—Y dos de tallarines fritos —me dicta Matt, mirando la carta del restaurante chino—. Ah, y pídeles también won ton frito. Ese que es crujiente.

—¿Les pido que nos den todo lo que tienen en la cocina y terminamos antes? —pregunto, levantando una ceja, y la mujer que está tomando nota de nuestra orden a través del teléfono ríe.

Termino de pedir y finalizo la llamada.

—En quince minutos nos lo traen —le digo a Matt, aunque ya lo sabe de sobra porque pedimos comida de este restaurante a menudo.

Voy hacia la cocina tarareando una canción de Metallica que se me ha pegado, y una vez allí me sirvo un vaso de agua. Estoy bebiéndomelo cuando suena el timbre. Como la puerta de la cocina queda justo al lado de la puerta principal, voy yo a abrir, y cuando lo hago me encuentro con una mujer de unos veinticinco o treinta años, de estatura media, pelo castaño y unos ojos marrones y brillantes. Es bastante guapa, a decir verdad.

—¿Hola? —pregunto, sin comprender quién es y qué quiere.

—¿Está Matthew? —contesta con otra pregunta, y asiento.

—Sí —digo, y me giro para llamarlo—. ¡Matt, es para ti!

Me vuelvo a girar hacia ella y me doy cuenta de que hay otra persona detrás de ella, pero no puedo verla porque la primera la tapa.

Matt aparece a mi lado, y la mujer se aparta para dejarnos ver a Beatrice, quien sonríe ampliamente al ver a Matt.

—Tenéis una hora y media —dice la mujer castaña, y Matt sale a abrazar a Beatrice con fuerza, en el rellano.

—Feliz cumpleaños —escucho que le dice Matt al oído.

Sonrío al verlos así y entro de nuevo para ir a coger mis cosas.

—Os dejo la casa a solas —les digo, levantando las cejas repetidas veces con picardía—. Limpiad cuando terminéis.

Beatrice se echa a reír, sonrojada por mi insinuación, y Matt me da una patada suave en la pierna.

—Vete ya, pesada —me dice en tono de broma.

—¿Tienes hambre? —me pregunta la mujer castaña—. Porque yo sí.

—Íbamos a cenar, así que sí, tengo bastante hambre —contesto.

—Genial —dice ella.

Voy a mi habitación a ponerme una ropa algo más decente, me pongo los zapatos, recojo mi pelo en una trenza y tras coger mi chaqueta salgo de nuevo. La verdad es que no tengo ni idea de quién es esta mujer, no la había visto en mi vida, pero parece simpática.

Cierro la puerta detrás de mí tras despedirme de Matt y Bea, mientras ellos siguen dándole las gracias a la mujer misteriosa por traer a Bea aquí, y la miro.

—Soy Alex —le tiendo una mano al presentarme.

Ella levanta las cejas, algo sorprendida, como si no fuera la primera vez que oye hablar de mí, pero recupera la expresión relajada rápidamente y me da la mano.

—Danielle —dice—. Así que eres la famosa Alex.

—¿Famosa? —Levanto una ceja.

—Me han hablado de ti. —Me da una media sonrisa que deja aún más misterio en todo este asunto.— ¿Algún sitio que recomiendes para cenar por aquí?

—Depende de lo que te apetezca —contesto.

Ella se para a pensar un segundo, y luego me mira.

—La verdad es que ahora mismo mataría por una hamburguesa y unas patatas fritas —dice—. No es algo que coma a menudo, por desgracia.

—Cualquiera te diría que tienes suerte, se supone que es malo para la salud —contesto, y ella ríe.

—Si ellos supieran...

Así que la llevo a Barns. Es un pequeño restaurante de comida rápida con ambientación estadounidense al que suelo ir con los chicos. El propietario es de Texas, igual que yo, así que al ser del mismo estado (aunque cada uno de una punta) nos tenemos aprecio.

—¡Alexandra! —me saluda—. ¿Hoy no vienes con tu séquito de hombres?

—No, hoy no me apetecía sacarlos a pasear —contesto.

Deon Barns se echa a reír y nos indica que nos sentemos donde queramos. Danielle elige una mesa al lado del ventanal y nos sentamos ahí.

—Todo tiene una pinta deliciosa —dice mientras mira el menú, como si hiciera siglos que no visitaba un restaurante tan común como este.

Tiene toda la pinta de ser parte de la clase social de Beatrice y Axel, principalmente por su forma de vestir. Sus modales son delicados pero mucho más despreocupados que los de Bea o Axel, no parece del tipo de persona con pelos en la lengua.

Cuando Deon viene a tomarnos nota le pido lo de siempre, y Danielle se lo piensa un poco antes de pedir una hamburguesa doble y unas patatas fritas.

Mientras esperamos, ella lee la carta unos minutos más, pero luego la baja y me mira.

—Venga, va, voy a resolverte el misterio de quién soy y cómo sé quién eres —dice—. De hecho, espero que seas la Alex que yo pienso, porque sino quedaré bastante mal.

—¿Tan famosa soy? —bromeo.

—Puede. —Sonríe.— Soy Danielle Bennet, aunque solía ser Albarn. También soy la hermana mayor de Axel.

Eso sí que no me lo esperaba. Ahora que lo pienso, Axel me comentó que tiene una hermana, pero que hace años que no vive con ellos.

—Vaya —contesto, sin poder ocultar mi sorpresa—. Pues no os parecéis demasiado.

—Cuando era pequeño solía decirle que era adoptado —dice—. La primera vez que se lo dije se lo creyó y fue llorando a mis padres a exigirles la verdad. Tenía siete años, era todo un pequeño ingenuo.

—Pobre —digo, riendo.

—Ten paciencia con mi hermano —me pide—. A veces es muy cabezón, pero en el fondo sabe distinguir lo que realmente está bien de lo que no.

—Lo sé. —Sonrío.— Es difícil sacar su yo interior, pero cuando pasa es bastante divertido.

—Sé que puede parecer que Axel es una persona con la mente muy cerrada a veces —dice—, pero piensa que así nos han educado. Nacimos en un mundo algo difícil de comprender si no estás en él, y aunque tiene cosas muy buenas, como el no haber de preocuparse por el dinero o tener una educación muy completa a nivel escolar, universitario y todo eso, tiene cosas bastante malas, pero es difícil darse cuenta. Yo tuve la suerte de que me enamoré de alguien que pertenecía a nuestro mundo y al que mis padres aprobaron, pero no todos tienen esa suerte. Mira a Jude: parece que esté siempre pasándoselo genial y sin que le importe nada, pero imagínate ser homosexual en un mundo donde solo se aprueba un tipo de amor y encima solo hacia las personas que te permiten. Tiene que ser muy difícil, pero él consigue camuflarlo bien.

—No debe ser nada fácil, no. —Suspiro, pensando en mi alocado amigo. Él siempre parece estar contento, pero es imposible que realmente sea tan feliz como parece.

—El pobre ha pasado cada cosa —dice—... Siempre recordaré al pobre Thomas Lawton, que lo mandaron a un internado en Estados Unidos para alejarlo de Jude y para "curar su enfermedad", que no era nada más que el hecho de que le gustaban las personas de su mismo sexo. Mis padres son cerrados, pero no creo que llegaran a hacer algo así nunca. Los padres de Jude nunca lo hicieron, pero siguen presentándole a chicas para ver si le gustan. Es bastante gracioso de ver. Incluso Jude se lo pasa bien en esos eventos.

—Me comentó lo de ese chico —contesto—. Parece que aún le duele, y es normal.

—Axel me comentó que también te gustan las chicas —dice, y parece que se aguante la risa—. Al pobre le costaba de entender. Es como que quiere entenderlo, pero cuando te han metido en la cabeza que solo puedes querer a la gente del sexo contrario, la cosa se complica. Pero me alegra ver que está haciendo un esfuerzo, y eso es gracias al loco de Jude y a ti.

No puedo evitar sonrojarme un poco cuando dice eso, y ella lo nota y sonríe con ternura.

—Es mi hermano, y solo quiero que sea feliz —dice—. Tú lo haces feliz, y me alegra. Quería darte las gracias.

—No hay nada que agradecer —contesto, algo cohibida—. Me gusta pasar tiempo con él. Nos divertimos.

—Oh, estoy segura. —Me da una sonrisa pícara y no puedo evitar echarme a reír.

Ella se une a mis carcajadas, y me siento verdaderamente a gusto con ella.

Está bien saber que en la familia de Axel no todo son personas que me despreciarían si me conocieran. Porque es lo que harían sus padres, y por eso siento que Axel nunca se lo va a decir, y esto no llegará demasiado lejos. Aunque él nunca deja de sorprenderme.

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Maratón 3/3

Danielle en multimedia. Hacía mucho que no ponía imágenes o gifs.

¡Feliz día del libro! Y feliç Sant Jordi :D

¿Cuál es el último libro que os habéis comprado/os han regalado?

En mi caso es "El señor de las moscas" :) Tiene muy buena pinta.

Aviso: en dos capítulos tenemos drama again hohoho

¡Nos leemos pronto! 

Claire