•Capítulo 12•
— Él es HABIT, papá —. Firebrand respondió por su amigo, ver la condición en la que estaba obviamente le sería difícil responder, o si quiera estar cuerdo —, vino a hacerme compañía por esta noche.
Que linda compañía, o eso pensaba su madre sarcásticamente, ¿por qué su hijo trajo a la casa a un muy posible delincuente?, no se veía muy seguro o confiable si poseía una navaja y luego los apuntaba a todos sin problemas con ella.
Su padre no habló respecto a lo sucedido, ahora se encontraba en la cocina contando con la compañía de su esposa mientras su hijo estaba en la sala, sentado en el sofá, consolando a su supuesto amigo.
— Ese chico no me da buena espina —. La mujer susurró, meneando la taza de café que su mano sostenía —, ¿y si le hace daño a nuestro hijo?.
— En lugar de querer hacerle daño parecía querer protegerlo, Leslie —. El padre de Firebrand no iba a negar el echo de que estaba desconfiando del adolescente también, pero algo es seguro, sus ojos lo vieron, ese tal HABIT buscaba proteger a Firebrand —. De todos modos, ¿cuánto tiempo han sido amigos?, ¿posiblemente una semana y media?.
Un mes. Llevan un mes de amistad. Casi dos meses incluso. Bueno, sus padres no podrían saber eso, nunca se encuentran en casa lo suficiente para saberlo y tampoco se toman el tiempo de preguntarle a su hijo cómo le ha ido el día cuando sí se encuentran en el hogar.
Firebrand rozaba suavemente la espalda de HABIT con su mano, su compañero ya había dejado de temblar y eso es algo que agradecer, el problema es que las pequeñas risas que salían de sus labios demostraban que todavía seguía enfrentándose a una silenciosa ansiedad que lo consumía lentamente.
— Que linda primera impresión, ¿no crees, Brandy?.
— Está bien, HABIT, no te preocupes por ello —. Sonrió de lado, su mano izquierda agarrando la de su amigo, sorprendiéndole lo fría que estaba —. Mira, no sé qué pasó ahí arriba, así que me gustaría saberlo si no te estresa de alguna forma.
— Preferiría no hablar de ello —. Miró los ojos preocupados de Firebrand, sintiendo una ola de culpabilidad inundar su cuerpo, son amigos y sigue guardándole secretos —, no hasta que esté listo.
¿Cuándo será eso?, ¿cuándo estará listo?. Firebrand asintió, la sonrisa de HABIT relajaba sus preocupaciones, tal vez no deba preocuparse mucho, HABIT siempre ha sido muy protector y un poco paranoico así que esas dos opciones cuentan cómo una posibilidad por el momento.
— Alfred, ven un momento —. Aquí vamos con los problemas, le aseguró a HABIT que todo estará bien usando nada más que la mirada y fue a la cocina con sus padres —. Hijo, ¿por qué traes desconocidos a la casa?, ¿lo conoces tan bien que ya le abres las puertas de tu hogar?, ¿acaso no te dijimos un millón de veces que no bajes la guardia tan rápido con nadie?.
— Conozco a HABIT, papá, ya llevamos un mes de amistad —. Cruzó sus brazos, echándole una mirada rápida a su madre que no podía creer lo que oía —. Lo que sucedió arriba en mi cuarto es la primera actitud extraña que HABIT ha demostrado ya sea frente a mí o frente a nuestros otros dos amigos, no tienen que preocuparse.
— ¿Y crees que lo conoces perfectamente sólo por ser amigos por un maldito mes? —. Su madre habló esta vez —, ¡a mí me costó cuatro años conocer a la perfección a tu padre!, ¡no sabes qué es lo que puede hacer ese chico a tus espaldas!.
Firebrand no quería escuchar, entiende la preocupación de sus padres, o eso quiere creer, pero en el caso de que HABIT esté armando "un malévolo plan" en su contra ya lo habría sabido, es de darse cuenta muy fácil de las intenciones de los demás si la meta es hacerle daño.
Pero... ¿de verdad lo conoce?, le quedan cosas por descubrir de HABIT y lo entiende, “todo a su tiempo” solía decir su abuela, no va a presionar a su amigo a que le cuente toda su vida cual libro de historia.
— ¿Ya lo conoces de antes?, ¿se saludaban en los pasillos?, ¿cómo fue que te hiciste "amigo" de él de todas formas? —. Las preguntas de su madre no dolían, simplemente eran pruebas de que nunca confiaron en él y en sus acciones. Si no hace lo que ellos dos esperan de él entonces está perdido.
Ya lo conoce de antes, y muy bien, nunca han tenido la mejor relación. Tuvieron una relación complicada. Firebrand aprendió gracias a HABIT a continuar desconfiando de quien sea que busque algo de su parte.
—
— ¡Buenos días, nerd! —. Perfecto, HABIT llegó a arruinarle el día, igual que siempre. Firebrand cerró su casillero bruscamente —, ¿cómo te va el día de hoy?.
— No es de tu incumbencia, HABIT —. Al intentar irse la fuerte mano de su agresor se aferró rápidamente a su muñeca.
— ¡Vamos, no seas así! —. Lo acorraló contra los casilleros, para ser de baja estatura comparado con Firebrand era muy fuerte —, ¿acaso no sabes ser amigable con tus amigos?.
— No somos amigos, HABIT.
—
Nunca había logrado comprender la actitud perversa de HABIT, le hacía creer constantemente que la única razón de su existencia era para que él pueda burlarse de él. Le hacía creer que era su juguete.
Sus abusos nunca fueron más allá de eso, eran las palabras su arma de fuego, palabras que dolían demasiado en su tiempo. No lo entendía y nunca se lo ha preguntado. Intentar comprender que buscaba HABIT con todo eso es difícil.
Es debido a eso que el trato que el de baja estatura le propuso un día lo confundió más de lo que ya estaba.
—
— ¿Por qué me ayudaste?, ¿qué es lo que quieres?.
Firebrand limpió su nariz ensangrentada con la manga de su suéter negro, el suelo frío del baño lo mantenía cuerdo con la realidad, con su triste realidad.
— ¡Wow, que linda forma de decir gracias, nerd! —. Observó su manos con orgullo, la sangre que salía de sus nudillos eran una prueba de que le había dado su merecido a esos imbéciles —, te ofrecí mi ayuda, es todo.
— No quiero tu asquerosa ayuda —. Ayudándose con la puerta de los cubículos se levantó, sus piernas temblaban como si fueran gelatina —, gracias, pero no, gracias.
— Vamos, no puedes enfrentarte solo a tres sujetos —. Se apoyó contra la pared, su gorra con el logo de Death Proof cubría sus ojos que obviamente estaban ocultando algo, su sonrisa siniestra lo demostraba —, te propongo un lindo y colorido trato.
— No me interesa.
HABIT lo empujó contra la pared, sus dos manos tirando de su suéter con brusquedad, Firebrand le tuvo algo de miedo. Lo único que faltaba, dos golpizas en un día, debe de ser navidad.
— Insisto —. Susurró, la sonrisa en su rostro desapareció en cuanto dijo esa palabra, volviendo luego de unos segundos —, ¡sin mí estás acabado!, ¡te harán trizas!.
— ¿Qué es lo que propones, HABIT? —. Quería acabar con esta indeseable charla de una vez por todas.
—
Protección.
Le propuso protección. Funcionó al principio, sus ex abusadores cada vez que se querían meter con Firebrand notaban la presencia de HABIT observándolos desde alguna esquina.
Los golpes que su protector brindaba eran mucho peores que los de sus antiguos abusadores, parecía que HABIT descargaba su ira contra ellos. Fue bueno al principio hasta que Firebrand decidió que fue suficiente, HABIT no dejaba de meterse en problemas con los directivos por culpa de estar defendiéndolo constantemente.
—
— ¿Cuáles son tus verdaderas intenciones, HABIT? —. Le preguntó al verlo salir de la sala de detenciones por segunda vez, HABIT ocultó sus manos en sus bolsillos, fingiendo pensar —, no creo que me estés defendiendo para pretender ser una buena persona, ¿qué es lo que realmente quieres?.
— ¿Qué crees que estoy esperando obtener, Brandy?.
— ¿Tal vez quieres ser mi amigo?.
HABIT casi muere de la risa al escuchar esa infantil pregunta, a su compañero no le dió gracia, es una posibilidad que podría llegar a ser verdadera.
— ¿Crees que alguien cómo yo quiere ser amigo de alguien cómo tú? —. Lo señaló, usando su mano izquierda para secar las lágrimas que casi caían de sus ojos —, eres la burla del instituto, Firebrand. Lo siento, tengo dignidad.
— Igualmente, es por eso que prefiero que dejes de protegerme, todo esto te está llevando a tener problemas con los directivos —. HABIT lo miró fijamente mientras hablaba, quería ver si todas las tonterías que decía eran mentiras —. Fue bueno, tal vez, tenerte ahí cuando lo necesitaba, incluso si no hay una razón amable de por medio, pero fue suficiente para mí y por lo tanto también para ti.
— Me encanta cuando pretendes preocuparte por mí.
— Lo hago, HABIT —. No estaba mintiendo, notaba que HABIT creía que lo hacía, igual no le interesaba —. Me preocupo. Por favor, si no buscas una amistad conmigo, prefiero sigas tu camino y yo seguiré el mío.
—
La primera vez que HABIT lo golpeó fue en la sala de detenciones, él no debería de estar ahí, fue todo culpa de Observer que se burlaba de él porque su protector ya no le estaba cuidando el culo y ahora estaba en su contra, continuando con el abuso psicológico cuando tenía la oportunidad o las ganas.
Dijeron lo que debían decirse, eso los llevó a ambos por el mal camino, una experiencia inolvidable. Firebrand fue el primero en disculparse, no esperó que HABIT se disculpe también.
¿Cuál era la misión de HABIT?, si buscaba hacerse su amigo lo logró, ha cambiado con los años muy notablemente, no ha caído en sala de detenciones por casi dos meses ya. Si Firebrand le dice que sigue siendo acosado, esta vez por otras personas, HABIT volverá a caer en sus viejos hábitos de golpear a quien sea que se meta con él y eso es algo que no desea.
— ¿Alfred? —. Su madre meneó su mano frente a los ojos de su hijo, éste reaccionó —, ¿acaso me estabas escuchando?.
— Lo siento, mamá, estaba pensando.
— Bien, entonces escúchame, quiero que saques a ese chico de esta casa en este mismo instante. No tiene porque estar aquí. Hazlo, Alfred.
— No lo haré, ¿y saben por qué no lo haré?, porque él es diferente a ustedes. Cuando me despierte él va a estar ahí, ustedes no. Supuestamente no deberían de estar aquí, ¿por qué echarlo si ustedes se irán en la mañana?, prefiero estar acompañado que solo.
Sus padres no dijeron nada, Firebrand ignoró cualquier excusa que tengan que decir y se dirigió nuevamente hacia su amigo.
—
¡Volvimos, y en forma de fichas!.
Creíamos que ya era hora de volver con esta historia, estuvimos tan inspiradas últimamente que escribimos en una libreta varios capítulos más, ¡así que estén atentos!.
¡Nos vemos en la próxima!.
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