El comienzo
Todo empieza un día normal en konoha, era el primer día de la nueva generación de futuros ninjas de la aldea, ya todos iban a empezar su camino de ninjas, todos los padres de sus respectivos hijos estaban ahí, a excepción de los de un pequeño rubio, que estaba sentando bajo un árbol, solo y triste, ese niño Uzumaki Naruto, era odiado por todos, nadie lo quería, siempre se le veía solo, sus padres murieron tras un accidente con el Kyubi, y por eso no tenía a nadie, a excepción del tercer Hokkage quien de vez en cuando iba a acompañar al pequeño rubio de doce años.
Luego de que el día de inicio acabara, Naruto se dirigia a su pequeño apartamento, sabiendo en su interior que nadie le esperaba. Estaba caminando a punto de llegar a su habitación, cuando vió el lugar donde entrena todos los días.
— Un poco de entrenamiento no le hace daño a nadie, dattebayo— Dijo, llegando al lugar donde entrena.
— ¡ Kage bunshi no jutsu!— A su alrededor aparecieron varias replicas pero mal hechas. Suspiró dolido. — Soy un perdedor, dattebayo— Se lamentaba.
Mientras tanto, Hinata se encontraba caminando, pues ya su entrenamiento había terminado, cuando notó a un pelirubio entrenando por si solo.
— ¿Naruto-kun?—
¿Esta entrenando? De seguro que cuando termine estará cansado...Ya se, le traeré un poco de jugo.
Pensó hinata, quien ya se encontraba corriendo para ir a buscar el jugo. Hinata, es una chica que admira a Naruto, pues el para ella es alguien increíble, que nunca se rinde.
Rato después se encontraba naruto en el suelo jadeando.
— Maldicion...no lo logre—
Hinata quien ya había llegado, salió de su escondite.
— N-naruto-kun— Titubeó.
Naruto levantó la mirada.
— Oh, Hinata, ¿Que haces a estas horas fuera de casa, dattebayo?— Preguntaba mientras se ponia de pie acercandose a Hinata, lo que le preovocó un mini infarto.
— B-bueno...te vi hace poco entrenando, y tal vez pensé que estarias cansado, asi que te traje un poco de jugo— Explicó mientras le enseñaba el vaso con jugo de naranja.
— Ah, gracias, la verdad es que estoy sediento— Naruto tomó el vaso y bebió el jugo en menos de un segundo.
— Refrescante, dattebayo— Sonrió.
—¿Por qué entrenabas solo?- Preguntó Hinata un poco preocupada.
— Pues...quería practicar un poco el kage bunshi no jutsu, es cierto que pasé el exámen, pero aún me falta un poco de práctica, dattebayo— Dijo naruto mientras se rascaba la nuca.
— Ya veo...— Hinata aunque no lo aparentaba, estaba feliz, esa es la parte que tanto admira de Naruto, el que nunca se rindee.
— Oye, ¿Quieres que te lleve? Es muy tarde y de seguro tus padres están preocupados, dattebayo—
— ¿Eh? ¿No hay problema?— Preguntó Hinata un poco ruborizada.
Naruto extendió su mano.
— No, no hay problema, dattebayo— Naruto sonrió haciendo que hinata se pusiera toda roja.
Iban caminando tranquilamente, cuando Naruto notó algo en el suelo.
—¿? ¿Que es eso, dattebayo?— Naruto tomó el objeto, que al verlo bien parecía una especie de medallón en forma de una cara.
— ¿Que encontraste, Naruto-kun?— Preguntó curiosa hinata.
En el momento en que Hinata y Naruto toparan el objeto, este empezó a brillar.
— ¿Que pasa?— Preguntó asustado, Naruto.
De pronto, se escuchó una gran explosión, luego todo se envolvió en humo.
—¿¡Hinata?! ¿Estas bien?— Preguntó Naruto alterado.
— Naruto-kun—
Ante el apareció la silueta de Hinata...no espera, ¿se parece a la de él?
— ¿Q-quien eres?— Preguntó Naruto asustado, este señaló a la persona que estaba en frente de el, cuando se dio cuenta que sus brazos...en realidad no eran los suyos.
De pronto apareció la silueta, que poco a poco se parecía mas y mas a el, cuando el humo se esfumó, no podia creer lo que veía...¿¡era el?!
—¿Que es esto, dattebayo?— Naruto notó que su voz había cambiado, parecía más la de una niña, entonces...
—¿Por qué hay una persona identica a mi...— Preguntó el Hinata que estaba en frente del verdadero naruto.
Naruto, salió de ahí, siendo seguido por el otro naruto y llegó a un rio. Lo primero que hizo fue ver su reflejo en el agua y no podia ver lo que creia...
— S-soy...Hinata— Dijo casi susurrando, queria estar seguro de lo que estaba diciendo.
— Soy, Naruto-kun...— Dicho eso, Hinata se desmayó.
—Hinata...Maldición, ¿¡Que está pasando?!—
Luego de un rato, Hinata despertó. Vio una identica ella, sentada a su lado.
— E-entonces no fue un sueño...—
— Hinata, al fin despiertas, no se como, pero cambiamos de cuerpo— Le explicó aunque el tampoco se lo creia. Hinata se sentó.
— C-como...—
— No se estoy pensando...— Naruto estaba desesperado.
— Tal vez, fue el medallón...— Dijo Hinata, señalando el objeto que tenia en las manos.
— Tu, crees...—
— Tal vez...—
—Tch, tenemos que ir donde el hokkage, dattebayo—
— S-si...—
Llegaron a la oficina del hokkage. Naruto entró azotando la puerta, el Hokkage se sorprendió.
— H-hinata, que pa...— El Hokkage se soprendió pues Hinata es una chica callada, no es habitual en ella.
— Viejo, ¿¡ Que hacemos?! Hinata y yo...¡¡ Cambiamos de cuerpo!!—
—¿Eh? ¿Como es posible?- El hokkage se puso de pie.
Pues pudo notarlo perfectamente, Hinata nunca haría eso, ademas Naruto, estaba detras de Hinata con la cabeza cabizbaja.
—¿¡Que haremos, dattebayo?!—
— N-naruto...debes de calmarte— Trató de calamarlo.
— Hokkage-sama...¿Que haremos?— Hinata estaba sollozando.
— Primero que todo, cuénteme ¿Que paso?— Preguntó el hokkage tratando de tranquilizar a Hinata y Naruto. Ellos empezaron a explicarle todo.
— Ya veo, asi que este medallón es el culpable— Dijo, tomando el medallón.
— ¿¡Que haremos, dattebayo?!— Preguntó de nuevo naruto.
— Por el momento debemos de investigar el medallón, lamento decirles lo siguiente, pero no podrán decirles a nadie, debemos mantener la discreción, esto un poco extraño y dudo que los demás estén bien con todo esto... asi que, Naruto tendras que ir a la casa de Hinata y hacerte pasar por ella, así mismo, Hinata tendras que ir a la casa de Naruto y hacerte pasar por él—
— ¿¡Que?! Imposible— Exclamó Naruto.
— P-pero...— Hinata estaba preocupada.
— Tienen que hacerlo, hasta que investiguemos el objeto y averiguemos su función, deben de hacerlo, y no se discute mas, Naruto, deberías irte ya, de seguro los padres de Hinata están preocupados, Hinata, tienes que ir al apartamento de Naruto, la investigación empezará inmediatamente, asi que no se preocupen, todo se acabará pronto—
Hinata y Naruto salieron de la oficina de el hokkage.
—¿Tengo...que ir a tu casa?— Naruto estaba fustrado.
— S-si...— Hinata, también estaba fustrada.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top