conocimientos y la capacidad de aprender cualquier técnica y estrategia con solo verla una sola vez- sacudió las colas restantes, era su forma de demostrarle a la chica que estaba feliz.

TN: gracias, Kokuō-san- le sonrió a la vez que abrazaba la punta de su cola, la cual era lo más cerca de la chica- estudiare mucho para ser capas de aprender más de lo que ya se- su sonrisa se transformo a una segura y desidia, el biju asintió conforme con lo dicho.

Salió de su estado de meditación, paso por la casa que compartía con Gaara y se dirigió a donde estaba el chico. Sabía que el chico siempre se encontraba en el techo para tranquilizar la voz de su biju y, también, serenarse él mismo. Al llegar al techo sonrió suavemente al encontrarlo recostado en el techo observando las estrellas y la luna en cuarto menguante, se recostó a su lado sintiendo como este tomaba su mano con delicadeza entrelazando sus dedos.

Gaara: ¿no estas cansada?- su preocupación era palpable. Sabia que la chica era más diurna que él, aunque, Gaara no a podido dormir bien desde que mato a su tío Yashamaru. Eso lo sabía muy bien la chica a su lado.

TN: para nada, puedo estar despierta un poco más- se acurruco más a su lado apoyando su cabeza en el pecho del chico. Siguieron viendo las estrellas en completo silencio, no necesitaban hablar para saber todo lo que se querían o cualquier cosa.

Porque, pese a ser unos niños, saben lo que es la maldad y cuando una persona no te quiere. No sentían eso cuando estaban con el contrario, sentían unas mariposas inquietas en sus estómagos y como siempre querían estar con el otro cuidándolo y defendiéndolo cuando algo malo le pasaba el otro.

¿Puede que años después desaparezca este sentimiento? ellos sabían que existe esa posibilidad, pero, mientras sigan sintiéndose así estarían juntos. Eso es lo importante para ambos.