Las apariencias engañan
Kogitsune subió a un árbol y una vez estando ahí, se relajó disfrutando de la lluvia, se encontraba totalmente mojado, pero para él era agradable la sensación de la lluvia, desde lo lejos observaba la aldea, aquella en la que se encontraba Kikyo.
El aroma a tierra mojada comenzó a molestar el olfato de Kogitsune, rasco varias veces su nariz y posteriormente se acomodó recargándose en el tronco dispuesto a cerrar sus párpados.
La aldea era pequeña y cómoda, ella observó humo desde las distancias y decidió acercarse a esa choza que desprendía un calor agradable, al entrar una anciana le observó cuidadosamente.
Cuando volvió en sí, un cegador rayo de luz iluminó la noche en medio de la lluvia al mismo tiempo que se dibujó la figura de una mujer sin dejarle ver a la anciana su rostro, los ojos y cabellos de la extraña mujer eran extraordinariamente negros, talvez por el agua que bañaba su cabeza el efecto se hacía más intenso, sin embargo no dejaba de ser desconcertante tal oscuridad.
Fuera de sus intentos ojos y cabellos nada había en la mujer que se pudiera recodar o destacar. Era como todas las mujeres sin ser ninguna, aquella anciana sintió ese escalofrío de encontrase ante una figura que podía ser calificada como humana, pero con vacíos imposibles de explicar.
Anciana: ¡¿Quién eres y qué quieres esta noche extranjera!? *Preguntó intrigada*
Kikyo: Eso justamente soy...una extranjera que busca refugiarse de una noche como está donde la tormenta es contraria a todo viajero
Anciana: Comprendo...Nadie podrá decir que en esta aldea no se le otorga refugio al necesitado...Adelante, seas bienvenida
Una vez adentro la mujer preparo té y decidió compartirlo con la dulce anciana que le prestó alojamiento.
Kikyo: Tomé un poco de té *Dijo mientras lo servia*
Anciana: Gracias muchacha que amable eres
Kikyo: No es nada
Anciana: ¿Puedo preguntar por que decidiste hacer un viaje tan largo? *Mencionó mientras daba los primeros sorbos a su té*
Kikyo: Existe un demonio que baga por este lugar...Como sacerdotisa debo purificarlo
Anciana: Ya veo...Me gustaría tener la energía que tienes tú jovencita
Kikyo: La vida de una sacerdotisa aveces puede ser complicada
Anciana: Está anocheciendo...Puedes descansar en la cama de ahí *Señaló el lugar*
Kikyo: Realmente le agradezco la hospitalidad...*Agrego mientras tomaba de su té*
Anciana: No hay nada que agradecer...Me gusta ayudar a las personas
Kikyo terminó y se dispuso a dormir, la anciana pronto prendió una varita echa de hierbas, mejor conocida como inciencio, el aroma comenzó a relajar a Kikyo cerrando sus párpados decidida a tomar un sueño profundo, era tan placentero el sueño que ella no quería abrir los ojos.
La anciana salió de la choza pero antes se puso una capucha que le cubría el rostro, llevaba con ella una bolsa pequeña.
La lluvia continuaba, Kogitsune seguía en el árbol relajándose con ella, pero el aroma a humedad de la tierra le impedía dormir, haci que enfadado se despertó.
Kogitsune: ¡Maldición!...¡Me gusta la lluvia pero no me gusta el molesto olor a tierra mojada! *Se bajó del árbol mirando la aldea*
La pequeña anciana que salió en plena lluvia le llamo la atención, preguntándole que es lo que haría, así que curioso la observó.
La anciana se incó en el pasto y alzó una roca, por debajo de ella se encontraba algo envuelto en una sábana roja, Kogitsune sintió escalofríos y pronto un mal presentimiento se hizo presente, haci que lentamente se acercó para observar.
El objeto se encontraba amarrado con un listón, ella lo desato y de el saco una daga dorada, que después metió en su bolsa.
Camino con la cabeza agachada mientras ocultaba la daga, entro a la choza y Kogitsune inmediatamente afirmo que Kikyo se encontraba dentro.
Corrió velozmente tratando de llegar a la aldea, sin embargo, la anciana descubrió su rostro y mostró su verdadera forma, un demonio con cuernos, ojos rojizos sin pupilas y cuatro brazos.
Libero su aura atrayendo energías endemoniadas, la daga que ocultó lo ayudaba a cambiar de apariencia y a ocultar su presencia, si la daga era apretada de él, inmediatamente tomaba la forma de su última presa, se dedicaba a devorar personas, sean niños o mujeres, en especial le apetecian mucho las mujeres, tenían un toque especial cada vez que pasaban por su paladar, nunca había probado a una sacerdotisa, haci que quiso conocer el sabor de Kikyo.
Yukai: No te dolerá...sigue durmiendo así es mejor, cuando las mujeres bonitas se asustan ya no saben igual de deliciosas
Kogitsune: ¿Que es lo que haces acosando a una jovencita inconsciente?
Yukai: ¿Eh?...¿Y tu de donde has salido?
Kogitsune: Digamos que de las sombras
Yukai: Está es mi presa y no pienso compartirla
Kogitsune: No te estoy pidiendo que lo hagas
Yukai: ¿Entonces qué haces aquí?
Kogitsune: Vine a destruirte *Dijo seriamente*
Yukai: Hahajaja... Será mejor que no te entrometas...Lárgate antes de que cambie de opinión
Kogitsune: No lo haré...Y es por que esa mujer que quieres devorar me pertenece
Yukai: Has sido pasiente... Pero lamento decirte que ahora ella es mi comida
Kogitsune: Esa sacerdotisa no es ninguna presa...Yo soy su guardian y no permitiré que le pongas un dedo encima
Yukai: Ah ya entiendo...Por un momento pense que ella era tu comida...Pero aún así no pienso dartela
Kogitsune: ¡Atente a las consecuencias!
Yukai: ¡¡El que debería de cuidar sus palabras en todo caso eres tú!! *Le apunto con su daga*
Kogitsune: No me dejas otra alternativa *Desenvainó su espada y en el rostro se puso una careta de zorro*
Kogitsune Vs Yukai 0w0...La lucha entre demonios por Kikyo comenzará
Voten y comenten si les a encantado io me despido 7u7
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