•Capítulo 6•

El día en el cine fue fantástica, la película fue interesante, menos para Observer, ya que le teme a las películas de terror. Básicamente se la pasó cubriéndose el rostro y gritando junto a algunas personas en las “peores partes”. Aún así, estuvo divertido.
Llegó el momento de volver a casa ya que se les hizo muy tarde, Observer y los demás se estaban por despedir, pero HABIT los interrumpió, sonriendo, sus manos temblaban y se podía notar que estaba nervioso. Todo esto fue notado por Observer, a quién se le aumentó inconsiderablemente la curiosidad. Algo pasaba con HABIT.

— ¿Qué les parece si nos quedamos a dormir en la casa de alguien hoy? —. Propuso, manos sobre su cintura, postura perfecta y sonrisa enorme. Estaba esperando ansiosamente la aprobación de los demás.

— ¡Buena idea! —. Patrick asintió, estrellas de felicidad en sus ojos —, ¿les parece bien en mi casa?.

— Perfecto —. Firebrand se unió a la idea, cruzándose de brazos.

— ¡Perfecto! —. Observer se veía emocionado también —. Iré a buscar mis cosas y nos vemos allá, Patrick.

Es cierto, tenían que ir a buscar sus cosas, ya que mañana debían volver al instituto. Malditos sean los lunes.
Firebrand entró a su casa, no era necesario preguntarle nada a nadie, no necesitaba aprobación de sus padres, siempre estaban lejos de casa.
Observer volvió corriendo, felicidad recorriendo su cuerpo, nunca había tenido una pijamada en su vida y sabía que sería espectacular y divertida si sus amigos estaban ahí. Agarró sus cosas, le contó a su madre y ella salió con sus quejas: “No comas tanto, o todo el esfuerzo que perdí en ti en el gimnasio serán en vano. Asintió, sintiéndose enfermo otra vez, las palabras sobre su físico dolían demasiado. Estaba llegando a creer que si se veía mal. Será mejor no comer nada hoy.
Patrick insistió e insistió en que sólo sería hoy y nunca más, era la primera vez que hacía una pijamada con personas que no sean Michael o muñecos de peluche. Estaba emocionado y su madre podía verlo. Tuvo que aceptar, recordándole de todos modos que sus amigos eran malas personas.
Aquí vamos, HABIT llegó a casa, quedándose parado detrás de la puerta, pensando en si entrar o no. Tomó un suspiro por la nariz, sus padres deben de estar en casa, y muy despiertos. Agarró la perilla e intentó abrirla, pero estaba cerrada. Que extraño. Intentó con sus llaves, pero tampoco funcionó.

— ¿Qué demonios...? —. Tocó a la puerta. Era la primera vez que cambiaban la cerradura y no se lo dijeron —. ¿Mamá?, ¿papá?, ¿están ahí?.

No hubo respuesta. Pensó en tocar de nuevo antes de ser interrumpido por la puerta, que fue abierta rápidamente. Su madre estaba ahí, mirándolo con una sonrisa. Que bueno que estaban aquí o tendría que quedarse en la casa de Patrick sin nada encima, o peor, tendría que trepar por la ventana para buscar sus cosas.
Entró, pidiéndole permiso a su madre antes. Caminó hasta las escaleras y ahí fue cuando comenzaron las preguntas.

— ¿Dónde estabas que llegas tan tarde? —. Su padre preguntó —, pensé que solo ibas a tomar un café.

— Los chicos quisieron ir al cine y no pude decir que no —. Respondió, no mirándolo a la cara, dando un paso a la vez que hablaba, esperando estar ya en su cuarto cuando menos se lo esperaba.

— ¿Por qué no nos dijiste antes? —. Su madre agregó —, teníamos derecho a saber, ¿sabías eso, Aaron?.

HABIT tragó saliva. Odiaba su nombre. Odiaba tener que escucharlo en la boca de sus padres. Asintió luego de unos segundos, dando otro paso en las escaleras. Todo se sentía tan pesado. El ambiente era horrible, tanto que deseaba estar en la casa de Patrick ahora. Tal vez ahí sea mejor que aquí.

— ¿Y ahora a dónde piensas ir?.

— Oh, Patrick me invitó a su casa, me quedaré a dormir ahí hoy... —. Su voz se iba apagando con cada palabra. Dio otro paso.

— ¿Y no nos vas a preguntar si estamos de acuerdo? —. Su madre volvió a preguntar, caminando un poco hacía el. HABIT dio dos pasos.

— ¿P-Puedo...?.

— No —. Su padre no lo dejó terminar de hablar. HABIT dio tres pasos. Su madre tenía el ceño fruncido ahora —. No irás. Tienes que aprender a respetar a tus padres en esta casa, no puedes simplemente salir y pretender que puedes hacer lo que quieras.

— Los respeto, de verdad lo hago —. Dijo, mirándolo ahora —, pero solo será por hoy. Volveré luego, cuando salga del instituto, se los juro.

Toda la sala se quedó en silencio cuando HABIT dijo esto. Sabía que estaba en problemas ahora. Su madre caminó hacia él y ahí fue cuando HABIT corrió a su cuarto lo más rápido que pudo, cerrando con llave la puerta. Estaba en problemas, en graves problemas. Se quedó paralizado, escuchando con temor a sus “padres” golpeando la puerta y gritando que abra. Debía salir de aquí, ahora. Agarró sus cosas y salió por la ventana.
Patrick le dio la bienvenida a Firebrand y a Observer, HABIT aún no había llegado, pero estaban seguros de que estaría aquí en pocos minutos. La madre de Patrick los miró de arriba a bajo disimuladamente, poniendo los platos y vasos en la mesa para la comida. Parecían buenos chicos, pero uno nunca está seguro.

— P-Patrick, aquí estoy —. HABIT llegó, agitado y despeinado. Patrick sonrió y le dio un fuerte abrazo.

— ¿Fue linda tu “muy disimulada” caminata? —. Firebrand preguntó, logrando una carcajada de parte de Observer.

— Muy linda —. Siguió con su juego —, más de lo que crees.

Los chicos se rieron y fueron a comer lo que Patrick había preparado, incluso su madre estaba en la mesa para que puedan conocerla mejor. Observer comenzó a sudar, agarrando los cubiertos con fuerza, viendo disimuladamente a sus acompañantes comer con gusto. Tenía mucha hambre. Si no comía ahora su estómago haría ruido, y eso sería muy vergonzoso. Decidió comer y una sonrisa enorme se hizo presente en su rostro.

— ¡Esto está delicioso! —. Patrick se rió. Comparado con la “comida” que su madre preparaba esto era el paraíso —, ¿lo hiciste tú, Pat?.

— Exacto, me alegra que te guste —. Respondió, sirviéndose un poco en su plato y sentándose a un lado de su madre.

— Mejor que lo que yo cocino —. Firebrand admitió, captando la atención de todos —. ¿Dije algo malo?.

— ¿Tú cocinas, tostada quemada? —. HABIT preguntó, Firebrand lo miró seriamente. Otro apodo que odiar —, ¿desde cuando?.

— Desde que tengo trece años, mis padres siempre están ocupados y es mi deber cocinar para satisfacer mis necesidades —. La madre de Patrick lo miró con una sonrisa, al igual que los demás. Parecían sorprendidos por esta nueva información —. Aún así, estoy metido más en la pastelería.

— ¡Oh, deberías preparar algo después de la cena! —. Observer exclamó, olvidándose que no debía comer demasiado, estaba muy orgulloso de su amigo —, ¿no le molesta, mamá de Pat?.

— No, de echo, me gustaría aprender también —. Respondió ella. Patrick sintió un gran alivio en su pecho al saber que su madre estaba teniendo un gusto amistoso con sus amigos. ¡Era un gran progreso!.

Dicho esto, después de la cena, Firebrand se propuso a hacer unos cupcakes de diferentes sabores, ya sabía que a Patrick y a él les gustaba el chocolate y a HABIT la frutilla, Observer dijo que cualquier sabor estaría bien, así que decidió hacer unos de vainilla también. La madre de su amigo y los otros tres lo ayudaban con lo que podían, prestando atención a los movimientos que Firebrand hacía, intentado recordarlo por si querían hacer en sus casas algo parecido.
Pasaron unas horas y los postres estaban listos, HABIT intentó agarrar uno sin que su amigo se de cuenta, pero Firebrand lo notó y le pegó en la mano, HABIT se apartó, riendo por su expresión.

— Todavía están calientes, HABIT —. Observer intentó agarrar uno también, Firebrand lo miró firmemente —. Dije que están calientes, ni siquiera les puse la crema encima.

— ¿Lleva crema también? —. HABIT preguntó, haciendo un puchero y cruzándose de brazos —, pero tengo hambre ahora.

— Acabas de terminar de comer, maldito enfermo —. HABIT se rió, le encantaba cuando Firebrand se enojaba con él, era demasiado cómico —. Elijan tres, cada uno de ustedes, y les pondré crema encima del sabor que les gusta.

— ¿El mío va a llevar frutilla, Brandy? —. HABIT preguntó, haciendo cara de perrito inocente.

— Sí, HABIT, va a llevar el tuyo crema de frutilla —. Suspiró.

HABIT se emocionó tanto que dio pequeños saltos en su lugar. Hoy fue un lindo día.
Llegó la hora de irse a dormir, Observer se cambió, riéndose al ver a HABIT apoderarse de la cama de Patrick, diciendo: “O dormimos los dos, o duerme ninguno”. Firebrand fue al baño a cambiarse y Patrick tuvo que esperar a que salga para poder ir a lavarse los dientes.
Estuvieron hablando hasta que llegó el momento de apagar la luz, según Firebrand: “Si nos vamos a dormir ahora, nos despertaremos con muchas más energías”, le hicieron caso y fueron a dormir.
Pasaron unas cuantas horas, Observer se despertó, sintiéndose tan mal que tuvo que correr al baño para vomitar. No estaba acostumbrado a comer tanto en su vida, tal vez se excedió. Abrió la puerta y su visión captó algo en la piel del abdomen de Firebrand, su camisa estaba algo levantada, permitiéndole ver lo que él esperaba no sea lo que estaba pensando. Se acercó y sus ojos se abrieron lo poco que podían debido al sueño.

— ¿Qué es esto...? —. Susurró, levantando la camisa que su amigo traía puesta, lentamente, para no despertarlo.

NERD”.

— ¿Q-Quién...? —. Se cubrió la boca. La ira se apoderó de él. Le bajó la camisa, sentándose a su lado, mirándolo de arriba a bajo —, ¿quién te hizo esto...?.

Sus ojos se volvieron a abrir cuando Firebrand se movió un poco, abriendo sus ojos lentamente por la luz que provenía del baño, que le daba justo en la cara. Miró alrededor y luego a su amigo.

— ¿Qué haces despierto, Observer...? —. Le preguntó, susurrando, masajeándose uno de sus ojos.

Observer notó sus muñecas. Cortaduras. Su boca se abrió para decir algo, intentando no llorar. Firebrand lo miró, ceño fruncido y preocupación en su mirada. Ambos se quedaron así, mirándose. El tiempo corría tan lento, sus pensamientos tan rápido. Sus manos cubrieron su boca y sus ojos comenzaron a sacar esas lágrimas traicioneras de una vez por todas. Firebrand lo agarró del hombro, sentándose bien para tener una mejor posición directo a su amigo.

— ¿Obs...?.

Observer lo abrazó con fuerza por la cintura, escondiendo su rostro en su pecho. No quería que su amigo esté sufriendo por culpa de unos ignorantes, por culpa de unos idiotas que no podían conseguir nada mejor en la vida.
Firebrand le devolvió el abrazo, acariciándole el cabello y espalda, confundido, sin saber porque su amigo estaba llorando.

— Observer, ¿qué demonios te pasa? —. Preguntó, intentando mantener su firme apariencia y actitud. Observer se rió al notarlo, abrazándolo más fuerte —. Demonios, no me hagas decirte palabras alentadoras porque sabes que no soy bueno en eso.

— S-Sólo... estoy feliz de que estés aquí —. Susurró, ocultando más su rostro en el pecho de Firebrand, sabiendo que justo ahí estaba esa horrible palabra —. Es todo. Gracias por estar aquí sabiendo que tienes cosas que hacer...

— Oh —. Firebrand miró a Observer, abrazándolo un poco más fuerte —. Bueno, n-no hay de qué, Observer.

Dejaron de abrazarse. Observer sonrió, una sonrisa enorme a la vez que se secaba las lágrimas. Firebrand le dio unas pequeñas palmadas en el hombro, obviamente no sabiendo que más hacer, era muy malo en esto. Los dos sonrieron y luego miraron a los otros dos, viendo que estaban dormidos en la cama, pareciendo borrachos luego de una fiesta.

— Bueno, será mejor volver a dormir, ¿no crees? —. Firebrand dijo, Observer asintió con la cabeza, levantándose para apagar la luz del baño —. Nos vemos mañana, Obs.

Observer se acostó, viendo a su amigo darle la espalda.

— Nos vemos mañana, Brandy...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top