Para ti, cinco años después

Después de tanto tiempo no sé como empezar una carta para tus ausencias. ¿Cómo debería empezar? "Hola, cuanto tiempo" "Es un placer volver a hablar contigo" y es que, placer sería volver a verte, pero desde esa noche  que te fuiste sin más no sé que es experimentar tal deleite. 

A veces cuando la noche se alza y el silencio reina en lo profundo de la habitación intento recordar como era la calidez de tu piel o la melodía de tu voz. Jamás entenderé las razones de por qué te fuiste, ni un adiós, ni una despedida, ni un "hasta pronto" y creo que eso fue lo que más me rompió. 

¿Qué ocurrió con esa conexión que sentimos en el pasado? ¿Esa "magia" como la llamabas? Siempre consideré bastante fantasioso que pensaras en el destino y en esa clase de cosas cliché a pesar de conocer la ciencia; pero supongo que era de las cosas que más me gustaban de ti. 

Por que sí, me gustabas la forma en la que hablabas de las estrellas y como es que hacías metáforas complejas sobre paralelismos y relatividad. Como creías que el que nos hayamos conocido era una especie de casualidad cósmica que ocurría una vez en un millón. Me gustaba tanto como me abrazabas para no sentirte sola. Como me mirabas con la dulzura en tu mirada. 

Ahora mismo pienso... ¿Significó algo para ti? Porque es algo que me he cuestionado todo éste tiempo y no logró entender que fue lo que te hizo tomar esa decisión. Solo irte y nunca regresar. 

Después de encontrarte en las profundidades del mar y volverte a ver fue sin duda uno de los días más felices de mi absurda existencia. Recuerdo como es que mi corazón se aceleró tanto al verte que sin importarme nada te abracé con tanta fuerza, como si eso evitara que te volvieras a ir de mi lado... Ahora que lo pienso, quizá inconscientemente sabía que te irías. Que ingenuo fui al pensar que te quedarías. 

Después de ello recuerdo perfectamente como volvimos a casa, aunque algo había cambiado en ti, y no lo había notado hasta que todo colisionó. 

Treinta y un días a tu lado fue suficiente para enamorarme de ti. Treinta y un días fue el tiempo que estuviste a mi lado antes de marcharte. Ahora que lo pienso, ¿por qué incluso en ese tiempo no te dije a tiempo lo que me hacías sentir? ¿Por qué pensé que podía decírtelo después? Como si el tiempo estuviese comprado, como si el mañana fuese seguro. Ahora me arrepiento de ello de una manera abismal, y siempre que observo las luces nocturnas pienso... ¿El resultado hubiese sido el mismo? ¿Te hubieras quedado? No lo sé, hace un tiempo he dejado de cuestionarme tus decisiones. 

Después de esa ultima noche juntos debía habértelo dicho, debí decirte todo. No debí haber dudado de esa confianza que me brindaste, no debí haberme precipitado... Quizá debí haberte detenido, haberte besado y haberte hecho sentir todo con mis acciones... Pero fue muy tarde. 

La mañana siguiente no estabas ahí, lo único que dejaste fue un papel con una nota insignificante en donde decías "Lo lamento". Nunca podré entenderte... 

A pesar de tu ausencia el plan de salvar a la humanidad no se detuvo, viajamos a lugares que nunca hubiera podido imaginar ir. Pero... se sentía diferente. Recuerdo llamar todos los días a Ruri preguntando si es que habías vuelto a la aldea, la respuesta siempre me destrozaba un poco; siempre mantuve la esperanza de que volvieras, pero no ocurrió. 

Los días se hicieron semanas, y las semanas meses... y cuando menos me di cuenta ya habían pasado años desde esa ultima vez que te vi. Me obligué a continuar a pesar de que siempre deseé girar para ver si ibas detrás de mi. Es completamente irónico porque no fuimos nada y al mismo tiempo fuimos todo. 

El tiempo pasó y las pequeñas ciudades comenzaron a levantarse lentamente, mucho más rápido de lo que esperábamos. Salvé a la humanidad pero... ¿A qué costo en realidad? No me sentía del todo satisfecho con el desenlace. 

Poco después de que te fuiste la confianza con Gen se recobró, el entendió que su precipitada forma de pensar estaba errada, y por suerte aceptó sus errores... Se disculpó contigo, ¿recuerdas? Todo se había solucionado... al menos eso creí pero no estuviste ahí para ver el ascenso de las naciones. 

Actualmente trabajo en el centro de investigación de Japón, poco a poco se fue levantando de las ruinas aquella nación que tanto te hizo daño en algún momento, y aunque algunas costumbres siguieron me hubiese gustado que estuvieras aquí para verlo. Se hicieron conexiones mercantiles entre los Estados Unidos y lo que alguna vez fue Europa. Al menos por ahora no pareciera que existan conflictos por territorios como en el pasado. 

Si te soy honesto, no sé si sigo teniendo esos mismos sentimientos por ti. Quizá me convencí de que fuiste eso, un sueño. Tan fugaz y efímero que es imposible decir con certeza que fue real. 

Espero que, donde quiera que estés, te encuentres brillando... Shiho. 

Con cariño, Senku. 

[Mensaje de la autora]