Two.

Depredador.

Presa.

Dos roles que siempre existirán en este ilógico mundo.

¿Por qué ilógico?

Bueno... porque es ilógica mi existencia, e ilógicamente la manera en la que sobrevivo. También es ilógico que ella se cruzara en mi camino, bueno a eso llámenlo...

¿Mala suerte?

Quizas...

Pero yo lo llama destino....

En fin... ella seguía sin notar por completo que estaba a punto de ser devorada. Sí, porque una vez que comienzo nunca paro.

Así que sin previo aviso la tomé de los hombros para estamparla contra la puerta del vagón. Quise ver aquellos ojos inocentes para tomar fuerzas y llevar el acto acabo, sin embargo, eso no fue lo que encontré.

¿Odio?

¿Furia?

Quizás eran los dos sentimientos, pero juró que después de dos mil víctimas nunca había visto una mirada así. Me detuve, no porque quisiera, sino porque estaba desconcertado.

Acto seguido ella empujó mi pecho y se escabullo de mi agarre.

- ¿Quieres jugar? - dije sarcásticamente y giré rápido para buscarla.

Ella empezó a correr a lo largo del vagón, era algo estúpido, no podia escapar de mi, pero reí al verla tratar de escapar.

Sólo me basto impulsarme un poco y en un parpadeo acabé detrás de ella de nuevo.

Quise volver a tomarla de los brazos, pero comenzó a forcejear conmigo.

Ella era demasiado necia.

¿Por qué se resistía?

Hasta que me desespere y la jale con fuerzas hasta mi pecho, ella seguía inquieta. El metro continuaba en movimiento y cuando llegó a la parada, frenó haciendo que los dos nos desbalanceáramos.

Ella aprovechó ese momento y trató de lanzarme lejos de ella, pero ocurrió justamente lo contario. El vagón se detuvo en ese momento y su cabeza se impactó contra el tubo.

El golpe hizo que quedara inconsciente en el piso.

¿Esto era en serio?

No vi algún rastro de sangre así que supuse que sólo se había desmayado.

Ahora estaba justamente en la posición que yo esperaba, esta vez ella no iba a poder escapar.

Bien en este momento podría tomarla y hacerla mía, pero... ¿Tenía caso eso?

Sinceramente no era ningún tipo de necrófilo o algo parecido. Si ella no tenía parte de esto no tenía sentido.

Necesitaba sus gemidos y gritos, necesitaba su toque y su piel pidiéndome mas.

Así que todo se vino abajo.

Suspiré rendido.

Di media vuelta para salir del vagón y sólo largarme de ahí, estaba demasiado cabreado como para querer buscar una víctima más.

Estaban a punto de cerrarse las puertas, cuando giré a verla una última vez. Ella seguía en la misma posición.

Se suponía que yo no tenía emoción alguna, pero entonces... ¿Por qué sentía que no podía dejarla ahí?

Era mi culpa que hubiera acabado así.

Demonios...

Y de último momento volví a entrar al vagón.

- ¿Qué voy a hacer contigo? - le pregunté como si ella pudiera escucharme siquiera.

Pero más bien parecía que ya estaba volviéndome loco.

La cargué en mis brazos y en la siguiente estación sali de ahí.

¿Jong Dae que carajos estás haciendo?

*

Pov Eun Jo

Abrí los ojos de golpe.

Estaba teniendo una pesadilla muy real y de cual parecía imposible despertar.

En lo que mis ojos se acostumbraban a la intensa luz me di cuenta de algo.

Este no era mi cuarto.

Estaba en un hotel, no me costo mucho adivinarlo.

Lo sabia, fácil, porque una habitación normal no era así y también porque ya había estado aquí muchas veces.

A mi lado no había nadie, quizás era razonable, las cosas eran así y no me preocupaba en lo absoluto.

Sólo que esto era extraño, en primera porque seguía teniendo la misma ropa de ayer.

Segundo, el otro lado de la cama estaba impecable, como si nunca hubiera habido una segunda persona.

No podía recordar absolutamente nada, mi último recuerdo era haber caminado hasta la estación. No sobre haberme topado con alguien y menos con un idiota que me trajera aquí.

Mis cosas estaban en el escritorio de enfrente y corrí hacia mi bolsa para revisar. Porque seguramente mi cartera y mi celular se los había llevado.

Y me equivoqué, todo estaba ahí.

¿Qué cojones es esto?

Entonces un fuerte dolor en la cabeza me partió en dos. Al principio pensé que era la maldita resaca, llevé mi mano a ella y fue cuando sentí una bola enorme.

Y cuando dije enorme, es porque era casi del tamaño de mi palma.

¿Cuándo me hice esto?

En eso vi el reloj en la cómoda.

8.30

No me friegues.

Tenía media hora para llegar al trabajo, así que baje a la recepción, porque claro, no me podía ir sin pagar.

- ¿Qué? - pregunté de nuevo por si había escuchado mal. - ¿Cómo que la habitación ya está pagada?

- Si señorita Kang, no debe pagar nada. - el encargado me miró como si estuviera drogada.

- ¿Entonces quién pago? - insistí.

- No hay ningún registro aquí. - me dijo con obviedad y yo lo miré con fastidió.

No me moví de la barra, todo esto era demasiado extraño. No entendía nada.

¿Ósea quien te lleva a un hotel, paga, no te roba ni abusa de ti?

Nadie en este mundo.

NADIE.

Y eso lo había aprendido a las malas.

Y así empezó un día más en la vida de la maldita zorra de Kang Eun Jo.

*

- ¿Sabes que te ves como una puta verdad? - y enseguida que llegué a mi oficina el engendro del mal entró corriendo .

- Cállate Baek, que la puta barata aquí eres tú. - le contesté fingiendo una sonrisa.

- ¿Por qué traes la misma ropa que ayer? - me miró de abajo hacia arriba, moviendo la cabeza en desaprobación. - ¿Tan rápido te deshiciste del gilipollas de Sehun y fuiste a desquitarte?

Me senté en mi escritorio y saqué unas pastillas para el dolor de cabeza mientras que Baek se sentó enfrente muerto de curiosidad como la vieja metiche que siempre era.

- Si no sabes, tanto que me dio amnesia y lo único que tengo de recuerdo es una bola en la cabeza.

- Con que sexo rudo... - dijo Baek excitado.

- Bueno fuera idiota. - rodé los ojos. - Alguien me dejo en la habitación y cuando dejar es porque literal eso hizo, no pasó nada.

- No te creo nada. - contestó molesto y se recargo sobre su asiento.

- No dejó rastro, ni alguna nota, no hay nada. - dije un poco irritada y puse mis manos sobre mi cabeza, ni las pastillas hacían efecto ahora. - No tengo idea de quien era y eso me frustra.

- ¿Sabes cuál es lo mejor de todo? - la zorra sonrió en sus adentros y yo lo miré con inquietud. - Que el sabe todo de ti.

Fuck...

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No se como escribi esto...

No me pregunten...

Probably suba 1 o dos veces por semana ;)

Saranjeeeee ♡♡

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