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—bastardo... ese hijo de puta te ha golpeado de nuevo. —BaekHyun limpio de nuevo la herida en el pómulo de su hermano menor.

—también a ti...— el chico le mostro su hoyuelo a pesar del dolor en su rostro. Tomo otro pedacito de algodón y lo paso por el labio roto del castaño.

—YiXing... sabes que no debiste haberte metido. — el castaño se levantó y camino hasta el baño para lavar su cara y remover el delineador de sus ojos.

El azabache bajo la cabeza un momento antes de fruncir el ceño. —eres mi hermano y sabes que no soy fuerte pero odio que te golpee.

—y yo odio que te golpee a ti. — BaekHyun regreso frotándose la cara con una toalla y se hinco frente al chico del hoyuelo. —Xing, eres mi grande tesoro.

Al chico se le llenaron de lágrimas los ojos y en un intento por detenerlas cerró los ojos. El castaño tomos sus mejillas y se levantó para poder abrazarlo desde la cabeza. No iba a llorar, no, tenía que ser fuerte por su hermano.

—quiero irme, Baek... por favor...— YiXing sollozo aferrándose a la camiseta del mayor. Su llanto no era escandaloso pero le rompía el corazón al castaño. El chico le repetía lo mismo cada vez que el bastardo que tenían por padre los golpeaba.

—pronto, bebé. Solo hay que aguantar un poco más. — y BaekHyun le repetía lo mismo como un mantra.

Byun BaekHyun y Byun YiXing eran dos hermanos de 19 y 17 años respectivamente. El mayor era Baek, de cabello castaño claro, ojos avellana, piel clara y de 1.74 cm. Su actitud era ruda, arisca y muchas veces insensible. No dejaba que nadie lo intimidara y siempre se defendía a palabras y cuando eso no bastaba no temía hacerlo con los puños.

En la escuela era admirado por ser un chico busca problemas y alguien con el que cuidarse. Peligrosamente hermoso y atrayente. Había recibido confesiones de varias chicas y algunos chicos y, para la sorpresa de la opinión pública, los rechazaba con amabilidad. Ambos hermanos habían declarado su preferencia a los hombres desde el inicio.

Era bien sabido que para BaekHyun no existía otro ser que mereciera su atención y cariño como su hermano pequeño. El azabache lograba cambiar el humor de mierda que BaekHyun se cargaba la mayor parte del tiempo e incluso había evitado que golpeara a uno que otro imbécil. Lo llamaban "el efecto YiXing".

YiXing por su lado era todo lo contrario a BaekHyun, cabello negro azabache y ojos oscuros y dormilones. El chico del hoyuelo de azúcar era alguien muy risueño y amable. Disfrutaba estar rodeado de gente y repartía felicidad con su mera existencia. El parecido con el castaño era inexistente y muchos se lo preguntaban hasta que el hermano mayor aclaro que eran medio hermanos pero que se amaban como si no lo fueran.

Y no les constaba. BaekHyun había dejado dicho que mataría a cualquiera que osara lastimar a YiXing y el pequeño unicornio había mostrado su primera faceta de furia defendiendo a su hermano de unos montoneros.

Todo mundo sabía que ellos se protegían el uno con el otro.

Y nadie sabía el infierno que vivían al llegar a su casa.

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El padre de ambos, Byun Leeteuk, era un hombre de carácter de mierda que a la menor provocación les gritaba o insultaba. El bastardo era homofóbico y un religioso de los peores. Creía que sus hijos se irían al infierno por ser homosexuales y que sus cuerpos debían ser golpeados por alguien creyente para que fueran purificándose y pudieran entrar al cielo.

BaekHyun era el que más le plantaba cara. Si el hombre comenzaba a insultarlo a él o a YiXing, el castaño le respondía con severidad antes de insultarlo. Varias veces terminaba con el labio partido o con un fuerte dolor muscular por los empujones que su padre le daba entre las peleas.

El castaño tenía un cuerpo fuerte aunque no lo parecía y podía resistir mucho mejor los golpes. No como YiXing. Y el pobre azabache parecía ser el objeto de odio favorito de Leeteuk.

El chico de nombre chino odiaba la violencia, le aterraba y su naturaleza bondadosa le impedía enfrentarse a su padre como BaekHyun. Si su hermano no estaba por algún retardo en la escuela, se encerraba bajo llave en el cuarto de ambos si su padre estaba en casa o en cuanto lo escuchara llegar del trabajo.

Su cuerpo era mucho más débil y los moretones duraban aún más que en el cuerpo de Baek. Aunque en más de una ocasión se había metido a defender a su hermano mayor de Leeteuk y el hombre lo golpeaba aclamando su odio.

A todo esto, ¿Dónde estaba su madre?

La mujer había desaparecido años atrás, cansada de los maltratos misóginos de su esposo. Y como la peor madre, había huido sin sus hijos. A partir de ese suceso, Leeteuk comenzó a insultar y golpear a sus hijos.

Ya eran tres años desde que vivían en ese caos.

Los hermanos comenzaron a juntar el dinero para irse desde el primer año. Juntaban lo que ganaban paseando perros o ayudando en una florería medio tiempo. Era poco y los continuos gastos de artículos médicos, escolares y personales se los dejaban más difícil.

Pero ambos escaparían de esa vida y huirían muy lejos. Solo se necesitaban el uno al otro.

O eso pensaban hasta que ChanYeol apareció.

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Fue al inicio del cuarto año cuando un nuevo estudiante fue trasferido desde Japón. El alto muchacho de vivaz cabello rojo, sonrisa boba y orejas curiosas se llamaba Park ChanYeol y tenía 18 años.

El hiperactivo pelirrojo era alegre, bromista, juguetón y un apasionado de la música. Tocaba la guitarra, la batería, el piano, cantaba y rapeaba muy bien. Era obvio que se volviera popular desde su llegada.

Lo que nadie se espero fue que pusiera sus ojos en el hermano menor de los Byun. Exacto, en YiXing.

ChanYeol se acercó al bailarín del hoyuelo desde el día que llego y elogio lo hermoso que era. El menor se sonrojo y se puso tan nervioso que termino tirándole encima su jugo de manzana. ChanYeol exclamo que la manzana seria su fruta favorita desde ese instante.

Y BaekHyun no se lo tomo nada bien. No se enteró por sí mismo, gracias al par que siempre andaba con él a diestra y siniestra.

JongDae y JongIn eran hermanos y se le pegaron desde el día en el que le dio una patada a Minho, un brabucón que les estaba jodiendo. Los chicos eran escandalosos y molestos en ciertas ocasiones pero BaekHyun agradecía su existencia. Fueron ellos quienes le llegaron con el chisme de que su pequeño unicornio estaba siendo cortejado por un alto guerrero de la música.

No se lo tomo nada bien y estaba dispuesto a arrancarle la alegría a ese poste pero la sonrisa de su hermano menor no lo dejo continuar. Porque ya había olvidado la sonrisa de alegría de YiXing.

BaekHyun se sintió mal y bien al mismo tiempo. Bien porque su hermano estaba sonriendo y se veía realmente feliz después de tantos años y mal porque no había sido él quien lo hiciera sonreír de esa manera. Solo por eso decidió darle una oportunidad a ese tal ChanYeol.

Y sabe que fue una buena elección.

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YiXing comenzó a sonreír más a menudo de esa manera, comenzó a ser un poco más hablador y tarareaba con una alegría que poco a poco comenzaba a contagiar a BaekHyun.

Y fiel a su palabra, BaekHyun trato a ChanYeol y para su sorpresa le cayó bien y comenzaron una curiosa amistad. Curiosa porque Yeol sacaba de quicio a Bae y terminaba golpeado o amenazado con despertar comiendo peces en el rio Han. Amenaza que nunca cumpliría por su hermano menor.

La existencia de ChanYeol se volvió uno de los agradecimientos que comenzaron a circular por la mente de Baek. El pelirrojo le había llevado color a la vida de YiXing y la felicidad de YiXing había llenado de color el mundo de BaekHyun.

—Xing, ¿te gusta ChanYeol? — le había preguntado el castaño al azabache durante el almuerzo.

El chico había escupido su jugo de manzana y se había atragantado.

— ¿q-que?

Baek le dio una palmada más fuerte y su media sonrisa apareció como cuando JongDae llegaba con alguna maldad. YiXing mantuvo la servilleta a centímetros de sus labios, pasmado por la pregunta tan directa.

—y-yo...

— ¡oh! — la encantadora voz grave de ChanYeol se escuchó frente a ellos, interrumpiendo la respuesta del menor de los tres. —YiXing, mojaras tu camisa si dejas eso así. — el pelirrojo tomo la servilleta y con una ternura conmovedora comenzó a limpiar la barbilla y labios del azabache.

El unicornio se sonrojo pero ensancho sus labios en una preciosa sonrisa que provoco que el alto se sonrojara y BaekHyun sonriera orgulloso. Ahí tenía su respuesta.

No tardo en anunciarse que el alto pelirrojo se había declarado a su hermano y que este había aceptado. Joder, estaba tan contento por ambos que olvido un terrible obstáculo: su propio padre.

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Leeteuk comenzó a sospechar que sus hijos estaban en, según él, malos pasos y su vigilancia psicópata empeoro. BaekHyun le molestaba pero lo pasaba por alto porque el castaño sabía resolver sus problemas solos. Su atención estaba en YiXing.

Odiaba al azabache por considerarlo un error concebido por el desliz de su esposa fugitiva. El como lo había aceptado fue porque iba contra sus principios lastimar un bebé y que quizás con mano dura pudiera transformarlo en un hombre de dios.

Les había dejado en paz por una temporada en lo que consiguiera pruebas de que sus hijos, en especial YiXing, estaban cometiendo pecado. Tan pronto los descubriera los mandaría a la iglesia a que los purificaran y los obligaría a que dedicaran su vida a dios.

No toleraría que alguno de ellos llevara el pecado a su casa o en su cuerpo.

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Las cosas empeoraron cuando YiXing se entregó a ChanYeol y este le dejo una marca en el cuello y su padre lo descubrió. Fue tanto su afán de persecutor que entro cuando su hijo se estaba colocando una camisa para salir con su novio y dejo a la vista la marca.

— ¡Sucio pecador! — había gritado entrando a jalarlo de los cabellos. YiXing chillo asustado y adolorido.

— ¡Padre! ¡Suéltame, por favor! — sus ruegos fueron cruelmente ignorados mientras era arrastrado hasta el auto por Leeteuk.

— ¡CÁLLATE, ASQUEROSO MARICA! —el hombre lo estrecho contra el vidrio lo suficientemente fuerte como para aturdirlo y así poderlo meter en el vehículo.

El azabache gimió en cuanto sintió una cachetada en su mejilla. Estaba muy asustado.

—Tienes que ser purificado antes de que satanás termine de corromperte.

Quiso defenderse así de valiente como su hermano y tiro de su brazo para abrir la puerta del coche y salir corriendo.

— ¡Vuelve aquí, bastardo! — Leeteuk lo persiguió hasta que logro taclearlo y de inmediato repartió golpes en el delgado cuerpo y el pequeño rostro.

El chico probo el sabor de su sangre aun entre la lucha por defenderse. Quería ser tan fuerte como BaekHyun y tan valiente como ChanYeol. Por una vez quería poder defenderse sin ayuda.

Tomo impulso y logro patear en el pene a su padre y gatear para alejarse y poderse levantar. Saco su móvil del bolsillo y marco a BaekHyun. El castaño no tardó en responder dejando escuchar su risa junto con un insulto a ChanYeol.

—yah, YiXing estamos muy cerca. Nos tardamos porque...

— ¡PAPÁ ENLOQUECIÓ! ¡POR FAVOR VENGAN RÁPIDO! ¡ÉL...!— el ruego de YiXing se quedó a medias por un horrible quejido de dolor.

— ¡YIXING! — el miedo en la voz de BaekHyun le borro la sonrisa a ChanYeol y no dudo en empezar a correr detrás del más bajo para alcanzarlo a pesar de que sus piernas fueran más largas.

BaekHyun iba con el corazón en la garganta y corriendo a lo máximo que sus piernas lo dejaban. Su sol, su hermano, el color de su mundo, su YiXing, estaba en peligro y él no estaba para protegerlo. Maldijo a la maldita fila de la tienda del centro comercial por retrasarlo, maldijo que apenas hubiera podido comprarle su regalo de cumpleaños a YiXing, se maldijo por no estar ahí para él mientras el peluche colgaba de una de sus manos.

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Sus músculos le ardieron como el infierno en el breve segundo que se detuvo para entrar a su casa. El auto de Leeteuk tenía las puertas abiertas así que debió de haber intentado llevarse a YiXing y este se había logrado escapar.

Logro ver algunas gotas de sangre en el piso y sin necesidad de voltear le arrojo su móvil a ChanYeol.

—L-llama a la policía y a una ambulancia por favor. — corrió hasta el patio trasero de su casa con miles de ideas en su cabeza. Rogándole a todo que su hermano estuviera bien.

Cruzo la puerta al patio y retrocedió de la impresión. Sosteniéndose de la pared y la misma puerta. La escena frente a sus ojos lo puso a temblar antes de que la furia lo obligara a moverse.

— ¡SUÉLTALO, IMBÉCIL! — se arrojó con fiereza hasta Leeteuk y le dio de lleno en la cien con los nudillos. El hombre se tambaleo y cayó aturdido en el pasto.

BaekHyun tomo el cuerpo de YiXing entre sus brazos y le aparto los mechones mojados de la cara. El hijo de puta de Leeteuk le había metido la cabeza en la alberca ahorcándolo debajo del agua hasta donde el castaño alcanzo a ver.

— ¡YIXING! ¡YIXING! — palpo las frías y pálidas mejillas, intentando despertarlo. —P-por favor. Mira, ya llegue. Despierta. — YiXing no se movía. El mayor comprobó su pulso y lo meneo con más fuerza.

Sintió que el mundo se opacaba descomunalmente y sus labios se quedaron entreabiertos en una exclamación muda. Ni siquiera el sonido de la patrulla o la ambulancia lo sacaron de la impresión.

ChanYeol llego corriendo pocos segundos después, seguido de los policías y los paramédicos. El alto se llevó las manos a la boca en cuanto vio a BaekHyun abrazando a YiXing.

—C-ChanYeol...

Y el mundo de ChanYeol se vino abajo tan rápido como el de BaekHyun.

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